También puede llamarse El atrapón
Y, ¿por qué no?: El toloachón
O, si quieres ser muy clásico: El hechizo de (y aquí piénsale para adecuar el contexto del autor o autora: "La bruja malvada de las letras", "El dragón de la palabra", bla, bla, bla)
Se trata de ese "último toque" con el cual aderezas tu guiso literario, para que los lectores queden finalmente hipnotizados, atrapados, enamorados, enajenados, encantados, y una vez puestos los ojos en el punto final, lo consideren el inicio de la relectura.
El cuento infantil debe querer volver a leerse: contarse de nuevo, compartirse con niños y niñas y mamás de niños y mamás de niñas y papás de niños y papás de niñas y maestros de niños y maestros de niñas y maestras de niños y maestras de niñas y para todo aquel pobre ser que se plante delante del que lo ha leído alguna vez y ha probado esta pócima letal, por los siglos de los siglos. Amén.
La pócima puede ser... todo lo que se te ocurra.
- Una palabra
- Una letanía
- Una frase
- Un ademán
- Una descripción
- Una situación
La pócima es la puerta final que te re-conduce a la entrada inicial.
Es, al fin: la llave en tus manos: aunque la puerta se cierra, tú vuelves a abrirla.
Es el parpadeo de una puerta entreabierta: sólo aquel que ha sido tocado por la "pócima", tiene en sus manos la "combinación" de esa cerradura:
la clave
la llave de la caja negra infantil
¿Quieres un camino?
Piensa en qué tiene ese cuento que leíste y cuyo recuerdo te persigue: sigue las migas de pan que te arroja, no temas volver al laberinto. Ahora sabes qué la salida es la propia llegada...
Suerte
CUMPLIÓ
ResponderEliminarHudson había llegado a nuestras vidas, en la primavera, era un potro muy bello, la verdad es que el hecho de que su madre hubiera sido cruzada con un buen semental había hecho una gran diferencia entre él y su progenitora. Pero lamentablemente esta murió al nacer Hudson. Razón por la cual yo, llegue a sentir mucho afecto, tal vez también porque al igual que yo se había quedado sin su madre desde muy pequeño generando en mi sentimientos de empatía y otra razón es que mi padre era granjero y siempre había visto que él cuida y ama de todos los animalitos de la granja, haciendo que yo sintiera a la vez mucho afecto por los animales. No obstante para mi Hudson fue diferente desde el principio; lo vi nacer, y cuide de él, y ayude a alimentarlo, desde que era prácticamente un bebe. Cuando creció juntos vivimos muchas cosas. En el prácticamente yo aprendí a montar, llego a ser tanto el apego entre yo y Hudson, que apenas salía de la escuela corría a la granja, para estar con él, hacíamos muchas cosas; íbamos a cortar leña de cacería, durante las vacaciones; bajábamos al rio, donde solía bañarlo. Verdaderamente nos habíamos hecho tan buenos amigos que llegue a sentirlo parte mi familia. Y mentalmente me había hecho muchos planes para nosotros juntos, correríamos las carreras, ganaríamos muchos trofeos, y siempre estarimos juntos como familia, que éramos y crecimos juntos y también aprendimos a muchas cosas juntos.
El problema surgió el día que mi padre llego con un entrenador para poder hacer de Hudson un buen caballo para las carreras, y que fuera a competir. No puedo expresar que me dolio mas, que no me tomara en cuenta, o que trajera a un extraño para entrenar Hudson. Pero no pude tolerar eso, y le dije que jamás me volvería a involucrar en las cosas de la granja, que no estudiaría veterinaria como lo habíamos planeado y que en cuanto tuviera la mayoría de edad (que en realidad faltaba muy poco) me iría de la casa. Francamente estaba exagerando, no estoy seguro de cumplir todas mis amenazas, porque la verdad la idea de estudiar veterinaria realmente me resultaba emocionante. lo que si, estaba más que molesto, pues yo considere que había hecho los meritos suficientes para poder ser yo , quien entrenara Hudson y esa para mi era razón suficiente para poder hacer todas aquellas amenazas y reclamos.
Efectivamente el entrenador se presento para empezar su trabajo como tal. Yo Mientras tanto veía desde la ventana de mi habitación; con la intención de aprender las técnica de entrenamiento. Y pude ver, que el entrador era un tipo mal humorado e impaciente, pues fueron varios los golpes que le propino a Hudson, mismos que por supuesto de inmediato, fueron motivo de alegato entre el entrenador y yo. No obstante la problemática se agravo, porque, a diferencia de mi, Hudson cumplió y sin ninguna amenaza, derribo al entrenador, le propino un par de patadas, y escapo de la granja. Yo francamente me alegre, y decidí en ese momento que si Hudson había escapado de la granja, de la misma manera, yo también podía hacerlo de casa. pero en cuanto yo me disponía salir de casa, llegó mi padre y me agarro infraganti. Por supuesto con la llegada de papa yo no salí ya de la casa. Al enterarse de todo, papa despidió al entrenador y decidió que Hudson era muy joven para ser entrenado aun. Yo y mi padre fuimos juntos a buscar Hudson, y lo encontramos casi sin ningún problema. A mi desde luego a diferencia de Hudson si me castigo y me obligo a permanecer en mi cuarto por un mes, y sin nungun permiso para salir, lo peor del caso fue que eran las vacaciones.