miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡LLAVE DE LA CAJA NEGRA!

8X5

SÍ, ES UNA COMBINACIÓN:

8 PASOS 

  1. Creación del objeto-personaje
  2. Dónde vive
  3. A qué se dedica
  4. Qué acaba de pasarle
  5. A quién pide ayuda (segundo objeto-personaje)
  6. Petición de ayuda (diálogo)
  7. Tipo de ayuda
  8. Qué hace el protagonista (primer objeto-personaje) con esa ayuda
MAS

5 ELEMENTOS (INGREDIENTES PARA LA SOPA)

  1. El talismán
  2. La vuelta de tuerca
  3. A punto de...
  4. El bumerán
  5. La pócima

Vamoavé... si eto e cieto...
¿LISTOS?
A la una
a las dos
y a las....mil cuentos para leer
para saber
para crecer
para roer
y para...
¿se te ocurre qué?

http://cuentosenluna.com/cuentosinfantiles/cortos/

Hoy: el pre-examen

Y también 

http://openlibrary.org/books/OL9178999M/Cuentame_tu_cuento_Tell_Me_Your_Story_(Literature_Infantil_and_Juvenile_Children_and_Youth_Literatur

¡Haz changuitos!

tr... tr... tr...



miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA PÓCIMA FINAL (PARA EL ETERNO RETORNO)

También puede llamarse El atrapón

Y, ¿por qué no?: El toloachón

O, si quieres ser muy clásico: El hechizo de (y aquí piénsale para adecuar el contexto del autor o autora: "La bruja malvada de las letras", "El dragón de la palabra", bla, bla, bla)

Se trata de ese "último toque" con el cual aderezas tu guiso literario, para que los lectores queden finalmente hipnotizados, atrapados, enamorados, enajenados, encantados, y una vez puestos los ojos en el punto final, lo consideren el inicio de la relectura. 

El cuento infantil debe querer volver a leerse: contarse de nuevo, compartirse con niños y niñas y mamás de niños y mamás de niñas y papás de niños y papás de niñas y maestros de niños y maestros de niñas y maestras de niños y maestras de niñas y para todo aquel pobre ser que se plante delante del que lo ha leído alguna vez y ha probado esta pócima letal, por los siglos de los siglos. Amén.

La pócima puede ser... todo lo que se te ocurra.


  • Una palabra
  • Una letanía
  • Una frase
  • Un ademán
  • Una descripción
  • Una situación
La pócima es la puerta final que te re-conduce a la entrada inicial.
Es, al fin: la llave en tus manos: aunque la puerta se cierra, tú vuelves a abrirla.
Es el parpadeo de una puerta entreabierta: sólo aquel que ha sido tocado por la "pócima", tiene en sus manos la "combinación" de esa cerradura: 
la clave
la llave de la caja negra infantil

¿Quieres un camino?
Piensa en qué tiene ese cuento que leíste y cuyo recuerdo te persigue: sigue las migas de pan que te arroja, no temas volver al laberinto. Ahora sabes qué la salida es la propia llegada...

Suerte

martes, 6 de noviembre de 2012

Con la esperanza de hacer un millón de clicks



El lápiz de puntillas

Joaquín Martínez Miramontes 

Había una vez un lápiz de puntillas que vivía feliz en soledad. Disfrutaba ir al cine sólo y elegir la película que a él le gustaba; no tenía que ser condescendiente con nadie. No había hora de llegar a casa y siempre estaba disponible para sus amigos. Era feliz con él mismo y no le hacía falta nadie a su lado.

El lápiz de puntillas disfrutaba de su oficio de costurero. Era un trabajo agradable, sólo se dedicaba a coser y coser durante ocho o hasta doce horas al día, siempre tenía bastante trabajo, lo que le gustaba era que en cuanto tocaba el timbre de aquella fábrica, era completamente libre y todo su cansancio desaparecía.

Un día, llegó una hermosa pluma de tinta rosa y le encantó. Le pareció maravilloso  su gran afán de soñar con pintar el mundo con su tinta color de rosa.  La pluma de tinta rosa, entró al mundo del lápiz de puntillas y lo trasformó. Aquel lápiz de puntillas se vistió con estuches de color rosa. La casa del lápiz se fue llenando poco a poco con objetos rosados. Era tan chillante aquel color que sus amigos del lápiz de puntillas comenzaron a evitarlo, a él no le importó, pues los lentes color rosa que traía puestos todo el tiempo, evitaban mirar la realidad del color de las cosas.

Aquella pluma de tinta rosa, le contaba sus secretos, que no eran tan rosas, el lápiz de puntilla parecía con ello amarla cada día más. Una tarde la pluma de tinta rosa le contó que de un costado se había empezado a pelar su pintura y su hermana pluma de tinta negra que era doctora, le había dicho, que esa mancha avanzaría por todo su cuerpo, ella lloraba inconsolable y le preguntaba al lápiz de puntillas:

—¿Aún así me vas a querer?

—Por toda la eternidad  —contestaba el lápiz, mientras la abrazaba y con besos rosas secaba sus lágrimas.

En otra ocasión, la pluma de tinta rosa se dió cuenta que el resorte por el cual su punta era retráctil estaba casi roto, su hermana pluma de tinta negra, la sentenció, a que pronto sería una parapléjica, la cual, sin más remedio seria desechada. Ella se lo contó al lápiz de puntillas. Él suspiro hondamente y dijo:

—Te voy a seguir queriendo por toda la eternidad.

Por toda la eternidad… frase que había aprendido del libro de Jorge y Gloria de Juan Rulfo, que una tarde felices el lápiz de puntillas y la pluma de tinta rosa habían leído juntos. La promesa no sólo era por la eternidad, sino que iba más allá. Por toda la eternidad.

El lápiz de puntillas, se enajenó tanto en el mundo color rosa que su amada se empeñó en pintar, que temiendo que algo empañara su felicidad fue a ver el doctor para que le revisara cuántas puntillas le quedaban de vida, el doctor le dijo:

—Sólo te quedan dos, —dijo, mientras se rascaba la cabeza y continuó— pero no te preocupes, sólo tienes que buscar repuestos y seguirás con tu vida.

El lápiz, no dudo en comentarle a su amada pluma de tinta rosa su situación. Reuniendo fuerzas de las únicas dos puntillas que le quedaban dijo muy triste:

—Nuestro mundo se empaña, mi dueño me ha dicho que sólo me quedan dos puntillas de vida.

La pluma de tinta rosa, se quitó los lentes y el lápiz pudo ver por fin el color de aquellos ojos. No… no eran rosas como él lo creyó todo el tiempo. Los vio llenarse de lágrimas del color de la desilusión, de haber perdido el tiempo con alguien que tiene tan pocas puntillas. Se cubrió sus ojos con las gafas color rosa, dio media vuelta y se fue por el mundo pintando con su tinta color rosa.