domingo, 9 de marzo de 2014

Tercera prueba (Patricia Suárez)


¿Cuál o cuáles enfoques voy a utilizar y por qué?
Tomando en cuenta que no sabemos quién es el autor del escrito ni el contexto de su creación, no cabría ningún enfoque cuya dimensión se encuentre fuera del texto. Por ello, utilizaré el descriptivo y el formal. El punto de vista desde el cual trabajaré será el del lector individual, pues como no es un texto público sino en proceso, no podría adivinar su impacto social.

 
¿Qué es el juicio didáctico?
Entiendo por juicio didáctico la responsabilidad del maestro de dar una opinión o comentar un escrito, por principio, con bases teóricas y contenidos académicos que se estén practicando en ese momento con los alumnos. Este juicio parte del hecho de tener muy claro cuál es el objetivo del texto, para qué lo pedimos, qué vamos a evaluar con ello y partir de ahí. Los parámetros teóricos nos pueden ayudar a tener la base de la crítica homogénea (u obligatoria para evaluación), y ya después si es posible, podemos ahondar en el contenido del texto y ayudar a que tenga más elementos literarios. Otra característica que puedo apuntar del juicio didáctico se relaciona con la crítica constructiva para ayudar al alumno a mejorar sus herramientas e invitarlo a utilizar otras nuevas: no solamente señalar la falla sino orientarlo para que la resuelva. Pienso que el juicio didáctico es un asunto delicado y que debe formularse con mucho cuidado, sin perder de vista que estamos trabajando con seres humanos sensibles. Tendríamos que evitar la descalificación, pues la escritura es autoconocimiento y enfrentamiento con uno mismo: nuestra esencia va de por medio. Para muchas personas, alumnos también, la escritura de diversos temas personales representa libertad de expresión, así que creo que hay que motivar esa libertad en lugar de coartarla, pero sin dejar de lado el hecho de que somos formadores y que tenemos que cubrir ciertas líneas de conocimiento.
 
Aplicación
Estamos ante un texto con grandes posibilidades de ser prosa poética y que además nos lanza algunas propuestas de tipo filosófico para reflexionar. Entre ellas, y creo que es la más sólida, que en nuestro interior podemos encontrar las respuestas que buscamos a los problemas de cada día. Otra es que hay que establecer comunicación con la naturaleza exterior e interior, como si sentirnos parte de ella nos hiciera más humanos. Por otro lado, la idea de la existencia del alma, que puede funcionar como nuestra hermana y consejera, me deja con ganas de escuchar más sobre ello. Finalmente, nos queda la sensación de que la noche nos cobija y nos invita a reflexionar, debido al silencio y a la oscuridad, lo cual no encontramos en el día.
Sin embargo, el texto también nos hace caer en una serie de contradicciones, pues se dice que el intermediario entre la luna y los humanos es el bosque, pero al final, el verdadero intermediario es el búho. Si esa idea se llevara desde el principio hasta el final sería mucho más fuerte el impacto cuando este habla con Krista.
El recurso de la descripción en un espacio como el que propone el texto es inagotable, nada menos porque estamos ante la naturaleza misma. Por eso hay que explotarlo al máximo, pues de la protagonista no sabemos más que tiene el cabello negro, lo cual resulta difícil de imaginar cuando es de noche y ella está en un bosque. Se podría describir a la protagonista con rasgos relevantes para el relato (como la expresión de sus ojos, su estado de ánimo, el ritmo de su andar rumbo al bosque); o bien, no describirla para que se entienda que puede ser cualquier persona.
Hay un cambio de tiempos verbales a medio texto, lo cual resulta confuso. Se empieza a narrar en presente y, de pronto, ya está uno en el pasado. Sería bueno conservarlo en presente, pues así, uno sentiría que va de la mano de Krista y recorrería el mismo camino de ella. Es un acierto que se narre en tercera persona si lo importante es la reflexión final, pero si lo importante es la epifanía que tiene la protagonista al hablar con el búho, podría ser mejor la narración en primera persona, desde el punto de vista de ella.
No podría definir si se trata de un cuento, de un relato, de una fábula, pues siento que está a medio camino entre uno y otro. Quizás, si partimos de cuál es el objetivo del texto podríamos llegar a la meta y no para clasificarlo ni etiquetarlo ni nada de eso, sino para que la idea clara y estructurada logre llegar al lector. Otros factores indispensables para la claridad del texto son la facilidad visual y la coherencia gramatical: es necesario dividir en párrafos que nos indiquen cuándo hay un cambio de tiempo, de lugar o cuando cambia el personaje que está hablando y revisar la puntuación —sobre todo los usos de punto y coma(;) y dos puntos(:)— y las reglas de acentuación.
Es un texto con mucha profundidad que tiene un aire de los cuentos de Gibrán Jalil Gibrán, pero quizás todavía está muy oscuro. Hay que darle luz, lo cual se logrará en tanto se dé la adecuada importancia a cada elemento (los personajes, el lugar, la propuesta filosófica). El material de trabajo ya está en el texto, ya funciona como boceto y tiene suficiente tela de dónde cortar, pero le falta abono para que florezca y se convierta en lo que quiere ser.  
 
 

 

 

3 comentarios:

  1. Muy buena definición de juicio didáctico. ¡Felicidades!

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  2. Muy buenas observaciones, todos van avanzando a zancadas

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  3. Me pareció estupendo cómo vas desmenuzando poco a poco el texto. La fuerza que le hace falta a los personajes principales.Los cambios de tiempos verbales. Quedaría muy contenta de recibir un juicio didáctico tuyo.

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