martes, 14 de octubre de 2014

Localizando al rey, la reina, las doncellas y los pajes.
                                       Por Hernán Cortés
  Dos textos elegidos:

      Naufragio
   
 “¡Arriad el foque!”, ordena el capitán. “¡Arriad el foque!”, repite el segundo. “¡Orzad a estribor!”, grita el capitán. “¡Orzad a estribor!”, repite el segundo. “¡Cuidado con el bauprés!”, grita el capitán. “¡El bauprés!”, repite el segundo. “¡Abatid el palo de mesana!”, grita el capitán. “¡El palo de mesana!”, repite el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.
                    
                Ana María Shua

En el texto de Shua observo un equilibrio entre el rey (sustantivos y adjetivos) y la reina (los verbos). Las doncellas (artículos, pronombres y adverbios) auxilian a la reina.
    
                              Yautepec
    
Un río apacible de linfas transparentes y serenas que no es impetuoso más que en las crecientes del tiempo de lluvias, divide el pueblo y el bosque, atravesando la plaza, lamiendo dulcemente aquellos cármenes y dejándose robar sus aguas por numerosos apantles que las dispersan en todas direcciones. Ese río es verdaderamente el dios fecundador de la comarca y el padre de los dulces frutos que nos refrescan, durante los calores del estío, y que alegran las fiestas populares en México en todo el año.
                            
                Ignacio Manuel Altamirano
  
En este te xto de Altamirano predomina el rey (los sustantivos y los adjetivos). La reina(los verbos) casi no se presenta.

   Nuevo texto:
                            México naufraga
      
    Un río apacible recorría al pueblo de México. No era impetuoso más que en las crecientes en tiempo de lluvia. El río era padre de los dulces frutos que nos refrescaban durante los calores del estío, y alegraba las fiestas populares de México. La tormenta arreció. ¡Alguien está robando  las aguas serenas de México! El capitán grita: “¡Arriad el foque!”, “¡Orzad a estribor!”, “¡cuidado con el bauprés!”, “¡abatid el palo de mesana!” El pueblo y los marineros corremos de un lado a otro desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, en México nos vamos a pique sin remedio.
                            
                          Hernán Cortés Romero

2 comentarios:

  1. Qué buen ejercicio. Vamos a comentar qué produce el hecho de que predomine un elemento sobre otro, en un texto literario, es decir, cómo esto va definiendo un estilo acorde con la propuesta del conido

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  2. convertiste su texto en una critica.Me gusto mucho!

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