Trabajo final de Hernan Cortes Romero
Pri Primera prueba de fuego
Por Hernán Cortés Romero
1ª Lluvia de ideas
Surge un Caballero o
Héroe, Feminismo en acción, las mujeres condicionan el comportamiento
masculino, obtención del Honor, la presión social es efectiva, creación de un
héroe, la sociedad modela al individuo, el individuo es modelado por la presión
social.
2ª Jerarquía de ideas:
a) La sociedad modela al individuo
b) La presión social es efectiva
c) Las mujeres condicionan el comportamiento masculino
d) Feminismo en acción
e) El individuo es modelado por la presión social
f) Creación de un héroe
g) Surge un caballero o héroe
h) Obtención del honor
3ª Redacción a modo de
conclusión
¿Se crean los héroes solos o los crea
la sociedad? Los héroes no nacen, se hacen. Las buenas intenciones no bastan
para convertirse en héroe o caballero. La reputación de caballero es una
consagración social. En un momento, en una circunstancia, en una ocasión, la
presión social puede modelar el comportamiento de un individuo. Aunque el
individuo esté vacilante, indeciso y débil respecto al camino a seguir, la
presión social lo modela con gran poder y le marca el destino que debe seguir.
Ser héroe caballero o caballero héroe no es un accidente, sino que es una
imposición de la sociedad(en este caso la femenina), que obliga al hombre a
actuar con cortesía y caballerosidad. Las intenciones individuales no son
relevantes, sino la asociación de individuos que presionan y coaccionan a
un individuo para que se comporte de determinada forma. La reputación de
caballero no se logra con una acción, sino con varias acciones que se repiten.
El caballero del autobús no tuvo otra alternativa, mas que obedecer la instrucción
de aquellas mujeres asociadas que lo condujeron a comportarse como ellas
esperaban.
Segunda prueba de fuego: Conclusión
acerca de la Reputación
Por Hernán Cortés Romero
Siendo Juan José Arreola uno de los grandes escritores mexicanos de la segunda
mitad del siglo XX, su cuento “La reputación” es un botón de muestra de una
narrativa impecable, gradual, en “crescendo”, divertida, que mantiene la
tensión y la atención de principio a fin.
La descripción del personaje principal que convive con un grupo de pasajeros de
un camión es una descripción clara, objetiva y exacta. La trama del cuento
mantiene en el lector el interés y atención. El narrador Arreola convierte a un
“Don Nadie” en un ser cuya reputación se consagró en un camión de la calle. De
un hecho cotidiano, Arreola construye un relato que marca el destino de un
personaje-que parece insignificante-, pero que al final será aplaudido y
“coronado” como un caballero héroe por las mujeres cercanas. La forma del
relato es fluida, breve, simple y fácil de leer, lo que lo hace un escritor
espléndido. La construcción de los párrafos es ascendente, desde el
inicio hasta el final: De un desconocido a un hombre caballero o un caballero hombre.
Tercera prueba de fuego por Hernán
Cortés
¿Cuál o cuáles enfoques voy a
utilizar y por qué?
1º Enfoque comprensivo social:
Las circunstancias sociales que describe el texto se refieren a una
persona-Krista- que quiere expresar lo que siente, está angustiada y busca
dialogar con alguien.
2º Determinismo: El autor de la obra
es una chica. Y también una chica es la protagonista de la obra. No es una
mujer madura, tampoco una anciana, es una chica adolescente que desea ser
escuchada en una angustia que sufre.
3º Método temático: El significado
parece ser la búsqueda de la comunicación con el ser interior, que se le ha
escondido al protagonista temporalmente.
4º Semántico: Hay símbolos en
el texto que podrían ser interpretados, que tienen un significado.
¿Qué es un juicio didáctico?
Sin duda que todavía hay más
enfoques que podrían ser agregados al análisis del texto libre de la estudiante
de 16 años. Voy a explorar apenas los enfoques que he mencionado en la
observación del texto propuesto.
Al ver el texto de la joven me
parece que es un texto bien escrito; porque de un modo general respeta las
reglas ortográficas. Acaso porque lo primero que observo en un texto de un
joven son las faltas ortográficas, pero en este texto no tengo que hacer
observaciones mayores en cuanto a la ortografía.
Entonces las observaciones que
pudiera hacer podrían ser en cuanto a las circunstancias sociales a las
que se refiere el texto, la personalidad del autor, el tema y el
significado de algunos símbolos utilizados en el texto.
Un juicio didáctico podría ser
las observaciones que se hacen a un escritor en ciernes para que pueda estar
consciente del significado de lo que escribe, del tema que aborda, de la
situación social a la que alude, etc.
Aplicación
En cuanto al enfoque
comprensivo-social, podría decir que Krista es una joven que busca ser
escuchada en el momento de la adolescencia. Busca que alguien la escuche:
primero escucha el silencio de la noche, luego quiere hablar con la luna sin
lograrlo y, por último se conduce al bosque. Allí comenzó a hablar con
los árboles, el cielo y todo lo que había en la oscuridad. Entonces
la encuentra el búho para posarse en el hombro de aquella joven de cabellos
negros.
El búho es el interlocutor de
la noche y tiene un mensaje para Krista. El mensaje es consolador: “Lo que
tanto ansias-dijo el búho-siempre ha estado ahí y siempre estará contigo. Tu
eterna hermana, el alma, te dijo una vez las mismas palabras que ahora yo
te digo, pero no te dignaste a hacer caso, hasta ahora , que te lo digo yo, el
espíritu de la noche”. Aquella chica entendió la respuesta y comprendió
que su poca fe era la causante de sus problemas. Y en la quietud de la noche
pudo encontrarse nuevamente con su alma y lograr la tranquilidad.
En cuanto al enfoque
determinista, podría decir que se trata de una joven que sufre, que está
angustiada y busca respuestas. Así va buscando en el silencio de la noche,
la espera le parece larga transitando en aquella calle solitaria y, por
fin, en el bosque comienza a relatar su historia a los árboles, al cielo y a
todos los que la rodeaban en esa oscura noche.
Entonces encuentra respuesta de
alguien-el espíritu de la noche-, quien la escucha y le recuerda que su alma ya
le había hablado antes, pero ella no la escuchó. Aquella joven se siente
satisfecha de haber encontrado una respuesta, porque acaso el mayor sufrimiento
en la juventud es la percepción de soledad e incomprensión.
En cuanto al enfoque
temático, podría decir que el tema es la soledad. La soledad de una joven a
quien nadie la escucha: ¿O acaso no es soledad la incapacidad de dialogar con
alguien y ser escuchado y comprendido? La soledad es el sufrimiento de la
chicha de cabellos negros que busca de un lugar a otro ser oída, hasta que se
encuentra con aquella ave que la confronta con ella misma: Tienes que ver hacia
adentro-le dice el ave-, allí encontrarás a tu alma que te escucha. Y así
ocurrió. La joven descansó de la angustia que sufría.
En cuanto al enfoque
semántico, podría mencionar al búho como el espíritu de la noche, vocero
de la oscuridad. La noche podría significar ser un símbolo del dolor, del
sufrimiento, de las adversidades, de la soledad; porque es en la noche que
sufre aquella chica. Sin embargo, en la noche también encuentra la respuesta a
su angustia. En aquella noche, que es tranquila, habla aquella ave, quien la
refleja o le sirve de espejo para encontrar su alma, con la que no había podido
hablar. Es un texto que comienza en la noche y termina en la noche. La noche
parece ser al principio una señal de adversidad y luego aparece como el momento
de la esperanza.
Cuarta prueba de fuego
Lista de elementos que constituyen un juicio didáctico-literario por
Silvia Vargas Luviano y Hernán Cortés:
1 1. Claridad: Estilo obscuro, pensamiento obscuro.
2. Claridad: coherencia gramatical.
3. Narración en tercera persona. Uso de adjetivos en la descripción.
4. Describe el ambiente e introduce a los personajes.
5. Presenta un narrador omnisciente o interno.
6. Presenta una estructura narrativa: La trama está construida a partir de
hechos (reales o imaginarios) entrelazados en un formato: situación
inicial, desarrollo o clímax o nudo, y desenlace.
7. Posee una única línea argumental
8. Enfoque histórico o comprensivo social: circunstancias sociales que
describe el texto.
9. Tema: significado aparente de la obra.
1 10. Impresionista: impresión que la obra deja en el espíritu del crítico. Es
subjetivo.
1 11. Esta escrito para ser leído de corrido de principio a fin (unidad de
efecto).
1 12. Uso de configuraciones descriptivas.
1 13. Usa imágenes o describe imágenes.
1 14. Narrar en pasado.
15. Uso de diálogos en la narración
16. Uso de términos que pintan de un modo poético.
1 17. Crea belleza con la palabra.
1 18. Uso de epítetos.
1 19. Uso de metáforas y comparaciones.
20. Atribuye elementos humanos a objetos de la naturaleza (Prosopopeya)
21. Mezcla el uso de seres de la naturaleza con el cielo, la luna ye
el alma.
22. Uso de símbolos.
23.Hay profundidad filosófica.
24 . Establece comunicación con la naturaleza exterior e interior.
25. Hay silencio previo a la aparición de lo más importante o de un
personaje.
26. Hay libertad de expresión 27. Está dividido en párrafos.
28. Usa signos de puntuación.
29. Ortografía: acentuación. 30. Evitar descalificar al escritor, pues la escritura es autoconocimiento y
enfrentamiento con uno mismo.
31. Literatura llena de esperanza.
Los años
Por Hernán Cortés Romero
¿Cuántos
años han pasado?
¿Cuántos
faltan por transcurrir?
Un
agosto lluvioso y caluroso
Un año de decisión y de promesa.
El mismo sol
que nos vio reír.
Nosotros, los de
entonces, ya no somos los mismos.
Era el día radiante y nosotros más jóvenes,
Hoy el sol alumbra y nosotros resplandecemos.
No
ha declinado el día,
El amor lo ha sostenido.
Sara
llegó,
El vínculo creció.
Tus
brazos cayeron,
Tu esperanza
te levantó
Dios nos ha cuidado,
Su luz ha
permanecido.
Hoy la casa se
fortalece,
Sus cimientos
no serán conmovidos.
El horizonte se ve despejado,
La fe lo ha esclarecido.
Análisis crítico didáctico de “Los
años” por Silvia Vargas Luviano:
El poema es un viaje a la añoranza y
al pasado, los recuerdos son asociados principalmente al ambiente físico y
emocional.
De acuerdo al enfoque Comprensivo-
social derivado del método histórico, el poema “Los años”, refiere
a circunstancias sociales, específicas con el amor y una mujer; y éstas
son de nostalgia, melancolía y a la vez alegría por el tiempo ya pasado.
Situaciones comunes en una persona adulta, pues la mayoría revive el pasado
a través de la añoranza, ya sea un pasado feliz, de tristeza y/o dolor.
El Determinismo, otra variante del
método histórico intenta explicar la obra por la personalidad del autor, por lo
que puedo señalar que Hernán, el autor de “los años”, es un hombre
adulto, romántico, que pone atención a los detalles y ama a su familia.
Me aventuro a utilizar el método
impresionista, en el entendido que es una crítica poética y subjetivista, por
lo que me atrevo a interpretar así el poema: El amor de juventud,
es un amor perdurable, que no nos deja envejecer, y éste se vuelve más fuerte
cuando se comparte con una parte de ti, una hija.
De acuerdo al método temático, el
significado del poema es la unión de una pareja, y al mismo tiempo, este amor
adquiere significado a la llegada de su hija.
Enfoque estructural. Es un texto de
10 estrofas con 2 versos en cada una. Yo haría dos poemas, pues a partir de la
6ª estrofa pareciera que el poema es otro, porque cambia el ritmo y también el
tema del poema. “Los años”, se ve enriquecido por el uso de adjetivos y
verbos que le dan sentido a los sustantivos, así como de metáforas como “el
mismo sol que nos vio reír”, “tus brazos cayeron, tu esperanza te levantó”.
CONCLUSIÓN
El poema de “Los años”
describe una atmósfera de añoranza“¿cuántos años han pasado? / ¿cuántos
faltan por transcurrir?”, donde combina la naturaleza con los recuerdos y
las decisiones tomadas en un pasado “un agosto lluviosos y caluroso / un año
de decisión y de promesa”. Cuando dice “Sara llegó /el amor lo ha sostenido”,
me atrevo a pensar que habla de otra etapa del amor.
Soy
Por Silvia Vargas Luviano
Soy viento ligero y caliente de
abril,
acaricio como la brisa a aquellos que
amo
y me hacen sentir parte de sí.
Soy una flor de color selecto
que el estado de ánimo le da efecto,
soy un pétalo suave que acaricia
y a veces traspasa como espina.
Soy silencio que quiere gritar,
luz que desea brillar,
aroma con ansias de escapar.
Soy la fuerza del mar,
ola que no se deja atrapar,
arena que se pega a tu piel
y te hace disfrutar.
Juicio
didáctico-crítico del texto “Soy” por Hernán Cortés Romero:
La autora del poema o la voz poética busca
expresar su identidad al relacionarse con varios elementos de la
naturaleza. Son elementos que expresan la quietud de la naturaleza: viento
ligero y caliente de abril que acaricia a quien ama; pero hay otros elementos
que expresan la fuerza y el movimiento. En la estrofa final se distingue el
destinatario poético: la piel de alguien a quien se quiere pegar la arena. La
arena es un elemento con el que se relaciona quien habla en el
poema.
En la segunda estrofa
observo que la voz poética quiere gritar, brillar y escapar. Si se ha
descrito como viento ligero, flor y pétalo suave que acarician,
también es silencio que quiere gritar, luz que quiere brillar y aroma con
ansias de escapar.
Suena la voz como
la de una mujer delicada, suave y silenciosa que acaricia, pero dispuesta a
gritar, a alumbrar y a escapar. No acepta su condición pasiva, sino quiere ser
protagonista, a veces agresiva, que traspasa como espina .
En la última estrofa
la voz poética,
además, quiere ser una protagonista fuerte como el mar, huidiza como las
olas y decidida a amar a alguien y pegarse a él como la arena
mojada se pega a la piel .
El tema es el ser mujer
de distintas formas, no solo de una manera. Desde ser viento que acaricia hasta
tener la fuerza del mar que arrastra. La mujer es delicada y agresiva,
suave y fuerte, frágil y dura, se acerca y huye. Es una mujer que se
autodetermina.
Utiliza figuras retoricas en el
lenguaje: Aquí hay una comparación: como la Brisa. Otra comparación: como
espina. Hay
profundidad filosófica: acaricia y traspasa como espina. Encuentro en el texto
poético varias metáforas: viento ligero, flor, pétalo, Silencio, luz,
aroma, fuerza del mar, ola y arena. Aquí hay una paradoja: soy silencio que
quiere gritar.
El
estilo es claro y el pensamiento también. Hay coherencia, ya que cada párrafo
tiene un asunto.
También
hay cohesión, porque están unidas las estrofas en una línea temática. Si
establece comunicación con la naturaleza exterior e Interior.
Quinta
prueba de fuego
Ejercicio
de crítica del texto de Amado por Hernán Cortés
Me pareció interesante que el
ejercicio no haya sido una observación unilateral e impuesta de los críticos
(la maestra) hacia el autor. La maestra se condujo con respeto al autor y a su
escrito. No lo descalificó , sino lo orientó con
algunas preguntas. Las preguntas son un guion para un ejercicio crítico.
Voy a escribir las
preguntas que la maestra ( en este caso quien lleva a cabo el juicio crítico)
propuso al autor, después de leer su texto:
1ª ¿Cuál fue su intención: contar una
anécdota o proponer una lección?
2ª ¿Lo ha trabajado
literariamente?
3ª ¿Quiere recibir comentarios
referentes para convertir el texto en uno con calidad literaria?
4ª ¿Cómo lograr la autonomía
del texto?
Hay que
identificar el género que le da autonomía.
5ª ¿Qué pesa más en su texto?
No hay géneros puros, pero sí
hay preponderancia.
Citas principales de la Crítica literaria, hoy por Hernán Cortés
Enrique Anderson Imbert
(Argentina)
La misión de la crítica es juzgar el
valor estético de una obra en todas las fases de su realización. El juicio es:
“esto vale, esto no vale”. Preguntas de la crítica: ¿Cuál fue la
intención del escritor? ¿Logró expresarla? ¿valía la pena escribir lo que
escribió? ¿Qué significado tiene su obra en la historia de la literatura?
Los críticos no están sujetos a
intereses de clase o alguna ideología. Los críticos literarios se enorgullecen
de una herencia cultural común. Un buen crítico juzga una obra con su propia
conciencia, no con una impersonal conciencia de clase. Y puesto que juzga una
obra de arte, su criterio es estético. El crítico no agrega valor a las obras:
se limita a describirlas, a juzgarlas. Primero intuimos; después con las
intuiciones, formamos conceptos.
Hay que seguir los mejores
modelos de los vecinos. La crítica no le pertenece a una región en particular.
Hoy la crítica sigue todas las direcciones: externa, que estudia la génesis de
la obra o las reacciones del público lector. Explica antecedentes del fenómeno
literario con métodos históricos, sociológicos. En cuanto al lector, sus
métodos son impresionistas, dogmáticos o revisionistas. La crítica interna
aísla la obra de sus circunstancias y analiza esos objetos autónomos en sus
elementos constructivos: tema, forma, estilo. Todos los métodos son buenos.
Antonio Cornejo Polar (Perú)
La crítica vive un momento de crisis
de legitimidad. La crítica inmanente olvida que la literatura es producción
social, parte integrante de una realidad y de una historia nunca neutrales. La
crítica inmanente supone la renuncia a entender la literatura como actividad
concreta de hombres concretos. No se trata de sociologizar el conocimiento de
la literatura, pero evitar una abstracción ilegitima. Una literatura producida
por una sociedad heterogénea y en conflicto revela esta realidad. Es necesario
conocer el funcionamiento social de la literatura para comprender su desarrollo
histórico y sus manifestaciones textuales concretas. Hay géneros
que no son puros: se ha detectado en la novela latinoamericana elementos
míticos, épicos, históricos, folclóricos, de denuncia social, etc. Se ha de
constituir una crítica que consulte constantemente la peculiaridad de su
objeto. Esta crítica es parte de la liberación de nuestros pueblos. Cumple una tarea
de descolonización.
José Pedro Díaz (Uruguay)
En la crítica no hay
normas nítidas de verificación como en las ciencias físico-matemáticas. Las
operaciones críticas son un esfuerzo práctico de acercamiento a los niveles de
creación. El creador se lanza a buscar, pero lo que busca le es desconocido.
Para el crítico, en cambio, el trabajo es en un espacio iluminado y contempla
la obra, la mide, la ausculta, la compara, establece relaciones, aspira a
comprenderla para dar razón de ella.
El pluralismo dominante, la
diversificación de rutas y el experimentalismo de nuestro tiempo, acerca la
tarea crítica y la tarea creadora. Las corrientes críticas no tuvieron como
centro propulsor América latina, fue Alemania, Inglaterra, Francia y España.
No creo que América latina deba
seguir una línea crítica determinada…La crítica depende de nuestro conocimiento
sobre el hombre, su situación concreta y su tarea de creación inmaterial. Es
colonialismo cultural pretender una crítica latinoamericana que quiera distinguirse
por latinoamericana.
Si es crítica y aspira
la racionalización, aspira a distinguir y comprender de manera no regional y sí
teórica. Así como la física no tiene nacionalidad, ¿Por qué ha de tenerla la
teoría crítica?
Las orientaciones de la crítica son:
a) Análisis de las relaciones que vinculan la situación del hombre concreto y
los productos de su creación inmaterial. Afinamiento en la consideración de las
relaciones entre la situación histórica, la estructura social y la creación
literaria. b) Los fundamentos de Saussure, de Propp y de Jakobson
orientan hacia el estudio de la estructura básica de la obra literaria, por
ejemplo, Genette. C) No todo se agota en un estudio socioeconómico ni en un
análisis estructural. También se complementa con el estudio d las formas
dominantes de la imaginación. Las observaciones de Bachelard aportan materiales
significativos.
Roberto Fernández Retamar
(Cuba)
La crítica es un
ejercicio del criterio, según Martí. A veces hay, o pretende haber, un tipo de
crítica en la que se intenta abolir el criterio. La percepción humana es
histórica, lo que quiere decir que supone una actividad cultural. El gusto, con
mayor razón, también. El mero hecho de ver o de oír(y aún más el de
gustar), humanamente hablando, implican una vasta red de convenciones, y por
tanto de criterios. Reyes habla del juicio como de la “corona de la
crítica”. Esa corona lo es por la jerarquía que ostenta, pero no necesariamente
por su ubicación. El juicio en cuestión no tiene que ser la conclusión
explícita de la tarea crítica: puede estar, en lo que toca a tal tarea,
in medias res, o al principio, o incluso implícito.
La crítica literaria emite un juicio
sobre la obra literaria. Así como un rey no es solo corona, la crítica no es
solo juicio: el juicio ordena, gobierna, pero a su vez necesita estar
sustentado en labores sin las cuales él mismo no se justificaría. Esa crítica
que implica el criterio se relaciona desde luego vitalmente con la ideología:
es parte de ella.
Para mí, la crítica no es un
género literario, sino un género filosófico. Si la crítica vive en
función de la ficción o la poesía, la primera respuesta que se nos ocurre es
decir que es secundaria frente a aquellas. Reyes la comparaba a la sombra.
Naturalmente, nadie que quiera
leer un poema , se ira a leer una crítica de ese poema; como nadie que quiera
ver los astros se irá a leer libros de astronomía. Pero nadie podrá saber lo
que son los astros, pensarlos y relacionarlos con el resto de la realidad, tan
solo con salir una noche de luna a mirar el prodigioso cielo estrellado.
Existe una crítica literaria
latinoamericana en la medida en que existe un pensamiento latinoamericano.
América latina existe de un modo precario y agónico (agonía como lucha).
La crítica latinoamericana digna de ese nombre ha estado siempre vinculada a
esa agonía, y todos sabemos que sus autores se llaman Bello y Sarmiento, Martí
y Rodo, Reyes y Henríquez Ureña , Martínez Estrada y Mariátegui. Andrés Bello
aconsejaba imitar a Europa más que en sus resultados, en los procedimientos que
llevaron a esos resultados. Lo fundamental para la crítica(para el pensamiento)
de la América latina es serlo de veras. La fuerza de una crítica se pone de
manifiesto al ser capaz no solo de enjuiciar nuestras cosas, sino también las
cosas del mundo entero. Cuando uno lee lo que escribió en su época Martí sobre
Wilde, Whitman o los pintores impresionistas, se enorgullece al ver cómo aquel
hombre estaba a la vanguardia no de la América Latina sin del mundo en su
crítica.
En los últimos años ha
habido un renovado interés en los estudios formales y otro en los abordajes
ideológicos. No son iguales los abordajes hechos a una muchacha por su abogado,
su médico, su dirigente político, su profesor y su novio. ¿Por qué no pensar que
en la literatura ocurre otro tanto?
Margo Glantz (México)
Las universidades consideran a
la literatura como la menos útil de sus disciplinas y la más apta para sus
alumnos más ineptos, traduciendo un intento por imponer una visión
cientificista y tecnocrática. La crítica literaria autocuestiona sus postulados
y pretende insertarse en el campo de la ciencia dentro de los diversos
formalismos. El concepto mismo de crítica literaria está en crisis y su
definición, o mejor dicho, el objeto mismo de su estudio, se cuestiona.
Creo que hay una
relación entre el ejercicio crítico y la ideología, pero no concuerdo con
el tipo de critica que intenta reducir el texto a un mero reflejo de una
realidad exterior, sin tomar en cuenta su especificidad como texto literario.
El texto literario es un modo
particular de producción y el texto crítico también, en esa particularidad
estriba su importancia: ambos textos son productos de un trabajo, de un trabajo
diferente que coincide en su capacidad de transformar lo natural. Son objetos
“artificiales” agregados a la realidad.
En los sesenta. Al boom
literario se añade un boom critico que pretende desenajenar nuestra
producción literaria y liberarla de cadenas europeas. Decir que la novela
mexicana de folletín es apenas copia de la europea porque hay huellas de
esos modelos, significa no analizarla profundamente en su especificidad y
en su forma de producción. Organizarla en lexías o codificarla siguiendo al pie
de la letra un modelo bartesiano sin determinar la dinámica de ese modelo es
solo colonialismo cultural.
Domingo Miliani (Venezuela)
La crítica literaria es un
discurso descriptivo, analítico y valorativo de un texto literario. Debe
diferenciarse de la reseña, el publicismo o la promoción del libro literario,
así como de la didáctica literaria sobre la obra. Su primera y básica función
es asediar el texto literario, revelarlo y valorarlo. La función de la crítica
ha de ser la de sacudir al lector, exigirle cooperación en el asedio del texto,
más que en suministrarle un readerdigest de la obra literaria.
La interpretación forma
parte del sistema del crítico. El crítico no puede quedarse en la mera
descripción diversionista, sino en asumir la valoración. La crítica literaria
ejercida con honestidad y rigor, anda más allá del compromiso con el amigo
creador o el mecenas editor, en tanto es capaz de revelar, descubrir, hace
tomar conciencia de los procesos de cambio operados en el fondo de los textos.
El creador desprecia pero
necesita al crítico. Nadie se plantearía como una actitud colonialista estudiar
y aplicar la física cuántica o relativista a un fenómeno físico argentino o
mexicano. Nadie daría la espalda a una algebra universal para crear una
matemática venezolana. En América latina los críticos debemos asimilar la
lección de los novelistas: incorporar todo lo valido a su lenguaje
específicamente narrativo, para expresar y revelar la realidad de un Continente
en el universo de la ficción. No se trata de “seguir modelos”, en el sentido de
imitar de adoptar una conducta de sumisión, sino de comportarse como un
científico del lenguaje que analiza un hecho lingüístico como es el hecho
literario en cuanto texto y extralingüístico, en la medida que el texto es un
signo social de estados culturales precisos, donde debe ubicarse para
comprenderlo en su integridad. Adoptar un rechazo a determinados métodos
críticos por el hecho de no haber sido autóctonos es un comportamiento parecido
a de ciertos demagogos políticos bien señalados, que hablan de “doctrinas
exóticas” en función de un autoctonismo oportunista.
El colonialismo cultural es un
comportamiento, una actitud, no una metodología. El estructuralismo, la
semiótica, la Sociología de la literatura, son métodos que bien empleados para
el conocimiento científico y profundo de una realidad literaria, como parte de
una realidad total, se hacen imprescindibles, son útiles, lo mismo en Moscú que
en Buenos Aires, en Minessota o en México, en Paris o en Morelia.
Concluyo que quizá una
combinatoria de métodos capaces de valorar el mensaje específicamente literario
y el específicamente social de un texto, en una doble lectura clarificadora,
sería apropiado en la opción del crítico literario consecuente con una
dramaticidad histórica como la nuestra. En América latina existe una tendencia
marcada al impresionismo crítico.
José Miguel Oviedo
(Perú)
Estoy de acuerdo con la
exigencia de una renovación metodología de criterios habitualmente aplicados al
conocimiento de nuestra literatura. La historia literaria latinoamericana(y la
crítica relativa a sus principales momentos, tendencias y autores) está
necesitada de una profunda revisión: es imprecisa y frecuentemente inorgánica
en su cronología y su terminología, trabaja con conceptos indiscriminadamente
prestados de otras culturas, realidades o disciplinas, es contradictoria y superficial,
etc. No sabemos qué decimos cuando decimos América latina.
Recientemente, haciendo un
trabajo sobre un autor bien conocido del siglo XIX, descubrí que la mejor
fuente(o la menos errónea) para establecer la cronología de la vida cultural y
política en América Latina en su tiempo, era anglosajona.
Tampoco tenemos una
filosofía, una teoría política, una historia de las ideas. Nuestros aportes a
las ciencias exactas son escasos y discontinuos, y nuestra intervención en la
investigación tecnológica es subsidiaria de los grandes centros
mundiales.
No explicamos o definimos las
categorías conceptuales que usamos, como surrealismo o barroco, surrealismo
argentino o barroco mexicano. Existe la tentación a partir desde cero con tres
objetivos: desmantelar la ideología de las clases dominantes, luchar contra el
imperialismo y la penetración cultural, y la adhesión a la causa liberadora del
Tercer Mundo. Hay una ideología dominante y varias ideologías de los dominados.
El tema de la penetración y dependencia cultural está lleno de omisiones e
incoherencias. Estados Unidos se señala como culpable: nos ha invadido, nos ha
humillado, no solo territorialmente, sino mental y moralmente con el auxilio de
sus sirvientes nativos.
Se denuncian los sistemas de
dominación cultural que provienen de los Estados Unidos y que extiende su mano
tenebrosa por todas partes: literatura, arte, televisión, radio , periodismo,
universidad, vida diaria , etc. Sin embargo, también hay que
desalienarnos del libro rojo de Mao y la propaganda socialista, de los
discursos de Fidel, etc.
Nos definimos contra Europa y
los valores de occidente, pero ellos constituyen el núcleo de nuestras
tradiciones en el pensamiento, las letras y las artes(Europa también es el
resultado de innumerables contactos con Oriente, África y otras culturas
primitivas). No puedo evitar que la idea que tengo de la Novela provenga de
Cervantes, Balzac, Flaubert, Proust, Joyce, y no de las narraciones asiáticas o
aborígenes americanas. Ninguna gran creación puede ser subdesarrollada. Ningún
gran arte es tampoco neutral: propone una imagen del mundo y esa imagen nos
dice justamente que el mundo puede ser de otro modo. Hay una ideología en las
obras de la creación humana.
La pretensión de fundar una crítica
latinoamericana sobre una teoría no ideológica de la literatura es
contradictoria. La idea de una teoría no ideológica es también una ideología y
me parece singular que algunos defensores no lo admitan: todos saben que se
basa en los planteamientos filosóficos de la sociología centroeuropea, la
lingüística norteamericana y los numerosos estructuralismos que provienen de
Francia. ¿Dónde poner los límites y señalar las barreras que nos libren del
“colonialismo” sin asfixiarnos en el provincialismo y el dogmatismo? Es
una ilusión hablar de supresión de contactos e influencias. La ley del mundo es
la interrelación y la interacción y las utopías de la originalidad han perdido
su sentido patriótico. El fanatismo nunca es científico, y el movimiento de las
ideas no tiene por qué repetir la barbarie de nuestra vida política o los odios
de capilla de nuestras pequeñas republicas (cuando no dictaduras) de las
letras.
Saul Sosnowski (Argentina)
Toda lectura crítica de un
texto literario requiere la decodificación de sus múltiples componentes.
Decodificación que se transforma, a su vez, en un nuevo texto que se desplaza a
través del objeto estudiado para proponer nuevas aperturas para futuros textos.
La crítica es un discurso no
diferente a los ejercicios en la producción de otros objetos. Primero consiste
en un análisis de los mecanismos de producción de la obra, reconocimiento de los
componentes primarios utilizados en la producción del código inicial.
Luego se analizaría las alteraciones de esos elementos y su integración. No
hemos de descartar los aportes de la semiótica, del formalismo, de la
lingüística o del estructuralismo. Si lo hacemos, caeremos en una crítica
subjetiva. Estudiar la estructura literaria nos lleva a conocer los mecanismos
utilizados para producir esa escritura, es decir, el lugar donde reside la
ideología del texto, donde el sistema literario se relaciona con los sistemas
“extra-literarios” que ha integrado y modificado en su elaboración
textual. No hacerlo podría llevar a otro tipo de mitificación de la producción
literaria que, cobijado en un lenguaje de raigambre científica, diera lugar a
una renovada consideración de dicho trabajo como misterio reservado a vates y
demás brujos.
La neutralización es la ausencia de
toda lectura crítica. El texto debe ser dilucidado por un enfoque científico y
dejar de lado el impresionismo que aún se presenta como critica.
Sexta prueba de fuego: Experiencia de juicio crítico de un texto
literario por Hernán Cortés
En la clase anterior sometimos a juicio un texto de Graciela. Al adoptar
la postura y la función de crítico, ejercemos un poder que no siempre es usado
en beneficio de quien recibe la crítica, y no necesariamente es constructivo
para quienes observan y se interesan en mejorar el desarrollo profesional del
escritor.
Una primera cualidad del crítico es saber escuchar al otro.
Es más conveniente escuchar que hablar a la hora de la crítica. Se puede
ejercer el rol de crítico con malas intenciones, es decir, con una intención
distinta a la educativa. La función que llamamos crítica puede, sin
darnos cuenta, aparecer como una acción que tiende a justificar el poder
del maestro o del evaluador. Otra cualidad del crítico es la humildad, es
decir, reconocer sus limitaciones de conocimiento. Si un crítico se
presenta como un “sabelotodo”, esconde su ignorancia y provoca que aquel que es
evaluado en un juicio crítico tampoco reconozca sus limitaciones. Entonces
partimos de una situación que parece ideal, pero no es la realidad del proceso.
La maestra dijo que presentarse como figuras idealizadas y perfectas a la hora
de ejercer una función crítica es lo peor. Lo que hay que hacer no es mostrar
la perfección, sino acompañar en la imperfección.
¿Qué es lo que hay que llevar como equipaje para hacer la función de
crítico? Primero una actitud dispuesta a escuchar, ser humildes. También
se requiere que estemos dispuestos a comprender el texto. Indagar las
intenciones del autor, sus lecturas previas que lo inspiraron, su contexto,
etc.
Un juicio crítico tiene que ser didáctico. Significa que debe proponer
herramientas para que el lector sea crítico. Hay que conocer a quienes nos
dirigimos para que nuestro lenguaje corresponda a los oyentes.
Para la crítica literaria hay recursos que atienden al fondo y a
la forma del texto. Tal vez primero convenga ocuparse del fondo y luego de la
forma. A veces nos fijamos primero en la ortografía que en el sentido o
el significado del texto. Siendo así, descalificamos inmediatamente un texto
que no esté bien escrito. Pero al tratarse de escritores en formación, la
ortografía debe ser el último aspecto a considerar. Se puede atender la
intención del autor, el significado del texto, su género, etc. En fin,
considerar los diversos enfoques que se refieren a la parte exterior del texto
y a la parte interior. Hay que distinguir el sello personal del autor y
estimar su aportación literaria.
Séptima prueba de fuego
Recientemente quise
realizar una sesión de crítica literaria con mis alumnos y creo que no comencé
correctamente. Convoqué a que todos
escribieran un cuento y luego someteríamos a concurso los mejores cuentos. Sin
embargo, no precisé las condiciones y los
requisitos del cuento.
¿Cuál es la
finalidad de hacer un concurso en una escuela? ¿Es una finalidad educativa o
competitiva? ¿Qué esperamos que reciban los alumnos de un concurso: dinero o
aprendizaje? Hay concursos que se hacen para premiar a los mejores, pero no
para orientar el aprendizaje de quienes comienzan a escribir.
Hay que establecer
los criterios y requisitos que cada alumno deba cumplir. Al tratarse de un
cuento, hemos de proponer el tipo de cuento: realista, fantástico, con dato
escondido, con tiempo psicológico, con caja china, etc. Si vamos a juzgar
diversos cuentos, conviene que sean del mismo tipo para establecer
comparaciones más precisas y justas. Si se trata de una diversidad de tipos,
entonces será más complicada la determinación del mejor cuento.
Entonces primero hay
que determinar el tipo de cuento, considerando la clasificación que podamos
conocer y que puedan conocer los alumnos participantes. El cuento también
tendrá que componerse de una trama que contenga un inicio, un conflicto y un
desenlace. Hay que mencionar el número máximo de páginas y también el mínimo.
Me encontré
recientemente que mis alumnos no querían que yo mencionara el nombre del autor
del cuento. Es mejor que los participantes en un concurso utilicen un
seudónimo, para que puedan tener mayor libertad al escribir y los jueces no
distingan el sexo del participante. El sexo del participante condiciona muchas
veces el juicio crítico del jurado. Las mujeres escritoras que conocimos ya nos
mencionaron esas desventajas que ellas enfrentaron en este país al solicitar
que publicaran sus obras.
Que todos los
participantes presenten un cuento de un mismo tipo y que firmen el cuento con
un seudónimo. Este es un primer paso para establecer condiciones de equidad
para la participación de los alumnos.
Estamos
proponiendo un concurso de cuento. Entonces los textos presentados deberán tener
todos los elementos de un texto narrativo. Entonces deben tener un narrador,
ser narrados en tercera persona del singular, un tiempo, un espacio, personajes
principales y secundarios, un conflicto entre personajes y un desenlace.
Entonces el texto tendrá que ser un texto narrativo, que puede tener diálogos entre
los personajes. Debe tener un narrador de cualquier tipo. Entonces los textos
tienen que cumplir las características del género narrativo. No pueden ser textos del género dramático o
lirico.
Quienes participen
en el concurso tendrán que recibir previamente una orientación para definir los
conceptos del género narrativo y los tipos de cuento que existen. Hay que
definir una fecha límite para la entrega del texto. Hay que definir también el tamaño
de letra, el número de páginas y el espacio entre líneas. El jurado calificador
tendrá que estar de acuerdo en los diversos conceptos de teoría literaria que
corresponden al género narrativo. Si el jurado coincide en todos los conceptos,
entonces la calificación será transparente, clara y justa.
Octava prueba de
fuego
El cuento “El asa”
de Mónica Lavín
Después de conocer a
la autora personalmente, comprendo que la narradora-que es una creación de la
escritora-es alguien sensible a las relaciones humanas o familiares. En este
caso la narración se trata de una relación
entre madre e hija. Es una historia de mujeres que han vivido juntas desde la
infancia, la juventud y luego la hija ha salido de la casa materna para formar
una familia. La hija que salió de su hogar materno y paterno ahora tiene dos
hijas.
El tema del cuento
es la relación entre la madre y la hija, la crianza y la conducta de la madre
que insistía a la hija de los buenos modales. La familia tenía la costumbre de
dialogar después de la comida, a esa conversación se le llama la sobremesa. Y
en esa sobremesa es que la relación madre e hija tiene un momento decisivo que será
recordado por la hija. La hija tiene una queja contra su madre a propósito del
asa de una taza. La mamá le insistía que tomara la taza por el asa. Ella
recuerda que a los dieciséis años tuvo una discusión con su madre respecto al
asa de la taza. Entonces era adolescente y discutía con su madre. Mientras la
madre insistía en que tomara la taza por el asa, no por el cuerpo, la
adolescente esperaba que la madre la escuchara.
Hay un reclamo de la
hija contra la madre que siempre, en la mesa, le ordenaba que tomara la taza
por el asa. Entonces la hija percibía a la madre como una mujer preocupada
solamente por el orden, las buenas costumbres, que cada cosa en la mesa tenía
una función, como la servilleta que no se usaba en la cabeza. Pero a la madre
no le importaba lo que la hija tenía que contarle respecto a sus amigos, su
escuela, sus sentimientos, etc. La hija se retiraba del antecomedor, donde tenían
la sobremesa, porque no estaba de acuerdo en que su madre solamente le insistiera
en buenos modales y no prestara atención a las palabras que tenía que decirle.
En cuanto a la forma,
la narración comienza con un encuentro de la hija con la madre después de
treinta años. Habían transcurrido treinta años y se encontraban tomando café juntas.
La madre-como siempre-preguntaba si quería azúcar. Era un protocolo, una tradición,
una conducta que se repetía día tras día. La hija, llamada Elena, le cuenta a
su madre que se encontró con unos amigos, quienes le preguntaron por ella.
Aquellos amigos confesaron-varias décadas después-que venían a la casa a ver a
la madre, no a la hija. Observaban la mesa y la casa, todo estaba igual. Las
cucharas, café, etc, todo seguía igual.
La madre le repite a su hija Elena que tome la taza por el asa… La hija accede.
El narrador introduce el momento de la adolescencia de Elena cuando discutía
con su madre y se retiraba de la sobremesa. La madre de Elena le insistía que
tomara la taza por el asa, “por si te invitan a comer a un castillo”. Así lo hacía
Elena con sus hijas, pero ellas le reclamaban que a ella no le interesaba lo que
ellas dijeran, sino puros regaños. También la madre les había ordenado a sus
hijas no fumar en la mesa, pero le habían contestado que la abuela lo hacía. Elena
ya es adulta, muy adulta, y se traslada mentalmente a aquel mundo que vivía
cuando era adolescente. Añoraba que alguien recogiera la ropa detrás de ella,
que la casa se conservara limpia-como su mamá lo hacía antes. Elena pensó en lo difícil que sería
estar sin su madre. La madre le propuso una siesta. Elena aceptó y fue hacia la
habitación. La madre ahora le acariciaba la frente. Elena aceptaba la mano de
su madre-como si la mano le quitara todos sus pesares. Pensó que le gustaría parecerse
a su madre. Su madre le dijo que descansara al correr las cortinas y Elena sonrió.
Es una narración que comienza en la angustia y termina en el descanso.
Novena prueba de
fuego
Comentario final de Hernán
Cortés
Ser crítico no es
tan fácil. No consiste en manejar las técnicas y conocer los productos, sino en
una actitud hacia el hombre y su obra. La crítica no es para destruir la reputación
de una persona o ridiculizar lo que hizo, sino que pretende orientar la acción
de la persona evaluada. No se trata de imponer un punto de vista-el del
evaluador o critico-sobre el evaluado, sino de utilizar los recursos necesarios
para hacer consciente al evaluado de la acción que ha hecho. La actitud de la
maestra Ethel en cuanto al juicio crítico me ha parecido una actitud
respetuosa. No ha sido una actitud unilateral o impuesta, sino que a partir de preguntas explora las intenciones
del autor y lo ubica en su quehacer como escritor. Ser crítico supone tener un
criterio más amplio y, por lo tanto, tener mayor respeto por las diversas
expresiones, sin menospreciar ninguna.
En cuanto a la relación
que tenemos con los alumnos, los profesores solemos usar la posición de poder
como un medio de imponer nuestra visión.
Sin embargo, si estuviéramos más dispuestos a escuchar que a ser
escuchados, seríamos críticos más inteligentes. Agradezco mucho los distintos
ejercicios de crítica que realizamos en clase, que ha modelado la maestra
Ethel. No hay que apresurarse a hablar como críticos, sino hay que ser prontos
para oír. Muchas gracias a los compañeros
que cumplieron con sus tareas y nos dieron la oportunidad de aprender el difícil
oficio de ser crítico.
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