martes, 2 de diciembre de 2014

Trabajo final. Dalinda Sotelo Romero

Trabajo final.  Dalinda Sotelo Romero..

Ahora ante esta invitación de la Dra. Krauze de hacer una revisión y revalorizar lo aprendido en el curso, estoy consciente de lo que nos ha impulsado a ser y hacer en esta propuesta de Literaturización.
Sin anteponerse a lo solicitado en la parte académica de los planes de estudio, la Doctora en su objeto de estudio tiene “dotar de conocimientos y destrezas al alumno, bajo un nuevo paradigma educativo que he llamado Literaturización.” Ethel Krauze en la Canasta básica  de Literatura I.
Este deseo me parece engañosamente modesto, en lo personal ha sido todo un descubrimiento pensar, ver que todos podemos escribir. “Qué leer no es el paso número uno en la adquisición de un saludable hábito en torno a la Literatura. Primero alguien tuvo que haber escrito antes” Ethel Krauze en el prólogo de caminito de los cuentos I.
Esta invitación a la  Literaturización, primero nos enfrentamos a reconocernos como lectores, y de cómo llegamos a ser maestros de literatura.
Y de ahí se fue desarrollando esta travesía entre la experimentada Patita,  cinco patitas y tres patitos deseosos de aprender.

Pregunta 1: ¿A qué voy al mercado?

Desde mi formación me había encasillado en la obligatoriedad de la lectura sin importar el goce de la literatura.
Y vengo al mercado a recrearme en el disfrute de la literatura en la búsqueda de formas diferentes para poder “abrir la puerta a la literatura e invitar a pasar” Ethel Krauze en la Canasta básica  de Literatura I. Esta intención de la Dra. Krauze; misma que se comparte en la clase.
Ahora puedo reconocer con mayor facilidad mis plásmidos y me enriquecido de los que mis compañeros nos han compartido en el trayecto de esta socialización. En el mercado me encontré a  cinco patitas y tres patitos.
Al papá Pato Hernán, que contrario a lo que se podría esperar en nuestro país de su género; siempre estuvo dispuesto y presente a escribirnos sus observaciones y recomendaciones en el blog.
Al pato experimentado de Mario, nos acompañó en el curso su bagaje de lecturas que con toda espontaneidad nos compartía en clase.
La patita Patricia, es un deleite leer sus trabajos los 11 mandamientos del maestro de Literatura son todo un compendio de deseos, de intenciones que nos motivan en este camino del arte de la Literatura. 
La patita Marli, con sus experiencias de mamá nos compartió las deficiencias del sistema educativo y que es todo un reto el cambio de paradigma como plantea la Dra. “no sólo voy a dar mi clase, voy a que mis alumnos aprendan”.
De la patita Silvia, con su experiencia en el nivel superior, y la entusiasta búsqueda de los mejores nutrientes para alimentar a sus patitos.
De la patita Nancy, que a pesar de un contratiempo de salud, estuvo atenta al desarrollo de las prácticas en las sesiones, más que una obligación un compromiso de llevar lo mejor  a sus patitos.
Del patito Alexander, un tanto ausente compensando con sus trabajos hasta de carácter antropológico con los descubrimientos realizados a partir de las prácticas.
Y bueno, no puedo eludir un acto de contrición y les comparto que este seminario ha sido: excitante, angustiosos, un tanto doloroso; en cuanto a la complejidad personal ante practicas como la “Rosa amarilla” que de la dificultad Borgiana; si me lo permite la Dra. Krauze difícilmente olvidaré.
Y ahora acompañados con la canasta en mano junto a la Dra.; nos vamos desarrollando conocimientos y destrezas.

Pregunta 2: ¿Cuáles son mis plasmidios?

El primer libro que tuve en mis manos y leí y disfrute  de principio a fin fue “Mujercitas” de Louisa Alcott; de él obtuve la imaginación de las escenas de la vida cotidiana de estas mujeres en medio de una guerra, logré una afinidad con la chica que optó por una actitud protectora de sus hermanas e incluso regañona y estricta. Y como comentaba la Dra. En clase lo esencial no es saber si los personajes fueron personas, sino las vivencias, el conocimiento que la obra nos regala de esta condición del ser humano.
La obra que me ha movido mis pensamientos y mi forma de ver las situaciones de la vida diaria, es “La madre” de Máximo Gorki, y aún puedo recordar como si lo hubiese leído hace unos momentos “nos han engañado con todo, Paleggia; hasta con Dios”; esa expresión y sus implicaciones han cimbrado no sólo mi creencia en Dios, sino ante la perversidad de manipular a la gente para abusar de ella.

Pregunta 3. ¿Qué contenidos nutricionales debo buscar en el menú?
A primera vista creí que el trabajar con la Rosa amarilla, no representaba mayor dificultad, empero su engañosa brevedad me llevó a mover la tinta de tal modo que muy difícilmente olvidaré este aprendizaje.
 Y sí, me llevo a Macario en mi canasta, tengo interés en prepararlo, sazonarlo, compartirlo y degustarlo es sabroso en sus expresiones, en la posibilidad de la imaginación de escenas, de personajes te imaginas a la madrina, al ahijado buscando siempre comida. La Rosa, me llevó más tiempo del considerado, su preparación fue laboriosa, no pongo en duda sus cualidades nutritivas al contrario su exigencia del que ha decidido preparar un manjar con esta obra.
Iniciaré con Macario que sin dudarlo me emocioné de leerlo, de ver las posibilidades de prepararlo y presentarlo para un suculento banquete.

Ingredientes:

Macario de Juan Rulfo

Preparación:
Conocimiento saber:
30 Gramos De Materia común. El cuento e Macario de Juan Rulfo nos obsequia los pensamientos de un loco, y nos enteramos de su inocencia, de su miedo al infierno; de las tareas que tiene en casa de su madrina y de su hambre interminable.

25 Gramos. De Aristóteles, la poesía es un conocimiento más perfecto que la historia, pues esta dice lo que ocurrió una vez, mientras que aquella habla de lo que es posible que ocurra reiteradamente (la esencia de la realidad); es los pensamientos de un ser huérfano, y no profundiza
en su condición sino en la necesidad de comer esa hambre insaciable, que piensa que el día que deje de comer se muere, esa historia se repite cada vez que leamos el cuento; y nos regala perspectivas diferentes.
Arte como conocimiento un saber 

50 Gramos de Casirer: interpretación "peculiar" de la realidad: "La visión simpática" de las cosas: un sentimiento universal: una verdad objetiva; aquí viene el ingrediente que le dará sabor único a mi receta; ya que en mi plasmidio la perspectiva de presentar el engaño hasta con la existencia de Dios, aquí es una postura antagónica donde la existencia se vive en torno a la idea del castigo, el infierno; vemos como el ahijado ha sido recogido por la madrina en un acto piadoso, de ayudar a los más necesitados, le da de comer, la protege de sí mismo.

40 Gramos de Dilthey: el saber es más bien una producción que una copia: el genio descubre/revela el espíritu de una época histórica. Aquí el contexto de la religión está muy presente, desde que la madrina se lo lleva a oír misa, Felipa se confiesa por él todos los días, porque está lleno de demonios y ella le prometió que cuando llegara al cielo iba a pedir por él, la madrina le "dice que si hay en su cuarto hay chinches y cucarachas y alacranes es porque me voy a ir a arder al infierno si sigo con mis mañas de pegarle a suelo con mi cabeza", y dice que nadie lo sacará del infierno ni siquiera Felipa que lo quiere tanto, ni el escapulario que le regaló la madrina. 

Arte como una obra: un hacer

30 Gramos de Bachelard. La imaginación creadora es la verdadera fuente de la intensificación de la vida anímica. La imaginación poética es una expansión de las potencias vitales y de ahí la dicha que proporciona y que comunica. La imagen es una novedad abre un porvenir del lenguaje. Me imagino los pensamientos de Felipa, los que Rulfo no insinúa ni escribe, me imagino el pueblo, la gente volcada en sus pensamientos y acciones de evitar el castigo, el infierno a toda costa, ir a misa, hacer obras buenas, adoptar a un demente. 

Vasos comunicantes
El goce estético no es un placer fundado en la ficción: ficticios son los elementos que emplea el artista, en cuanto son supuestos o virtuales; la resultante es un ejercicio real de la libertad/expansión de la conciencia en la dimensión imaginaria.  Le da al lector esa posibilidad divina de imaginar, de recrear sus pensamientos a partir de su obra. 
Una rosa amarilla, de Jorge Luis Borges.
Conocimiento: saber.

40 Gramos Origen clásico: la mímesis (el arte como imitación o copia de la realidad) de lo que un suceso se presenta y es reproducido en un cuento.

Arte como un conocimiento 

80 Gramos de Heiddenger. La obra de Borges nos lleva a conocer como el escritor Marino, tuvo la revelación en la víspera de su muerte, de la importancia de la existencia, del presente y no de la acumulación ni de riquezas, ni fama, ni gloria, expresa la verdad del ser. 

100 Gramos de Langer. El arte no es una copia o reproducción, es símbolo de una estructura compleja que corresponde a la dinámica vital de sentimientos no traducibles al lenguaje discursivo, porque constituye una individualidad orgánica. Una metáfora desarrollada y articulada. Desde el inicio exprese mi temor al preparar esta receta, ya que en apariencia su brevedad da la impresión de su facilidad y en mi preparación no fue así; este ingrediente me parece el medular de la receta ya que está plasmados del lenguaje metafórico, partiendo más que su comprensión su deleite de su profundidad ante la revelación de su muerte. 
 Reitero mi intención de ir al mercado a  aprende, y en esa búsqueda de conocimiento presento mis recetas.

Pregunta 4: ¿Qué es una palabra y que hace?

Deseo que la pretensión de ser auténtica no se confunda con necedad, de esas obcecadas y hasta molestas; este ejercicio lo entendí de la siguiente manera.
Les comparto mi práctica. 

La fábrica de palabras del ser; me lleva a pensar en las descripciones acompañadas de sus adjetivos donde a través de la palabra podemos expresar el qué y el cómo es; intención vital en toda comunicación.

De la fábrica del ser están identificadas con negritas.

Una rosa amarilla

Ni aquella tarde ni la otra murió el ilustre Giambattista Marino, que las bocas unánimes de la Fama (para usar una imagen que le fue caraproclamaron el nuevo Homero y el nuevo Dante, pero el hecho inmóvil y silencioso que entonces ocurrió fue en verdad el último día de su vida. Colmado de años y de gloria, el hombre se moría en un vasto lecho español de columnas labradas. Nada cuesta imaginar a unos pasos un sereno balcón que mira al poniente, y, más abajo, mármoles y laureles en un jardín que duplica sus graderías en un agua rectangular. Una mujer  ha puesto en una copa una rosa amarillael hombre murmura los versos inevitables, que a él mismo, para hablar con sinceridad, ya lo hastían un poco:

Púrpura del jardín, pompa del prado,
gema de primavera, ojo de abril...
Entonces ocurrió la revelación. Marino vio la rosa como Adán pudo verla en el paraíso, y sintió que ella estaba en su eternidad y no en sus palabras y que podemos mencionar o aludir pero no expresar y que los altos y soberbios volúmenes que formaban en un ángulo de la sala una penumbra de oro no eran (como su vanidad soñó) un espejo del mundo sino una cosa más agregada al mundo. Esta iluminación alcanzó Marino en la víspera de su muerte, y Homero y Dante acaso la alcanzaron también.


De la fábrica del hacer son los verbos, las acciones que se realizan.
Identificadas con cursiva y color rojo.

Mi rosa amarilla

Laureles y mármoles miran la gloria de su último día de vida, no se lleva ni la fama ni los altos y soberbios volúmenes que consideraba como el espejo del mundo. Quizá como Homero, Dante y Giambattista debamos imaginar que ponen en una copa la rosa amarilla antes de que sea demasiado tarde nuestra revelación. 

 Quinta pregunta: ¿Comer en el mismo plato? Sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, artículos, pronombres, preposiciones, conjunciones, sin atragantarse en el intento.

Recordando a mi MAESTRA ETHEL: Practicando, hasta que los dedos se muevan solitos

A una cómica difunta

Tan bien fingiste -amante, helada, esquiva-,

que hasta la Muerte se quedó dudosa

si la representaste como muerta

o si la padeciste como viva.

Luis de Sandoval Zapata


En este párrafo, observamos que  predomina el  ser con 9 apariciones; la Reina camina sólo cuatro ocasiones haciendo su labor activa; los pajecillos y las doncellas acompañan excelentemente al trabajo que nos obsequia el poeta. 
Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe.


En nuestros días la polémica intelectual se despliega en las páginas de los diarios las revistasen el sigloXVII las 
diferencias se ventilaban en el púlpito y sólo ocasionalmente se trasladaban a la imprenta. Sabemos que la Carta 
atenagórica provocó muchas discusiones y más de
un ataque encendido, según lo cuenta entre atemorizada 
complacida la misma Sor Juana. 

Octavio Paz. Pág. 84
En este texto de Octavio Paz, se observa la riqueza del ser, colocados muy bien la reina ordena lo que se haga; como el paso de los verbos parecieran dar la comprensión de la idea; los acompañamientos puntuales para el deleite de la información. 

Tome del primer texto al Rey:

Amante

Helada

Esquiva

Muerte
Dudosa

Muerta

Viva

Del segundo texto tomé a la Reina

Ventilaban

Trasladaban

Provocó

La Práctica es bella

Amante ventilaba esquivahelada se trasladaba 

la muerte, quizá dudosa de estar más muerta que
 viva.

Lo que provocó las anteriores líneas, es quizá la locuramalicia o ternura. 

Sexta pregunta: ¿Cuál es el coco ortográfico?

Compartiendo mi ejercicio
Desde 2° y 3° mi hijo que está cursando el 5° de Primaria, ha tenido situaciones en la escritura como: no saber con exactitud en un dictado la separación de las palabras al escribirlas, los acentos, las confusiones del uso de "b", "v", "j" "g ", "s", "c". 
En este año escolar el profesor ha sido más exigente en la escritura, cuando duda cómo se escribe una palabra se la pregunta y así ha ido mejorando.
El coco que utilice con él fue la "g". Al hacer el ejercicio me arrojó otros resultados las palabras que transcribió de un texto de Geografía, no tuvo mayor dificultad con el uso de la letra; sin embargo salieron otros; y fueron las tildes ya en el dictado omitió aproximadamente 8.
Él tenía curiosidad en relación a mi solicitud del ejercicio.
Ya que primero transcribió del libro, después paso un tiempo de 30 minutos y le pedí que ahora escribiera en dictado; el siguiente paso lo revisé y le fui diciendo que esas palabras no existían como las había escrito. Él se fue inmediatamente al libro y confirmó lo escrito.
Al final le explique lo que la Mtra. Ethel nos comentó de la letra cursiva y la separación de la tilde como una entidad diferente; así que él me dijo que es su actual maestro que pone atención a la escritura.

Séptima pregunta: ¿Puedo escribir el texto más bello de este mundo..?

Una invitación pendiente...
Puedo ya escribir los textos más bellos, estos días.
¿Hay esperanza?
Este mundo se cae a pedazos
los lazos que lo sostenían 
no son más que apariencias vanas
¿Dónde estás cordura, dónde estás sabiduría?
Quizá, nos has abandonado 
de tanta desesperanza
que tu alma entraña.

Camina y avanza
Tú, que te levantas
todas las mañanas
tú, que te arreglas,
tú, que te bañas.

No desfallezcas.

Aún, hay esperanza,
tus pasos te guían
camina y avanza; 
estudia, trabaja,
esfuérzate cada día.
Tu patria te llama.

En este ejercicio me llevó a seguir practicando y como nos decía la Dra. Ethel, sino podemos escribir el texto más bello tampoco podemos exigirlo.


Octava pregunta: ¿Qué necesito sacar de mi canasta?

Este ejercicio ya me lo había planteado un amigo en 1998. En ese entonces me encontraba frente a mi primer trabajo como maestra de Literatura del  Bachilleres 10, de Santa Rosa 30. Cada día que pasaba me desesperaba, a la mayoría de mis alumnos no le gustaba leer y además el programa era extenso.
Mi amigo me dijo: sí, uno solo de tus estudiantes 
disfruta la lectura, ahí tendrá fruto tu labor.  
Ahora a la distancia de 16 años, puedo comprende que la literatura no puede ser impuesta, que es un contagio gozoso.
Limpiando mis ideas; este curso me ha dado luz, en el camino del disfrute de la literatura, puedo contagiar mi alegría al leer, al ir avanzando en este mar de conocimientos que nos regalan los escritores. Y, sí; también enfrentar retos "La rosa amarilla", con su brevedad engañosa y la dificultad de entenderla. Ahora, me siento más angustiada ante el desafío de que mis alumnos se enamoren de la literatura.
Actitud inconveniente: lo primero que sacaré de mi canasta será, seguir a pie juntillas  los programas impuestos, pues aparte de ser ineficaces son otras veces inentendible para mí como maestra, y siempre me planteado ¿Por qué enseño esto?. ¿Cómo puedo exigírselo a mis alumnos? Mi actitud de sabelotodo no ayuda a los estudiantes a generar confianza para preguntar alguna duda.


Reglas inoperantes: Bajar puntos o condicionar a los estudiantes por la ortografía, sin dar pie a lo que la Dra. Krauze nos invito con la deliciosa simpleza; "esta palabra no existe, como está escrita". 

Dinámica contraproducente: Imponer la lectura de un único título en el grupo al mismo tiempo, he observado que esta forma promueve la copia, la búsqueda de trampas para cumplir con la obligación.  Creo que se puede empezar con breves lecturas e ir avanzando en base al gusto de la lectura. Alguna ocasión unos jóvenes de Preparatoria comentaban que alguno de sus compañeros leían sólo el principio se saltaban páginas y ahí iban. Aunque alguno en su honestidad dijo: de los 12 libros que debíamos leer, sólo leí uno y se medio me gustó.

Entre los deshechos que ya no puedo seguir cargando en mi canasta es la imposición que lleva al distanciamiento de mis patitos a la literatura. 

Gracias por todo.

Novena Pregunta. ¿Qué voy a meter en mi canasta?

Ahhhhhhhh, y es un largo aliento.
La propuesta de la Dra. Krauze, ya iniciada mi Literaturización, voy a meter la propuesta del cambio de paradigma, y voy a meter la poesía que hasta escozor me daba y ahora me doy cuenta que es por la falta de gozo, voy a compartir su belleza, su emoción.
Y mis plasmidios que ahora sé porque lo son, por todo lo que me han aportado a mí como persona, por la posibilidad de pensar y reflexionar lo que sucede a mí alrededor en la vida diaria.
Voy a meter esta convivencia, esta socialización del aprendizaje, esta propuesta del blog que es muy nutritiva; ya que la Dra. Krauze nos dice: “la tecnología no es enemiga, sépanla aprovechar”.
Voy a meter en mi canasta en cuanto lo localice “Cómo acercarse a la poesía”; ya que el soporte  teórico de la forma en que nos ha propuesta la Dra.; en el seminario ha sido amena, práctica, divertida.
Voy a desarrollar los juegos, tal como lo presentó la Dra.; la fábrica de las palabras es una manera entretenida, excitante, se presentan retos que tanto agradan a la mente humana.
Y por supuesto todas las experiencias que me ha dejado este paseo al mercado; ya no es más una obligación; sino una invitación.

Narrar mi primer día de clase
Voy a aprenderme el poema de Sor Juana Inés de la Cruz,
Al que ingrato me deja, busco amante”.
Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor hallo diamante; 
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata
y mato a quien me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo:
si ruego aquél, mi pundonor enojo: 
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo por mejor partido escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que de quien no me quiere, vil despojo.

Les platicaré el libro que Octavio Paz, escribió sobre la denominada décima musa; la investigación que hizo sobre la colonia, la importancia de la iglesia y de cómo la poeta se vio involucrada en un pleito entre jerarcas eclesiásticos.

Llevaré el poema fotocopiado para cada uno; les pediré que en voz baja den lectura y expresen lo que cada uno sintió; que si pueden dibujar alguna parte del poema o un sentimiento que les haya provocado.

Del sustento teórico tomaré “Las trampas de la fe”, de Octavio Paz, para adquirir los conocimientos que me permitirán enriquecer mi clase. Les hablaré acerca de la capacidad que todos poseemos para escribir, para plasmar lo que sentimos, lo que pensamos. Les hablaré de mi maestra Ethel Krauze, los invitaré a que lean Relámpagos.



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