4a. Prueba de Fuego: CREANDO Y JUZGANDO LO ESCRITO...

4ª. Prueba de Fuego. Creando y juzgando lo escrito.

Por Amado Ocampo Bahena – Odalinda Cuevas

1.    Lista de elementos que constituyen un juicio didáctico-literario.

Valoramos la siguiente jerarquía  de los criterios propuestos en la 3ra. Prueba de fuego, como un punto de partida para emitir un juicio didáctico literario.
1.  Se ha de valorar que todo escrito, es fruto del espíritu humano, pues la letras son fruto del pensamiento y de la acción vivida, de los sueños o utopías, que al fin revelan algo de lo que es el hombre. 
2.  No etiquetar al autor, solo ver, saborear su propuesta.
3. Observar por medio de una lectura previa, si está escrito para ser leído de corrido de principio a fin (unidad de efecto).
4.  Es necesaria la aplicación de un modelo estructural, semántico, alegórico, etc.
5.  Se ha de notar claridad gramatical, sintáctica, semántica, etc.
6.  Valorar la ortografía: signos de puntuación que revelan el modo de su lectura o apreciación de sentido.
7.  Se ha de notar el uso de adjetivos  en la descripción general.
8.  El texto puede revelar el contexto.
9.  Se valora la descripción o presentación de los personajes principales.
10. Se ha de valorar la presencia implícita del autor como narrador, en la  voz personificada.
11. Presenta una estructura narrativa: La trama está construida a partir de hechos (reales o imaginarios) entrelazados  en un formato: situación inicial, desarrollo o clímax o nudo,  y desenlace.
12. Valorar el tema general, el hilo conductor.
13. Se ha de tener presente en la descripción general, el estudio o interpretación de las alegorías y comparaciones de diverso contexto.
14.  Se toma en cuenta el tiempo gramatical en el que se escribe: pasado, presente, futuro.
15.  Tomar en cuenta el lenguaje poético, discursivo, dialéctico, etc.
16.  En general, tomando en cuenta, la semántica, hay que valorar la simbología general del texto y contexto.
17.  Valorar el género en que se puede incluir.
18.  Valorar, por último, los caminos de reflexión que sugiere el texto: moral, filosófica, aporta esperanza, si solo es una descripción, es fruto de un contexto social, psicológico, religioso, cultural, biológico, ecológico, etc.

2. TEXTO PROPUESTO.

• Este texto surge en un contexto de experiencia espiritual, durante la primera semana  del pasado enero 2014.

Peregrino del Amor

Por Amado Ocampo Bahena

Andariego fui de tu hermosura,

Y mientras te busqué sin difícil duda,

por mirar la Creación que por casa me dejaste,

Sorprendido contemplé tu Presencia Bella.

Y te quise tomar por  un instante,

Más sediento me dejaste al pensarte,

que sabiéndome finito te perdía

y cual hoja seca pronto dormiría.

Angustia tal, provocó tu ausencia,

al cabo que, cambio mi vida,

pero no pude ocultarte a mis sentidos,

ni aprisionarte sin tenerte,

solo pensé huir a lo profundo...

Y ahí, encontré una ráfaga de viento con tu nombre.

Me enlodé, es cierto, encorazado de tu humus,

Arrastrándome llegaba ya buscándote,

Y mientras más descendía,

En las raíces pegadas a la piedra,

Escuché que recorría tu savia esencia.

La rapidez por el encuentro era  alimento,

que sin darme cuenta, en otro tiempo,

Volvía a la entrada de tu pasada Presencia.

Frescura presentía,

Y el lodo ya caía,

O través, sin yo pensarlo,

Fue tu mirada clara que lo hizo,

y me trajo tan suave memoria.

Mi origen eras Tú,

mi tiempo y eternidad aquí reunida.

Solo te quise,

porque siempre me miraste,

tomando por ventaja iniciativa,

y solo te anhelaba,

en mi destierro,

cual peregrino errante,

como única Verdad Amada.

3. Aplicación del juicio estético-didáctico al pensamiento propuesto.

MODELO SEMÁNTICO-ALEGÓRICO.

Hace algún tiempo, leía con mucho esmero un texto de Miguel de Unamuno, El sentimiento trágico de la vida, especialmente el capítulo VIII, que aborda de un modo singular, aunque con reminiscencias del pensamiento de Kierkegaard y San Agustín, el concepto de Dios-Amor, pero tomando en cuenta experiencias profundas como: la angustia existencial, fruto de la consciencia de lo Divino en lo humano, la muerte, el dolor, etc.  
Así pues, el presente pensamiento, tiene como punto de partida esta memoria de la filosofía existencial y su punto de llegada a la Teodicea y a la Teología. Escrito por la noche, en un memento de interioridad y paz. 

Las categorías alegóricas en el presente el mismo revelan lo siguiente, como ejercicio antropológico puro:

1. El pensamiento leído, posee un tinte poético. Este es la intención a través del uso de la metáfora. Por las rimas frecuentes y las estrofas, puede llegar a ser un poema.
2. El autor es un ser humano, y a la vez todos en él.
3. Se presenta la consideración del hombre como peregrino. Éste es el campo semántico esencial presentado.
4. Se describe, se hace poesía en el pensamiento emitido, expresa un hecho, algo que sucede o sucedió, en un eje espacial y temporal determinado, pero hacia lo eterno o intemporal desde la historia.
5. Privilegia el desenlace: búsqueda de la Verdad Amada, es decir, Dios mismo.
6. Es breve, pero sustancioso. 
7. Es un reflejo de humanismo.
8. Está escrito para ser leído de corrido de principio a fin. (Unidad de efecto)
9. Presenta un sólo personaje principal, en actitud de búsqueda. Aunque el objeto de la búsqueda, tiene realidad protagónica en la conciencia y en la existencia. Sin embargo, la  historia hablará de uno en particular, que es a quien le ocurren los hechos o el punto de partida de la historia. 
10. Posee una única línea argumental: la búsqueda y encuentro que provoca ansia, hambre, angustia, alegría, esperanza, etc. En la angustia por la ausencia de Dios, descubrió la oportunidad de la reflexión del yo.
11. Presenta una estructura narrativa, la trama, construida a partir de una sucesión de hechos (imaginarios o reales) entrelazados en un formato de: introducción – nudo – desenlace. BÚSQUEDA-ENCUENTRO, AUSENCIA-BÚSQUEDA, BÚSQUEDA-ENCUENTRO.
12. Aparece gran número de conectores metafóricos: podemos observar cómo se crea el mundo  imaginario, con valor estético: casa-Cosmos, Dios-Verdad Amada, peregrino errante-ser humano,  etc.
13. Las formas verbales predominantes son: pasado, pero a la vez se comprende, un actualidad de los hechos. TIEMPO-ETERNIDAD
14. Es un ser humano que peregrina por los campos de la razón en busca de Dios.
15. Dios no es reducido a idea, sino un Presencia, una realidad en el Cosmos, en el mismo ser humano. Está en todas las dimensiones mesurables: en lo alto, en lo profundo, en lo ancho.
16.  Existe una constante búsqueda y encuentro, como necesidad.
17. Se concluye en un sensible encuentro: el consuelo de la Verdad Amada, Dios mismo.
18. Este bien podría ser el nombre de la Razón sincera. Fuera de un hondo escepticismo racional, existe una desesperación sentimental, volitiva. Ambas encienden el hambre de Dios: un alimento cotidiano, que señala la rapidez de la búsqueda.
19. Esta experiencia, podríamos interpretarla como un ahogo del espíritu humano, que al hacerla consciente: se denota carencia y a la vez un presencia real y necesaria de Dios.
20. ¿Podría ser una vía genuina de la existencia de Dios? La experiencia de un Dios sobreexistente,
    Él Ser que ésta sustentando nuestra existencia, existiéndonos.
21. Es un breve pensamiento que deja entrever una cierta incapacidad de la razón para llegar a la inmortalidad, pues ésta se disuelve en la razón, como el azúcar en el agua. Pero también, se ha aceptado por un momento que el consuelo que la verdad racional, por sí misma, podría proporcionarle consciencia, la necesidad de aceptar o rechazar este camino.
22. Tampoco le serviría el camino de la fe, entendida como fe racional, como una formula o receta de cocina. Es ese tipo de fe el que nos conduce a la fe del carbonero, el que le llevó a la desesperación sentimental y volitiva. Y fue justamente del fondo del abismo en el que se había ido hundiendo, de dónde surgió y de donde se encendió el hambre de Dios, al sentir su falta. Sintió la necesidad de Dios por su ausencia, por su falta, por su carencia. De ahí que no se puede buscar a Dios por la vía del intelectualismo, sino que haya que ensayar la vía de la voluntad, la vía del amor, de la búsqueda, del deseo. El hambre de Dios y el ahogo del espíritu o angustia existencial, pueden conducir al peregrino a una nueva experiencia en la que Dios va a formar parte de nuestra existencia como conciencia del Universo, como finalidad, como sentido de nuestra propia vida.
23. La angustia provoca un dolor necesario, que sacude al ser humano en su camino vital. Y por el sentido a ese dolor, llegamos a encontrarnos con ese sentimiento de divinidad, de religación, de dependencia respecto de una conciencia suprema, que es Conciencia del Universo.  De ahí que a este camino se podría denominar la vía religiosa dentro de los límites de la mera naturaleza. Es una vía que no necesita demostrarse ni revelarse, pues parte de nuestra concreción material: de la conciencia de finitud, de inferioridad, de seres perdidos en el Universo que buscan un sentido a éste y lo personalizan en un Ser Superior. Ese sentimiento es común en todos los pueblos y aparece tanto en el monoteísmo como en le politeísmo.

Conclusión

El presente pensamiento, desde la aplicación del modelo semántico-alegórico, nos aproxima a comprender el centro de la angustia existencial causa dolor, en el hombre contingente sin el Dios necesario; es la conciencia de éste, el camino del conocimiento. Somos conscientes de nosotros mismos cuando sufrimos. Se pone de manifiesto que todos los seres humanos y en todos los pueblos, en la historia creamos a Dios por compasión, por el amor. Y aquí entra la relación de la fe revelada, entendida la fe como querer crear a Dios que nos está presente en lo más profundo de nosotros mismos, en la voluntad. Por tanto, creer en Dios es amale y temerle con amor, y se empieza por amarle y temerle aún antes de conocerle, y amándole es como se acaba de verle y descubrirle en todo. Me pregunto, pues, ¿Habrá otro camino mejor que el amor para conocer a Dios Persona y Conciencia de Universo?