martes, 25 de agosto de 2015

Primera Tienda: Los Géneros.


Silvia Vargas Luviano.
1.   Reflexión:

Los recuerdos  de mi tránsito por la primaria apenas son perceptibles, borrosos y pocos significativos en relación a lo que pude haber aprendido de la literatura. Entresueños recuerdo sólo mis lecciones para aprender a leer y escribir, así llegan a mi memoria aquellas que mi maestra me hacía repetir “ese oso se asea” y “mi mamá me mima”; y no recuerdo si tendrían algún sentido pero sí sabía que si me las aprendía, sabría leer y escribir.

Por otra parte, si tengo claridad de que en ese tiempo mi mamá leía ávidamente algunas revistas como Memin Pinguin, Kalimán o Jazmín, esta última una revista sin imágenes, “de puras letras” decía mi mamá, que contaba historias románticas (mi mamá no fue a la escuela, aprendió a leer de pequeña gracias a unos amigos que le enseñaron a leer las historietas). Eso para mí siempre ha sido sorprendente, porque la mayoría hemos necesitado de la escuela para lograrlo. Cuando yo aprendí a leer mi mamá me prestaba su Jazmín y yo trataba de entender el por qué le gustaban esas historias.

En la escuela secundaria, a petición de la maestra de español de primer grado,  leí por primera vez un libro completo: “María” de Jorge Isaac. Al leerlo yo me convertía en María, melancólica, transparente por su delgadez, y enamorada pero no correspondida, como en su caso. Finalmente María, moría siendo amada y yo me quedaba en este mundo esperando, como toda adolescente, ser amada.

Mis maestros se preocupaban porque memorizara cuáles eran las principales corrientes literarias, el periodo de su duración y uno o dos autores representativos. Leíamos algunos poemas cortos o fragmentos de obras, por ejemplo: “En paz” de amado Nervo, “Hombres necios” de Sor Juana Inés de la Cruz; fragmentos de El Mio Cid y de Don Quijote. (Hasta este momento tenía dificultad para diferenciar los términos de: corriente literaria y género literario).
Después de la secundaria fui directamente a la Educación Normal, para estudiar para maestra. Durante esta etapa leí algunos libros que me recomendaban mis amigas o que estaban de moda, principalmente del autor Carlos Cuauhtemoc Sánchez: Volar sobre el pantano, La fuerza de Sheccid, Juventud en Éxtasis, entre otros. (Ahora creo que mi mundo en ese tiempo era muy pequeño, no imaginaba siquiera aquellos libros que me estaba perdiendo por leer). Mis maestros de la Escuela Normal solo se ocupaban de seguir un programa que no incluía la sugerencia de la lectura si no estaba en la bibliografía.

Es hasta que ingresé la Normal Superior donde tuve mayor información acerca de la literatura y de la lectura de textos, como La Ilíada,  Cien años de Soledad, Navidad en las montañas, etc. Aprendí ahí que la literatura se clasificaba en tres grandes Géneros Literarios definidos por Aristóteles: Épico o Narrativo, Lírico y Dramático. El programa de estudios proponía abordar a manera de pincelada un poco de literatura universal y literatura latinoamericana; mi maestro se interesó en que leyéramos algunas obras representativas entre todos y compartiéramos al final los comentarios de lo leído.
¿Cómo enseño a mis alumnos?  Ítalo Calvino en ¿Por qué leer a los clásicos?[i], me da la pauta para invitar a la lectura, pero sobre todo a decidir qué leer. Efectúo de inicio “Una fiesta de los libros”, la cual sirve de exploración para saber cuáles textos han leído los estudiantes  y ayudarlos también, a elegir nuevos textos que son leídos en un periodo convenido.

 En un segundo momento, se comentan los textos y les pido investiguen acerca de los autores y las características que los envuelven. Esto incluye que definan a qué género y corriente literaria pertenecen. En un segundo momento sugiero yo los textos a leer, con el fin de que integren aquellos que son representativos de las diferentes corrientes literarias.

A las prácticas de enseñanza integro estrategias que provoquen la creación literaria, una de ellas fue la de escribir ensayos a partir de un tema de opción personal.

2.   Investigación conceptual.

La enciclopedia del estudiante, de la Editorial Santillana señala lo siguiente respecto al género literario:

aunque existen diversas clasificaciones de los géneros literarios, la más aceptada establece tres grandes géneros literarios: la lírica, la narrativa y el teatro o género dramático, esto de acuerdo a las reglas contenidas en la obra La Poética de Ignacio Luzán.[ii]

El filósofo Francisco Montes de Oca, expone que “entendemos por géneros literarios los distintos grupos en que podemos clasificar las producciones literarias, de tal suerte que las obras de cada grupo ostenten características comunes”[iii]

María Victoria Reyzabal, poeta, narradora, ensayista y crítica. Especialista en Lengua y literatura y su didáctica, coincide y cita a  Opacki, cuando dice.

El género literario, entendido como una cadena estructuralmente “constante” (pero variable en el marco de esa constancia)  de “sistemas estructurales”, constituye el terreno en que se efectúa  el desarrollo  de la literatura: pasa a través de las sucesivas  corrientes  literarias, las que provocan su modificación, sus cambios, en armonía con las premisas propias. No es extraño, pues, que la historia del género sea una imagen de los cambios que atraviesa el desarrollo de la literatura.[iv]

3.   Confrontación / Primera conclusión.

-      La clasificación de los tres grandes géneros, me parece que siguen siendo la base para la clasificación de la literatura, no obstante, la creación de diversos textos literarios a través del tiempo han originado los subgéneros.

-      Actualmente convivimos con infinidad de textos que difícilmente encajan en una clasificación. Y se llega a creer que todo aquello que está escrito es un texto literario, solamente por el hecho de haber sido publicado.

¿Qué me llevo de esta primera tienda a mi canasta?

Me sigo quedando con la clasificación de Aristóteles, pero no me cierro ante los cambios, derivados, agregados o infiltraciones que éstos puedan tener, pues esto demuestra que la diversidad, la creatividad, la imaginación y la realidad que podemos leer a través de la literatura no es estática, es cambiante.




[i] Ítalo Calvino “¿Por qué leer a los clásicos?” Tusquets, México. P 11 -20.
[ii] Introducción a los géneros literarios, en Enciclopedia del Estudiante. Santillana México, D.F. 2006
[iii] Francisco Montes de Oca, Teoría y Técnica de la Literatura. México, Editorial Porrúa S. A. p. 147
[iv] Opacki I. citado por Ma. Victoria Reyzabal. El Aprendizaje significativo de la literatura. Editorial La Muralla, S. A. 4ª. Edición. Madrid España.

3 comentarios:

  1. Silvia:
    Coincido con su comentario final al afirmar que la literatura es dinámica, que los géneros pueden variar, infiltrarse, influirse mutuamente, mezclarse, y dan a luz subgéneros híbridos que son la muestra de la vitalidad de la literatura.

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  2. Querida Silvia,
    Desfrute leer sus comentarios sobre los géneros literarios y agradezco las referencias literarias que mencionaste que seguramente serán necesarias para investigaciones posteriores.

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  3. Me pareció muy bien tu aportación, sólo que creo que la clasificación de Aristóteles no es la misma que das por buena de la editorial Santillana. Ojalá lo puedas checar.

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