Seis meses de beca teatral
Pensándolo
bien… No es necesario planear tanto porque ya he andado una parte del camino. Tengo
un pequeño grupo de teatro con mis alumnos de prepa, que se llama Sombras para
Armar y que se formó como una actividad aparte de la escuela.
Con
ellos hemos hecho varias obras, pero en este momento tenemos en repertorio
tres: La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca; Chippendale de Ricardo
Garibay, y El tercer Fausto de Salvador Novo. También pertenezco a una compañía
de la Casa de Cultura de Cuautla (en la que también imparto el Taller de
Teatro); en ella estamos montando El árbol de Elena Garro.
Hace
unas semanas llevamos La casa de Bernarda Alba a una escuela, a la que nos
invitó mi compañero Hernán Cortés: el Colegio de Bachilleres de Hueyapan,
Morelos. Tuvimos una experiencia maravillosa, al presentarnos ante unos alumnos
ávidos de cultura y de teatro. Todos estábamos muy emocionados, tanto las
actrices como los espectadores. Hubo risas, lágrimas, abrazos, fotos y todo.
Ese día fue inolvidable y si tuviera seis meses libres de todo, eso haría:
llevar el teatro a los jóvenes de esas comunidades del país que no pueden o no
tienen los medios para asistir a las funciones en otros lugares. El ver y
sentir las emociones de “mis muchachas” y las de los jóvenes estudiantes de
Hernán fue algo que me movió mucho por dentro y quisiera compartirlo. Sobre
todo porque nuestra actividad no se trata de llevar alguna obra de teatro
cualquiera a las escuelas, sino que parto de la idea de hacer teatro con
adolescentes, que no son actores, pero que se dan la oportunidad de subirse al
escenario para expresar lo que sienten. Además, los verán jóvenes como ellos, y
esos espectadores verán que si quieren, ellos también pueden hacerlo.
Primer mes:
Preparar carpetas de presentación de La casa de Bernarda Alba para ofrecerla en
escuelas. (Ya se presentó la carpeta en UNILA, Cuautla). Ensayos de El árbol. Hacer una lista de posibles escuelas para ofrecer las obras.
*Preparar
carpetas de presentación de Chippendale y El tercer Fausto para foros pequeños
y espacios al aire libre, pues estas obras sí se prestan para más público. Además
comenzar presentaciones de El árbol con la Compañía de la Casa
de Cultura de Cuautla.
Segundo
mes: Comenzar el montaje de una obra que yo escribí hace tiempo y que habla
de la violencia en el noviazgo. Se llama Lo hago porque te quiero. Esto llevará
un par de meses por lo menos. Será el tiempo en que ofrezcamos las otras obras en diferentes lugares y demos funciones.
Tercer mes: Mientras
doy funciones en las escuelas que hayan aceptado se ensaya la mía, comenzaré a planear el montaje
también de una obra que quiero mucho de mi dramaturgo favorito: Todos eran mis
hijos de Arthur Miller. Ya tengo algunas personas que podrán hacer los
personajes. Solo es cosa de proponerlo. Esto no es para las escuelas, pero lo
haré porque quiero darme el gusto de montarla. Es una de mis metas: poner en
escena obras de este autor. También me gustan mucho Panorama desde el puente y
Las brujas de Salem. Pero para empezar está
bien esta.
Cuarto mes:
ya está lista Lo hago porque te quiero, así que hay que comenzar a ofrecerla en las escuelas en las que ya nos hemos presentado. La estrenaremos en la escuela en la que doy clases: una o dos presentaciones para ir tomando ritmo. Luego la llevamos a la Casa de Cultura de
Cuautla, para enfrentarnos al público. Y comenzamos en escuelas. Ya empezamos a
ensayar Todos eran mis hijos.
Quinto mes: Ahora damos funciones de cuatro obras diferentes en varias escuelas. ¡Funciones y más funciones! También vamos a festivales de teatro. En Morelos y
fuera del estado. Seguimos ensayando Todos eran mis hijos.
*Preparar pruebas y carpetas para solicitar nuestra participación en las
Jornadas Alarconianas, el Festival Palafoxiano, y para rematar, el Festival de
Teatro Universitario y el Cervantino. Muchos alumnos de escuelas en que nos
hemos presentado desean integrarse a nuestra compañía de jóvenes. Todos son bien recibidos. Muchos maestros y directores de escuelas quieren talleres de teatro para sus propios alumnos y maestros. Las compañías, ambas, han crecido mucho, pues todos quieren participar con nosotros...
Sexto mes:
entre funciones en escuelas, foros, parques, centros culturales y teatros de varios estados cerraremos con el
estreno de Todos eran mis hijos. Se hará en el teatro de la que es ahora mi ciudad y
con la que estoy sumamente agradecida porque me ha permitido hacer todo esto y
llegar hasta aquí. Estrenamos en el Teatro Narciso Mendoza de la ciudad de
Cuautla, Morelos. Invitamos a mucha gente que hemos conocido a lo largo de
nuestras giras. Todos están aquí y ¡aplauden, aplauden aplauden! También están mis padres, mi familia, mis amigos. Por si fuera poco, no en la primera fila, sino en la cuarta y en el centro (que es donde están los mejores lugares para apreciar una obra de teatro y la zona que se reserva para la gente especial) están mis compañeros de la maestría y la doctora Ethel Krauze, acompañada de su esposo, su hija y un par de amigas.
Y
como decía mi abuela: “De aquí pa’l real…”.
Doctora
Krauze: Luego de mi pregunta acerca de que si podíamos fantasear, debo decirle
que sí fantaseé, pero esa fantasía fue real porque tiene cimientos en la
realidad. Y me di cuenta de que todo lo que había narrado podía hacerlo, de
hecho ya lo estaba haciendo. Además tengo los medios y las ganas para ello
(solo a veces me falta tiempo). Tal vez me lleve un poco más de seis meses
porque no tengo una beca y debo hacer otras tantas cosas, pero descubrí que
deseo con todas mis fuerzas llegar a las metas que propuse, pues cuando lo
releí me emocioné mucho y, sin darme cuenta, los planes cobraron forma y tiempo
real. Gracias por hacer que nos estrellemos en la pared de nuestros deseos,
porque solo así vemos que están ahí, frente a nosotros.
Qué bonito es fantasear y no caer de bruces, ¿verdad? para que nunca caigan, es necesario que incluyan el aprendizaje en su beca-proyecto. La mayoría de las propuestas aquí vertidas se refieren a lo que harán, y no tanto a lo que quieren/deben/necesitan/les gustaría APRENDER, y entonces, trazar el plan de cómo y dónde aprender. No es posible que un docente/profesor/maestro, quiera que sus alumnos aprendan y él/ella ya no se sienta parte del mismo proceso de aprendizaje. No lo pongo aquí por ti en particular, sino que aprovecho el espacio para hacer este comentario general para todos. Lo veremos más ampliamente en clase. De cualquier modo, veo el esfuerzo que han hecho para salirse de los paradigmas anquilosados, y aplaudo este comedimiento
ResponderEliminarEres una actriz incansable... Con ese ritmo vas a quedar exhausta o enferma. Ya lo estás logrando... Sigue adelante.
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