martes, 27 de mayo de 2014

SEXTA PRUEBA DE FUEGO.Búsquedas creativas. Por Amado Ocampo Bahena.

SEXTA PRUEBA DE FUEGO...
Por Amado Ocampo Bahena
LLEVA TU EQUIPAJE: ¿SERÁS EL CRÍTICO?

Ser crítico de un texto, no es fácil, se necesita aprender a escuchar y valorar al otro tal cual, pues sus palabras escritas son parte de su vida, de su ser en el mundo. En realidad, es un momento que revela nuestra capacidad de salir al encuentro y buscar relación de identidad, de pertenencia, de proximidad. Es un evento de esplendor humano en el interior del aula.
1.  Revisa qué guardas:
Guardo en el baúl de mi intelecto y corazón: capacidad de empatía, de encuentro sincero, respeto por el otro, entusiasmo y sorpresa por lo que se pueda compartir, y si mi texto es el criticado, es bueno ponerse en el espejo y valorarme en la intención de las líneas, ponerlas en la balanza del tiempo en que han sido escritas, comprender las situaciones que hacia allá me orientaron y las múltiples respuestas que surgirán en el presente.
La Filosofía, la Teología, la Historia del Arte, la investigación educativa han abierto mis ansias de transcender cada momento que vivo. De modo que, compartir lo propio o aprender a disfrutar de lo que se comparte, me es necesario para continuar caminando, realizándome en la historia. Las sesiones en el aula de didáctica de la creación literaria, son la vida, el dinamismo, la inclusión, la trama humana de lo cotidiano, somos el mundo en un pequeño espacio, las letras, el intervenir, soprenderse por lo compartido, aprender  a aceptar errores y descubrir nuevos caminos juntos, son valores que nos abren a una esperanza de convivencialidad humana, tan necesaria en nuestra historia presente. Un texto escrito es espíritu humano, es experiencia y utopía, proyecto, sinceridad, descubrimiento… si se comparte, si se discute o crítica es construcción de humanidad, gracias al lenguaje que nos relaciona.
2.     Clasifica tus recursos – 3. Jerarquiza y organiza.
Valoramos la siguiente jerarquía de los criterios propuestos durante las sesiones pasadas, como un punto de partida para emitir un juicio didáctico literario:
1.  Se ha de valorar que todo escrito, es fruto del espíritu humano, pues las letras son fruto del pensamiento y de la acción vivida, de los sueños o utopías, que al fin revelan algo de lo que es el hombre. 
2.  No etiquetar al autor, solo ver, saborear su propuesta. APRENDER A ESCUCHAR AL OTRO.
3. Observar por medio de una lectura previa, si está escrito para ser leído de corrido de principio a fin (unidad de efecto).
4.  Es necesaria la aplicación de un modelo estructural, semántico, alegórico,
etc. 

5. Se ha de notar claridad gramatical, sintáctica, semántica, etc.
6. Valorar la ortografía: signos de puntuación que revelan el modo de su lectura o apreciación de sentido.
7. Se ha de notar el uso de adjetivos  en la descripción general.
8. El texto puede revelar el contexto.
9.Se valora la descripción o presentación de los personajes principales, sus acciones, paisajes o situaciones.
10.Se ha de valorar la presencia implícita del autor como narrador, en la  voz
personificada.
11.Presenta una estructura narrativa: La trama está construida a partir de hechos (reales o imaginarios) entrelazados  en un formato: situación inicial, desarrollo o clímax o nudo,  y desenlace.
12.Valorar el tema general, el hilo conductor.
13.Se ha de tener presente en la descripción general, el estudio o interpretación de las alegorías y comparaciones de diverso contexto.
14.Se toma en cuenta el tiempo gramatical en el que se escribe: pasado, presente, futuro.
15.Tomar en cuenta el lenguaje poético, discursivo, dialéctico, etc.
16. En general, tomando en cuenta, la semántica, hay que valorar la simbología general del texto y contexto.
17.Valorar el género en que se puede incluir.
18.Valorar, por último, los caminos de reflexión que sugiere el texto: moral, filosófica, aporta esperanza, si solo es una descripción, es fruto de un contexto social, psicológico, religioso, cultural, biológico,
ecológico, etc.

4.     Qué vas a dejar fuera porque no te va a servir para este lugar
a.     El conformismo.  Es decir, aprender a compartir el detalle que pueda enriquecer al otro, según los textos leídos o la experiencia adquirida y no guardarlo egoístamente.
b.     La indiferencia. Es decir, no permitirme callar si algo se ha valorado, descubierto o saboreado al
escuchar.
c.      La arrogancia.
d.     La no apertura.

5.     Qué cosas nuevas vas a incluir para esta ocasión
Independientemente del género literario que preparen los compartan los compañeros, recuerdo que la Filosofía me permitió estructurar la lógica de la reflexión a la hora de enfrentarnos a la hermenéutica de alguna obra de alguno de los amigos filósofos. Es, en sí, una estrategia de análisis de textos, que he tratado de aplicar con los alumnos y que he enriquecido gracias a los aportes recibidos en el presente seminario.

1. Fijar metas y objetivos comunes antes de leer el texto. Este tema es el punto de partida para generar disposición en el grupo y por tanto para tratarlo de forma activa y participativa.
2. Hacer encuadre de la actividad. Se indican como básicas la escucha activa y la participación. Se sigue una misma línea de discusión (mantenerse en un marco común tratando de no salirse del tema), se hace la exposición breve de las ideas teniendo en cuenta la pregunta que se está discutiendo.
3. Leer el texto.
4. Guardar silencio para rumiar el texto leído, es decir, aprender a saborearlo con el recurso de la memoria o las palabras que se consideraron como guía medular del mismo. Anotar las experiencias que surgieron a partir de su lectura.
5. Plantear la pregunta principal: es la pregunta en torno a la cual girará la discusión. Ha de ser una pregunta motivadora, que genere el interés de los integrantes.
6. Preguntar o buscar el objetivo del texto
7. Releer el texto si es necesario.
8. Clasificación del género literario: ¿Cuál es
el género literario del escrito.
9. Destinatarios: ¿A qué sector de la sociedad, a qué grupo especial de personas hace referencia? Describir en términos propios qué es lo que dice y quién lo dice.
10. La intención del autor y el impacto real: ¿Cuál es la intención del autor al escribir ese texto: informar, cuestionar, etc.? ¿Cuál es el impacto real del texto o de la información en la sociedad? ¿De qué manera es recibido el mensaje? ¿qué sentimientos genera en las personas? ¿Qué gestos y/o expresiones faciales tienen las personas cuando reciben el mensaje?
11. Conocimiento de términos: es importante comprender muy bien el significado de los términos que hacen parte de un texto para acceder con mayor facilidad al significado total. Redactar una lista de términos desconocidos, buscar la definición y adaptarla de acuerdo con el contexto.
12.  Estructura de los argumentos. Es decir, buscar en el texto la premisa principal y las conclusiones que se derivan de esa premisa, ¿Existe una relación lógica? ¿La estructura del argumento es adecuada? ¿Las conclusiones se desprenden de la idea principal?
13.  Validez del texto: Verificar la validez del mensaje o información contenida a la luz de otras fuentes que permitan realizar tal verificación. ¿Es verdad lo que dice el texto? ¿Qué evidencias lo apoyan?
14.  Explicación del texto leído al grupo. Con términos propios explicar a detalle las intenciones del texto por segunda vez. Es decir, confrontar errores, aciertos, posibles soluciones que enriquezcan el texto para mejorar la calidad.
15.  Conclusiones grupales, en base a una pregunta:
¿En qué nos ha ayudado o enriquecido el estudio del presente texto y su
crítica?


6. Piensa en el lugar al que vas. 7. Piensa en las personas en las que te encontrarás. 7. No escatimes en llevar tu sello distintivo, si no tienes uno, piensa en uno.
Como ya he mencionado, el aula es nuestro mundo, nosotros la humanidad que lo habitamos, en vías de comprendernos y buscar creativamente nuevas rutas de esperanza, creativas que nos proporcionan las letras y su crítica. Por tanto, el sello distintivo que llevo es la reflexión filosófica-teológica. En sus múltiples consideraciones:
a.   El ser humano tiene la necesidad constante de comprender todo lo que lo rodea: la realidad de la cual hace parte. Mira el mundo con visión utópica y las letras en la historia hablan de esto. Pero entendiendo utopía como esa necesidad de ir más allá, de comprender más allá del horizonte, no como algo imposible como erróneamente se cree. El hombre es un ser social, político y cultural; todas estas manifestaciones son las que él debe comprender, puesto que hacen parte de su vida. El hombre no se hace pleno viviendo simplemente en su medio, necesita salir de ese pequeño círculo en el cual habita para sentirse realmente humano, ser racional en potencia y acto.
b. Indagar por la realidad es una pregunta interesante que da lugar a la formulación de un punto de partida. El ser humano percibe los diferentes acontecimientos y situaciones de una manera personal y concreta desde su vivencia particular. Situaciones como: educación, cultura, economía, drogadicción, violencia, prostitución, y cualquier otra, afectan directamente al hombre en su circunstancia particular. Es a partir del estudio profundo de esta realidad circundante como se puede despertar el sentido crítico del hombre y la capacidad autónoma de pensamiento, no pensamiento colectivo, sino individual.  Es decir, descubrimos la unidad en la diversidad.
c.  Resignificar la relación con el entorno. Pienso, por ejemplo,  que si se quiere ser ciudadano activo es importante tener un conocimiento profundo del medio en el cual se vive, y establecer una relación consciente y participativa con el entorno; de no ser así, se cae en el riesgo de la enajenación, la marginación y la masificación consumista, sin hacer uso de la capacidad de pensamiento crítico. En este sentido, ¿qué perfil se quiere para el estudiante actual?, la sociedad y el mundo necesitan un ciudadano pensante, crítico, con los pies puestos sobre la tierra y con la mirada en el horizonte, buscando siempre comprender todos los fenómenos que acontecen en esa realidad de la cual él hace parte de manera innegable. De acuerdo con lo anterior, pensar críticamente le permite al hombre gobernar su mundo, y no solamente existir en él; asimismo le permite ser consciente de la importancia de su papel en el desarrollo de la sociedad. El aula es un buen medio para aspirar a la transformación creativa, luego las calles y todo entorno, serán nuestra nueva escuela.
d. La pregunta es esencial para iniciar y concluir la crítica. La escucha atenta y el compartir sincero, son alas de una dialéctica llena de esperanza, que nos conduce a la convivialidad nueva.

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