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Habilidades básicas del profesor de literatura. Versión 2.0
1.- Conocer
el tema: Es
demasiado obvio este punto pero de aquí depende en buena medida el éxito de la
clase. ¿Cómo voy a enseñar a mis alumnos si no se de lo que hablo? El docente
debe estar preparado para lo que va a enseñar en el aula, de no ser así caemos
en situaciones rutinarias que derivan en el rechazo del alumno hacia la
materia. Se debe investigar ampliamente el tema para no llegar con las manos
vacías ante los alumnos. Por ejemplo, si quiero trabajar con la estructura de
un cuento presento uno que tenga una narración clara y sea fácil de comprender
para los alumnos. Tomemos ahora el cuento clásico de Caperucita Roja. En
general los cuentos de los hermanos Grimm funcionan bien para este propósito.
Antes de iniciar la lectura hacemos las preguntas de predicción que nos
permitan saber que tanto conocen los alumnos del cuento: ¿de qué creen que va a
tratar este cuento? ¿Quiénes creen que sean los personajes del cuento?
Posteriormente los alumnos escuchan la lectura presentada por el docente y se
muestran imágenes de con los momentos clave de la historia. Ahora hacemos
algunas preguntas generales: ¿Por qué fue Caperucita a ver a su abuelita? ¿Qué
le dijo su mamá a Caperucita? ¿Dónde encontró al lobo? ¿Qué le dijo? También
podemos hacer otras preguntas que ayuden a los alumnos a reflexionar sobre la
estructura del cuento: ¿Cómo inicia la historia? ¿Cuál es el problema que surge?
Al final, ¿Cómo se resolvió? Ordenamos las imágenes y escribimos a un lado el
momento que está representando. En un tercer momento de la actividad ¿Podría
iniciar de otra manera esta historia? ¿Y si el lobo fuera bueno, que pasaría?
¿Podría tener un final diferente? ¿Cuál sería?
Posteriormente entregamos a los
alumnos una tarjeta con la palabra Inicio
en ella anotará su versión del inicio
del cuento y la ilustrará con un dibujo. En una segunda tarjeta anotará el Desarrollo y en una tercer tarjeta El final que desee para el cuento.
Finalmente se recogen las tarjetas y se engargolan en tres paquetes; En uno las
que tratan el Inicio, en otro las que
habla del desarrollo y el final en el
último paquete. Se llevan al grupo y
se explica que la historia que ellos hicieron se puede leer de otra forma, es
decir, que el inicio que escribió un primer alumno, puede llevar el desarrollo
de un segundo y el final de un tercer compañero, dando origen a una nueva o a
muchas nuevas versiones de la historia, según la combinación que se elija. Con
estas actividades explicamos lo que Jan Mukarovsky (1891 - 1975) citado por la
Dra. Ethel Krauze en su libro Desnudando
a la musa: ¿Qué hay detrás del talento literario? En donde menciona: “la
estructura es más que la suma total de sus partes, y cada elemento tiene una
función específica a través de la cual se conecta con el todo, que está en
movimiento permanente.” [37]
2.-
Planeación: Este punto avanza paralelamente con el anterior, no es suficiente saber
el tema si no también hacer una planeación detallada las actividades que se
desean realizar con los alumnos en la clase. Para ello debemos considerar lo
siguiente: ¿Qué espero que los alumnos logren al trabajar con este tema? Las
actividades que deseamos realizar y sus momentos: inicio, desarrollo o cierre
de la sesión. Los materiales que vamos a necesitar para desarrollarlas y el
tiempo disponible para llevarlas a cabo, si se realizará en una o en varias
sesiones y finalmente si se logró el objetivo esperado. Si no fue así hacer una
revisión de la clase y analizar los motivos por los que no se logró el
propósito del tema. Diseñar nuevas actividades, desarrollarlas con los alumnos
y esperar los resultados. En esto tomamos en cuenta lo dicho por la Dra. Ethel
Krauze en su libro La casa de la
literatura “La palabra suena y la palabra dice. Suena y dice
simultáneamente” [7]. “Cada palabra es individual y tiene su propio matiz” [9].
“Cada palabra es, pues, un mundo” [11]. De ahí la importancia
de saberlas escribir correctamente. En
este sentido la planeación es flexible pues muchas veces aún con todos los
elementos calculados habrá situaciones que escapan a nuestras manos, es aquí
donde entra la tercera habilidad del profesor.
TEMA: Las palabras y su escritura.
ESTANDARES CURRICULARES: Relación sonoro – grafica y valor sonoro convencional
de letras en palabras
PROPÓSITO: Que los niños reconozcan las irregularidades en la
correspondencia sonoro – grafica de la “g”
ACTIVIDADES: INICIO: Mostrar al grupo una serie de imágenes cuyos nombres se
escriben con la letra “g”
Invitar a los alumnos a pronunciar
el nombre de cada una de las imágenes en voz alta
DESARROLLO: Solicitar a los
alumnos una clasificación de estas imágenes en dos columnas, según como
“suenan”.
Apoyar al grupo haciendo algunas preguntas: ¿Cómo se escribe gigante?
y ¿guitarra? ¿gallina? ¿Por qué no se escriben todas las palabras solo
con la letra “g”?
Pasar al pizarrón a escribir el
nombre de las imágenes.
Preguntar a los niños si conocen la
razón por las que en unas palabras se escribe con “u” en medio y en otras
no.
Mostrar al grupo de que existen diferentes reglas a la hora de escribir
las palabras y que la “g” tiene diversos sonidos según las vocales con las
cuales se acompañe.
CIERRE: Elaborar un ejercicio en su libro de texto págs. 156 y
157 para reafirmar su conocimiento sobre el uso de la “g”
TIEMPO: 1 sesion de 50 min
RECURSOS: Imágenes, marcadores y libro de texto español segundo
grado. Págs. 156 y 157
EVALUACIÓN: Instrumento de evaluacion: Rúbrica
3.-
Improvisación: El docente debe tener la capacidad de aprovechar cualquier momento para
enseñar, eso implica que en ocasiones tenga que modificar su planeación a la
hora de desarrollarla o incluso salirse de ella si la ocasión lo amerita. El
detalle de esto es aprovechar el interés que muestra el alumno en un
conocimiento. Les comparto una experiencia. En una ocasión pedí a mis alumnos
que hiciéramos un cuento, quedamos de vernos el fin de semana en casa de una
niña. Me esforcé en organizar el material con el que trabajaríamos en la clase
cuando llegué encontré a las niñas muy entretenidas jugando con unas muñecas,
fue entonces que les propuse que si querían hicieran su cuento de un juguete de
los que ahí tenían. Les encantó la idea y el resultado fue muy bueno, vi que realmente
se interesaron por crear una historia para ese juguete, fue como si continuaran
el juego que habían iniciado. Esto lo propone la Dra. Krauze en su libro Como acercarse a la poesía. “Las
clases de literatura deberían ser talleres de lectura y de creación. Nada más.
Un tiempo dedicado a jugar con las palabras, leyéndolas y escribiéndolas,
descubriendo como suenan y lo que dicen y por qué encontrando nuestras propias
palabras, las que son capaces de expresar lo que llevamos dentro.” [39]
4.- Comunicación: Es importante
saber si el alumno está o no aprendiendo, para ellos debemos establecer una
clara comunicación con el grupo que nos permita detectar cuando deja de
hacerlo. La confianza es un elemento indispensable para que los alumnos puedan
manifestar sus intereses o dudas respecto al tema, esto nos ayudará a mejorar
el ambiente de aprendizaje de forma significativa. La evaluación por parte de
los alumnos es una buena herramienta para lograr mejorar nuestro desempeño
docente porque nos permite ver nuestras debilidades y fortalezas. Aquí presento
un ejemplo de una rúbrica que se les puede pedir a los alumnos que contesten.
Tu maestro
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SI. ¿Por qué?
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NO. ¿Por qué?
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¿Explica
la clase para todo el grupo?
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¿Te
ayuda a resolver tus dudas o te vuelve a explicar cuando no entendiste el
tema?
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¿Explica
desde el inicio lo que desea lograr al abordar ese tema?
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¿Organiza
el trabajo de manera que todos se involucren en las actividades?
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¿Motiva
a los alumnos a desarrollar sus habilidades?
|
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¿Lleva
material adicional al libro de texto para trabajar?
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||
¿Explica
claramente la forma en la que se va a evaluar?
|
5.-
Creatividad: Tanto en el diseño como en la aplicación de las actividades es importante
no solo el qué si no también el cómo. Buscar la manera más original y
divertida en la que el alumno se motive y aprenda. Por ejemplo podemos ocupar
algún disfraz que nos ayude a generar expectativa al iniciar una clase, si
vamos a trabajar con la composición de las calaveritas podemos ambientar con
unas velas, unas calaveritas de azúcar o de chocolate y vestirnos de negro o
pintarnos como calavera. Para las adivinanzas podemos invitar a los niños a
descubrir pistas escondidas en el aula o incluso en la escuela. También podemos
decorar nuestro salón con objetos representativos del tema o si vamos a
trabajar con la metáfora pedir que lleven a la clase su objeto favorito. “Es
decir: el acto de crear, literalmente cambia
nuestro cerebro”[1]
6.-
Sensibilidad: El docente debe de tener la capacidad de entender y comprender que no
todos los alumnos aprenden de la misma forma ni al mismo ritmo y que tampoco
todos tienen ni todas ni las mismas habilidades; habrá unos que les guste más
uno que otro tema lo cual es perfectamente válido ya que estamos tratando con
personas con entornos, características y personalidades diferente. Por lo tanto
los resultados que obtengan no serán iguales y también tener en cuenta que
siempre habrá un alumno que necesitará más de nuestro apoyo que otro y debemos
estar dispuestos a dárselo y a ayudarlo a superar sus dificultades.
7.-
Autonomía: El docente debe garantizar la libertad al alumno de aprender
según sus necesidades. Más que un transmisor de conocimientos debe ser un guía
que ayude a llegar al grupo a buen puerto. Motivar a los alumnos a que generen
sus propios conocimientos; la investigación, reflexión y el trabajo
colaborativo son algunas de las herramientas que se deben favorecer
permanentemente. La Dra. Ethel Krauze nos lo explica en su libro Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del
talento literario?
Este saber lingüístico es
para Coseriu, un saber hacer, un saber técnico perfectamente […] el hablante no solo
sabe qué dice, sino cómo se dice y cómo no se dice, pues de otro modo no podría
ni siquiera hablar; el hablante no necesita ser lingüista para “saber emplear
el instrumento lingüístico […] pero una aproximación más
dinámica, didáctica con la lengua y sus posibilidades, probablemente convierta
al sujeto en un hablante cada vez más consiente, y por ende, creador.[2]
9.-
Compromiso: Cada clase debe iniciar con un sincero compromiso de nuestra parte a que
el alumno aprenda. Es muy fácil perder esto de vista cuando tenemos la presión
sobre nosotros de desarrollar los temas en tiempos ridículamente cortos que son
los que alguien más ya dijo que se puede aprender. Aquí entra nuestro propio
criterio para desarrollar los temas en los tiempos que consideremos
convenientes, una herramienta muy eficaz para lograr esto es la transversalidad
de los temas. Para nosotros debe ser
importante que los alumnos salgan adelante en su aprendizaje y no solamente
asignar una calificación. Debemos emplear estrategias favorezcan todas las
oportunidades de lectura, escritura y creación literaria, por ejemplo podemos
hacer un taller adicional a las asignaturas para trabajar cuento y poesía. También podemos hacer carteles con poemas que
hablen del cuidado del medio ambiente, ahí trabajamos con Español y Ciencias
Naturales. Es decir ir más allá de los lineamientos establecidos para lograr
resultados que aseguren que los alumnos sean competentes es sus habilidades básicas
de comunicación y creación, así nos lo explica la Dra. Ethel Krauze en su libro
Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del
talento literario?
La intención básica de
estas aproximaciones teóricas y didácticas es que la creación literaria
adquiera el estatus de una actividad susceptible de ser desarrollada por medio
del proceso enseñanza – aprendizaje a través de modelos metodológicos como una competencia
indispensable ante los retos del mundo contemporáneo. [3]
10.- Orientación:
Considero
que este es un punto vital y muy difícil de lograr también pero debemos
intentarlo. Lo queramos o no somos influencia para nuestros alumnos; el interés
o desinterés con que abordamos un tema, las actitudes y comportamientos que
tenemos ante ellos y ante los demás, son cosas que se observan y aprenden. Si
un tema nos apasiona y disfrutamos enseñarlo es muy probable que también
termine gustándoles a nuestros alumnos. Esto lo vemos en nosotros mismos
incluso, nuestros intereses y preferencias muchas veces corresponden a la
semillita que alguien sembró en nosotros en nuestra época de estudiantes. De
ahí la importancia de contar con un amplio acervo bibliográfico para orientar a
nuestros alumnos en las lecturas acorde a sus intereses o sus características
personales, en ocasiones solo se tiene una pequeña oportunidad para despertar
el aprecio por la literatura y debemos asegurarnos de que esa oportunidad no se
pierda. La Dra. Ethel Krauze nos hace mención de esto: “Para la mayoría, la
escuela es el primer contacto con los libros, y las materias de literatura, la
única rendija posible hacia la poesía.”[4]
RELACION
ENTRE EL CUENTO “EN EL RINCON MÁS LÓBREGO DE UN SALÓN DE CLASES” Y “CÓMO
ACERCARSE A LA POESÍA” DE ETHEL KRAUZE.
EN EL RINCON MÁS LÓBREGO DE UN SALÓN DE CLASES
CITAS
|
CÓMO ACERCARSE A LA POESÍA
SUSTENTO TEÓRICO
|
¿Te llegó el aroma de los nardos? A todos les había llegado. Hasta
sintieron como flotaban ellos mismos sobre el tapete verde del salón.
|
"Vida y poesía van de la mano y se entreveran hasta convertirse una
en resultado de la otra, porque la poesía, más que conocimiento de mundo, es
experiencia entrañable, visceral, una manera de estar en el mundo." [7]
|
Se reunieron. Había que preparar los exámenes del ciclo escolar.
Los de primaria estaban indecisos:
– ¿Los denominaremos “enclíticos o gramemas?”
Los de secundaria tenían que elaborar el grupo de preguntas sobre
los Siglos de Oro:
–El conceptismo –dijo uno.
–El culteranismo –dijo otro.
–Mejor el misticismo –terció alguien más.
|
"Las clases de literatura eran “otra cosa”, que nada tenía que ver
con la literatura, con los poemas que yo tenía que sonaban en mis orejas.
Eran odiosas esas clases, yo no entendía absolutamente nada y además no sabía
para que servían todos aquellos “istmos”[…] pag 37
|
En el rincón más lóbrego del enorme salón de clases apenas se
vislumbraba una anciana cubierta de mares polvo. Parecía una momia abandonada
centurias atrás. Yacía echa un ovillo y una telaraña la envolvía como
protegiendo a una larva que esperara nacer. Los maestros de literatura se
horrorizaron al unísono y sin discusión.
|
"Después de 20 años de leer y escribir como único oficio, puedo
decir claramente, que no sirve para nada. Lo único que si consiguen los
programas escolares es despertar miedo y asco por la literatura, en ese afán
por despojarla de su libertad creadora, de su vuelo lúdico, para aprisionarla
entre “parámetros”, “contextos”, “coordenadas”, en un archivero mohoso,
rimbombante y totalmente innecesario." [37] [38]
|
¿Saben ustedes a qué
huelen los nardos, por ejemplo? […] Los nardos son un vals en la memoria de una
cajita de maderas viejas… ¿Y saben cómo suena un vals? Es el oleaje de mi
caracola en el ansia de tocar tu sien. Y el oleaje es un pájaro que no acaba
nunca de llegar a puerto. Y el pájaro, la flecha que navega por mis venas
cuando me acerco a ti…
|
"Las clases de literatura deberían ser
talleres de lectura y de creación. Nada más. Un tiempo dedicado a jugar con
las palabras, leyéndolas y escribiéndolas, descubriendo como suenan y lo que
dicen y por qué encontrando nuestras propias palabras, las que son capaces de
expresar lo que llevamos dentro." [39]
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– ¿Qué tenemos que ver
contigo, vieja? –le escupió uno de los maestros a la cara.
–Desgraciadamente ya nada. Ahora ustedes saben muchas cosas
innecesarias que no tienen que ver conmigo. Entraron como súbditos a mis
dominios y casi me sacan del paisaje. Pero no me dejé desterrar.
|
"Para la mayoría, la escuela es el primer contacto con los libros,
y las materias de literatura, la única rendija posible hacia la poesía. Pero
si esa rendija es turbia y abierta por quienes dictan burocráticamente los
programas escolares, el resultado es el que ya conocemos: la gente en México
no lee, y eso, fatalmente, la convierte en servidora de otros." [40]
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Un remolino de dulces sonidos los traspasaba, olas y pájaros y
flechas surcaban como cohetería el centro del salón.
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"Pero en la poesía, las palabras no aluden únicamente a un objeto
determinado, sino que encierran significados múltiples y animan nuestra
memoria para hacerlos presentes y simultáneos; esto es lo que da unidad y
riqueza a nuestra visión del mundo." [47]
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–Lo que importa es quién está leyéndolo –dijo y se volvió trasparente,
irradió el salón con palpitantes luces de colores y brincó volando con
maestría hacia tu corazón.
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"Un lector es más que un hombre que no lee, es más ser humano porque se ha ido poblando
de las muchas vidas que transitan en las páginas y no sólo se ha reducido a
su experiencia personal, fatalmente pobre."[74]
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