Texto
PDF: La crítica literaria hoy.
Comentarios de puntos interesantes. ALEXANDER A A
Al ser un texto corto y de muy interesante
temática todo se me hace relevante; sin embargo trataré de establecer lo que a
mi criterio resalta por sus aportaciones. De entrada tenemos que analizar sólo
lo dicho por Enrique Anderson Imbert, pero también hay muy interesantes aportes
de otros intelectuales como: Antonio
Cornejo Polar, José Pedro Díaz, Roberto Fernández Retamar, entre otros; donde a cada uno se le
plantean las mismas preguntas y sus puntos de vista resultan similares en el nivel de contextualización y
análisis del fenómeno, pero cada una establece un discurso digno de ser
estudiado a fondo, sin embargo no será el caso aquí, no por falta de entusiasmo
sino por falta de tiempo.
Anderson establece
que la misión específica que debe cumplir la crítica es juzgar el valor
estético de una obra en todas las fases de su realización, este punto se me hace crucial
para el motivo de la didáctica de la creación literaria que estamos viendo en
nuestro seminario, ya que justamente nosotros como docentes leeremos,
examinaremos, tomaremos posición frente a un texto para emitir un juicio de valor afirmativo o negativo, calificando si una
obra cumple o no con la formalidad mínima para ser considerada obra literaria y
aplicando diversas disciplinas para formular un juicio de valor “que valga”, o sea que esté sustentado
en una formalidad y el conocimiento de la misma por parte del crítico.
Pero no solo eso, también se me hace muy
interesante la función que establece Anderson a decir que es función del
crítico responder a: ¿cuál fue la intención del escritor?, ¿logró expresarla?,
entre otras preguntas; donde queda claro que el crítico se coloca desde una
vista panorámica para establecer un puente
entre el escritor y el público lector, amplío aquí la idea desde lo que
afirma Díaz cuando dice que “el campo de
la crítica constituye una parte sustancial de la red de integración de una
cultura… ayuda a la configuración espiritual de una época”, además
Fernández agrega que “ la crítica se
relaciona con la ideología”; ¡menuda labor la del crítico!.
Pienso en la responsabilidad de que el
crítico, según Anderson, no está sujeto a interés de clase, sino que tiene un
criterio estético y por lo tanto no juzga una obra y lo que contiene desde una
impersonal conciencia de clase sino desde su propia conciencia, pero es una
conciencia cultivada y sin estrato social y yo diría ni social, ni político, ni
mucho menos económico.
El crítico reconoce que trabaja a la sombra
de la creación literaria, pero también se reconoce con la ventaja de tener dicha
obra para su auscultación y disección, se da el tiempo para medirla,
explorarla, etc. Esta parte me parece relevante en el sentido de que si bien
existe la comparación entre la intuición del artista y la conceptualización
científica del crítico; es este último quien tiene la labor de acercar a la
realidad la obra, y como dice Díaz, la
captación crítica de un tema debe dar
razón no solo de un hecho literario en la cultura de cualquier país
desarrollado o no, sino que debe aspirar a comprender de manera teórica,
sin regionalización o particularidades sin sentido. Este gran sentido de
responsabilidad científica del crítico, donde debe conocer la formalidad, los
métodos y modelos de análisis, su evolución, su uso, etc., se centran en la
frase de que: “ todas las tendencias,
todos los modelos son buenos si el crítico es bueno”, por eso repito,
¡menuda responsabilidad la del crítico!...
DESDE LO
ALTO. ALEXANDER A A
Veo el
valle hermoso, lleno de claroscuros que tiñen de pardo su lejanía; veo el valle
hermoso, amplio; como si presenciara un viaje por el universo entero; veo el
valle hermoso, amplio, divino, frente a mi iztaccihuatl,
la mujer dormida, dotada de majestuosa cabellera y cúspides montañosas que
recrean su figura; veo el valle hermoso, amplio, divino, majestuoso; el popocatepetl, el paso de cortés… donde
los viajes por sus planicies apacientas cualquier ánimo desvalido, cual si se
entrara al paraíso iluminado por el mismo Dios. Veo el valle majestuoso, pero
mis ojos ya casi no mirar, quieren contemplar con fervor, mis ojos se aturden
en el contagio de mis pensamientos que buscan asolados un lugar donde mirar,
donde descansar de la malicia del recuerdo, de la vida, del todo y de la nada y
el recuerdo me remite al valle majestuoso que hoy solo imagino, donde paseaba a
la sombra de los pinos, entre volcanes, entre la naturaleza y el sol, libre de
vida, vida sin sol…
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