Frente a la tarde de salitre y piedra
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Con tu sueño entre sueños de la luna
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Una roja escritura indescifrable
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La noche es inmensamente obscura
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Tu boca sabe a tiempo emponzoñando,
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La sonrisa que pinta ese rostro divino
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Y tus pechos, tu vientre, tus caderas
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En lo más recóndito de mi alma
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Son de piedra, tu boca sabe a polvo,
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Me atrapa con su manto estelar
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Y en tus ojos no hay agua, son
de piedra,
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Envuelve y enreda con su frio amor
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Tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
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Esperando donde aquel instante
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Armada de navajas invisibles
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Y nuestro silencio susurrante
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Escribes y en mi piel esas heridas
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Me envuelve, me absorbe, me cautiva
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Ardo sin consumirme, busco el agua
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Me atrapa su mirar, luz armoniosa
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Como un traje de llamas me recubren,
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Imagen celestial que genera
paz
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Pasadizo de espejo que repiten.
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Esa belleza inmensa naturaleza
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miércoles, 11 de septiembre de 2013
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