Silvia Vargas Luviano.
1. Reflexión:
Los recuerdos de mi tránsito por la primaria apenas son
perceptibles, borrosos y pocos significativos en relación a lo que pude haber
aprendido de la literatura. Entresueños recuerdo sólo mis lecciones para
aprender a leer y escribir, así llegan a mi memoria aquellas que mi maestra me
hacía repetir “ese oso se asea” y “mi
mamá me mima”; y no recuerdo si tendrían algún sentido pero sí sabía que si
me las aprendía, sabría leer y escribir.
Por otra parte, si tengo
claridad de que en ese tiempo mi mamá leía ávidamente algunas revistas como Memin
Pinguin, Kalimán o Jazmín, esta
última una revista sin imágenes, “de
puras letras” decía mi mamá, que contaba historias románticas (mi mamá no
fue a la escuela, aprendió a leer de pequeña gracias a unos amigos que le
enseñaron a leer las historietas). Eso para mí siempre ha sido sorprendente,
porque la mayoría hemos necesitado de la escuela para lograrlo. Cuando yo
aprendí a leer mi mamá me prestaba su Jazmín
y yo trataba de entender el por qué le gustaban esas historias.
En la escuela secundaria, a
petición de la maestra de español de primer grado, leí por primera vez un libro completo: “María”
de Jorge Isaac. Al leerlo yo me convertía en María, melancólica, transparente por su delgadez, y enamorada pero
no correspondida, como en su caso. Finalmente María, moría siendo amada y yo me quedaba en este mundo esperando,
como toda adolescente, ser amada.
Mis maestros se preocupaban
porque memorizara cuáles eran las principales corrientes literarias, el periodo
de su duración y uno o dos autores representativos. Leíamos algunos poemas
cortos o fragmentos de obras, por ejemplo: “En paz” de amado Nervo, “Hombres
necios” de Sor Juana Inés de la Cruz; fragmentos de El Mio Cid y de Don Quijote.
(Hasta este momento tenía dificultad para diferenciar los términos de:
corriente literaria y género literario).
Después de la secundaria fui
directamente a la Educación Normal, para estudiar para maestra. Durante esta
etapa leí algunos libros que me recomendaban mis amigas o que estaban de moda,
principalmente del autor Carlos Cuauhtemoc Sánchez: Volar sobre el pantano, La
fuerza de Sheccid, Juventud en Éxtasis, entre otros. (Ahora creo que mi mundo
en ese tiempo era muy pequeño, no imaginaba siquiera aquellos libros que me
estaba perdiendo por leer). Mis maestros de la Escuela Normal solo se ocupaban
de seguir un programa que no incluía la sugerencia de la lectura si no estaba
en la bibliografía.
Es hasta que ingresé la Normal
Superior donde tuve mayor información acerca de la literatura y de la lectura
de textos, como La Ilíada, Cien años de
Soledad, Navidad en las montañas, etc. Aprendí ahí que la literatura se
clasificaba en tres grandes Géneros Literarios definidos por Aristóteles: Épico
o Narrativo, Lírico y Dramático. El programa de estudios proponía abordar a
manera de pincelada un poco de
literatura universal y literatura latinoamericana; mi maestro se interesó en
que leyéramos algunas obras representativas entre todos y compartiéramos al
final los comentarios de lo leído.
¿Cómo enseño a mis alumnos? Ítalo Calvino en ¿Por qué leer a los
clásicos?[i],
me da la pauta para invitar a la lectura, pero sobre todo a decidir qué leer. Efectúo
de inicio “Una fiesta de los libros”, la cual sirve de exploración para saber
cuáles textos han leído los estudiantes y
ayudarlos también, a elegir nuevos textos que son leídos en un periodo convenido.
A las prácticas de enseñanza
integro estrategias que provoquen la creación literaria, una de ellas fue la de
escribir ensayos a partir de un tema de opción personal.
2.
Investigación conceptual.
La enciclopedia del
estudiante, de la Editorial Santillana señala lo siguiente respecto al género
literario:
…aunque existen diversas clasificaciones de
los géneros literarios, la más aceptada establece tres grandes géneros
literarios: la lírica, la narrativa y el teatro o género dramático, esto de
acuerdo a las reglas contenidas en la obra La Poética de Ignacio Luzán.[ii]
El filósofo Francisco Montes
de Oca, expone que “entendemos por géneros literarios los distintos grupos en
que podemos clasificar las producciones literarias, de tal suerte que las obras
de cada grupo ostenten características comunes”[iii]
María Victoria Reyzabal,
poeta, narradora, ensayista y crítica. Especialista en Lengua y literatura y su
didáctica, coincide y cita a Opacki,
cuando dice.
El género literario, entendido como una
cadena estructuralmente “constante” (pero variable en el marco de esa
constancia) de “sistemas estructurales”,
constituye el terreno en que se efectúa
el desarrollo de la literatura:
pasa a través de las sucesivas
corrientes literarias, las que
provocan su modificación, sus cambios, en armonía con las premisas propias. No es
extraño, pues, que la historia del género sea una imagen de los cambios que
atraviesa el desarrollo de la literatura.[iv]
3.
Confrontación / Primera conclusión.
-
La clasificación de los tres grandes géneros,
me parece que siguen siendo la base para la clasificación de la literatura, no
obstante, la creación de diversos textos literarios a través del tiempo han
originado los subgéneros.
-
Actualmente convivimos con infinidad de textos
que difícilmente encajan en una clasificación. Y se llega a creer que todo
aquello que está escrito es un texto literario, solamente por el hecho de haber
sido publicado.
¿Qué me llevo de esta primera
tienda a mi canasta?
Me sigo quedando con la clasificación
de Aristóteles, pero no me cierro ante los cambios, derivados, agregados o
infiltraciones que éstos puedan tener, pues esto demuestra que la diversidad,
la creatividad, la imaginación y la realidad que podemos leer a través de la
literatura no es estática, es cambiante.
[i]
Ítalo Calvino “¿Por qué leer a los clásicos?” Tusquets, México. P 11 -20.
[ii]
Introducción a los géneros literarios, en Enciclopedia del Estudiante.
Santillana México, D.F. 2006
[iii]
Francisco Montes de Oca, Teoría y Técnica de la Literatura. México, Editorial
Porrúa S. A. p. 147
[iv]
Opacki I. citado por Ma. Victoria Reyzabal. El Aprendizaje significativo de la
literatura. Editorial La Muralla, S. A. 4ª. Edición. Madrid España.
Silvia:
ResponderEliminarCoincido con su comentario final al afirmar que la literatura es dinámica, que los géneros pueden variar, infiltrarse, influirse mutuamente, mezclarse, y dan a luz subgéneros híbridos que son la muestra de la vitalidad de la literatura.
Querida Silvia,
ResponderEliminarDesfrute leer sus comentarios sobre los géneros literarios y agradezco las referencias literarias que mencionaste que seguramente serán necesarias para investigaciones posteriores.
Me pareció muy bien tu aportación, sólo que creo que la clasificación de Aristóteles no es la misma que das por buena de la editorial Santillana. Ojalá lo puedas checar.
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