lunes, 18 de agosto de 2014

PREGUNTA 1. ¿A qué voy al mercado?

(Silvia Vargas Luviano)
¿Cuáles son mis plasmidios?
¿Metería alguno a la canasta?

Respuesta: A obtener recursos, estrategias y sugerencias de textos para compartir con mis alumnos.

Al trabajar en una Licenciatura en educación secundaria con especialidad en español, me encuentro que el programa curricular sólo integra dos semestres para hablar de literatura, y digo “hablar” porque los textos sugeridos van más a tratar de concientizar a los estudiantes de la importancia de la lectura, que a sugerir obras literarias a leer y a practicarla a través de la creación literaria.

La preocupación mayor inicia cuando los jóvenes, al realizar sus jornadas de práctica en la escuela secundaria, los maestros les piden que aborden precisamente los contenidos de literatura, que implican particularidades o situaciones muy generales, por ejemplo: Mitos y leyendas de la literatura universal o Conocer la lírica tradicional mexicana, o contenidos que refieren a Leer y escribir poemas  tomando como referencia los movimientos de vanguardia o Estudiar las manifestaciones poéticas en un movimiento literario, entre otros. Esto me ha llevado a obviar algunas de las lecturas sugeridas y tratar de dar pincelazos de estos contenidos.

Mis plasmidios están ahí, en la necesidad de querer cubrir un vacío, una necesidad a través de la literaturización.


Metería a la canasta “Las mil una noches”, porque es una recopilación de cuentos que narran hechos de diferente índole, además el personaje de Sherezada para mi representa la creatividad, inteligencia e iniciativa de la mujer. Además de que este texto representa un legado de la tradición oral. 

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