miércoles, 24 de febrero de 2016

La bolsa 2 de mi canasta


 

10 Habilidades básicas del profesor de literatura. Versión 2.0

1.- Conocer el tema: Es demasiado obvio este punto pero de aquí depende en buena medida el éxito de la clase. ¿Cómo voy a enseñar a mis alumnos si no se de lo que hablo? El docente debe estar preparado para lo que va a enseñar en el aula, de no ser así caemos en situaciones rutinarias que derivan en el rechazo del alumno hacia la materia. Se debe investigar ampliamente el tema para no llegar con las manos vacías ante los alumnos. Por ejemplo, si quiero trabajar con la estructura de un cuento presento uno que tenga una narración clara y sea fácil de comprender para los alumnos. Tomemos ahora el cuento clásico de Caperucita Roja. En general los cuentos de los hermanos Grimm funcionan bien para este propósito. Antes de iniciar la lectura hacemos las preguntas de predicción que nos permitan saber que tanto conocen los alumnos del cuento: ¿de qué creen que va a tratar este cuento? ¿Quiénes creen que sean los personajes del cuento? Posteriormente los alumnos escuchan la lectura presentada por el docente y se muestran imágenes de con los momentos clave de la historia. Ahora hacemos algunas preguntas generales: ¿Por qué fue Caperucita a ver a su abuelita? ¿Qué le dijo su mamá a Caperucita? ¿Dónde encontró al lobo? ¿Qué le dijo? También podemos hacer otras preguntas que ayuden a los alumnos a reflexionar sobre la estructura del cuento: ¿Cómo inicia la historia? ¿Cuál es el problema que surge? Al final, ¿Cómo se resolvió? Ordenamos las imágenes y escribimos a un lado el momento que está representando. En un tercer momento de la actividad ¿Podría iniciar de otra manera esta historia? ¿Y si el lobo fuera bueno, que pasaría? ¿Podría tener un final diferente? ¿Cuál sería?

Posteriormente entregamos a los alumnos una tarjeta con la palabra Inicio en ella anotará su versión del inicio del cuento y la ilustrará con un dibujo. En una segunda tarjeta anotará el Desarrollo y en una tercer tarjeta El final que desee para el cuento. Finalmente se recogen las tarjetas y se engargolan en tres paquetes; En uno las que tratan el Inicio, en otro las que habla del desarrollo y el final en el último paquete. Se llevan al grupo y se explica que la historia que ellos hicieron se puede leer de otra forma, es decir, que el inicio que escribió un primer alumno, puede llevar el desarrollo de un segundo y el final de un tercer compañero, dando origen a una nueva o a muchas nuevas versiones de la historia, según la combinación que se elija. Con estas actividades explicamos lo que Jan Mukarovsky (1891 - 1975) citado por la Dra. Ethel Krauze en su libro Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del talento literario? En donde menciona: “la estructura es más que la suma total de sus partes, y cada elemento tiene una función específica a través de la cual se conecta con el todo, que está en movimiento permanente.” [37]

2.- Planeación: Este punto avanza paralelamente con el anterior, no es suficiente saber el tema si no también hacer una planeación detallada las actividades que se desean realizar con los alumnos en la clase. Para ello debemos considerar lo siguiente: ¿Qué espero que los alumnos logren al trabajar con este tema? Las actividades que deseamos realizar y sus momentos: inicio, desarrollo o cierre de la sesión. Los materiales que vamos a necesitar para desarrollarlas y el tiempo disponible para llevarlas a cabo, si se realizará en una o en varias sesiones y finalmente si se logró el objetivo esperado. Si no fue así hacer una revisión de la clase y analizar los motivos por los que no se logró el propósito del tema. Diseñar nuevas actividades, desarrollarlas con los alumnos y esperar los resultados. En esto tomamos en cuenta lo dicho por la Dra. Ethel Krauze en su libro La casa de la literatura “La palabra suena y la palabra dice. Suena y dice simultáneamente” [7]. “Cada palabra es individual y tiene su propio matiz” [9].  “Cada palabra es, pues, un mundo” [11]. De ahí la importancia de saberlas escribir correctamente.  En este sentido la planeación es flexible pues muchas veces aún con todos los elementos calculados habrá situaciones que escapan a nuestras manos, es aquí donde entra la tercera habilidad del profesor.

TEMA: Las palabras y su escritura.
ESTANDARES CURRICULARES: Relación sonoro – grafica y valor sonoro convencional de letras en palabras
PROPÓSITO: Que los niños reconozcan las irregularidades en la correspondencia sonoro – grafica de la “g”
ACTIVIDADES: INICIO: Mostrar al grupo una serie de imágenes cuyos nombres se escriben con la letra “g”
Invitar a los alumnos  a pronunciar el nombre de cada una de las imágenes en voz alta
DESARROLLO: Solicitar a los  alumnos una clasificación de estas imágenes en dos columnas, según como “suenan”.
Apoyar al grupo haciendo algunas preguntas: ¿Cómo se escribe  gigante?  y ¿guitarra? ¿gallina? ¿Por qué no se escriben todas las palabras solo con la letra “g”?
Pasar al pizarrón  a escribir el nombre de las imágenes.
Preguntar  a los niños si conocen la razón por las que en unas palabras se escribe con “u” en medio y en otras no. 
Mostrar al grupo de que existen diferentes reglas a la hora de escribir las palabras y que la “g” tiene diversos sonidos según las vocales con las cuales se acompañe.
 
 CIERRE: Elaborar un ejercicio en su libro de texto págs. 156 y 157 para reafirmar su conocimiento sobre el uso de la “g”
 
TIEMPO: 1 sesion de 50 min
 
RECURSOS: Imágenes, marcadores y libro de texto español segundo grado. Págs. 156 y 157
 
EVALUACIÓN: Instrumento de evaluacion: Rúbrica

3.- Improvisación: El docente debe tener la capacidad de aprovechar cualquier momento para enseñar, eso implica que en ocasiones tenga que modificar su planeación a la hora de desarrollarla o incluso salirse de ella si la ocasión lo amerita. El detalle de esto es aprovechar el interés que muestra el alumno en un conocimiento. Les comparto una experiencia. En una ocasión pedí a mis alumnos que hiciéramos un cuento, quedamos de vernos el fin de semana en casa de una niña. Me esforcé en organizar el material con el que trabajaríamos en la clase cuando llegué encontré a las niñas muy entretenidas jugando con unas muñecas, fue entonces que les propuse que si querían hicieran su cuento de un juguete de los que ahí tenían. Les encantó la idea y el resultado fue muy bueno, vi que realmente se interesaron por crear una historia para ese juguete, fue como si continuaran el juego que habían iniciado. Esto lo propone la Dra. Krauze en su libro Como acercarse a la poesía. Las clases de literatura deberían ser talleres de lectura y de creación. Nada más. Un tiempo dedicado a jugar con las palabras, leyéndolas y escribiéndolas, descubriendo como suenan y lo que dicen y por qué encontrando nuestras propias palabras, las que son capaces de expresar lo que llevamos dentro.” [39]

               

 

4.- Comunicación: Es importante saber si el alumno está o no aprendiendo, para ellos debemos establecer una clara comunicación con el grupo que nos permita detectar cuando deja de hacerlo. La confianza es un elemento indispensable para que los alumnos puedan manifestar sus intereses o dudas respecto al tema, esto nos ayudará a mejorar el ambiente de aprendizaje de forma significativa. La evaluación por parte de los alumnos es una buena herramienta para lograr mejorar nuestro desempeño docente porque nos permite ver nuestras debilidades y fortalezas. Aquí presento un ejemplo de una rúbrica que se les puede pedir a los alumnos que contesten.

Tu maestro
SI. ¿Por qué?
NO. ¿Por qué?
¿Explica la clase para todo el grupo?
 
 
¿Te ayuda a resolver tus dudas o te vuelve a explicar cuando no entendiste el tema?
 
 
¿Explica desde el inicio lo que desea lograr al abordar ese tema?
 
 
¿Organiza el trabajo de manera que todos se involucren en las actividades?
 
 
¿Motiva a los alumnos a desarrollar sus habilidades?
 
 
¿Lleva material adicional al libro de texto para trabajar?
 
 
¿Explica claramente la forma en la que se va a evaluar?
 
 

5.- Creatividad: Tanto en el diseño como en la aplicación de las actividades es importante no solo el qué si no también el cómo. Buscar la manera más original y divertida en la que el alumno se motive y aprenda. Por ejemplo podemos ocupar algún disfraz que nos ayude a generar expectativa al iniciar una clase, si vamos a trabajar con la composición de las calaveritas podemos ambientar con unas velas, unas calaveritas de azúcar o de chocolate y vestirnos de negro o pintarnos como calavera. Para las adivinanzas podemos invitar a los niños a descubrir pistas escondidas en el aula o incluso en la escuela. También podemos decorar nuestro salón con objetos representativos del tema o si vamos a trabajar con la metáfora pedir que lleven a la clase su objeto favorito. “Es decir: el acto de crear, literalmente cambia nuestro cerebro”[1]

6.- Sensibilidad: El docente debe de tener la capacidad de entender y comprender que no todos los alumnos aprenden de la misma forma ni al mismo ritmo y que tampoco todos tienen ni todas ni las mismas habilidades; habrá unos que les guste más uno que otro tema lo cual es perfectamente válido ya que estamos tratando con personas con entornos, características y personalidades diferente. Por lo tanto los resultados que obtengan no serán iguales y también tener en cuenta que siempre habrá un alumno que necesitará más de nuestro apoyo que otro y debemos estar dispuestos a dárselo y a ayudarlo a superar sus dificultades.

 7.- Autonomía: El docente debe garantizar la libertad al alumno de aprender según sus necesidades. Más que un transmisor de conocimientos debe ser un guía que ayude a llegar al grupo a buen puerto. Motivar a los alumnos a que generen sus propios conocimientos; la investigación, reflexión y el trabajo colaborativo son algunas de las herramientas que se deben favorecer permanentemente. La Dra. Ethel Krauze nos lo explica en su libro Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del talento literario?

Este saber lingüístico es para Coseriu, un saber hacer, un saber técnico perfectamente […] el hablante no solo sabe qué dice, sino cómo se dice y cómo no se dice, pues de otro modo no podría ni siquiera hablar; el hablante no necesita ser lingüista para “saber emplear el instrumento lingüístico […] pero una aproximación más dinámica, didáctica con la lengua y sus posibilidades, probablemente convierta al sujeto en un hablante cada vez más consiente, y por ende, creador.[2]

 

                                        

9.- Compromiso: Cada clase debe iniciar con un sincero compromiso de nuestra parte a que el alumno aprenda. Es muy fácil perder esto de vista cuando tenemos la presión sobre nosotros de desarrollar los temas en tiempos ridículamente cortos que son los que alguien más ya dijo que se puede aprender. Aquí entra nuestro propio criterio para desarrollar los temas en los tiempos que consideremos convenientes, una herramienta muy eficaz para lograr esto es la transversalidad de los temas.  Para nosotros debe ser importante que los alumnos salgan adelante en su aprendizaje y no solamente asignar una calificación. Debemos emplear estrategias favorezcan todas las oportunidades de lectura, escritura y creación literaria, por ejemplo podemos hacer un taller adicional a las asignaturas para trabajar cuento y poesía.  También podemos hacer carteles con poemas que hablen del cuidado del medio ambiente, ahí trabajamos con Español y Ciencias Naturales. Es decir ir más allá de los lineamientos establecidos para lograr resultados que aseguren que los alumnos sean competentes es sus habilidades básicas de comunicación y creación, así nos lo explica la Dra. Ethel Krauze en su libro Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del talento literario?

La intención básica de estas aproximaciones teóricas y didácticas es que la creación literaria adquiera el estatus de una actividad susceptible de ser desarrollada por medio del proceso enseñanza – aprendizaje a través de modelos metodológicos como una competencia indispensable ante los retos del mundo contemporáneo. [3]

10.- Orientación: Considero que este es un punto vital y muy difícil de lograr también pero debemos intentarlo. Lo queramos o no somos influencia para nuestros alumnos; el interés o desinterés con que abordamos un tema, las actitudes y comportamientos que tenemos ante ellos y ante los demás, son cosas que se observan y aprenden. Si un tema nos apasiona y disfrutamos enseñarlo es muy probable que también termine gustándoles a nuestros alumnos. Esto lo vemos en nosotros mismos incluso, nuestros intereses y preferencias muchas veces corresponden a la semillita que alguien sembró en nosotros en nuestra época de estudiantes. De ahí la importancia de contar con un amplio acervo bibliográfico para orientar a nuestros alumnos en las lecturas acorde a sus intereses o sus características personales, en ocasiones solo se tiene una pequeña oportunidad para despertar el aprecio por la literatura y debemos asegurarnos de que esa oportunidad no se pierda. La Dra. Ethel Krauze nos hace mención de esto: “Para la mayoría, la escuela es el primer contacto con los libros, y las materias de literatura, la única rendija posible hacia la poesía.”[4]
RELACION ENTRE EL CUENTO “EN EL RINCON MÁS LÓBREGO DE UN SALÓN DE CLASES” Y “CÓMO ACERCARSE A LA POESÍA” DE ETHEL KRAUZE. 

EN EL RINCON MÁS LÓBREGO DE UN SALÓN DE CLASES
CITAS
CÓMO ACERCARSE A LA POESÍA
SUSTENTO TEÓRICO
¿Te llegó el aroma de los nardos? A todos les había llegado. Hasta sintieron como flotaban ellos mismos sobre el tapete verde del salón.
 
"Vida y poesía van de la mano y se entreveran hasta convertirse una en resultado de la otra, porque la poesía, más que conocimiento de mundo, es experiencia entrañable, visceral, una manera de estar en el mundo." [7]
Se reunieron. Había que preparar los exámenes del ciclo escolar. Los de primaria estaban indecisos:
– ¿Los denominaremos “enclíticos o gramemas?”
Los de secundaria tenían que elaborar el grupo de preguntas sobre los Siglos de Oro:
–El conceptismo –dijo uno.
–El culteranismo –dijo otro.
–Mejor el misticismo –terció alguien más.
"Las clases de literatura eran “otra cosa”, que nada tenía que ver con la literatura, con los poemas que yo tenía que sonaban en mis orejas. Eran odiosas esas clases, yo no entendía absolutamente nada y además no sabía para que servían todos aquellos “istmos”[…] pag 37
En el rincón más lóbrego del enorme salón de clases apenas se vislumbraba una anciana cubierta de mares polvo. Parecía una momia abandonada centurias atrás. Yacía echa un ovillo y una telaraña la envolvía como protegiendo a una larva que esperara nacer. Los maestros de literatura se horrorizaron al unísono y sin discusión.
"Después de 20 años de leer y escribir como único oficio, puedo decir claramente, que no sirve para nada. Lo único que si consiguen los programas escolares es despertar miedo y asco por la literatura, en ese afán por despojarla de su libertad creadora, de su vuelo lúdico, para aprisionarla entre “parámetros”, “contextos”, “coordenadas”, en un archivero mohoso, rimbombante y totalmente innecesario."  [37] [38]
  ¿Saben ustedes a qué huelen los nardos, por ejemplo? […] Los nardos son un vals en la memoria de una cajita de maderas viejas… ¿Y saben cómo suena un vals? Es el oleaje de mi caracola en el ansia de tocar tu sien. Y el oleaje es un pájaro que no acaba nunca de llegar a puerto. Y el pájaro, la flecha que navega por mis venas cuando me acerco a ti…
"Las clases de literatura deberían ser talleres de lectura y de creación. Nada más. Un tiempo dedicado a jugar con las palabras, leyéndolas y escribiéndolas, descubriendo como suenan y lo que dicen y por qué encontrando nuestras propias palabras, las que son capaces de expresar lo que llevamos dentro." [39]
 
 – ¿Qué tenemos que ver contigo, vieja? –le escupió uno de los maestros a la cara.
–Desgraciadamente ya nada. Ahora ustedes saben muchas cosas innecesarias que no tienen que ver conmigo. Entraron como súbditos a mis dominios y casi me sacan del paisaje. Pero no me dejé desterrar.
"Para la mayoría, la escuela es el primer contacto con los libros, y las materias de literatura, la única rendija posible hacia la poesía. Pero si esa rendija es turbia y abierta por quienes dictan burocráticamente los programas escolares, el resultado es el que ya conocemos: la gente en México no lee, y eso, fatalmente, la convierte en servidora de otros." [40]
Un remolino de dulces sonidos los traspasaba, olas y pájaros y flechas surcaban como cohetería el centro del salón.
"Pero en la poesía, las palabras no aluden únicamente a un objeto determinado, sino que encierran significados múltiples y animan nuestra memoria para hacerlos presentes y simultáneos; esto es lo que da unidad y riqueza a nuestra visión del mundo." [47]
–Lo que importa es quién está leyéndolo –dijo y se volvió trasparente, irradió el salón con palpitantes luces de colores y brincó volando con maestría hacia tu corazón.
"Un lector es más que un hombre que no lee, es más ser humano porque se ha ido poblando de las muchas vidas que transitan en las páginas y no sólo se ha reducido a su experiencia personal, fatalmente pobre."[74]




[1] Ethel Krauze, Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del talento literario?, México DF, Conaculta, 2011, p. 35
[2] Ibid., p. 50.
[3] Ibid., p. 16.
[4] Ethel Krauze, Como acercarse a la poesía, México DF, Noriega, 2002, p. 40
 

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