TERCERA PREGUNTA
ALEXANDER A A : ¿Por qué tendríamos que leer/ingerir/saborear estos textos?
Considero para éste trabajo reflexionar que los autores presentados,
aunque en estilos muy diferentes, abordan un espectro temático similar que,
según veo, es la visión, preocupación, postura, etc. hacia la muerte. En el
caso de Borges, vemos un estilo de prosa poética y un uso del lenguaje donde se
contrastan los significados y los significantes de las palabras entrelazadas en
cada línea y donde un narrador externo nos ofrece un reflexión del y desde el
personaje y en el caso de Rulfo usa un lenguaje popular desde la voz muy bien
representada de un hombre que padece de sus facultades mentales.
Para hablar del porque tendríamos que leer/ingerir/saborear estos textos
se puede advertir lo siguiente:
Creo que ambos pueden contener una reflexión justamente como tesis
filosófica y por lo tanto se convierten en textos que nos ofrecen una
revelación metafísica, por la forma en cada lector puede sentir o percibir su
paso hacia la muerte, para esto retomo las palabras de Baumgarten:” Estética,
(1750): la ciencia del conocimiento sensible: la perfección del conocimiento
sensible es la belleza (Inspirado en Leibnitz: la sensibilidad procura
conocimientos verdaderos, aunque confusos, de la perfección)”, y con esto
pretendo recalcar que claro que ambos
textos provocan sensibilidad hacia el tema de la muerte y las formas y posturas en que cada autor presenta y
representa éste; para mí la perfección estética radicará en lo bello en que
suena la idea de ir pensando en la muerte sin que parezca una idea para
nosotros horrorizarse, sino como algo que es parte de la vida y que de manera
muy estética se trata en estos textos, y por lo tanto en contenido de grasas
saludables del lenguaje es el contenido rico que hacen de estos texto buenos
para ser ingeridos.
De igual manera retomo y posteriormente parafraseo a Casirer:” interpretación “peculiar” de la realidad:
la “visión simpática” de las cosas: un sentimiento universal: una verdad objetiva”,
ya que me ayuda a reiterar y ampliar mi postura de que la forma en que se
presenta a la muerte en los textos, no deja de llevarnos a pensar en esta como
un sentimiento universal y una verdad objetiva vista desde una interpretación
de la realidad, por lo que en este aspecto las proteínas del conocimiento y los
carbohidratos del goce estético se ponen de manifiesto y en ambos casos desde
una visión simpática al mostrarnos el tema desde dos puntos de vista y estilos
aunque muy distintos, presentados de forma tal que parece una propuesta de que
la muerte es una idea que puede estar en discurso de cualquiera sin resultar
algo temido.
Sin ánimo de abarcar mucho pero si con el ánimo de puntualizar para mí lo
más relevante, retomo lo que dice Ingarden: “en su conjunto, la obra pone de
manifiesto fundamentalmente las “cualidades metafísicas”: lo trágico, lo
sublime, lo temible, lo conmovedor, etc. No son propiedades o descripciones,
sino emergen de situaciones y vivencias complejas y variadas, como una atmósfera.
El arte permite el goce de estas cualidades metafísicas, pues no son
“realizadas”, sino “concretizadas”. Ésta es su función estética”. Aquí creo que
ambos texto valen la pena ser leídos porque contiene cualidades metafísicas, o
sea que nos remiten al tema de la muerte
(tema muy metafísico).
Cada uno de los ejemplos, tiene un estilo único que representa lo que
según Heidegger expresa: “la obra revela un mundo histórico cultural: el hombre
es el medio a través del cual el Ser habla: el poeta expresa la verdad del Ser:
instrumento o mensajero de la divinidad”. Así, leer estas obras implicaría
también la búsqueda de revelarnos a nosotros mismo desde nuestro mundo
histórico cultural, ya que ambas parecen estar dirigidas y concebidas desde dos
mundos y hasta podríamos decir estratos diferentes de concepción y
entendimiento de un mismo tema visto desde dos perspectivas muy diferentes que
convergen ante la misma base, la visión humana ante muerte. Además la forma
justamente cada autor vuelve y envuelve en su texto al personaje para que
represente esta preocupación de tal forma en que pueda sentirse como si
nosotros mismos pudiéramos pensar de una forma u otra del mismo tema es muy
revelador, la verdad del ser en la boca, en la mente del autor pero puesta de
manifiesto en su obra y desde sus personajes, me parece majestuoso.
Agrego que el texto de Rulfo y de Borges se pueden tomar como base para
el estudio posterior de varios asuntos, por ejemplo: ambos se pueden usar de
entrada para el cono cimientos de la literatura latinoamericana, en el caso del
texto de Rulfo se puede tomar de base para el estudio introductorio de las
costumbres mexicanas y como se reflejan en la literatura, en el caso del texto
de Borges, se puede extender el estudio a obras clásicas de Dante, para ver los
diferentes textos y su estilos a lo largo de la evolución histórica literaria,
en conclusión, ambos textos son un platillo muy saludable para ser incluido en
la canasta del conocimiento literario como parte de una dieta balanceada y nutritiva
que nos ayudan a formar una alacena o una canasta con productos de gran aporte
alimenticio y tener así un bagaje de textos con gran valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario