domingo, 27 de septiembre de 2015

Kyra Galván Haro Parte II de la Tarea 3 de Canasta Básica

Parte II

Análisis de un poema

Del libro: Décimas a Dios de Guadalupe Amor[1]

Décima LXXI

No, no es después de la muerte,
cuando eres, Dios, necesario;
es en el infierno diario
cuando es milagro tenerte.
Y aunque no es posible verte
ni tu voz se logra oír,
¡qué alucinación sentir
que en la propia sangre habitas,
y en el corazón palpitas,
mientras él puede latir!


Género: poesía lírico-filosófica

Subgénero: décima (estrofa de 10 versos octosílabos).

De acuerdo con las diferentes definiciones de poesía mencionadas anteriormente,
encontramos a este poema de Guadalupe (Pita) Amor, cumpliendo con los requisitos de ser una expresión lírica que comunica una experiencia emocional, enunciada a través de una forma específica de métrica y versificación, que se ciñe a una estrofa de diez líneas y a una métrica de octosílabos rimados entre sí, con un patrón de abbaaccddc.; logrando con ello un efecto rítmico y sonoro.

El tema del poema se centra en un diálogo imaginario de la autora con Dios y en cierta medida, en un reclamo por su ausencia en el trasegar del día a día.

El poema comienza con una negación que afirma que no es en el momento de la muerte cuando Dios es necesario, sino que es indispensable en la dureza que puede presentársenos en la vida diaria, cuando de hecho no es tan fácil encontrarlo. (Cuatro primeras líneas) Y luego continúa reforzando la idea de que es difícil encontrarlo cuando, siendo Dios un ente invisible e inalcanzable, es imposible verlo u oírlo.
Sin embargo, la poeta cierra el poema con una imagen bastante original en la que contradice sus líneas anteriores. Aunque Dios es invisible, inalcanzable y su voz está lejos del rango de sonidos que podemos escuchar – parece decir - se da un hecho “alucinante” o increíble y maravilloso y es el hecho de que adentro de ella, de su propio cuerpo, en su sangre y en el rítmico latir de su corazón, encuentra y reconoce a ese Dios lejano e invisible. Por lo que si bien el poema comienza con un sabor amargo de queja, ¡termina en un descubrimiento casi místico!



[1] Amor, Guadalupe, Décimas a Dios Editorial Fournier,  cuarta edición, 1975, México.

1 comentario:

  1. Kyra: Bello poema nos ha compartido. Los poetas griegos también afirmaron que "descendemos de Dios, que somos parte de él , porque en él vivimos y nos movemos y somos".

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