7mo puerto. Indagando y confrontando. ALEXANDER ALVAREZ ARELLANO
Belen Hernández, retoma las palabras de De Haro y
establece la necesidad de reducir los géneros ensayísticos a dos grandes categorías,
por un lado desde el difícil lenguaje científico-filosófico,
por otro el lenguaje político. Por otro lado hace referencia a Pedro Laín
Entralgo, quién distingue dos grandes tipos de ensayo: el "ensayo
poético" y el "ensayo científico". Y cita: "La sugestiva
teoría de urgencia que el ensayo es, puede orientarse hacia dos metas muy
distintas entre sí: la intelección metafórica y la intelección conceptual […]”,
así mismo se afirma que:
“el ensayo, tradicionalmente un género didáctico
menor, ha sufrido una profunda transformación en los últimos dos siglos y ha
pasado a tener un papel importante en la sociedad moderna: el de estimular
culturalmente a los lectores y la de expresar una línea crítica de pensamiento
a menudo opuesta al pensamiento sistemático de la época en la que surge”, pero
este género literario tendría la ventaja, y es un punto de vista que comparto,
de que: “unifica en un discurso crítico su perspectiva artística y teórica
sobre un tema y sobre el mundo”
Vemos con esta referencia que el ensayo ha sufrido
una evolución y una trasformación, gracias a la producción cada vez más prolífera
y osada de personas que se atreven a la creación asistemática de propuestas
discursiva vaciadas en este género, que según veo, trasforman la concepción
teórica desde lo que es, en qué se sustenta.
La categorización
creo, se vuelve un mero trámite ante la necesidad de clasificar de los grandes
teóricos y la sociedad en general que gustamos de tener un nombre y un concepto
para todo, sin embargo, la variedad y calidad de ensayos y textos ensayísticos que
nos regalan una variedad discursiva rica en propuestas tanto teórico-científicas
así como metafórico-filosóficas nos dan una perspectiva de lo amplio que se ha
vuelto el pensamiento en la actualidad.
Parece ya, que todo está descubierto, ya todo está
dicho; pero vemos que no es así, y cuando un autor se atreve a explorar o en
este caso ENSAYAR el cómo decir las mismas cosas, cómo hablar de aquello que ya
está dicho, pero plantearlo o presentarlo de manera distinta, nueva,
innovadora; son recursos que considero están permitidos e incluso son necesarios
en un mundo que necesita justamente que le hagan saber que no todo está dicho
aún.
Ante
lo anterior, se me hace muy valiosa la aportación de González- Martínez en el
tema, cuando establecen que: “antes, la publicación de un libro o un artículo
pasaba por numerosas etapas de evaluación. Hoy en día, cualquier persona puede
publicar en Internet lo que desee. Por eso, la lectura crítica se ha convertido
en una nota distintiva de la persona culta. Podemos decir que hoy día se impone
una lectura ensayística de cualquier textos”.
No
cabe duda que efectivamente cualquiera puede escribir hoy día de lo que sea,
pero la escritura ya no es suficiente, el valor del texto se pierde, según
puedo apuntar, si no va acompañado de un respaldo referencial, argumentativo, confrontado
con la realidad a través de la experiencia, etc. todo con la intención de que
el que escribe adquiere el compromiso y la responsabilidad de que al saber que
de ser leído el lector pueda encontrar en sus palabras el hilo conductor de una
verdad que está esperando encontrar, un enigma o incógnita que está esperando
resolver.
Así, el enfoque, el discurso, el planteamiento de un
ensayo permitirán también al autor marcar tendencia en la forma de presentar
los temas que ya han sido explorados desde ciertos puntos de vista, y ahora
toca el tiempo de que alguien se atreva a confrontar su visión con la visión de
otros y ver al final quién logra estructurar mejor su argumento, cabe aclarar
que como principio el ensayo mantendrá su fundamento de ser un texto con una
función referencial-informativa y argumentativa, por tanto quién escribe un
ensayo lo hace para dar a conocer algo o defender un punto de vista y convencer
al lector de que su visión es la correcta, aquí se establece la responsabilidad
que quién escriba un ensayo, debe hacerlo bajo la idea que su información o
referencias están perfectamente respaldadas y confirmadas y sus argumentos su
sustentas en estructuras de razón muy bien pensadas, justamente para no caer en
el axioma, en ideas vagas e incluso en el dogmatismo.
Por eso, nosotros como profesores y posibles
autores, debemos estar bajo la línea de saber y de mostrar a nuestros alumnos
la posibilidad pero también la responsabilidad de que en función de un género
como es el ensayístico, se tiene al alcance un mundo de posibilidades de estructurar
un pensamiento, un discurso, la posibilidad de establecer un enfoque, un mirada
o lectura de la realidad de autor, expresar e informar y hacerlo bien serán los
grandes retos que tiene quién haga uso de esta magnífica herramienta de
comunicación, herramienta que por cierto también está al alcance de nuestras
manos.
Referencias:
DEPARTAMENTO
DE FILOLOGÍA ROMÁNICA, ITALIANA Y ÁRABE. FACULTAD
DE LETRAS UNIVERSIDAD DE MURCIA
EL ENSAYO LITERARIO EN ORTEGA Y GASSET Y PIRANDELLO Mª Belén Hernández González
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10810/HernandezGonzalezBelen.pdf?sequence=1
EL ENSAYO LITERARIO EN ORTEGA Y GASSET Y PIRANDELLO Mª Belén Hernández González
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10810/HernandezGonzalezBelen.pdf?sequence=1
González-Martínez,
introducción a la literatura, introducción al ensayo. 2015
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