miércoles, 20 de agosto de 2014

Segunda pregunta:

¿Qué contenidos nutricionales debo buscar en el menú?

CALORÍAS LITERARIAS 
  • Las proteínas del conocimiento
  • Los carbohidratos del gozo estético
  • Las grasas saludables del lenguaje
  • Las vitaminas y minerales en la variedad de géneros, estilos, estructuras
  • El plus de la sazón: la experiencia totalizadora.
CONTEO DE CALORÍAS: la elección del texto y su construcción en el aula

LA EXPERIENCIA DE EMPEZAR POR MI PROPIO PLASMIDIO:

  • ¿Cómo me nutrió? : La autoconciencia de la nutrición literaria.
TEMAS DE INVESTIGACIÓN, ANÁLISIS Y REFLEXIÓN: ¿Para qué sirve la literatura: escribirla, leerla, enseñarla o compartirla en la educación formar en aula, fomentarla? ¿Qué le da a la sociedad, al individuo? ¿Tiene características únicas frente a otras expresiones intelectuales y artísticas?

  • Literatura y conocimiento
  • Literatura y realidad
  • Literatura y verdad
  • Literatura y ficción
  • Literatura e imaginación
  • Literatura y creación
  • Literatura y construcción
  • Literatura y gozo estético
  • Literatura y sensibilidad
  • Literatura y lenguaje
  • Literatura y símbolo
  • Literatura y mímesis
  • Literatura y representación
  • Literatura y revelación
  • Literatura e idea
  • Literatura y éxtasis
  • Literatura y trascendencia
  • Literatura y utopía


martes, 19 de agosto de 2014



Los plasmidios de Hernán Cortés

¿Qué pondría  en la canasta al ir al mercado?

   Entre las joyas literarias que han marcado mi corazón se encuentran algunos versículos de la epístola del apóstol Pablo a los romanos en la Biblia, un verso de  José Martí, un verso de Manuel Gutiérrez Nájera, un verso de Amado Nervo y un verso de Pablo Neruda.
   Son palabras que me repetía mi padre y han nutrido mi alma, han orientado mi conducta, han consolado mi espíritu, se han grabado en mi mente. Y aunque el tiempo transcurre, aquellas palabras permanecen como una referencia indestructible.
   
      La palabra del apóstol  Pablo a los romanos: “…Si Dios está de nuestra parte, ¿Quién podrá estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó , y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará  del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?...Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”                       (Romanos 8:31-39)
  
El verso de José Martí:

“Cultivo una rosa blanca,                                                                                             En julio como en enero,                                                                                             Para el amigo sincero                                                                                                 Que me da su mano franca.                                                         
   
Y para el cruel que me arranca                                                                                   El corazón  con que vivo,                                                                                         Cardo ni ortiga cultivo:                                                                                               Cultivo la rosa blanca.”
  
Un verso de Manuel Gutiérrez Nájera:

PARA ENTONCES

Quiero morir cuando decline el día
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz, retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: "Soy tuya",
aunque, sepamos bien que nos traiciona.

 Un verso de Amado Nervo:
Amé
          EN PAZ 
Artifex vitae artifex sui

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

Porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales coseché siempre rosas. 


...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
  
              Un poema de Pablo Neruda:

                     POEMA 20 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.» 

El viento de la noche gira en el cielo y canta. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 

Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. 

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
a





  

Mis plasmidios








Mis plasmidios

Mi experiencia como lectora no es de  larga trayectoria,  debido a que conocí la literatura  y su belleza cuando cursaba la preparatoria, entonces   allí encontré mis primeros  plasmidios significativos.  Debido a esto cambio el panorama de mi vida,  como era una adolescente en cada historia  me identificaba con un  personaje, un lugar descrito en la historia era como un mundo no muy alejado de mi realidad, en fin.
En la clase de Derecho,   mi profesor nos contaban sus locas aventuras con la literatura, así que me animé a comprar un libro de toda la lista larguísima de sus recomendaciones, no conocía ni siquiera a un autor, así que me deje llevar por mi intuición y  por el tin Marín, seleccioné a  “La Cándida Eréndira y su abuela desalmada un libro fácil de digerir y comprender.  Los cuentos que me encontré  me impresionaron tanto que todavía  disfruto cuando los vuelvo a leer,  la belleza de  su lenguaje plasmado en sus narraciones,  todo me maravillo, desafortunadamente había dejado pasar bastante tiempo  y obvio mal invertido en superficialidades (leyendo revistas de moda y superación personal).
Luego leí a Oscar Wilde “El retrato hablado de Dorian Gray”,  sus cuentos   con  realidades grotescas de la vida, donde los finales felices no eran el desenlace: “El cumpleaños de una infanta”, “El gigante egoísta”,  “El ruiseñor y la rosa” y “La divina comedia” de Dante Alighieri. Este último  me despertó una gran inquietud por la mitología clásica que necesité  leer  unas tres veces  el libro, porque no conocía los personajes, investigar la mitología griega y romana, fue todo un gran viaje.
En mi labor docente he trabajado con estas obras y mis alumnos me han respondido de manera interesante,  van descubriendo los nuevos mundos que tiene la literatura,  se van adentrando  a los nuevos estilos de lenguaje y sobre todo van disfrutando el gusto por leer y conocer nuevos historias.
En este curso me gustaría agregar  estos tres  autores en la canasta básica  porque su contenido   es  muy rico. Podemos encontrar desde una variedad  de figuras retoricas, analizarlos desde varios contextos;  morales,  religiosos, psicológicos.




Pregunta 1.   Seminario de “Didáctica literaria” ALEXANDER ALVAREZ A.

¿A qué voy al mercado? ¿Qué son tus plasmídios y cuales meterás a tu canasta?

El mercado tiene productos que se intercambian por dinero, o sea, intercambio de un bien por un producto, el maestro (la patita) ha tenido que juntar una serie de conocimientos (pesitos) para adquirir un bagaje literario y cultura, en una serie de texto preferidos y que considera adecuados (productos del mercado o también plasmídios) para compartir con sus alumnos (alimentar a sus patitos), y así, reproducir el conocimiento desde unos textos literarios, y a veces científicos, básicos para entender su cultura (plasmídios que se integran para reconocer que sin esta cultura la sociedad muere) y con la intención de que se genere una reproducción social e incluso, poner en buena intención al alumno de crear sus propio bagaje cultural.

Por mi parte, mis plasmídios, o textos preferidos y formula para acercarme y compartir la programación oficial de mis materias son muchos, pero también hay libros fuera del programa que son valiosos y que comparto con mucho gusto y que aun sólo platicándolos son de gran ayuda. Pero atendiendo a las preguntas ¿cómo lo aprendí y como lo reproduzco?  y sólo por mencionar dos plasmídios (los que meto en mi canasta), comparto un texto y un libro que me sirven para diferentes contextos y como detonantes para abarcar diferentes temas: el primero es un texto corto, que es un “mito” de Eduardo Galeano que se llama “El amor”, es el texto de entrada en la clase de literatura y a partir de éste comenzamos con la temática del programa y nos permite ligarlo con otros textos que pueden tratar temas relacionados con el hombre, la mujer, la ideología, la cultura, etc. El otro es un libro de Jhon Gray llamado, “Valora lo que tienes, consigue lo que quieres”, que es un libro de superación personal, que compre hace más de 20 años y que me ha servido para establecer un principio de actuación ante diversos problemas que tuve y que sé que pueden tener mis alumnos, que muchos se acercan para exponer algunos de sus problemas e inquietudes  personales y esto es muy seguido, lo que manifiesta que hay situaciones que permanecen y solo cambian los actores.

Ésta analogía de los plasmídios me ha parecido genial y muy adecuada para escoger los textos principales que forman mi bagaje cultural y como lo utilizo para dejar huella en mi entorno, dentro de un proceso de intra e intercomunicación que ayuda a establecer una reproducción cultural y visión del mundo, que desde mi punto de vista, debemos mejores en la medida de lo posible y a veces de lo imposible.

lunes, 18 de agosto de 2014

PREGUNTA 1. ¿A qué voy al mercado?

(Silvia Vargas Luviano)
¿Cuáles son mis plasmidios?
¿Metería alguno a la canasta?

Respuesta: A obtener recursos, estrategias y sugerencias de textos para compartir con mis alumnos.

Al trabajar en una Licenciatura en educación secundaria con especialidad en español, me encuentro que el programa curricular sólo integra dos semestres para hablar de literatura, y digo “hablar” porque los textos sugeridos van más a tratar de concientizar a los estudiantes de la importancia de la lectura, que a sugerir obras literarias a leer y a practicarla a través de la creación literaria.

La preocupación mayor inicia cuando los jóvenes, al realizar sus jornadas de práctica en la escuela secundaria, los maestros les piden que aborden precisamente los contenidos de literatura, que implican particularidades o situaciones muy generales, por ejemplo: Mitos y leyendas de la literatura universal o Conocer la lírica tradicional mexicana, o contenidos que refieren a Leer y escribir poemas  tomando como referencia los movimientos de vanguardia o Estudiar las manifestaciones poéticas en un movimiento literario, entre otros. Esto me ha llevado a obviar algunas de las lecturas sugeridas y tratar de dar pincelazos de estos contenidos.

Mis plasmidios están ahí, en la necesidad de querer cubrir un vacío, una necesidad a través de la literaturización.


Metería a la canasta “Las mil una noches”, porque es una recopilación de cuentos que narran hechos de diferente índole, además el personaje de Sherezada para mi representa la creatividad, inteligencia e iniciativa de la mujer. Además de que este texto representa un legado de la tradición oral. 

domingo, 17 de agosto de 2014

¿A que voy al mercado ? Marli Camargo

Como los plasmidios  estamos presente en la  rutina  de la vida.
Nos tornamos grandes y nuestros ADNs  son multiplicados cuando vienen los hijos sean ellos proprios o 'adoptivos'  que encontramos  en los salones de clase, en las plazas,  en los parques.
La rutina de la vida hace que morimos  para nosotras cuando ya no tenemos tiempo para acostarse y dormir las ocho horas diarias necesarias, cuando la busca incansable por un material correcto sea un  texto, una  ilustración, un juego, una dinámica hacen  su horario curto para la realización de tantos objetivos que muchas veces apenas  el futuro  conocerá si fueron debidamente logrados.
A medida que vamos madurando y vemos nuestros hijos ( cuando lo tenemos ) medio que bien encaminados a  la vida, queremos que nuestro legado quédese también  en la comunidad donde vivimos, sea ella, donde naciste, creciste, aprendiste, viviste, o vive. 
El deseo de alimentar ese  entorno  con el conocimiento proporcionado por las oportunidades vividas  sean ellas grandes o pequeñas, no importa, o que importa es que hicieron la diferencia en los  rincones de un salón o de un  pueblo, mas hicieron.
Mi  deseo  es que la literatura crezca en los corazones de los niños de una forma agradable,  por el placer de descubrir, de vivir y conocieren se como seres humano.

"El  Principito"  de Antoine de Saint-Exupéry es un de los ejemplos que  pondría en la canasta básica. Porque?  porque dejo su legado a la humanidad por medio de un cuento maravilloso y sentencias  las cuales   encontramos  como referencia en muchas situaciones de la vida.
Durante ese  proceso  de la  creación creativa, deseo contribuir con una pequeña colección que insisto en llamar "Colección Alfa" que sueno en realizar durante los próximos dos anos y espero que en el futuro sea parte de la canasta básica del profesor y dos 'pequeños' pensadores, los niños y así como los plasmidios dejare un  pequeño legado para la comunidad y porque no sonar grande y decir ..la humanidad.

PRIMERA PREGUNTA ( Rocío Franco Terán )

MIS PLASMIDIOS 

        A lo largo de la vida he encontrado muchos y diversos plasmidiosAlgunos de ellos han pasado superficialmente y otros han dejado huella  en mí, pero ¿qué hace que un plasmidio deje su sustancia como legado en mi vida? Considero que para que un plasmidio pueda ser sustancial en mi vida, éste debe contener información que me sirva en determinado momento y situación.

         El plasmidio que marcó mi gusto por la literatura fue el de “Como agua para chocolate” de la autora Laura Esquivel y después “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Para que estos plasmidios dejaran un legado en mí, existieron factores externos que me ayudaron a asimilarlos. El primer libro y mi gusto por él fue determinado por mi contexto, ya que la forma en que narraba las cosas me era muy familiar; en el segundo, un profesor de literatura me ayudó a descubrir todo el universo que existe en el plasmidio de Gabriel García M. .Entonces, los plasmidios que dejan huella en nosotros, lo hacen por alguna razón en específico.

         En este seminario de “La canasta básica del profesor de literatura” espero compartir los plasmidios que me han marcado y también enriquecerme de otros plasmidios  que no han llegado a mi vida por uno u otro motivo. El seminario se muestra muy ambicioso, pues se formará una canasta básica de plasmidios, y no cualquiera, sino una selección  de plasmidios  que por su sustancia nos han marcado.
          Finalmente me parece importante que todos dejemos en algún momento de nuestra vida, y que mejor que como producto del seminario, un plasmidio que pueda servir a los demás.


lunes, 11 de agosto de 2014

PRIMERA PREGUNTA (Patricia Suárez)


¿A qué voy al mercado?
Voy a buscar lecturas que les puedan servir a mis alumnos en su formación académica y que estén relacionadas con los temas que debo abordar según el programa de la SEP. Sin embargo, no puedo quedarme solo en ese paso, pues mi compromiso y mi vocación me hacen querer un poco más: lograr que los adolescentes disfruten lo que leen y aprendan, casi sin darse cuenta, valiosas lecciones no solo escolares sino de vida.
¿Cómo quiero hacerlo?
Pues en primer lugar, hurgando en mis plasmidios, en esos módulos de información que otras personas me legaron y en los que yo creo que está contenida alguna realidad humana que quiero transmitir. Es difícil elegir de entre lo que conozco, algo que —de acuerdo a la edad y a los intereses de mis alumnos— pueda despertarles las ganas de leer y de saber más.
Un libro que llegó a mis manos cuando yo tenía la edad de ellos y que me cambió la vida fue Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Esta pequeña novela me mostró la angustia de vivir en un mundo sin conocimiento, sin información, sin sentimientos, sin ficciones... sin libros. Los bomberos que provocan el fuego en lugar de apagarlo, el hecho de que quemen a las personas que no quieren separarse de sus libros, el que los lectores sean perseguidos y vivan como indigentes para pasar inadvertidos fueron sucesos que me aterraron. Y creo que todo fue tan aterrador porque algunas de las cosas que pasan en el libro ya pasaban en mis tiempos. Actualmente, la tecnología ofrece opciones que en aquel momento yo creía muy lejanas, como estar platicando con alguien por medio de una pantalla y el hecho de estar solo pero creer que se está acompañado, como lo que sucede actualmente con las redes sociales.
Otro alimento que me gustaría poner en la canasta es El laberinto de la soledad de Octavio Paz. Es un libro que todos los mexicanos deberíamos leer porque en él se encuentra mucho de nuestra esencia y de la historia que compartimos y que no deberíamos olvidar. Esto ya comencé a hacerlo. Les di a mis alumnos de segundo semestre de Taller de Lectura y Redacción el ensayo “Los hijos de la Malinche”. Les dejé que lo leyeran solos y no entendieron nada porque no tenían buenos hábitos de comprensión de lectura. Entonces, destiné un tiempo de cada clase para leerlo junto con ellos e ir comentando cada dos o tres párrafos. Les explicaba algunas cosas que no entendían y juntos buscábamos otras que no estaban claras tampoco para mí. Fue una de las mejores experiencias de semestre. Al final, los alumnos le escribieron una carta a Octavio Paz. Creo que con esa actividad abrí una pequeña puerta, pues algunos de ellos se siguieron leyendo los demás ensayos.
 

martes, 5 de agosto de 2014


CANASTA BÁSICA DEL PROFESOR DE LITERATURA 

PRIMER SEMESTRE

Introducción: la patita (el profesor) va al mercado a traer todas las cosas del mandado... para darles de comer (enseñar) a sus patitos (alumnos)

El papel del profesor al estilo cri-crí 

La patita, (el profesor)
de canasto y con rebozo de bolita, (portafolios y traje)
va al mercado (biblioteca)
a comprar todas las cosas del mandado. (libros, programa)

Se va meneando al caminar 
como los barcos en altamar. 

La patita (la profesora)
va corriendo y buscando en su bolsita (aparato móvil)
centavitos (datos)
para darles de comer a sus patitos. (enseñar a sus alumnos)
Porque ella sabe que al retornar 
toditos ellos preguntarán: 
¿Qué me trajiste, Mamá Cuac Cuac? (profe, miss, seño)
¿Qué me trajiste para cuac-cuac? 


Pregunta 1: ¿A qué voy al mercado? 

Los plasmidios

Las bacterias tienen tres mil quinientos millones de años sobre la tierra. Han sobrevivido a todo. Han acumulado una sabiduría inconmensurable gracias al módem inalámbrico con WI FI gratuito que construyeron y en el que comparten, de generación en generación, todo lo que van aprendiendo. Ese módem es un lenguaje, una escritura, y los textos que escribe cada una son los plasmidios, pequeños círculos de ADN especiales (diferentes del ADN bacteriano) que sueltan al morir. Nunca es en vano su muerte, su legado es un texto que será leído por todas las que la rodean, y retuiteado al infinito a la redonda. Así, supieron cómo defenderse de los virus, creando enzimas que los parten, y a la vez, las protegen.  Sus textos literarios forman una biblioteca monumental de conocimientos del mundo. Y quien entre en ese paraíso, como soñaba Borges, descubrirá el aleph de la vida. El papel del profesor de literatura, es pues, el que abre la puerta e invita a pasar.

Escribe sobre tus plasmidios. ¿Qué son? ¿Meterías alguno a tu canasta?