miércoles, 4 de noviembre de 2015

Tercera y cuarta tienda: Un género, una corriente, un autor y la comparación con otro.

    Por Hernán Cortés Romero

  Entremos a la obra literaria por medio de la corriente. Elegí un cuento de Rulfo llamado “Paso del Norte”. Esta obra literaria se inscribe en una corriente literaria llamada “Realismo mágico o real maravilloso”.  Averigüé la definición del realismo mágico y encontré en el diccionario la siguiente: Alejo Carpentier desarrolló la tesis de lo “real maravilloso como rasgo central del continente americano, donde la mezcla de culturas, religiones e ideologías ha producido y produce acontecimientos fronterizos entre la historia y la leyenda, entre los hechos y la fantasía o, en síntesis, entre la realidad propiamente dicha y la ficción creativa”.[1] Entonces el realismo mágico no es completamente realista y tampoco completamente fantástico, es un híbrido que surgió en américa latina en los años sesenta con el llamado boom latinoamericano.
    
    Rulfo publicó  sus cuentos (que hacen un conjunto en “El Llano en llamas”) a principios de los cincuenta. Es heredero de la novela realista de la revolución mexicana, pero utilizó los nuevos modos de contar una historia de los grandes novelistas del siglo XX.[2] Felipe garrido menciona algunos de los recursos narrativos utilizados por Rulfo: “la forma dialogada, el monólogo interior, la dislocación de los planos temporales, la simultaneidad de planos, la eliminación del autor como narrador, la introspección, el paso lento, la insistencia en detalles relativamente insignificantes, la omisión de hechos espectaculares, la preferencia por la evocación y la alusión sobre la descripción.”[3]

    Para algunos los relatos de Rulfo podrían parecer una gran invención que no tiene sustento en la realidad; sin embargo, Felipe Garrido afirma que los relatos están insertos en los condicionamientos de la economía, la política, la sociedad y la cultura de la época. La miseria, la ambición sin escrúpulos, los pueblos deshabitados, etc, corresponden a “una situación histórica y geográfica concreta, aunque en sus textos aparezca convertido en una clase de suprarrealidad.” [4]

    ¿Son reales o no son reales los personajes? ¿Son reales o no son reales las situaciones que observamos en los relatos de Rulfo? Rulfo afirmó  que sus cuentos y su novela  Pedro Páramo no eran una autobiografía, ni tampoco correspondían a personajes de la realidad. El afirmó “que los personajes conocidos no le daban la realidad que necesitaba, mientras los personajes imaginados sí se la daban.”[5] Rulfo también afirmó que lo importante de un escritor es su “poder imaginativo”. “La fuerza de la imaginación es tan poderosa que puede acondicionar los hechos reales.”[6]

   ¿Qué es lo que hace a las “historias” de Rulfo parecer “mágicas” y “reales” al mismo tiempo? ¿Cómo es que sus relatos se consideran “reales maravillosos” o parte de la corriente llamada realismo mágico? Garrido menciona que “Rulfo trabaja historias que trabajan los realistas”, pero “lo que distingue a un escritor de otro es su técnica, los recurso de que dispone para contar.”[7]

    ¿Qué vamos a decir en cuanto al tema de la obra de Rulfo? ¿Hay variedad  de temas? Garrido sostiene que el tema de la obra de Rulfo es la muerte, la muerte violenta. Sus cuentos giran en torno a un hecho violento. Sus personajes son violentos. La violencia, la culpa y la presencia constante de la muerte son parte de la condición humana para Rulfo. También Garrido afirma que “los actos de cada hombre son una costra de la que no puede desprenderse: el pasado se encuentra siempre presente, se va acumulando inexorablemente.”[8]
   Otra característica de la narrativa rulfiana es la anulación del acontecer temporal. Rulfo-continúa  Garrido- hace que las voces de los narradores suenen siempre desde el presente. “No porque la acción se desarrolle en el momento mismo en que se relata, sino porque el narrador recuerda, desde su presente, sucesos ocurridos tiempo atrás.” [9] En el relato de Rulfo, del tiempo presente se va al pasado; del pasado se vuelve al tiempo presente. Rulfo encima el plano temporal del ahora de la narración con el del pasado de los acontecimientos, así consigue sustraer del curso del tiempo el relato. “Lo que cuenta no está sucediendo, aunque a veces tengamos la impresión de que es así: ya ocurrió tiempo atrás; los protagonistas son a la vez narradores.” [10] En la novela Pedro Páramo hay una galería de personajes muertos que hablan de su vida.

    Garrido afirma que Rulfo dejó a un lado el sentimentalismo para ahondar más en la angustia esencial del hombre, en su condición primigenia, y lo hizo a partir de seres humanos arraigados en la tierra y en el tiempo. Rulfo dejó  que esa angustia existencial del hombre se manifestara por las palabras mismas de los personajes, sin intervenciones aclaratorias del autor.[11]

   Otro elemento en la narrativa rulfiana es el humor. Garrido dice que para Rulfo el humor es un recurso, que no busca simplemente provocar una sonrisa en el lector, sino “le permite arrojar luz sobre otras regiones de la condición humana, examinar la vida desde otra perspectiva, equilibrar la tensión de sus relatos.” El humorismo en Rulfo-continúa Garrido- es esa suprema manera de compasión hacia los hombres que le permite advertir, incluso en la tragedia, ese aliento de profunda ironía con que la vida suele envolvernos.[12]

    Vayamos ahora a la obra de Rulfo. Su cuento “Paso del Norte” tiene el tema de la relación padre-hijo, de la pobreza, de la migración, de la muerte en el cruce de la frontera con Estados unidos de américa, y del regreso a la patria. Es un cuento que en casi su totalidad es un diálogo: Un diálogo entre el padre y el hijo antes de su partida al norte y un diálogo al regreso de su viaje al norte. Hay una parte intermedia en que observo que un narrador describe el proceso migratorio de los ranchos a los pueblos, de los pueblos a las ciudades; y en las ciudades “la gente se perdía; se disolvía entre la gente.”[13] Enseguida de estas oraciones continúa  un diálogo sin guiones, luego vendrá el último diálogo. Y en este último diálogo el protagonista(hijo) se convierte en un narrador de lo que le ocurrió en el cruce  en el paso del norte. Y dentro de la narración hay un diálogo con guiones entre el protagonista y el agente uniformado de migración. Luego que el protagonista termina su narración que incluye el diálogo con el agente uniformado de migración, ahora vuelve al diálogo con su padre y el desenlace.

   En cuanto a los personajes, observo que el padre es un versificador, amante del lenguaje poético; mientras su hijo es un hombre que no sabe utilizar el lenguaje, que se ocupa de mercar puercos y que está persuadido que tiene que viajar a Estados unidos de américa para salir de la pobreza y del hambre. La fuerza del lenguaje está  en los parlamentos de los personajes, no en la narración; los personajes hablan por sí mismos, sin que el narrador intervenga, como afirma Felipe Garrido.[14]

    La estructura del cuento es un diálogo entre el padre y el hijo, luego hay una brevísima narración, y continúa el diálogo entre el padre y el hijo en el que se incluye una narración. Y finalmente, vuelve al diálogo original del padre y el hijo y el desenlace. Daniel Sada recuerda que Juan Rulfo dijo que sus cuentos tienen una estructura diferente cada uno, que “no hay recetas…cada cuento, cada asunto requiere una solución diferente.”[15] Sada afirma que no hay un modelo de cuento que Rulfo haya inventado y al que se atenga. Sada recuerda que Rulfo criticaba a los escritores que se guiaban por fórmulas o recetas.

   Sada afirma que los personajes rulfianos no modifican la realidad, sino que están condicionados por las circunstancias, las situaciones son las que finalmente determinan el espíritu humano y las necesidades del ser humano son más importantes que su voluntad. Rulfo afirmaba que el ser humano vivía en un contexto social que lo determinaba, que una persona no podía modificar ciertos parámetros sociales inalterables.[16]

      Otra característica de la narrativa rulfiana- continúa  Sada- es que hay algo en los relatos de Rulfo que lo conecta con la literatura griega, los trágicos griegos, con Eurípides y Sófocles. “El arte nace de un enigma, ésta es la concepción más clásica  y más griega. La poesía, la literatura, el arte en general nace de un enigma, y no necesariamente el arte es una aclaración  de las cosas, sino una preservación del enigma. Uno escribe literatura para preservar el enigma; cuando yo leo a Rulfo siempre, cualquier línea que lea de Rulfo, no importa cuál, siempre hay ahí un aura de misterio y de enigma.” [17]

  En el cuento Paso del norte el hijo parece que está condenado a la pobreza, a la miseria, a sufrir, sin poder romper el ciclo de hambre. ¿Podríamos comparar el cuento “Paso del norte” con otro cuento de Rulfo llamado “Es que somos muy pobres”? ¿Cuáles son las semejanzas y las diferencias? En cuanto a la estructura, observo que el cuento Es que somos muy pobres sí tiene un narrador de principio a fin, no hay diálogo directo entre los personajes. Su tema también es la muerte, la pobreza, el hambre y la frustración. Comienza con la muerte de la tía Jacinta, luego con la lluvia que no cesa, el río que se desborda, la inundación en el pueblo, los animales que se lleva el  río, entre ellos la vaca serpentina de Tacha. La vaca que el padre le había comprado a Tacha para que tuviera un capital para casarse.

     Las circunstancias, el destino, la muerte, siguen a la familia hasta quitarles la esperanza de que Tacha cambiara su futuro. Si las hijas pirujas ya eran una vergüenza para la familia, la esperanza estaba en Tacha. Pero el río crecido se llevó  aquella esperanza y Tacha estaba “condenada” a repetir la historia, siendo piruja como sus hermanas. Las desgracias se suceden, como las olas del mar, hasta despojar a la familia de todas las esperanzas. Los personajes parecen incapaces de modificar la realidad, están a merced de los fenómenos naturales, del destino trágico, como ya mencionó Sada. Y luego el narrador, que es el hijo de la familia, señala que los dos pechitos de la tacha “se movían de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición.”[18]

  En cada cuento de Rulfo vemos una estructura diferente, cada situación tiene una solución distinta. No hay recetas, ni fórmulas-como dijo Rulfo- para escribir un cuento. Cada cuento usa diferentes recursos para contar, entre ellos el diálogo o un narrador. Coinciden en la muerte como tema y los personajes no pueden cambiar la realidad, sino que el destino se impone a la voluntad humana. Hay enigmas- como mencionó Sada- que se preservan, como el futuro de Tacha.





[1] Diccionario de Literatura Universal, OCEANO, España, 2004, p. 857.
[2] Felipe Garrido: “Juan Rulfo, vida y obra”,  Juan Rulfo, imagen y obra escogida, UNAM, Colección México y la unam /72, México, 1984, pp. 30-31.
[3] Idem.
[4] Ibidem. p.28.
[5] Ibidem. p.23.
[6] Ibidem.p.25.
[7] Ibidem. pp.30-31.
[8] Ibidem. p.29.
[9] Ibidem. pp.31-32.
[10] Idem.
[11] Ibidem. p.25
[12] Ibidem. pp.33-35.
[13] Juan Rulfo: “Paso del Norte”, Pedro Páramo, El llano en llamas, Planeta, México, 2007, p.224.
[14] Garrido, op. cit.,  p.25.
[15] Entrevista a Daniel Sada: “Juan Rulfo: la escritura y la preservación del enigma”, Tríptico para Juan Rulfo, UNAM, México, MMVI, p.307.
[16] Ibidem, pp.313, 314.
[17] Idem.
[18] Juan Rulfo: “Es que somos muy pobres”, Pedro Páramo, El llano en llamas, Planeta, México, 2007, p.148.

2 comentarios:

  1. Hernán, me pareció muy bueno el análisis que hiciste sobre el cuento de Rulfo. Mi pregunta es (porque no estuve la clase pasada) no había que comparar dos cosas, dos textos?

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  2. Kyra tiene razón en el sentido de que NO SE NOTA CLARAMENTE que estés comparando dos cuentos, sino que en función del primero que sí analizas, lo relacionas con el segundo que queda apenas esbozado.

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