martes, 9 de junio de 2015

7mo puerto. Indagando y confrontando.   ALEXANDER ALVAREZ ARELLANO

Belen Hernández, retoma las palabras de De Haro y establece la necesidad de reducir los géneros ensayísticos a dos grandes categorías, por un lado desde el difícil lenguaje  científico-filosófico, por otro el lenguaje político. Por otro lado hace referencia a Pedro Laín Entralgo, quién distingue dos grandes tipos de ensayo: el "ensayo poético" y el "ensayo científico". Y cita: "La sugestiva teoría de urgencia que el ensayo es, puede orientarse hacia dos metas muy distintas entre sí: la intelección metafórica y la intelección conceptual […]”, así mismo  se afirma que:
“el ensayo, tradicionalmente un género didáctico menor, ha sufrido una profunda transformación en los últimos dos siglos y ha pasado a tener un papel importante en la sociedad moderna: el de estimular culturalmente a los lectores y la de expresar una línea crítica de pensamiento a menudo opuesta al pensamiento sistemático de la época en la que surge”, pero este género literario tendría la ventaja, y es un punto de vista que comparto, de que: “unifica en un discurso crítico su perspectiva artística y teórica sobre un tema y sobre el mundo”

Vemos con esta referencia que el ensayo ha sufrido una evolución y una trasformación, gracias a la producción cada vez más prolífera y osada de personas que se atreven a la creación asistemática de propuestas discursiva vaciadas en este género, que según veo, trasforman la concepción teórica desde lo que es, en qué se sustenta.

La categorización creo, se vuelve un mero trámite ante la necesidad de clasificar de los grandes teóricos y la sociedad en general que gustamos de tener un nombre y un concepto para todo, sin embargo, la variedad y calidad de ensayos y textos ensayísticos que nos regalan una variedad discursiva rica en propuestas tanto teórico-científicas así como metafórico-filosóficas nos dan una perspectiva de lo amplio que se ha vuelto el pensamiento en la actualidad.

Parece ya, que todo está descubierto, ya todo está dicho; pero vemos que no es así, y cuando un autor se atreve a explorar o en este caso ENSAYAR el cómo decir las mismas cosas, cómo hablar de aquello que ya está dicho, pero plantearlo o presentarlo de manera distinta, nueva, innovadora; son recursos que considero están permitidos e incluso son necesarios en un mundo que necesita justamente que le hagan saber que no todo está dicho aún.

Ante lo anterior, se me hace muy valiosa la aportación de González- Martínez en el tema, cuando establecen que: “antes, la publicación de un libro o un artículo pasaba por numerosas etapas de evaluación. Hoy en día, cualquier persona puede publicar en Internet lo que desee. Por eso, la lectura crítica se ha convertido en una nota distintiva de la persona culta. Podemos decir que hoy día se impone una lectura ensayística de cualquier textos”.

No cabe duda que efectivamente cualquiera puede escribir hoy día de lo que sea, pero la escritura ya no es suficiente, el valor del texto se pierde, según puedo apuntar, si no va acompañado de un respaldo referencial, argumentativo, confrontado con la realidad a través de la experiencia, etc. todo con la intención de que el que escribe adquiere el compromiso y la responsabilidad de que al saber que de ser leído el lector pueda encontrar en sus palabras el hilo conductor de una verdad que está esperando encontrar, un enigma o incógnita que está esperando resolver.

Así, el enfoque, el discurso, el planteamiento de un ensayo permitirán también al autor marcar tendencia en la forma de presentar los temas que ya han sido explorados desde ciertos puntos de vista, y ahora toca el tiempo de que alguien se atreva a confrontar su visión con la visión de otros y ver al final quién logra estructurar mejor su argumento, cabe aclarar que como principio el ensayo mantendrá su fundamento de ser un texto con una función referencial-informativa y argumentativa, por tanto quién escribe un ensayo lo hace para dar a conocer algo o defender un punto de vista y convencer al lector de que su visión es la correcta, aquí se establece la responsabilidad que quién escriba un ensayo, debe hacerlo bajo la idea que su información o referencias están perfectamente respaldadas y confirmadas y sus argumentos su sustentas en estructuras de razón muy bien pensadas, justamente para no caer en el axioma, en ideas vagas e incluso en el dogmatismo.

Por eso, nosotros como profesores y posibles autores, debemos estar bajo la línea de saber y de mostrar a nuestros alumnos la posibilidad pero también la responsabilidad de que en función de un género como es el ensayístico, se tiene al alcance un mundo de posibilidades de estructurar un pensamiento, un discurso, la posibilidad de establecer un enfoque, un mirada o lectura de la realidad de autor, expresar e informar y hacerlo bien serán los grandes retos que tiene quién haga uso de esta magnífica herramienta de comunicación, herramienta que por cierto también está al alcance de nuestras manos.

Referencias:

DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA ROMÁNICA, ITALIANA Y ÁRABE. FACULTAD DE LETRAS UNIVERSIDAD DE MURCIA 
EL ENSAYO LITERARIO EN ORTEGA Y GASSET Y PIRANDELLO Mª Belén Hernández González
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10810/HernandezGonzalezBelen.pdf?sequence=1

González-Martínez, introducción a la literatura, introducción al ensayo. 2015

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