Primera prueba de fuego
Lluvia de ideas:
Valores
Cultura
Sociedad
Texto breve
Cotidianidad
Jerarquización
Texto breve
Cotidianidad
Sociedad
Valores
Cultura
Conclusión
Es un texto breve, muy ameno
de la vida cotidiana en la que el hombre acostumbrado a ser solo él mismo, algo
le sucede y piensa en los demás. Empieza a vivir una experiencia dentro de la
sociedad, con la aplicación de valores que van más allá de su cultura en la que
ha vivido. Finalmente se siente realizado de poder ayudar a las mujeres y a los
niños. No le importó el tiempo ni la distancia que el camión recorrió. Bajó del
camión hasta que la última mujer según él, estaba a salvo.
Segunda prueba de fuego de José Arreola
“Una Reputación”
El 21 de septiembre de 1918
Cd. Guzmán, Jalisco fue testigo del nacimiento de un gran escritor Juan José
Arreola Zúñiga. Su primer trabajo fue de encuadernador a la corta edad de 12
años. La primera obra que publicó “Sueño de Navidad” a la edad de 23 años,
teniendo a los 20 años la obra La Parábola del Trueque. A los 27 años colaboró
con los escritores Juan Rulfo y Antonio Alatorre en la publicación de la
revista Pan de Guadalajara, pudo viajar a Paris bajo la protección de Luis
Jouvet. Gracias a la intervención del escritor Alfonso Reyes pudo obtener una
beca en el colegio de México. En 1952 publicó su obra maestra “Confabulario” y
recibió el premio Jalisco de literatura. Le siguieron otros premios como el del
festival dramático del Instituto Nacional de bellas Artes, Javier Villarrutia.
Su prestigio fue ascendiendo y en 1979 fue galardonado con el premio nacional
en letras. En 1992 el premio Juan Rulfo. Después seguidos por los premios
Alfonso Reyes y Ramón López Velarde. Tiene varias obras publicadas. Murió el 3
de diciembre del 2001.
El cuento “Una
Reputación” es sin duda alguna, algo
real que hizo José Arreola por el gran interés que tuvo por la creación de un
nuevo humanismo y una nueva ética. En la que propone que seamos obreros
calificados de acciones humanas. En este cuento nos muestra como un hombre que
no era cortés y que para ocultar esto leía en los autobuses, de pronto tuvo la
gran idea de la verdadera evolución hacia una mayor realización del ser humano
como persona y que llevó a la práctica
en todos los actos que llevó a cabo en el autobús en que viajaba. Cedió su
asiento a una mujer que iba de pie, y al lograr otro asiento, nuevamente lo
ofreció a otra mujer a la que le ayudó con sus hijos y las cosas que llevaba y
por si fuera poco logro la exención de pago de los niños.
Con estas acciones
realizadas él se sentía satisfecho, tenía la vista de todos los demás sobre él,
pero no era esto lo que lo movía sino que personalizaba los ideales femeninos
de caballerosidad y de protección a los débiles. En este cuento José Arreola
dio muestras de heroísmo recibiendo la simpatía de los pasajeros, sintiéndose
adherido a las causas populares por la sencilla razón de que él siempre dijo
que pertenece al pueblo.
Difiero de Julio Suárez
Anturi cuando dice que José Arreola no es un escritor reconocido. Porque sí
obtuvo varios premios por sus obras literarias.
Tercera prueba de fuego (Magda Guzmán)
¿Cuál o cuáles enfoques voy
a utilizar y por qué?
Utilizaré el enfoque
descriptivo y el estructural para ubicarme únicamente dentro del texto ya que
desconozco elementos biográficos,
psicológicos e históricos de la autora.
¿Qué es un juicio didáctico?
Es un acto mental en el que
podemos afirmar o negar un concepto de otro, tomando en cuenta algunos elementos, clasificaciones y normas
prácticas; sin perder de vista que el juicio didáctico debe ser constructivo y
aliciente para que el estudiante
escritor no sienta cohibición alguna y continúe escribiendo.
Aplicación.
Es un texto lineal escrito
cronológicamente, utiliza la 3º persona gramatical en tiempo presente.se ubica
en los dos grandes lugares: oriente y
occidente cuando utiliza la metáfora diciendo
“un lado del mundo se apaga por unas horas” mientras los occidentales
dormimos, los orientales están trabajando y viceversa. Otra metáfora la
encontramos en la preciosa frase “sale cubriéndose del frío únicamente con su
corazón” entiendo que sale caminando
mostrando su desnudez a la naturaleza y por abrigo su corazón. También en la expresión ¡Oh, fiel amante de
la luna! Tenemos una metáfora. Encontramos otro recurso retórico que es la comparación “la chica de cabellos negros como
el ébano” puedo decir que también es una
descripción “la chica de cabellos negros”.
El texto tiene
adjetivaciones como: “noches tranquilas, pájaro nocturno, melancólico búho,
viejo árbol, sabia luna, espeso verdor, eterna hermana”
Para Krista la luna tenía
muchos conocimientos y ella necesitaba de sus consejos y buscó de intermediario
el bosque internándose en él para contar su historia a toda la naturaleza en
penumbras. Considero que la autora se perdió con el intermediario porque fue
con el búho con quien habló y no con el bosque, el búho dijo: “la luna me ha
dicho que éste no es el fin”
Para mí este texto es un
cuento corto, aunque la última expresión resulta una moraleja. Fue muy hermoso leer tu cuento, joven iniciadora
de la escritura y ver la capacidad que tienes a tu corta edad, de mezclar los seres vivos de la naturaleza
con el cielo, la luna, el alma, el espíritu. Te invito a que sigas escribiendo
y no esperes a ser adulta para hacerlo. Tienes mucha madera.
Lista jerarquizada (a mi punto de vista)
Elementos teóricos
Adjetivaciones
Comparaciones
Metáforas
Enfoque de juicio
Enfoque semántico
Enfoque estructural
Juicio didáctico
Enfoque comprensivo social
Citas textuales
Propuesta de modelo (según la crítica literaria de los
compañeros)
Tema lo
que dices, tópicos literarios
Descriptivo
dimensión dentro del texto
Enfoque estructural dimensión
dentro del texto
Juicio didáctico son las recomendaciones
didácticas para mejorar
Conclusiones finales
Cuarta prueba de fuego
(Magda Guzmán)
Binomio: Karla Guerrero / Magda Guzmán
Propuesta de modelo:
Tema
Enfoque estructural Juicio
didáctico
Comentario final
LA COLMENA (Karla Guerrero)
La maestra, con
su uniforme deportivo recién estrenado se paro frente al grupo, se dispuso a
dar una clase sobre la vida de las abejas. No le gustaban esos insectos, era
alérgica a su picadura, siempre que podía trataba de evadirlos y sin embargo
hablaría detalladamente de su organización social la cual se consideraba
fascinante; tampoco le gustaba el campo, había dejado de ir hace muchos años,
desde que murió la abuela para ser más precisos, pero ahora tenía que guiar a un grupo de
alumnos desorientados y miedosos a la excursión programada por la escuela y
después a la visita a un apiario. Escuchaba a sus compañeros dar indicaciones y
se imaginaba que junto a ellos formaba la sección de las abejas obreras,
trabajando los 35 días que tenían de vida
sin descanso. En el patio, veía a la directora hablando y riendo con los padres de familia, parecía la Abeja
Reina conversando con sus súbditas. Los alumnos, inquietos y traviesos se le
antojaban crías de abejas a las cuales había que alimentar y cuidar hasta que
estuvieran listas para volar. En el
pasillo veía a algunos otros compañeros llevar y traer cosas, parecían abejas
almacenando la preciosa miel. Más allá,
sentados en las jardineras se
encontraban el maestro de Educación Física platicando amenamente con el
intendente; los comparó con los zánganos de la colmena. Comparó su vida con la
de una abeja y cómo después de algunos
años esos pies ágiles y fuertes todavía que recorrían grandes distancias se
convertirían en débiles alas de abeja anciana, poco útiles para desempeñar
las actividades propias de una escuela. Entonces después de haber dado los mejores años de su vida a la colmena sería
echada a un lado, ocupando su lugar una joven abejita de 21 días de nacida.
Tema: la
maestra frente a la vida de las abejas.
Descripción:
una
joven maestra con miedo a las abejas por la alergia que le causa. Tiene una
gran imaginación ya que consigue hacer de una escuela, una colmena con todo su
equipo de trabajo. Ella se considera una abeja que a través de los años dejará
la escuela para darle paso a otra maestra joven. Así como las abejas van
cambiando a su reina porque su ciclo de vida es de 35 días.
Enfoque
estructural: el cuento está narrado en tercera persona. El narrador es
equisciente porque no sabe todo lo que acontece en los personajes. Tiene varias
comparaciones:” En el patio, veía a la directora
hablando y riendo con los padres de
familia, parecía la Abeja Reina conversando con sus súbditas. Los alumnos,
inquietos y traviesos se le antojaban crías de abejas a las cuales había que
alimentar y cuidar hasta que estuvieran listas para volar. En el pasillo veía a algunos otros compañeros
llevar y traer cosas, parecían abejas almacenando la preciosa miel. Más allá, sentados en las jardineras se encontraban el maestro
de Educación Física platicando amenamente con el intendente; los comparó con
los zánganos de la colmena. Comparó su vida con la de una abeja.” El texto
carece de metáforas. Conserva ideas semánticas de la abeja: abeja reina,
súbditas, crías de abeja, miel, zánganos, alas de abeja, colmena.
Juicio
didáctico: considero que a éste texto le hace falta más información: “había
dejado de ir hace muchos años, desde que murió la abuela para ser más precisos”
pero ¿Dónde está la precisión? no se menciona ninguna fecha. ¿Será que la maestra les
contagió a los niños el miedo al campo y a las abejas?
Comentario
final es un texto corto, entendible y con mucha imaginación en
la que se mezcla la vida de las abejas y de los humanos. Me gustó mucho como la
autora hizo conciencia en la vida laboral
de la maestra.
QUINTA PRUEBA DE
FUEGO
Magda Guzmán.
La crítica literaria, hoy
La crítica literaria desde
el punto de vista de diferentes críticos nacionales e internacionales.
Enrique Anderson Imbert
(Argentina)
Anderson define así a la
crítica literaria: “es la comprensión sistemática de todo lo que entra en el
proceso de la expresión escrita y el enjuiciamiento de un texto particular”
Nos dice que la crítica
literaria tiene una misión específica: juzgar el valor estético de una obra en
todas las fases de su realización y que solo la crítica se especializa en
formular juicios de valor. El crítico lo puede decir con pocas palabras “esto
vale, esto no vale” pero solo para él, para dar a conocer su crítica debe ser
en un texto amplio en el que debe explorar, exponer y explicar su método; hacer
algunas investigaciones en todas las ramas de la literatura.
Anderson nos dice que un buen crítico debe juzgar una obra con su
propia conciencia y no con una conciencia de clase.
Antonio Cornejo Polar
(Perú)
Antonio Cornejo Polar nos
dice que la crítica literaria vive en términos universales una crisis de
legitimidad. Aludiendo a las varias modalidades del inmanentismo. Que la
crítica inmanente ha logrado un buen nivel de formalización y ha establecido un
cierto espacio de objetividad que el impresionismo y el historicismo estaban
lejos de alcanzar. La crítica literaria requiere de un trabajo colectivo e
interdisciplinario.
Para Cornejo Polar, la
crítica literaria latinoamericana está cumpliendo una importante terea de
descolonización.
José Pedro Díaz
(Uruguay)
Para José Pedro Díaz, la
crítica literaria es una conceptualización de la propia experiencia, hacer en
la crítica el intento de penetración, de esclarecimiento, de racionalización,
de adhesión al fruto de la labor creadora.
Algo muy importante que nos
dice José Pedro Díaz y que estoy muy de acuerdo con él, es que la tarea
crítica, es secundaria. “El primer móvil es cosa del creador, y el crítico es
el segundo, siquiera porque viene después”.
José Pedro Díaz nos dice que
la crítica no tiene nacionalidad, luego entonces, él, descarta la crítica
latinoamericana.
Roberto Fernández Retamar
(Cuba)
Roberto Fernández Retamar,
hace válida la definición de Martí “la
crítica es el ejercicio del criterio” asimismo
está de acuerdo con Reyes cuando dice que la crítica literaria es un “juicio”.
Propiamente nos dice que la crítica no es un género literario, sino un género
filosófico.
Sobre la crítica literaria
latinoamericana: “Existe una crítica literaria latinoamericana en la medida en
que existe un pensamiento latinoamericano”.
Margo Glantz (México)
Para Margo Glantz la crítica
literaria no tiene definición, considera que es algo complejo que se está
viviendo con la literatura y más complejo resulta aun cuando se habla de
crítica literaria latinoamericana. Glantz
considera que hay una relación entre el ejercicio crítico y la
ideología y como crítico será necesaria
la interpretación personal.
Domingo Miliani
(Venezuela)
Domingo Milani nos dice que
define la crítica literaria “como un discurso descriptivo, analítico y
valorativo de un texto literario. Que debe diferenciarse de la reseña, el
publicismo, o la promoción del libro literario, así como de la didáctica
literaria sobre la obra”.
Para Miliani la crítica
literaria debe ser con honestidad, transparente sin hacer una crítica positiva
solo a los amigos creadores, sino hacer una crítica literaria con autenticidad.
José Miguel Oviedo
(Perú)
Lo que nos dice Oviedo en
cuanto a la crítica latinoamericana: “la pretensión de fundar una crítica
latinoamericana sobre una teoría no ideológica de la literatura, es
contradictoria. Por un lado, un modo autóctono de pensar nuestros fenómenos
literarios no autoriza a postular la idea de una disciplina aplicada
exclusivamente al conocimiento de ese particular inasible que llamamos América
latina”
Oviedo hace notar la
inconformidad de que para América latina todo es prestado, todo ya existe, y
que hay una exigencia de una renovación metodológica de criterios aplicados al
conocimiento de la literatura
Conclusión
Es una tarea difícil la crítica literaria, tan difícil
que los grandes críticos difieren en la metodología utilizada para juzgar un
texto. Por lo leído nadie quiere encasillarse (me refiero a los críticos
literarios) en la crítica literaria latinoamericana, entiendo que no encuentran razón de ser América latina
sino generalizar a crítica literaria
Sexta prueba de fuego Lleva tu equipaje:
“serás el crítico”
Tú…tú vas a llevar la batuta de la crítica literaria de
un texto en esta clase, en este momento.
Revisa qué guardas
Guardo mis temores críticos, pero también mis
conocimientos del seminario, mi poca experiencia, sentimiento de justicia, de
amor a los demás, tolerancia…
Clasifica tus recursos
Descriptivo, formal, receptivo, histórico, normal,
contextual,
Jerarquiza y organiza
Descriptivo
Normativo
Histórico
Contextual
Formal
Receptivo
Qué vas a dejar fuera porque no te va a servir para este
lugar
Lo irreal, la
fantasía y la ciencia ficción, el mal funcionamiento de los sentidos, no formar
juicios precipitados, prejuicios,
Qué cosas nuevas vas a incluir para esta ocasión
Cualidades, modalidades, prestar atención a la realidad,
el buen funcionamiento de los sentidos, no sacar conclusiones generales de un
caso particular.
Piensa en el lugar al que vas
A una casa de estudio
Piensa en las personas en las que te encontrarás
Serán personas preparadas, escritores, críticos,
estudiantes.
No escatimes en llevar tu sello distintivo si no tienes
uno piensa en uno.
Honestidad.
Séptima prueba de fuego…Al rojo vivo.
¿Ser diferentes entre iguales? O ¿Hacer diferencias entre
iguales?
He ahí la cuestión…
¿Cómo armar convocatorias para concurso?
Las convocatorias tienen normas que cumplir. Se van a
armar de acuerdo al tipo de concurso que
vaya a tener el evento.
¿Cómo establecer bases y criterios de selección?
Primeramente debemos tener presente el propósito general de la convocatoria. Ser
específico en la participación de los convocados, tomar en cuenta un rango de
edad, el género, la premiación, la
función del jurado calificador…
¿Cómo elegir y descartar?
Con la buena funcionalidad del jurado calificador
¿Cómo premiar, estimular?
Con la premiación diversa de todos los participantes. Los
premios de los tres primeros lugares ya mencionados en la convocatoria. Los
demás con algo simbólico.
¿Cómo evitar la discriminación, el sesgo, la parcialidad?
Hacer público el reconocimiento de la participación que tuvieron en dicho
concurso y que para ellos ya es en triunfo el haber concursado, seguirlos invitando
a que continúen participando.
¿Cómo contrarrestar la frustración, la deserción?
Crearles conciencia de las bases y criterios que marca la
convocatoria
¿Cómo seleccionar entre ya elegidos para publicar en
espacios reducidos y no caer en la contradicción de un doble juicio?
Buscar estrategias para poder publicar todos los trabajos
elegidos. Los ya elegidos serán participe de un consenso para la publicación de
unos y después los otros.
¿Se puede ser juez y justo a la vez?
No, es por eso se buscan personas ajenas a la institución
que nada tengan que ver con los alumnos para que sean los jueces. Y buscar
jueces honestos.
Octava prueba de fuego
Crítica de un texto de una autora invitada. Encuentro mujeres de cuento
Bueno, hablando de encuentros, me encuentro en un espacio
muy estrecho por el hecho de tener que hacer la crítica literaria de una autora
reconocida y que tuve el gusto de estar frente a ella.
La
maleta
Ana
García Bergua
Subió por el elevador
del hotel seguida de un botones silencioso de uniforme azul. Al llegar al
pasillo del octavo piso, el botones se adelantó, abrió la habitación 812 y
colocó sobre la cama la maleta negra que creía haber empacado con un orden
perfecto y recogido más tarde en la cinta del aeropuerto. Ya sola, lo primero
que hizo fue lavarse las manos y disponerse a alinear por tamaño sus frascos de
cremas, jabones y perfumes en el tocador.
El zíper de la maleta
se atoraba ligeramente, cosa que nunca le había sucedido. No se vaya a romper,
pensó, y cómo me regreso con la maleta abierta. Pero lo que siguió fue lo más
grave, pues al levantar la cubierta apareció frente a sus ojos un piyama a
cuadros rojos y negros que evidentemente no era suyo: ella era una mujer florida
y delicada, incapaz de semejantes parquedades. Además, estaba muy mal doblado.
Lo lógico era volver a llamar al botones, pedirle que bajara la maleta,
regresar con ella al aeropuerto y exigir la suya, pues evidentemente se había
confundido con la de alguien más, un caballero por lo que se podía ver. Pero
ella era curiosa quizá, se disculpó a sí misma, en la maleta podría encontrar alguna
identificación. Mejor contactar directamente al hombre que, seguro, se habría llevado su propia maleta
por equivocación y ahora descubría, atónito, el perfume Chanson Parisienne en
lugar de, por ejemplo, aquella sudadera arrugada con la imagen de un gigantesco
Tribilín que necesitaba muchos remiendos. Es increíble, pensó, que la gente
pueda ser tan descuidada. Y evocó el compartimento de la maleta en el que ella
había guardado, primorosamente doblada y por orden de color —blanca, negra,
beige y roja—, su ropa interior, protegida por una bolsa de seda. En el mismo
sitio, el dueño de la maleta había lanzado como queriendo olvidarlos para
siempre unos cuantos calzones de supermercado con el elástico vencido. Unas
chanclas de hule que habían sido azules se perdían entre las camisas y un saco
envuelto en una funda de lona con unas manchas muy sospechosas parecía suplicar
que no lo sacaran de ahí jamás, para que nadie lo viera.
Ella movía la cabeza,
apesadumbrada. ¡Qué contraste con el vestido gris perla que había traído para
usar esa misma noche, planchado y empacado especialmente en papel de seda! Y
sus zapatos, en una caja especial, protegidos para que no se mancharan. Los de
aquel hombre estaban casi enlodados, metidos al aventón en una bolsa de
supermercado.
No se pudo contener y
siguió con la revisión. Hizo mal, pues lo que encontró le dio escalofríos. En
un rincón del lado izquierdo de la maleta, mal envuelta en una camiseta sucia
—que por cierto decía “Dark Devil”—había una vieja Smith and Wesson 38. La
levantó con la punta de los dedos y miró el cañón con espanto. Entonces sintió
un resquemor: si en este momento el hombre estaba hurgando en sus pertenencias
y desacomodando lo que tanta paciencia y trabajo le costó disponer, no tardaría
en encontrar la Lady Beretta 21, plateada y discreta con cacha de carey
—seguramente más letal que aquel armatoste oxidado—, en su elegante estuche de piel
de cabra, que contenía además compartimentos para las balas, los líquidos
especiales con que la limpiaba y las herramientas para remediar cualquier
desperfecto. Si se atrevía a usarla, era seguro que la descompondría. Lanzó al
piso las prendas del hombre con gran disgusto. No quería llegar a los enseres
de aseo personal, pero ya que estaba en eso, había que ver el fondo de las cosas,
terminarse de espantar.
Y luego devolvería la
maleta. Un desodorante, una lata de espuma de afeitar mal tapada con una navaja
casi sin filo. Eso era todo lo que usaba aquel hombre para arreglarse. Debía
ser terrible estar con él; seguramente no haría sino ver televisión, comer
comida chatarra y matar por dinero. No como
Arístides Medrano,
alias el Cara de Niño. Arístides Medrano usaba todo tipo de colonias y afeites,
incluida una crema para disimular las patas de gallo. Lo tuvo que investigar,
pues debía matarlo esa noche con la Lady Beretta escondida en el bolsito de
seda y cuentas de cristales de Swarovski. Con el arma de aquel hombre iba a ser
imposible acabar con él; no tenía el bolsito, y en su bolsa de viaje no cabía
ni de chiste. Además no traía silenciador. El hombre de la maleta le dio
lástima. Un desperdicio de carne y sangre y testosterona. Terminó de sacar cuatro
pares de calcetines de distinto color, unas aspirinas sin caja, el cepillo de
dientes como para tirar a la basura. La maleta del hombre quedó vacía en medio
de la cama. Faltaban unas horas para la noche y no sabía qué hacer; el ruido
sordo del aire acondicionado no la dejaba pensar. Suspiró y se puso a guardar
las cosas del hombre con el cuidado que la caracterizaba en todo: dobló las
camisetas hasta que quedaron como si se fueran a vender en una tienda..
Desmanchó con jabón la lona que contenía el saco, al que planchó y cepilló en
el burro que encontró en el armario. Dobló los calzones. Lavó la piyama y la
secó con la pistola de pelo. Pulió la Smith and Wesson para envolverla después
con cuidado en la camiseta de “Dark Devil”, a la que le rascó una manchita.
Frotó los zapatos con la franela que el hotel proporcionaba para ello. Remendó
la sudadera con el paquetito de hilo y agujas que venía en una canasta en el
baño. Después de todo, era un placer estar en un establecimiento tan bueno, en
el que uno se las podía arreglar aunque hubiera perdido el equipaje. Decidió
con gran cuidado el acomodo ideal de todos los objetos en el microcosmos de la
maleta negra, como había hecho con la suya.
Cuando se dio cuenta,
ya era demasiado tarde. Se le había ido el santo al cielo doblando, guardando y
planchando. Ni siquiera pensó en el asesinato planeado con tantísimo tiempo,
incluidos los documentos falsos. Era de noche y ella no tenía ropa, maleta, ni
una pistola apropiada para asesinar a Arístides Medrano.
Imposible, por otra
parte, devolver así la maleta. El hombre se daría cuenta de que había estado
hurgando en sus cosas, podría acusarla de haberlo espiado. Cuando uno recibe
una maleta ajena, simplemente constata que no le pertenece y la devuelve.
¿Sería capaz de desarreglarla de nuevo? Imposible, se dijo. Después pensó en
sus pertenencias, en su propia maleta mancillada y estrujada por las manos de
aquel hombre que seguramente las había aventado por aquí y por allá. Quizá se había
bebido su colonia, quizá se había masturbado con sus pantaletas de seda. Poco
después tocaron a la puerta. Unos golpes rudos, desacompasados. Seguro era él.
Tomó la maleta y fue a abrir. Tal como lo imaginó era alto, fuerte, la mandíbula
mal rasurada. Vestía una camiseta con la efigie de Sam Bigotes y cargaba su
maleta con la mano izquierda.
Ella se le quedó
mirando sin pestañear, él dudó un momento. Ambos dieron un paso al frente y las
intercambiaron con solemnidad, un poco avergonzados de haber hurgado en la
maleta del otro y haberla arreglado o desarreglado, como si hubieran intimado
más de lo necesario. No dijeron nada, sólo asintieron bajando la vista y
siseando las gracias. Él se alejó por el pasillo, volteó a verla furtivamente
antes de meterse a su habitación. Ella dudó antes de abrir la maleta y
encontrar lo que ya imaginaba: la ropa en desorden, arrugada, un zapato por un
lado y el par quién sabe dónde. El hombre había sacado todo, había desdoblado
cada prenda y la había echado de nuevo en la maleta al aventón. Seguramente la
había juzgado, prenda tras prenda, igual que ella a él. Faltaban unas
pantaletas negras, pero la Lady Beretta estaba ahí, en su estuche, como si él
no se hubiera molestado en estudiarla. Quizá la había considerado ridícula. Eso
la irritó un poco. Se apresuró a doblar todo de nuevo y corrió a cumplir su
encomienda.
Arístides Medrano murió esa
misma noche.
Ana García Bergua, nació en
la ciudad de México en el año de 1960. Estudio Letras Francesas y Escenografía
Teatral en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es autora de novelas y
libros de relatos. Fue ganadora del premio de literatura Sor Juana Inés de la
Cruz en la ciudad de Guadalajara en el año 2013
La Maleta es un texto breve
muy digerible, fácil de entender con un sinfín de descripciones que hace que el
texto sea más ligero, más interesante. Cuenta con algunas comparaciones, carece
de metáforas. Tiene un estilo indirecto libre.
Existe una dualidad de
género opuestos, ella muy femenina y ordenada característica que se le atribuye
a la mujer, él desordenado en el guardar y el vestir, también característica
que se le ha atribuido al hombre. Los dos se dedican a matar. Él aunque
desordenado y mal vestido se comportó con respeto hacia su colega que al ver su
maleta se dio cuenta de que, era su colega. Al intercambio de las maletas, esas
miradas penetrantes del hombre y la mujer
fueron ni más ni menos de
identificación, de complicidad.
Ella sabía de qué tipo de
persona se trataba, al encontrar el arma en la maleta del hombre. Y tal vez
sintió pena de tener un colega en esas condiciones, así es que se dispuso a
remendar, lavar y secar para poner todo en orden. O tal vez porque hizo alarde
de su característica de mujer. Lo cierto es que cada quien en su sitio hace
exactamente lo mismo. Quitar vidas.
Novena prueba de fuego Cuál fue el aprendizaje final.
En este seminario aprendí
muchas cosas interesantes que guardan los textos. Y que debo adentrarme en
ellos para poder deshojarlos. Y aunque digo que aprendí mucho, me cuesta
trabajo aplicarlo en la práctica. Pero bueno todo es cuestión de práctica y
seguiré practicando.
La tarea de crítico no es
nada fácil, debe ser honesto y sobre todo objetivo, esto es lo primordial la
objetividad porque así se puede evaluar estéticamente.
He aprendido que el crítico
didáctico debe ser equilibrista y mediador, enseñar a la persona.
La crítica de un texto puede hacerse desde dos
dimensiones:
dentro del texto (descriptivo, formal, estructural)
fuera del texto (normativo, histórico, contextual, receptivo, genético)
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