martes, 2 de septiembre de 2014

Segunda pregunta. ALEXANDER ALVAREZ A.
¿Qué contenidos nutricionales debo buscar en el menú?, mi plasmidio ¿Cómo me nutrió?
Para responder esta pregunta y considerando integrar una o las cuatro posturas de ¿que da la literatura?, el texto que sé que necesito compartir es la novela “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. Considero que al haber leído esta novela se convirtió en una experiencia o revelación  metafísica ya que me puso en perspectiva del mundo que me rodea, fueron surgiendo una serie de preguntas donde las proteínas del conocimiento alimentaban mi estado de reflexión y cuestionaba todo a mí alrededor. La  novela tiene vacíos estéticos e narrativos muy elementales, como el mismo Huxley reconoce en una de las últimas ediciones  cuando afirma:

Llorar sobre los errores literarios de veinte años atrás, intentar enmendar una obra fallida para darle la perfección que no logró en su primera ejecución, perder los años de la madurez en el intento de corregir los pecados artísticos cometidos y legados por esta persona ajena que fue uno mismo en la juventud, todo ello, sin duda, es vano y fútil. De aquí que este nuevo UN MUNDO FELIZ sea exactamente igual al viejo. Sus defectos como obra de arte son considerables”. 
 
Sin embargo  y a pesar de esto último, considero que el valor la novela y de su estilo radica en la forma en como planteó la idea de un nuevo mundo y la forma en que este nuevo mundo cuestiona ese mundo viejo, arcaico, vacío y acabado, que es nuestro mundo, que no ofreció respuestas a la humanidad. El paso por un estado de iluminación que me puso en perspectiva de una visión del mundo diferente considero ha sido una de las experiencias más totalizadoras que he tenido en mí vida  y que a partir de mí corta experiencia literaria, esta novela se volvió un referente imprescindible para poner atención a los actos y pensamientos humanos manifiestos en cada obra literaria que pasa por mis manos.
 
Las grasas saludables de lenguaje en esta novela radican en la exploración de un discurso nuevo, una serie de reflexiones fuera de cualquier canon literario, filosófico tradicional, religioso; ya que enfrenta al lector a su realidad acabada de antemano; imaginemos nuestro mundo destruido donde el sistema económico, político y social colapsó y se dio la necesidad de crear un nuevo mundo que no conserva casi nada de las dinámica social conocida en nuestros paradigmas. Lo anterior nutre de minerales y vitaminas de género y estilo a esta novela que hacen que yo tome de referencia este texto en diversas clases (ética y valores, sociología, orientación educativa) para cuestionar justamente los paradigmas actuales y los alumnos reconozcan que pueden cuestionarse el mundo que les rodea para proponer y promover un mundo diferente dentro de su propio estado de las cosas.

Por lo tanto retomo lo expuesto en clase, donde queda asentado que el lenguaje es el  medio por excelencia de expresión para el reconocimiento del mundo interior y exterior, esta novela para mí, fue justamente ese medio donde el lenguaje me dio esa posibilidad de explorar tanto el mundo externo e interno, para preguntarme que tanto estamos aportando a la construcción de un mundo feliz. 

Vuelta a la primera pregunta. Búsqueda de mi plasmidio:

(Huxley 1932 Pag. 147) “La tierra no fue trabajada como se debía; había huelgas en las fábricas, las leyes no se cumplían, las órdenes no se obedecían; las personas destinadas a trabajos inferiores intrigaban constantemente por conseguir altos empleos, y las que ocupaban estos cargos intrigaban a su vez para mantenerse en ellos a toda costa”.

(Huxley 1932 pag. 148) “Todo cambio constituye una amenaza para la estabilidad. Ésta es otra razón por la cual somos tan remisos en aplicar nuevos inventos. Todo descubrimiento de las ciencias puras es potencialmente subversivo; incluso hasta a la ciencia debemos tratar a veces como un enemigo. Sí, hasta a la ciencia”. (Huxley 1932 pag. 158) “ Preferimos hacer las cosas con comodidad. —Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero bondad, quiero pecado”.

Estas partes de la novela ¿Cómo me nutrió?, pues junto con las reflexiones respectivas,  se me fueron clavando en la conciencia y me han hecho cuestionar hasta la fecha, todo lo que estamos haciendo para terminar o empezar con nuestro mundo, rompiendo nuestros propios paradigmas.

1 comentario:

  1. El mundo feliz parece no ser tan feliz, parece muy cercano a la realidad que vivimos. Creo que la lectura está más conectada a la realidad que a la fantasía. Gracias por compartir tu aprendizaje.

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