miércoles, 9 de marzo de 2016

 BOLSA 3 DE LA CANASTA BÁSICA
ROCIO FRANCO TERÁN

EN LA ESCUELA LOS ALUMNOS ESCRIBEN TODO TIPO DE TEXTOS, UNO DE LOS MÁS DIFÍCILES PARA ELLOS, Y UNAS VECES PARA LOS PROPIOS PROFESORES, ES LA ESCRITURA DE UN TEXTO DE TIPO ARGUMENTATIVO. ESTO DE DEBE A LA POCA FAMILIARIDAD CON ÉSTE TIPO DE TEXTO.


ELEMENTO IMPORTANTE EN LA CANASTA DE UN PROFESOR:
PERMITIR QUE EL ALUMNO CONSTRUYA SU PROPIO CONOCIMIENTO


ACCIÓN:
 EN CADA APRENDIZAJE QUE EL ALUMNO DEBA ADQUIRIR EL PROFESOR DEBE PERMITIR AL ALUMNO EXPLORAR EN DIFERENTES MEDIOS, SIEMPRE QUE SEAN APROPIADOS, PARA QUE EL ALUMNO EXPERIMENTE Y SE APROPIE DEL CONOCIMIENTO A TRAVES DE LA EXPERIENCIA.


EJEMPLO CONCRETO:
PARA QUE EL ALUMNO IDENTIFIQUE QUÉ ES LA ARGUMENTACIÓN, SE BRINDA EL TEXTO “ANTOLOGIA DEL PAN” DEL AUTOR  SALVADOR NOVO. ASÍ EL ALUMNO VA IDENTIFICANDO LA FORMA DE ARGUMENTAR, COLOCAR CITAS Y COMO ELABORAR SU CONCLUSION, DE UN TEMA TAN COTIDIANO Y CONOCIDO.  YA QUE ES IMPORTANTE PROPORCIONAR UN EJEMPLO DE UN TEXTO QUE LE PERMITA IDENTIFICAR LA “ESTRUCTURA” DEL MISMO, EN PALABRAS DE VAN DIJK “ LA SUPERESTRUCTURAS”.


TEORIA  LITERARIA:
 Kintsch y Van Dijk (1978) han señalado que las macrorreglas están bajo el control de dos clases de estructuras cognoscitivas: los esquemas y las superestructuras. Los esquemas son unidades de información de carácter general que representan las características prototípicas de objetos, situaciones y hechos. Desempeñan un papel muy importante en la comprensión, la organización y la recuperación de información. Durante la lectura los esquemas son activados por las metas del lector, el contexto y la información del propio texto. Las superestructuras representan las formas fijas de organización global que caracterizan a muchas clases de discursos usadas frecuentemente. Consisten en un conjunto de categorías funcionales y reglas que especifican su orden de aparición. Entre las superestructuras tenemos las de los cuentos, los informes de investigaciones psicológicas, las argumentaciones y las explicaciones. Las categorías de un cuento son la introducción, la complicación, la resolución, la evaluación y la moraleja; las de una argumentación son las premisas y la conclusión. Las categorías ponen ciertas restricciones en el contenido semántico que puede llenarlas.


Para comprender esta dependencia de la formación de superestructuras en el tipo del discurso, cleberíamos tratar de identificar las propiedades específicas que entran en el análisis de tipos de discurso. Quizás el tipo de discurso más conocido que ilustra esta interacción sea el cuento, puesto que su estructura esquemática “SUPERESTRUCTURA” puede caracterizarse intuitivamente como la forma global de un discurso, que define la ordenación global del discurso y las relaciones (jerárquicas) de sus respectivos fragmentos. Tal superestructura, en muchos respectos parecida a la "forma" sintáctica de una oración, se describe en términos de categorías y de reglas de formación. Entre las partes del cuento figuran, por ejemplo: el planteamiento, la complicación o el nudo y  la resolución o el desenlace. Las reglas determinan el orden en que las categorías aparecen: Así, el orden canónico (normal) de la superestructura de un cuento es el orden en que acabamos de mencionar las partes  narrativas. A la estructura de un cuento que se obtiene de esta manera se le llama esquema narrativo o superestructura narrativa. Sólo que cuando las respectivas partes  tengan algún contenido, su conjunto será un cuento.
Este ejemplo también es válido para otros tipos de discurso. Así, muchas declaraciones, conferencias, etc., tendrán la estructura esquemática de una "argumentación", para la cual categorías tales como "premisas", "apoyo", "explicación'' y "conclusión" pueden ser pertinentes. Hay que señalar también que la formación de macroestructuras, así como la de superestructuras, puede hacerse de otra manera, a veces hasta de una manera desviada. Por ejemplo, esto ocurre en la literatura por razones estilísticas, estratégicas o estéticas, como en el caso del ensayo; sin embargo siempre tendrán una introducción, un desarrollo y una conclusión. Es por ello que el profesor debe identificar un texto “muestra” que permita al alumno identificar la superestructura y pueda el mismo generar su nuevo conocimiento del texto.

EJEMPLO DE ENSAYO:  ANTOLOGÍA DEL PAN, 
AUTOR: El escrito mexicano Salvador Novo.


“El pan, según la Biblia, resulta ser tan antiguo como el hombre mismo. Adán, vegetariano, al ser echado de su huerta, no sólo fue condenado a ganarlo con el sudor de su frente sino que iba en lo sucesivo a alimentarse de carnes – caza y pesca – para tragar los cuales necesitaba acompañarse de pan, tal como nosotros. Las frutas y las legumbres pasan sin él. Mas para aquellos constantes excursiones de nuestros abuelos prehistóricos, como para las nuestras, era bueno llevar sándwiches. Toda pena es buena con pan. Y el que tienen hambre, piensa en él. Lo comen las personas que son como él de buenas. Calma el llanto. ¿A quién le da pan llore? ¿Y las personas sinceras le llaman por su nombre, y al vino vino.
El pan es sagrado. Manhá “qué es esto” Es el pan que se cuaje en torno de nosotros, mejor que en los trigales”. Antes, Lot (Génesis, III) hizo una fiesta “e hizo pan”. Y Abraham, cuando recibió a los ángeles, ordenó a la diligente Sara (Génesis XVIII) que preparara panecillos.

El pan no armoniza con ciertos guisos ni con determinados líquidos. Por eso a las personas inarmónicas se les llama “pan con atole” y es preferible comer tortillas con los frijoles y piloncillo con el atole. Tal hacían los indios, y todavía no aceptan el pan. Es sagrado, he dicho, y es católico. Conformándolo con diversas maneras se celebran fechas notables: las roscas de reyes, el pan de muerto, y luego las torrijas y la capirotada y los chongos…
El pan es inseparable de la leche. Si incompatible con el atole, es indispensable con el chocolate o con el café con leche. Niños y viejos lo bendicen por que se reblandece mojándolo en “sopas”. No es menor su interés literario. ¿En qué novela con calabozos no aparece, con un jarro de agua, un pan duro? ¿En qué novela con altruismo no se habla de los mendrugos o de las migajas y no se dice: “nos arrebatan el pan”? ¿Y el amargo pan del destierro?
En nuestros pueblos, coloniales aún, el pan se vende en las plazas, en grandes canastos. Todavía las familias, en las “colonias”, tienen su panadero predilecto, aquel que constituye el flirt de las criadas y el regocijo de los niños, el flirt decorativo que llega a las cinco de la tarde, cuando ellos vuelven del colegio, con su gran bandeja de chilindrinas, hojaldras, violines, huesos, cocoles, monjas, empanadas, roscas de canela, cuernos, chamacos…
Las teleras – bolillos y virotes, según la región – que consumimos usualmente en la mesa son adecuadamente grandes; parecen encerrar, además, en su forma de puño cerrado, una sorpresa. El pan rebanado, americano – el pan que usted comerá – ya se sabe que nada encierra. (¡Oh, razas blondas que procedéis por partes, por pisos, por años, por capítulos, por tajadas, por estados!) La telera y el bolillo son aristocráticos, totales e individualistas. Nadie que se respete comerá delante de la gente una sobra de bolillo como se come una rebanada de pan. Y decid, francamente, ¿no halláis preferibles las tortas compuestas a los sándwiches, aun los pambazos compuestos?

Mas, ya aparecen casas americanas que reparten pan en automóvil: tostados y de pasas - ¡poca imaginación nórdica! -, para todos los usos. Aquellos grandes surtidos de bizcocho para la merienda van desapareciendo. En los cumpleaños ya se parten birth-day-cakes. El té substituye al chocolate y se toma con pan tostado o con pan de pasas. Los bolillos, grandes trigos, ceden su puesto a las monótonas rebanadas. México se desmejicaniza. Con su pan se lo coma.”







  


Van Dijk, T. El estudio de la semántica y la comprensión de las macroestructuras. En M.A. Just y P. Carpenter (Compiladores). Proceso cognoscitivos de la comprensión. New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates, Publishers, 1977.

Bolsa 4: Reflexiones, redefiniciones y puntualizaciones en torno a la teoría literaria y su aplicación didáctica.


  • Buscar tres definiciones de teoría literaria y confrontarlas, para extraer la propia con base en dicha confrontación
  • Discutir en clase y blog su pertinencia en la aplicación didáctica
  • Extraer una propuesta propia 
  • Un ejemplo propio: describirlo
  • Aplicarlo
  • Exponer conclusión

***Continuar con el formato de la Bolsa 3, para los demás puntos iniciales que cada uno incluyó: elementos que debe tener un profesor en su canasta.
Bolsa 3 : teoría-creación-aplicación

RELACIONAR: (Puede ser de un mismo autor, en caso de que dicho autor tenga ambos tipos de texto; de lo contrario, puede ser cada cita de diferente autor, con elementos coincidentes, ya sea para rectificar o ratificar una tesis o propuesta)

  • Una cita de teoría literaria
  • Una cita de obra de creación
UTILIZAR:  

  • Esta relación para aplicar en un ejercicio didáctico en aula. 
  • Describir qué harían y cómo.
  • De ser posible, hacerlo.
  • Comentar el proceso.
  • Obtener conclusiones.

martes, 8 de marzo de 2016

Tarea 3 Bolsa 3 de la Canasta basica iv -Marli Camargo

El uso de la enciclopedia

Dentro de la canasta básica para los estudiantes de literatura, hay varios aspectos importantes que deberían ser considerados para la efectuación de un programa literario.
Entre las sugestiones, el uso de la enciclopedia fue considerada de suma importancia por ser una de las referencias bibliográficas y recursos necesarios en una clase de literatura, porque sugieren palabras, términos y  definiciones que atraen  a  la comprensión de quien los investiga.
José Amícola menciona a Borges como una de las figuras más fuertes de toda la literatura Argentina. En su ensayo, muestra cómo Borges había elegido el camino de oponerse a toda la adscripción de una literatura regional y lograba la universalidad. Borges iba contra la tradición literaria gauchesca y la española, por ello desde entonces inventa su propia tradición.
Según Amícola, Borges con la ayuda de Bioy Casares proyecta con éxito la constitución de una sensibilidad idiomática que debía recoger el nivel común de la oralidad, con un toque de gran refinamiento, una especie de diccionario del argentino ‘exquisito’.
Según Borges, él ha sido siempre lector de enciclopedias, cree que es uno de los géneros literarios que le gustaba porque ofrecía todo de manera sorprendente.
Borges iba a la biblioteca con su padre, pero era demasiado tímido para pedir un libro y entonces sacaba un volumen de Enciclopedias Británicas, una ‘edición’ que estaba concebida como libro de lectura y no de consulta, donde pudo leer muchas cosas sobre los druidas, los drusos del Asia menor, etc. 
Las enciclopedias fueron para él una inspiración, porque se referían a nuestro planeta, a los otros, a los diversos idiomas, a sus diversas literaturas, filosofías y hechos que configuran lo que se llama el mundo físico. Su propuesta fue suponer una enciclopedia de un mundo imaginario, el cual tendría el rigor que no tiene lo que llaman realidad.
‘Ese mundo imaginario, su historia, sus matemáticas, sus religiones, las herejías de esas religiones, sus lenguas, las gramáticas y filosofías de esas lenguas, todo, todo eso va a ser más ordenado, es decir, más aceptable para la imaginación que el mundo real en el que estamos tan perdidos, del que podemos pensar que es un laberinto, un caos’. Podemos imaginar, entonces, la enciclopedia de ese mundo, o esos tres mundos que se llaman, en tres etapas sucesivas, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius.’ (Tefarikis Xrisi, Cursos de Literatura, 2014)
Los cuentos "Tlön, Uqbar; Orbis Tertius", "El Zahir" y "El libro de arena", son esencialmente el mismo: un objeto mágico intercalado en lo que se llama mundo real. Una experiencia creativa literaria proveniente del uso de la enciclopedia de un modo no convencional.
El uso de la enciclopedia para escribir un cuento comunica la idea de Borges acerca de la teoría de la creación, donde  afirma que el punto de partida es un texto cualquiera:
“Pero, a veces, mi punto de partida fue un texto cualquiera, ya que, entre las experiencias humanas, quizá una de las más bellas, una que asegura la felicidad de una cierta manera, es, como lo sabemos todos, la lectura. O, como decía Emerson, otro gran poeta: la poesía nace de la poesía; o, lo que yo dije anteriormente: la poesía nace del lenguaje, pues cada lenguaje es una manera de sentir el mundo, cada lenguaje es una literatura posible, incluso si no llega a serlo. Y bien, ésa es para mí otra manera de la creación poética.”
Borges para su creación literaria ha aplicado una reflexión que él mismo considera bastante abstracta sobre las palabras:
“Por ejemplo, la palabra “inolvidable”, que yo pensé en inglés, un‑for‑get-table. Bien… Comencé por esa palabra. Me dije: todos los días empleamos la palabra “inolvidable”… pero si algo fuera inolvidable ¿qué pasaría? Uno no podría pensar en otra cosa. Si alguna cosa fuera continuamente inolvidable, entonces uno se volvería loco. Ese fue mi punto de partida para una historia que yo escribí, puede ser que ustedes la hayan leído… se llama “El zahir”. Es una moneda de veinte centavos que es inolvidable. El hombre que la ha visto se vuelve loco al cabo de algunas páginas. Es un cuento bastante corto. Y en otra ocasión, partí de una reflexión abstracta también. Pensé en esa admirable invención teológica de la eternidad. Me dije: en la noción de eternidad se piensa que hay un momento, un momento divino evidentemente -no pertenece al hombre sino a la divinidad-, hay un momento donde se encuentran todos los momentos del tiempo, es decir, en un simple momento de la divinidad se encuentra todo el pasado, todo el presente y todo el porvenir. Y bien, pensé en una categoría más modesta que el tiempo, el espacio. Uno puede imaginar, por qué no imaginar, que en alguna parte hay un rincón donde se encuentran todos los rincones del universo, entonces escribí una historia que quizá ustedes han leído, “El aleph”: yo no sé si es un buen cuento o no, ya mucha gente lo ha leído y lo han encontrado… legible, digamos.”

La aplicación a los niños sería el uso de una enciclopedia con imágenes y lenguaje accesible donde podrían buscar una palabra por ejemplo, terremoto y de esa palabra construir una sentencia, cuento, o hasta mismo su propia imagen.

(Conferencia en francés dictada por Jorge Luis Borges y filmada por Alain Jaubert y François Luxereau en el College de France en 1983.) Revista Nexo 1/02/1996
Conclusión
El uso de la enciclopedia, o diccionarios puede contribuir durante el proceso educativo referente al lenguaje y la creación literaria. La enciclopedia puede contribuir con la diversidad de perspectivas y propósitos que pueden transformar la literatura por medio de su comprensión y la producción de textos, así como la comprensión cultural, histórica y finalmente para el, el esencial  es la musa, que  es como el espíritu o el subconsciente, que se encarga de ello, o sea, debemos escribir lo que sentimos y soñamos como demostró Borges.


Referencias bibliográficas

1-http://www.nexos.com.mx/?p=7698- Revista NEXO 02/1996;


2- http://www.apocatastasis.com/jorge-luis-borges-acerca-de-mis-cuentos.php#axzz41t9AmLfG;


3-Tefarikis Xrisi, Cursos de Literatura, 2014- Santiago – Chile;


4- Baraldés , Pau- Revista de Diffusion Cultural -02/2016


https://latrivial.wordpress.com/2016/01/10/la-poesia-y-jorge-luis-borges/;


5- Amícola, José- Revista Iberoamericana. Vol. LXII, Nrum. 175, Abril-Junio 1996; 427-438;



Tarea 3 Seminario Canasta Básica Kyra Galván Haro

Estimados compañeros, les dejo mi tarea. Espero haber entendido bien.

Tarea 3 Seminario Canasta Básica IV     8 marzo de 2016

Alumna: Kyra Galván Haro

Objetivo: Elegir un ejemplo concreto de ejercicio didáctico para enseñar la creación literaria. Para este ejercicio se utilizarán tres elementos: una obra literaria determinada, una teoría literaria o una poética (que puede ser del mismo autor de la obra u otro) y elementos pedagógicos que los unan y tengan sentido para el alumno.

Elegí la novela “Los indecibles pecados de Sor Juana”[1], de mi autoría, porque a veces la utilizo en mis cursos-talleres de creación literaria en el género de narrativa, para ejemplificar algunas técnicas y recursos que me parece importante que los alumnos  aprendan.

Tomé entonces del libro de Umberto Eco, Confesiones de un joven novelista[2], las citas correspondientes a una sección que titula: “Restricciones”, puesto que coincido en que poner restricciones en una obra larga de narrativa, como en el caso de una novela, puede ayudar muchísimo a establecer límites de todo tipo: de longitud, de tema y de vertientes. Es decir, pueden ser importantes para no perder el hilo de la historia o incluso, para que el autor se autoimponga límites éticos, temáticos o incluso estéticos. Paso a citar entonces las consideraciones de Eco: “Las restricciones son fundamentales en cualquier come- 
tido artístico. Un pintor que decide usar óleos y no témpera, un lienzo y no un muro; un compositor que opta por una clave determinada, un poeta que elige usar pareados, o en- 
decasílabos en lugar de alejandrinos: todo eso conforma un sistema de restricciones. También ocurre con los artistas de vanguardia, que parecen eludir las restricciones; ellos simplemente fijan otras, que pasan inadvertidas.


Elegir las siete trompetas del apocalipsis como esquema del devenir de los acontecimientos, como hice en El nombre de la rosa, es una restricción. Otra sería emplazar la historiaen una época concreta, porque en un determinado período 

histórico puedes hacer que sucedan algunas cosas, pero otras no. Fue una restricción el decidir que, de acuerdo con las obsesiones ocultas de algunos de mis personajes, El péndulo de Foucault necesitaba tener exactamente ciento veinte capítulos, y que la historia debía dividirse en diez partes, como el Sefirot de la Cábala”.


En este sentido, les explico a mis alumnos que al escribir la novela de Sor Juana me impuse varias restricciones. Una de ellas, que sería una novela histórica, desarrollándose en el siglo XVII y que tendría entonces dos tipos de lenguajes: uno aproximándose a un lenguaje de ese tiempo y otro moderno. A este respecto, el Dr. Alfredo Cerda Muños, en un análisis de la novela citada, comenta: “Para darle verosimilitud a los textos que esta encuentra en el Archivo de Indias, la autora recrea la narración que hace la sobrina de Sor Juana con el lenguaje propio del siglo XVII, por ejemplo cuando se describe la plaza…”[3]

Entre otras restricciones que me autoimpuse fue la de no utilizar ningún poema de Sor Juana para construir la historia, pues me parecía un recurso fácil y sobre utilizado por otros autores, ya que su interpretación podría ser demasiado subjetiva y poco seria.

Otra restricción importante fue la de que el personaje de Sor Juana no narraría la historia en primera persona, en primer lugar no sólo por la dificultad intrínseca sino porque, de nuevo, haría la narración demasiado subjetiva. Era necesario un narrador externo, más objetivo, que en este caso fue la sobrina de Sor Juana, Sor Isabel María de San José, quien es un personaje real e histórico y que convivió con ella muchos años en el convento.

A este respecto, el Dr. Cerda Muños comenta lo siguiente:
La novela Los pecados indecibles de Sor Juana se ubica en dos épocas: la vida en la ciudad de México en el contexto del siglo XVII, y la época actual en Sevilla, España; por lo tanto, el lector se recrea en la descripción de dos espacios y dos tiempos, ya que la protagonista principal de la novela, Laura Ulloa, quien está haciendo una investigación en el Archivo de Indias, en Sevilla, España, localiza unos documentos que hacen referencia a los escritos que María Isabel de San José, monja y sobrina de sor Juana, redactó a petición de sor Juana, en el convento; es así que a través de lo que la sobrina narra, nos  enteramos de aspectos desconocidos de la monja jerónima.

Lo que la sobrina escribe es la ficción novelesca que la autora de la novela recrea mediante la voz de la sobrina. Así, la historia la cuentan tres narradoras: la sobrina, Laura y un narrador implícito con la intención de conocer a Sor Juana desde diferentes ángulos”[4].

Derivado de las restricciones mencionadas, también ejemplifico a mis alumnos, la posibilidad de manejar dos narradores o más en una narrativa en lugar de uno sólo. Dos tiempos en los que los personajes se mueven y dos o más tipos de lenguaje de acuerdo a las épocas, las clases sociales, las comunidades, etc.

Concluyo entonces, que analizando directamente una obra literaria y ayudados con el análisis que nos puede proporcionar la poética o la visión de la teoría literaria (hermenéutica), encontramos elementos didácticas y prácticos para que los alumnos entiendan y aprendan con relativa facilidad, algunas de las técnicas narrativas que podrán utilizar en sus propios ejercicios.
           






[1] Galván, Kyra. Los indecibles pecados de Sor Juana, Editorial Planeta, colecc.booket, México, 2010,2014
[2] Eco, Umberto, Confesiones de un joven novelista,Lumen,México,2011,pgs.32 y 33.
[3] Cerda Muños, Alfredo, Lo que faltaba decir de la décima musa en el siglo XXI: Los pecados indecibles de Sor Juana,    en “Mujeres Novohispanas en la Narrativa mexicana Contemporánea”, Cuadernos de América sin nombre No. 33 de la Universidad de Alicante, Compilación, Murcia 2014. pg. 47 en http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36879/1/Mujeres_novohispanas.pdf

[4] Op. cit. pg. 45-46

domingo, 6 de marzo de 2016

Tarea 2 Seminario canasta básica 4 Kyra Galván Haro

Tarea 2 Seminario Canasta Básica 4

Alumna: Kyra Galván Haro

Objetivo: Leer el cuento de Ethel Krauze: “En el rincón más lóbrego de un salón de clases”[1] y relacionarlo con su propia poética y cómo eso se puede usar para nuestro propio modelo didáctico.

Después de leer el cuento mencionado, surgen algunas dudas. Antes que nada, ¿quién es la momia? ¿Es la creatividad, la libertad de expresión, la poesía, la literatura en sí? La autora no lo dice expresamente, pero sí lo dice el personaje olvidado: “— Antes me honraban. Ustedes mismos me ponían en el centro del salón. Existían por mí, para mí. Pero se ensorbecieron y fueron olvidándome. Miren lo que han hecho. Estoy convertida en un desperdicio…”[2]

La Dra. Krauze lo ha dicho en otras ocasiones. Es más, luchar contra la división artificial que se ha creado entre los estudiosos de la teoría literaria – a quienes representa en el cuento como los maestros de literatura y la creación literaria – representada por la momia – se ha convertido en una de las grandes pasiones y objetivos de su vida. Al parecer y como el texto citado lo plantea, antes se honraba a la creatividad, a la inspiración o como hace mucho tiempo se le nombraba, al llamado de las musas. Pero con el tiempo, los críticos y estudiosos de la literatura, tan ansiosos por etiquetar, compartimentar y clasificar, se han olvidado de la parte más importante de la literatura: el proceso creador mediante el cual el escritor utiliza las palabras para recrear el Universo, como bien lo dice la autora en su libro: “La casa de la literatura”[3]: “La misma palabra cambia de función si la usamos para pedir el desayuno y luego para un poema. En el primer caso, la palabra es literal: “pan” quiere decir solo eso, pan. En el poema puede significar muchas cosas más: espíritu, calor, abrazo, vida, sol: el pan de tu mirada, el cálido pan del horizonte extendiéndose a mi alrededor.”

Por lo que el diálogo en el cuento citado: “— ¿Y así quieren enseñar literatura a sus alumnos? — dijo la anciana con firmeza. Ni siquiera pueden decirles a qué huelen los nardos. Los nardos – exhaló cerrando los ojos – son un vals en la memoria de una cajita de maderas viejas…”[4] Es una clara alusión a lo que ella misma plantea en su libro citado anteriormente[5]al decir: “Un cuento, un poema, un solo verso, deben hacernos sentir, por ejemplo, el frío de una nevada en la piel aunque estemos en el trópico. Por eso la literatura es vida agregada a la propia vida, nos permite tener la experiencia a través de las palabras.
El escritor pone las palabras que serán las provocadoras de las sensaciones. 
Si lo consigue, el lector y lectora, dentro de sí mismos, harán todo lo demás. Para lograr este objetivo hay que convertir a la lengua en literatura…”[6]

Concluimos entonces que:
1.- La obra creativa de Ethel Krauze y su poética coinciden de manera total y se complementan una a la otra.
2.- Dentro de un modelo didáctico, que pueda ser aplicado por un maestro de literatura en un salón de clase, podemos decir que la obra creativa de un autor – en este caso, el cuento multicitado – es una herramienta objetiva que se puede utilizar para ejemplificar tanto el proceso creativo en sí mismo, como la teoría literaria, que resulta una conceptualización a posteriori de esa misma herramienta.
3.- El objetivo primordial en ese modelo didáctico se orientaría a demostrar que la literatura tiene a la vez significante y significado y que es a través de ellos que se puede trasmitir no solo racionalidad y coherencia sino también, emoción y sentimiento.



[1] Krauze, Ethel, “En el rincón más lóbrego de un salón de clases” en El instante supremo, Ediciones Alfaguara, México
[2] Op. cit. pág. 3
[3] Krauze, Ethel, La casa de la literatura,  Universidad de la ciudad de México,México,2003, pg.13
[4] Krauze, Ethel, “En el rincón más lóbrego de un salón de clases” en El instante supremo, Ediciones Alfaguara, México, pág. 3
[5] Op cit.
[6] Op. cit. pág. 29