domingo, 2 de junio de 2013

Contexto familiar y escolar.

¿Libros en mi casa?
Solo uno, la biblia, ¿con mis vecinos? no, solo cuentos y muchos, de vaqueros, lágrimas y risas, policíacos, de espantos, la pequeña  lulú, entre otros muchos más; de manera frecuente  los visitaba y leía los primeros que encontraba, también leía la biblia, me gustaba mucho leer el nuevo testamento, y solo algunos textos del viejo, era frecuente que desde niña, discutiera conmigo misma sobre el contenido de muchos de los textos del viejo testamento y no estuviera de acuerdo con lo que ahí está escrito, como por ejemplo desde la primera vez que leí el texto donde dice que la mujer tiene que estar atrás del hombre y obedecerlo, ese texto desde que lo leí por primera vez siendo una niña no me gusto y yo quería saber quién era el autor para saber quién había escrito esa barbaridad, en varias ocasiones le pregunte al sacerdote y evadía  mi pregunta. Al ver que no respondía pensé ese señor que escribió eso, dijo mentiras.

En el ambiente escolar.
En la primaria, no tuve mucho éxito, pensaba  que fue porque la maestra era muy elitista, hace algún tiempo ella misma lo confirmó, diciéndome que debería de sentirme orgullosa por haber estado en ese grupo, ya que fue muy selectivo, yo no lo considero así, porque esa señora fue mi maestra durante los seis años de primaria y casi siempre tuvo sus preferencias por los niños y niñas que provenían de familias adineradas, por lo tanto fue muy poca la atención que tuvimos algunos de sus alumnos. En la secundaria? Tuve experiencias muy gratas, aunque muchas otras muy desagradables, nuevamente en segundo y tercer grado la maestra que tuve toda la primaria, me dio clases de español.  Sin embargo ya me había dado clases una gran maestra que me apreciaba mucho; mi mamá solía decirme que yo me parecía al chile ancho porque éste está en todos los moles, yo por igual, participaba en oratoria, declamación, cuento,  y en todos los deportes en los que se concursaba, cuando había algún evento y tenía que participar la escuela con alguna declamación, y si quien elegía era la maestra elitista escogía a los que siempre habían sido sus favoritos y de familias acomodadas y cuando le tocaba organizarlo a la otra maestra me escogía a compañeros diferentes incluyéndome a mí, yo me sentía muy feliz de participar. En los estudios posteriores me fui olvidando de ser una alumna activa porque tuve que trabajar y estudiar, motivo por el cual deje a un lado muchas de las actividades que me gustaba realizar. 

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