La clase Encantadora
Decidí llamar a mi espíritu
de Literatura “Espíritu Encantador”, porque el encantamiento es algo mágico, y la magia no sólo asombra sino también
encanta, y quiero eso, que mi clase encante.
El lunes 16 de febrero
inicié mi práctica del primer encantamiento,
la clase de ese día fue dedicada al texto de “Las mil y una noches”, así es que
busqué el punto medular de la obra: “El suspenso. La posición de Sherezada ante
el conocimiento de que sólo tiene una noche de vida”.
Quiero señalar que tomé el
consejo de la Dra. Ethel, (llegar al aula y decirle a una alumna que estaba
reprobada haciendo la comparación con Sherezada quien está a punto de morir).
Aprovechando de que no había
entregado evaluaciones del semestre anterior a los alumnos, llegué al salón muy
seria y le dije a los alumnos que les haría llegar las calificaciones, pero que entregaría una
sola calificación a una alumna y en una tarjeta anoté la calificación de “5”,
sin esperar alguna reacción cuestioné a la alumna ¿qué vas a hacer?, ¿cómo me
convencerías de que no coloque esa evaluación?
Los estudiantes me
preguntaron si era en serio lo que yo estaba haciendo, porque no me conocían en
ese momento. Contesté _¡claro que es en serio_ aun con la cara seria. Entonces
un silencio ensordecedor se hizo presente, mi alumna me miraba asombrada,
sorprendida y muda… nadie hablaba. Nuevamente se escuchó mi voz y dije
¡convénceme de que no haga eso! (hasta ese momento nadie relacionaba el hecho
con Sherezada) La alumna sólo atinó a decirme: déjeme un trabajo extraclase.
Entonces le dije a otra alumna ¿qué harías tú?, ¿qué me puedes decir para
convencerme?, trató de darme explicaciones y empezaron a intervenir otros
alumnos, buscando argumentos para que yo no reprobara a Itza. Ella no pudo más
y soltó el llanto. Alguien dijo: ¡ella era Sherezada!, estaba a punto de ser
reprobada.
Ante la reacción de Itza, yo
dije: ¡Sí, ella estaba en la posición de Sherezada!, Itza me pregunta
incrédulamente ¿entonces no estoy reprobada?, los demás contestaron ¡nooo! Se
escuchó a coro un respiro y pareció que todos descansaron. Iniciamos una charla
más directa de quién era Sherezada. Algunos no tenían conocimiento de quién era
Sherezada y los que sí, enriquecieron la clase diciendo lo que sabían de cómo
Sherezada había mantenido el suspenso en Schariar (su esposo). Dimos lectura a
un fragmento de libro “Las mil y una noche” y se quedaron encantados con ese
inicio, van a leer por su cuenta la continuación del fragmento para saber a
bien qué pasa con Sherezada.
Al finalizar la clase los
estudiantes me dijeron sentirse sorprendidos, yo les dije que lo que quería era
encantarlos con la literatura.
NOTA: Dra. EThel y compañeros, les ofrezco una disculpa porque no podré estar en la sesión debido a que estoy en una comisión fuera de la ciudad, por parte de mi trabajo. Estaré al pendiente de las publicaciones en el Blog.
Buen susto que se llevó aquella alumna. Creo que usted es buena actriz, porque pudo asustarlos con su lenguaje corporal y su expresión facial. Si, la literatura también tiene que ser cuerpo, no solamente voz, para que encante. El teatro es conveniente en nuestras clases de literatura. Un impactante comienzo que sorprendió a todos sus alumnos.
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