Mis hijos, desde que llegaron a mi vida sabía que los tenía que disfrutar,
acariciar cada una de sus vivencias, gozarlas, reír con sus travesuras, con sus
alegrías y llorar por sus dolencias, vivir cada una de sus aventuras y hacerlas
mías para que cuando llegara el día en que se tuvieran que alejar por periodos
largos, yo me sintiera satisfecha por todo lo vivido a su lado, sin embargo,
ahora que ha llegado el tiempo en el que se empiezan a alejar de mi lado, es
difícil aceptar que llegó la hora en que tienen que emprender el vuelo; su
vuelo, solo suyo, es difícil pero tengo que comprender que así es la vida y
tengo que respetar, y estaré siempre con los brazos abiertos para cuando me
necesiten o simplemente tengan deseos de un abrazo, un beso, una palabra de
aliento o simplemente una mirada de amor, satisfecha estoy por todo lo vivido
al lado suyo.
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