domingo, 8 de septiembre de 2013

Transformando verso a verso



Junto a la noche de recuerdos gratos              Frente a la tarde de salitre y piedra
Revoloteando en mi camastro inerte              Ardo sin consumirme, busco el agua
Sedienta de un amor agonizante                    Armada de navajas invisibles
Tu rostro reflejando la nostalgia                     Tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
Con sabor amargo a vieja temporada            tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
Y el compás de tus piernas alocadas              y tus pechos, tu vientre, tus caderas
Caricias melosas ya pasadas,                          una roja escritura indescifrable
cincelan mi cabeza tus insultos                       escribes en mi piel y esas heridas
Son las huellas de tu amor doloso                   son de piedra, tu boca sabe a polvo,
y en tus ojos los celos infundados              y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
Hieren mi cuerpo ansioso de caricias              como un traje de llamas me recubren,
Sumida en la tristeza del recuerdo                   pasadizo de espejos que repiten




                                                                       Magdalena Guzmán Alvarado.

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