Tercera y cuarta tienda:
Un género, una corriente, un autor y la comparación con otro.
Por Hernán Cortés Romero
Entremos a la obra literaria por medio de la
corriente. Elegí un cuento de Rulfo llamado “Paso del Norte”. Esta obra
literaria se inscribe en una corriente literaria llamada “Realismo mágico o
real maravilloso”. Averigüé la
definición del realismo mágico y encontré en el diccionario la siguiente: Alejo
Carpentier desarrolló la tesis de lo “real maravilloso como rasgo central del
continente americano, donde la mezcla de culturas, religiones e ideologías ha
producido y produce acontecimientos fronterizos entre la historia y la leyenda,
entre los hechos y la fantasía o, en síntesis, entre la realidad propiamente
dicha y la ficción creativa”.[1]
Entonces el realismo mágico no es completamente realista y tampoco completamente
fantástico, es un híbrido que surgió en américa latina en los años sesenta con
el llamado boom latinoamericano.
Rulfo publicó sus cuentos (que hacen un conjunto en “El
Llano en llamas”) a principios de los cincuenta. Es heredero de la novela
realista de la revolución mexicana, pero utilizó los nuevos modos de contar una
historia de los grandes novelistas del siglo XX.[2]
Felipe garrido menciona algunos de los recursos narrativos utilizados por
Rulfo: “la forma dialogada, el monólogo interior, la dislocación de los planos
temporales, la simultaneidad de planos, la eliminación del autor como narrador,
la introspección, el paso lento, la insistencia en detalles relativamente
insignificantes, la omisión de hechos espectaculares, la preferencia por la
evocación y la alusión sobre la descripción.”[3]
Para algunos los relatos de Rulfo podrían
parecer una gran invención que no tiene sustento en la realidad; sin embargo,
Felipe Garrido afirma que los relatos están insertos en los condicionamientos
de la economía, la política, la sociedad y la cultura de la época. La miseria,
la ambición sin escrúpulos, los pueblos deshabitados, etc, corresponden a “una
situación histórica y geográfica concreta, aunque en sus textos aparezca
convertido en una clase de suprarrealidad.” [4]
¿Son reales o no son reales los personajes?
¿Son reales o no son reales las situaciones que observamos en los relatos de
Rulfo? Rulfo afirmó que sus cuentos y su
novela Pedro Páramo no eran una
autobiografía, ni tampoco correspondían a personajes de la realidad. El afirmó
“que los personajes conocidos no le daban la realidad que necesitaba, mientras
los personajes imaginados sí se la daban.”[5]
Rulfo también afirmó que lo importante de un escritor es su “poder
imaginativo”. “La fuerza de la imaginación es tan poderosa que puede
acondicionar los hechos reales.”[6]
¿Qué es lo que hace a las “historias” de
Rulfo parecer “mágicas” y “reales” al mismo tiempo? ¿Cómo es que sus relatos se
consideran “reales maravillosos” o parte de la corriente llamada realismo
mágico? Garrido menciona que “Rulfo trabaja historias que trabajan los
realistas”, pero “lo que distingue a un escritor de otro es su técnica, los
recurso de que dispone para contar.”[7]
¿Qué vamos a decir en cuanto al tema de la
obra de Rulfo? ¿Hay variedad de temas?
Garrido sostiene que el tema de la obra de Rulfo es la muerte, la muerte
violenta. Sus cuentos giran en torno a un hecho violento. Sus personajes son
violentos. La violencia, la culpa y la presencia constante de la muerte son
parte de la condición humana para Rulfo. También Garrido afirma que “los actos
de cada hombre son una costra de la que no puede desprenderse: el pasado se
encuentra siempre presente, se va acumulando inexorablemente.”[8]
Otra característica de la narrativa rulfiana
es la anulación del acontecer temporal. Rulfo-continúa Garrido- hace que las voces de los narradores
suenen siempre desde el presente. “No porque la acción se desarrolle en el
momento mismo en que se relata, sino porque el narrador recuerda, desde su
presente, sucesos ocurridos tiempo atrás.” [9]
En el relato de Rulfo, del tiempo presente se va al pasado; del pasado se
vuelve al tiempo presente. Rulfo encima el plano temporal del ahora de la
narración con el del pasado de los acontecimientos, así consigue sustraer del
curso del tiempo el relato. “Lo que cuenta no está sucediendo, aunque a veces
tengamos la impresión de que es así: ya ocurrió tiempo atrás; los protagonistas
son a la vez narradores.” [10]
En la novela Pedro Páramo hay una galería de personajes muertos que hablan de
su vida.
Garrido afirma que Rulfo dejó a un lado el
sentimentalismo para ahondar más en la angustia esencial del hombre, en su
condición primigenia, y lo hizo a partir de seres humanos arraigados en la
tierra y en el tiempo. Rulfo dejó que
esa angustia existencial del hombre se manifestara por las palabras mismas de
los personajes, sin intervenciones aclaratorias del autor.[11]
Otro elemento en la narrativa rulfiana es el
humor. Garrido dice que para Rulfo el humor es un recurso, que no busca
simplemente provocar una sonrisa en el lector, sino “le permite arrojar luz
sobre otras regiones de la condición humana, examinar la vida desde otra
perspectiva, equilibrar la tensión de sus relatos.” El humorismo en
Rulfo-continúa Garrido- es esa suprema manera de compasión hacia los hombres
que le permite advertir, incluso en la tragedia, ese aliento de profunda ironía
con que la vida suele envolvernos.[12]
Vayamos ahora a la obra de Rulfo. Su cuento
“Paso del Norte” tiene el tema de la relación padre-hijo, de la pobreza, de la migración,
de la muerte en el cruce de la frontera con Estados unidos de américa, y del
regreso a la patria. Es un cuento que en casi su totalidad es un diálogo: Un diálogo
entre el padre y el hijo antes de su partida al norte y un diálogo al regreso
de su viaje al norte. Hay una parte intermedia en que observo que un narrador
describe el proceso migratorio de los ranchos a los pueblos, de los pueblos a
las ciudades; y en las ciudades “la gente se perdía; se disolvía entre la gente.”[13]
Enseguida de estas oraciones continúa un
diálogo sin guiones, luego vendrá el último diálogo. Y en este último diálogo
el protagonista(hijo) se convierte en un narrador de lo que le ocurrió en el
cruce en el paso del norte. Y dentro de
la narración hay un diálogo con guiones entre el protagonista y el agente
uniformado de migración. Luego que el protagonista termina su narración que
incluye el diálogo con el agente uniformado de migración, ahora vuelve al diálogo
con su padre y el desenlace.
En cuanto a los personajes, observo que el
padre es un versificador, amante del lenguaje poético; mientras su hijo es un
hombre que no sabe utilizar el lenguaje, que se ocupa de mercar puercos y que
está persuadido que tiene que viajar a Estados unidos de américa para salir de
la pobreza y del hambre. La fuerza del lenguaje está en los parlamentos de los personajes, no en la
narración; los personajes hablan por sí mismos, sin que el narrador intervenga,
como afirma Felipe Garrido.[14]
La estructura del cuento es un diálogo
entre el padre y el hijo, luego hay una brevísima narración, y continúa el diálogo
entre el padre y el hijo en el que se incluye una narración. Y finalmente,
vuelve al diálogo original del padre y el hijo y el desenlace. Daniel Sada
recuerda que Juan Rulfo dijo que sus cuentos tienen una estructura diferente
cada uno, que “no hay recetas…cada cuento, cada asunto requiere una solución diferente.”[15]
Sada afirma que no hay un modelo de cuento que Rulfo haya inventado y al que se
atenga. Sada recuerda que Rulfo criticaba a los escritores que se guiaban por fórmulas
o recetas.
Sada afirma que los personajes rulfianos no
modifican la realidad, sino que están condicionados por las circunstancias, las
situaciones son las que finalmente determinan el espíritu humano y las
necesidades del ser humano son más importantes que su voluntad. Rulfo afirmaba
que el ser humano vivía en un contexto social que lo determinaba, que una
persona no podía modificar ciertos parámetros sociales inalterables.[16]
Otra característica de la narrativa
rulfiana- continúa Sada- es que hay algo
en los relatos de Rulfo que lo conecta con la literatura griega, los trágicos griegos,
con Eurípides y Sófocles. “El arte nace de un enigma, ésta es la concepción más
clásica y más griega. La poesía, la
literatura, el arte en general nace de un enigma, y no necesariamente el arte
es una aclaración de las cosas, sino una
preservación del enigma. Uno escribe literatura para preservar el enigma;
cuando yo leo a Rulfo siempre, cualquier línea que lea de Rulfo, no importa cuál,
siempre hay ahí un aura de misterio y de enigma.” [17]
En el cuento Paso del norte el hijo parece
que está condenado a la pobreza, a la miseria, a sufrir, sin poder romper el
ciclo de hambre. ¿Podríamos comparar el cuento “Paso del norte” con otro cuento
de Rulfo llamado “Es que somos muy pobres”? ¿Cuáles son las semejanzas y las
diferencias? En cuanto a la estructura, observo que el cuento Es que somos muy
pobres sí tiene un narrador de principio a fin, no hay diálogo directo entre
los personajes. Su tema también es la muerte, la pobreza, el hambre y la frustración.
Comienza con la muerte de la tía Jacinta, luego con la lluvia que no cesa, el
río que se desborda, la inundación en el pueblo, los animales que se lleva el río, entre ellos la vaca serpentina de Tacha.
La vaca que el padre le había comprado a Tacha para que tuviera un capital para
casarse.
Las circunstancias, el destino, la muerte,
siguen a la familia hasta quitarles la esperanza de que Tacha cambiara su
futuro. Si las hijas pirujas ya eran una vergüenza para la familia, la esperanza
estaba en Tacha. Pero el río crecido se llevó
aquella esperanza y Tacha estaba “condenada” a repetir la historia,
siendo piruja como sus hermanas. Las desgracias se suceden, como las olas del
mar, hasta despojar a la familia de todas las esperanzas. Los personajes
parecen incapaces de modificar la realidad, están a merced de los fenómenos naturales,
del destino trágico, como ya mencionó Sada. Y luego el narrador, que es el hijo
de la familia, señala que los dos pechitos de la tacha “se movían de arriba abajo,
sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar
por su perdición.”[18]
En cada cuento de Rulfo vemos una estructura
diferente, cada situación tiene una solución distinta. No hay recetas, ni fórmulas-como
dijo Rulfo- para escribir un cuento. Cada cuento usa diferentes recursos para
contar, entre ellos el diálogo o un narrador. Coinciden en la muerte como tema
y los personajes no pueden cambiar la realidad, sino que el destino se impone a
la voluntad humana. Hay enigmas- como mencionó Sada- que se preservan, como el
futuro de Tacha.
[1] Diccionario
de Literatura Universal, OCEANO, España, 2004, p. 857.
[2]
Felipe Garrido: “Juan Rulfo, vida y obra”,
Juan Rulfo, imagen y obra escogida, UNAM, Colección México y la
unam /72, México, 1984, pp. 30-31.
[3] Idem.
[4] Ibidem. p.28.
[5] Ibidem. p.23.
[6] Ibidem.p.25.
[7] Ibidem. pp.30-31.
[8] Ibidem. p.29.
[9] Ibidem. pp.31-32.
[10] Idem.
[11] Ibidem. p.25
[12] Ibidem. pp.33-35.
[13]
Juan Rulfo: “Paso del Norte”, Pedro Páramo, El llano en llamas, Planeta,
México, 2007, p.224.
[14] Garrido,
op. cit., p.25.
[15]
Entrevista a Daniel Sada: “Juan Rulfo: la escritura y la preservación del
enigma”, Tríptico para Juan Rulfo, UNAM, México, MMVI, p.307.
[16] Ibidem, pp.313, 314.
[17] Idem.
[18] Juan
Rulfo: “Es que somos muy pobres”, Pedro Páramo, El llano en llamas,
Planeta, México, 2007, p.148.
Hernán, me pareció muy bueno el análisis que hiciste sobre el cuento de Rulfo. Mi pregunta es (porque no estuve la clase pasada) no había que comparar dos cosas, dos textos?
ResponderEliminarKyra tiene razón en el sentido de que NO SE NOTA CLARAMENTE que estés comparando dos cuentos, sino que en función del primero que sí analizas, lo relacionas con el segundo que queda apenas esbozado.
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