miércoles, 10 de febrero de 2016

Tarea 1


10 Habilidades básicas del profesor de literatura
1.- Conocer el tema: Es demasiado obvio este punto pero de aquí depende en buena medida el éxito de la clase. ¿Cómo voy a enseñar a mis alumnos si no se de lo que hablo? El docente debe estar preparado para lo que va a enseñar en el aula, si no es así debe investigar lo más que pueda para no llegar con las manos vacías ante sus alumnos. Este punto es importante porque si no se conoce a profundidad el tema caemos en situaciones rutinarias que derivan en el rechazo del alumno hacia la materia. Por ejemplo, si voy a enseñar el cuento no me voy a concretar a dar definiciones de lo que es, de manera práctica el alumno debe saber que es un cuento, en qué momento es el inicio, el desarrollo y el final del mismo, las formas en las que puede iniciar un cuento, etc.
2.- Planeación: Este punto avanza paralelamente con el anterior, no es suficiente saber el tema si no también hacer una planeación detallada las actividades que se desean realizar con los alumnos en la clase. Para ello debemos considerar lo siguiente: ¿Qué espero que los alumnos logren al trabajar con este tema? Las actividades que deseamos realizar y sus momentos: inicio, desarrollo o cierre de la sesión. Los materiales que vamos a necesitar para desarrollarlas y el tiempo disponible para llevarlas a cabo, si se realizará en una o en varias sesiones y finalmente si se logró el objetivo esperado. Si no fue así hacer una revisión de la clase y analizar los motivos por los que no se logró el propósito del tema. Diseñar nuevas actividades, desarrollarlas con los alumnos y esperar los resultados. En este sentido la planeación es flexible pues muchas veces aún con todos los elementos calculados habrá situaciones que escapan a nuestras manos, es aquí donde entra la tercera habilidad del profesor.
3.- Comunicación: Es importante saber si el alumno está o no aprendiendo, para ellos debemos establecer una clara comunicación con el grupo que nos permita detectar cuando deja de hacerlo. La confianza es un elemento indispensable para que los alumnos puedan manifestar sus intereses o dudas respecto al tema, esto nos ayudará a mejorar el ambiente de aprendizaje de forma significativa.
4.- Improvisación: El docente debe tener la capacidad de aprovechar cualquier momento para enseñar, eso implica que en ocasiones tenga que modificar su planeación a la hora de desarrollarla o incluso salirse de ella si la ocasión lo amerita. El detalle de esto es convertir el interés que está mostrando el alumno en ese momento en un conocimiento. Para ello tendrá que echar mano de sus conocimientos y recursos tanto profesionales como personales.
5.- Creatividad: Tanto en el diseño como en la aplicación de las actividades es importante no solo el qué si no también el cómo. Buscar la manera más original y divertida en la que el alumno se motive y aprenda. Por ejemplo podemos ocupar algún disfraz que nos ayude a generar expectativa al iniciar una clase, si vamos a trabajar con la composición de las calaveritas podemos ambientar con unas velas, unas calaveritas de azúcar o de chocolate y vestirnos de negro o pintarnos como calavera. Para las adivinanzas podemos invitar a los niños a descubrir pistas escondidas en el aula o incluso en la escuela. También podemos decorar nuestro salón con objetos representativos del tema o si vamos a trabajar con la metáfora pedir que lleven a la clase su objeto favorito.
6.- Sensibilidad: El docente debe de tener la capacidad de entender y comprender que no todos los alumnos aprenden de la misma forma ni al mismo ritmo y que tampoco todos tienen todas ni las mismas habilidades; habrá unos que les guste más uno que otro tema lo cual es perfectamente válido ya que estamos tratando con personas con entornos, características y personalidades diferente. Por lo tanto los resultados que obtengan no serán iguales y también tener en cuenta que siempre habrá un alumno que necesitará más de nuestro apoyo que otro y debemos estar dispuestos a dárselo y a ayudarlo a superar sus dificultades.
 7.- Autonomía: El docente debe garantizar la libertad al alumno de aprender según sus necesidades. Más que un transmisor de conocimientos debe ser un guía que ayude a llegar al grupo a buen puerto. Motivar a los alumnos a que generen sus propios conocimientos; la investigación, reflexión y el trabajo colaborativo son algunas de las herramientas que debe favorecer permanentemente.
8.- Responsabilidad: Aunado a la autonomía existe la responsabilidad del docente de buscar las mejores estrategias para que sus alumnos aprendan y lo hagan adecuadamente. El docente debe estar pendiente de que no se pierda el objetivo de lo que se desea lograr, en caso de que esto suceda ayudarlos a regresar y retomar el camino.
9.- Compromiso: Cada clase debe iniciar con un sincero compromiso de nuestra parte a que el alumno aprenda, es muy fácil perder esto de vista cuando tenemos la presión sobre nosotros de desarrollar los temas en tiempos ridículamente cortos que son los que alguien más ya dijo que se puede aprender. Aquí entra nuestro propio criterio para desarrollar los temas en los tiempos que consideremos convenientes, una herramienta muy eficaz para lograr esto es la transversalidad de los temas. Para nosotros debe ser importante que los alumnos salgan adelante en su aprendizaje y no solamente asignar una calificación de forma automáticamente.  
10.- Ejemplo: Considero que este es un punto vital y muy difícil de lograr también pero debemos intentarlo. Lo queramos o no somos influencia para nuestros alumnos; el interés o desinterés con que abordamos un tema, las actitudes y comportamientos que tenemos ante ellos y ante los demás, son cosas que se observan y aprenden. Si un tema nos apasiona y disfrutamos enseñarlo es muy probable que también termine gustándoles a nuestros alumnos. Esto lo vemos en nosotros mismos incluso, nuestros intereses y preferencias muchas veces corresponden a la semillita que alguien sembró en nosotros en nuestra época de estudiantes. De ahí la importancia de interesarnos genuinamente por lo que enseñamos.   
Compañeros están son las habilidades que consideré más importantes para trabajar con los alumnos. Espero que sus comentarios y ojalá podamos coincidir en alguna o varias de ellas.

 

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