Bolsa 7 - Trabajo
final - Marli Camargo
TRABAJO FINAL
DRA ETHEL KRAUZE -
CANASTA BÁSICA IV- 05/2016
Marli dos Santos
Muniz Camargo
CANASTA BÁSICA DEL
PROFESOR DE LITERATURA IV
INTRODUCCIÓN
El seminario de un modo general, tuvo el objetivo
de contribuir para que el profesor pudiera desarrollar una canasta básica de
literatura, cuyos elementos puedan ser analizados de forma crítica
y también para que conozcamos los diferentes aspectos de la teoría
literaria.
Muchas veces como profesionales acreditamos que
algunos elementos son indispensables para la enseñanza de la literatura, pero
que finalmente terminan siendo elementos sin fundamento teórico o literalmente
emocional. En una de las primeras clases, hice una cita de varios elementos
básicos necesarios para la canasta y que posteriormente reflexionando e
investigando mejor pude analizar que, la práctica y el fundamento teórico
tienen que caminar juntos. Por ejemplo:
1. Ayudar al alumno a
buscar la satisfacción en la lectura y tornarse como un ser humano con un potencial
crítico.
Sí, verdaderamente lo necesitamos y queremos hacer,
pero ¿cómo hacerlo?
En ese proceso aprendí por medio de la observación,
cuán importante es la investigación en la práctica del maestro así como en la
vida del estudiante. La investigación contribuye para anular la idea de
una clase donde la persona espera la
información del profesor, y para que busquemos diferentes recursos del
conocimiento y construyamos nuestro propio conocimiento también.
Como maestros tenemos que investigar y promover la
investigación junto con los alumnos para que alcancen la satisfacción en la
lectura y adquieran el potencial crítico.
Otro elemento importante que se pudo vivenciar en
ese proceso es que, nosotros como alumnos y estudiantes debemos sentirnos
motivados, o sea, sentir que lo que estamos aprendiendo es algo agradable,
interesante, propositivo y transmitir eso a los alumnos en la misma proporción.
El aprendizaje ocurrirá al haber acoplamiento, si ese proceso de
aprendizaje no es agradable, interesante e propositivo, desafortunadamente el
nivel de aprendizaje será casi nulo.
Para unirnos a los alumnos en ese proceso debemos primeramente sentirlo, no
podemos transmitir a los alumnos la pasión por la literatura, si nosotros no la
tenemos. Cuando eso ocurre, el alumno ya está siendo preparado intelectualmente
para alcanzar otros niveles y participar del proceso del conocimiento.
¿Cómo hacerlo?
Un ejemplo que considero podría ser apropiado, es
enseñar a un niño las partes de un libro. Por ejemplo: ¿qué es el lomo del
libro?, ¿qué es la portada?, y ¿cuál es la diferencia con la contraportada?
Se pediría a los alumnos investigar el significado
de esa palabra, el lomo en el diccionario para aclarar. Una vez aclarado
pedirles que observen, tomen notas y escriban sobre esa parte opuesta al corte
de las hojas.
Por medio de preguntas abiertas, se puede cuestionar
al niño, por ejemplo:
¿Cuál es la información que se obtiene en el
lomo del libro?
¿Cómo se lee la información del lomo?
¿De abajo a arriba o de arriba a abajo?
¿Cuál es la sensación que percibes al leer de
arriba a abajo y abajo a arriba?
Otro ejemplo es pedir al alumno investigar sobre
las portadas de los libros.
O ¿qué entienden por portada y contraportada? ¿Cuáles
son los detalles que observan en ambas y cuáles son las diferencias en ellas?
¿Qué textos normalmente se utilizan en la contraportada? Un texto que
habla del autor, del libro, otras opiniones de otras personas sobre el
libro.
Preguntar al alumno, por ejemplo si él fuera escritor,
¿qué texto colocaría en la contraportada del libro?
Ejercicios como este son ejemplos que permiten al
alumno interesarse por la investigación, la creatividad, el gusto a la lectura
y creatividad en la escritura, porque el profesor está permitiendo que el
alumno tenga la responsabilidad de opinar en relación a la contraportada y mostrar
sus sentimientos al leer un libro de abajo a arriba y viceversa.
El seminario de la canasta básica y didáctica,
también ha sido un medio de aprendizaje para nosotros como maestros y
escritores, ya que eso nos ha
permitido tener la responsabilidad de presentar a nuestros colegas el trabajo
que estamos desarrollando y conocer también las responsabilidades que ellos han
tenido en su pequeña comunidad como maestros, escritores, investigadores o
simplemente como formadores de opinión.
Como maestros de literatura debemos incentivar a
los alumnos a visualizar que por medio de ella es posible alcanzar otros
objetivos; podemos manifestarnos, podemos ejercitar nuestros derechos, valores,
opiniones y así participar en ese proceso de la construcción de conocimiento y
en el potencial de los seres humanos.
Es importante enfatizar que la construcción de un
nuevo conocimiento ocurre a través de la reflexión crítica de otros conocimientos
ya establecidos, en este caso las teorías literarias y principalmente de
planeación, evaluación continua de nuestras clases a los
estudiantes, su receptividad, así como la evaluación del contenido
que enseñamos.
El proceso de aprendizaje en relación a la
didáctica en la literatura y el proceso de enseñanza de la didáctica, han sido
dos grandes desafíos que tuvimos este semestre.
Por ejemplo, al impartir las clases de literatura en
este semestre, observé cuánto es
importante que como maestros reconozcamos que el alumno también tiene una
responsabilidad en el proceso de aprendizaje y eso ha sido realizado en la
medida que quincenalmente necesitamos demostrar lo aprendido, por medio de los
ensayos que hemos presentado y también pedir a nuestros alumnos que contribuyan
en ese proceso.
El acoplamiento del maestro y alumnos en el proceso
es fundamental, porque muchas veces como profesionales tenemos la buena
intención de enseñar pero no estamos familiarizados con el contenido y/o no
tenemos el conocimiento suficiente del contexto para una enseñanza adecuada, en
ese caso me refiero a la disciplina de la literatura, la cual vimos es
considerado una ciencia nueva y cuyas teorías no están a mi parecer
ejemplificadas, de tal forma que el maestro y el alumno puedan aplicarlas en su
contexto.
En la canasta uno puede observar los elementos
citados, posteriormente observamos que muchos de esos elementos eran
considerados emocionales y tuvimos que trabajar para que esas ideas emocionales
fueran transformadas en acciones y prácticas profesionales después de la
comprensión de qué es la literatura y la teoría literaria.
Al dar seguimiento a la reflexión, investigación y
aplicación, menciono abajo algunas propuestas para llevar en la canasta básica
con sus debidas revisiones.
1. El programa debe
ser una clase de literatura con objetivos definidos, recursos materiales,
tiempo, referencias bibliográficas necesarias y obviamente la preparación del
profesor para administrar la clase.
Es un elemento que entiendo sea indispensable e iniciaría
definiendo el objetivo de la clase:
Objetivo de la clase - Propiciar una lectura de
libros que estimulen el pensamiento y posteriormente una escritura
creativa.
Recursos - Seleccionar libros adecuados por edad de
los estudiantes con un tema que tengan interés en compartir con los demás
alumnos.
Procedimientos - Pedir a los estudiantes que ellos
escojan un libro y que platiquen del libro seleccionado, y/o designar una determinada
lectura a los niños.
Es importante ratificar que hay varias
maneras de practicar la lectura con los niños, para que ese periodo sea
un tiempo de disfrute y gozo. Springer, (pág.98) menciona y sugiere
diferentes tipos de lectura de acuerdo con la edad de los niños:
Leer en coro – Da oportunidades para repetir la
lectura de la obra que fue seleccionada.
Lectura compartida - Normalmente el profesor lee un
libro grande o texto y los estudiantes le siguen, pudiendo así practicar la
fonética, puede también trabajar la predicción y el uso de personajes tipos
dentro de determinados contextos.
Lectura en voz alta – Permite que el maestro lea en
voz alta y haya un diálogo y discusión entre los alumnos.
Palomitas lectura - Cuando el profesor o un alumno
empieza a leer la obra en voz alta y en seguida otra alumno sigue leyendo, esa
estrategia permite que todos participen, construyendo así un sentido de
responsabilidad.
Lectura en pares- Leer con un amigo o amiga y así
poder leer y discutir el tema. Esa estrategia permite que estudiantes más
grandes lean junto con los pequeños y sirvan como coach o mentor de los pequeños.
Lectura independiente - Los alumnos leen
individualmente, permitiendo levantar cuestiones por sí mismos y responderlas
por medio de la lectura, así como construir influencias en la lectura.
Existe también la lectura guiada, en la cual el
maestro lee junto con el alumno y el alumno puede releer, pensar y discutir lo
que está leyendo junto con el maestro.
Hay varias estratégicas por él mencionadas y que
pueden ser usadas en la clase que trabaja la lectura.
El maestro necesita prepararse previamente y conocer
de forma clara qué tipo de lectura estará siendo realizada.
De acuerdo con la dinámica utilizada, el maestro
está preparando al alumno al desarrollo del lenguaje en voz alta.
Posteriormente se debe pedir a los alumnos
escribir lo que ellos leerán y así permitir que los niños produzcan un nuevo
vocabulario para expresar lo que ellos leerán y entenderán del texto o de la
obra.
A los niños que todavía no están desarrollados para
producir textos, es necesario preparar una actividad diferenciada para que a
través de las palabras, sus sonidos y combinación de las letras puedan leer con
más fluidez y posteriormente dibujar y escribir oraciones relacionadas a lo que
leyeron; sea de la obra, o de sus propios talentos.
Otro elemento que mencioné inicialmente y que
revisé al aplicarlo, es que lo fundamental en la canasta básica es:
2. Lograr que el
alumno exprese una experiencia por medio de la lectura, con la finalidad de
conseguir un goce instantáneo y trascendental en relación con el texto, la obra
o la narración.
Para lograr que el alumno exprese esa experiencia
por medio de la lectura y alcance un goce instantáneo, es necesario que el
maestro tenga claro las consideraciones del autor de la obra y sus objetivos,
así como considere puntos importantes que el alumno necesita identificar en la misma
y ejercite haciendo un análisis de la obra. Springuer ejemplifica algunos
elementos que el lector puede considerar (pág.99).
¿Cuál es la idea de la obra y sus
principales detalles?, o sea
¿Cuál es el foco de la historia?
La comparación y el contraste son elementos donde
sí se puede identificar cuáles son las similitudes y diferencias encontradas en
la obra.
¿Cuáles son los principales problemas identificados
en la obra? y ¿cuáles son las soluciones observadas por el alumno?
A los alumnos de primaria o secundaria se les
podría pedir que clasifiquen los elementos de la obra, como por ejemplo, los
personajes.
Otro elemento importante citado fue:
3. Que el alumno pueda
identificar sus sentimientos y su opinión en relación a la obra y como estos
pueden estar o no conectados a su experiencia de vida.
Por ejemplo: Pedir al alumno identificar sus
sentimientos y opinión en relación a las imágenes visuales en una obra
infantil, como la de Max Lucado – “Tu eres especial”.
Es un libro que trabaja al autoestima y los
niños podrían mencionar cómo el escritor seleccionó los aspectos de la realidad
en el libro, y posteriormente pedir al alumno que nos muestre cómo él ve la
realidad por medio de imágenes visuales y posteriormente en la escritura o
redacción. En ese caso estaríamos aplicando la teoría de la recepción y
semiótica, cuyas características valoran el papel del lector en la
interpretación de un texto, o sea el texto no estará completo si como lector no
se le da un significado propio, de tal modo que puede haber diferentes
interpretaciones.
Sería considerada la información del niño acorde
con un planteamiento de la teoría fundamentada y los textos visuales defendida
por Evelyn Arizpe (pág.15 y16).
4. Llevar a los
alumnos a construir un sentido por medio de la lectura, pero dicho sentido no
debe estar relacionado obligatoriamente a cosas, ideas, etcétera.
Un ejemplo de cuento que puede ser usado es, “Los
novios”. Una de las obras de Andersen
que también podría contribuir para la construcción de ese sentido, donde los
juguetes hablan entre sí y uno de ellos se enamora de la pelota.
La literatura puede proporcionar esa construcción
de sentidos a los alumnos por medio de la identificación de los elementos
estructurales de la propia literatura. Por ejemplo.
Las metáforas que a través de sus narrativas llevan
al lector y al alumno a reflexionar en otras formas de presentar un
texto. La teoría funcionalista podría ser aplicada en ese caso, una vez que
podría ser estudiada la estructura del texto o de la obra.
5. Otro elemento que
entendemos es importante para la canasta básica, fue trabajar por medio de
libros con imágenes, seguidos de libros que alimentan las sensaciones del
lector y también con letras visibles para que los mismos puedan identificar los
signos, las palabras y el sentido de la historia. El ejemplo en la bolsa fue el
“Poema de olores”.
A los alumnos que todavía no están alfabetizados,
es importante trabajar la lectura por medio de libros con imágenes, seguidos de
libros que alimenten las sensaciones del lector y también con letras
visibles para que los mismos puedan identificar los signos, las palabras y el
sentido de la historia; un ejemplo podría ser el “Poema de olores”. (Madroñero,
pág. 7).
Para alumnos de secundaria por ejemplo, podría pedírseles
investigar en cuentos los olores de las palabras y escribirlas como ejemplos en
pequeños textos, y entonces describir lo que ellos entienden o sienten por el olor
a la escuela.
6. Permitir que el
alumno penetre en otra realidad diferente a la que vive o está acostumbrado, y
logre expresar sus emociones con la lectura y o literatura.
El objetivo de la clase sería presentar a los
alumnos las diferencias culturales de otros países y como ejemplo usaría el
libro “A surpresa de Handa” de Eileen Browne.
El libro se trata de una niña africana que sale de
su pueblo para visitar a su amiga en otro pueblo y decide llevar algunas
frutas. En el camino se encuentra con diferentes animales que literalmente le
roban las frutas de su canasta y ella no se percataba y al llegar al pueblo de
su amiga tiene una gran sorpresa.
En ese cuento se puede introducir a los niños de
las diferencias culturales de África y México en los aspectos
geográficos, en relación a las frutas y la gastronomía en general, los
diferentes animales, el clima, las vestimentas, etc.
El cuento nos permite trabajar diferentes aspectos
con los niños de modo que ellos conozcan y aprecien otra cultura y puedan traer
a la escuela también sus propias experiencias al visitar otros pueblos y/o
inclusive otros países.
Finalmente, el seminario ha sido una experiencia
innovadora, de mucha reflexión y aprendizaje para que como maestros o
escritores conozcamos las bases de las teorías literarias y la aplicación en
las clases de literatura.
Finalmente ese proceso ha sido un medio de
comunicación entre maestro y alumnos y abarca un valor estético y crítico a la
enseñanza y didáctica de la literatura.
Bibliografía
Arizpe Evelyn, Styles Morag – Lectura de imágenes –
Los niños interpretan textos visuales – Fondo de Cultura Económica – 2004 –
México.
Springer Steve, Brandy
Alexander, and Kimberley Persiani-Becker- 2005 The organized teacher: a hands
on guide to setting up an running a terrific classroom -McgrawHill-United
States
Madronero, Esther Ferreiro - POEMA DE OLORES- 2010
–Everest- España.
Browne Eilleen - Handa's
surprise - 1995 - Walker Books Ltd - London - Printed in China
Bolsa 1
Citar diez elementos indispensables para llevar en
la canasta básica de la clase diaria.
Traducir las palabras abstractas (ideas o
emociones) a acciones concretas en el aula.
Describir y explicar por qué se ha elegido esa
acción como ejemplo de la idea o emoción inicial.
Como maestra de literatura, hay varios aspectos
importantes que deberían ser considerados para la realización de un programa
literario.
Enumerarlos en función de importancia es casi
imposible, porque muchos de los aspectos son importantes, prioritarios y deben
ser adoptados para lograr el objetivo o misión propuesta que es lograr, que
niños y jóvenes amen la literatura, trasciendan y se transformen de seres
sociales a individuos especiales.
Como maestro elegiría los siguientes puntos:
1- El programa debe ser una clase de literatura con
objetivos definidos, recursos materiales, tiempo, referencias bibliográficas
necesarias y obviamente la preparación del profesor para administrar la clase;
2- Diccionarios, ortografía, gramática y
enciclopedias son esenciales.
3- Lograr que el alumno exprese una experiencia por
medio de la lectura, con la finalidad de conseguir un goce instantáneo y
trascendental en relación con el texto, la obra o la narración.
4- Llevar a los alumnos a construir un sentido por
medio de la lectura, pero dicho sentido no debe estar relacionado
obligatoriamente a cosas, ideas, etcétera.
5- Permitir que el alumno penetre en otra realidad
diferente a la que vive o está acostumbrado, y logre expresar sus emociones con
la lectura o literatura.
6- Escuchar y mostrar atención a los saberes del
alumno en relación con la obra/texto, saber identificar y calmar sus
inquietudes.
7- Proporcionar al alumno un ambiente y áreas de
lectura con orden y sanos, con suficiente luz, comodidad, con la temperatura
aproximada de 20°C, con muebles y sillas adecuados, local ventilado e
igualmente brindarles tiempo necesario para hojear los libros antes de
seleccionarlos.
8- A los alumnos que todavía no están
alfabetizados, es importante trabajar la lectura por medio de libros con
imágenes, seguidos de libros con letras visibles para que los mismos puedan
identificar los signos, las palabras y el sentido de la historia.
9- El maestro debe ser cuidadoso y no imponer sus
propios juicios, pero debe estimular al alumno a reflexionar y desarrollar su
propia crítica en relación a la obra o a la realidad de su contexto.
10- Ayudar al alumno a buscar la satisfacción en la
lectura y tornarse un ser humano con potencial crítico.
11- La lectura en voz alta es una acción importante
que el maestro debe estimular, para que ellos logren interpretar y conocer a
los personajes de las obras; corregir sus propios errores, identificar los
errores de los demás e identificar sus fortalezcas al leer.
12- Finalmente, algo práctico como maestro es dar
al alumno tiempo para la lectura y respetar lo que ellos elijan, así como la
concentración y el interés del alumno no imponiéndole lecturas, sino asegurando
un espacio con riquezas literarias.
El tiempo que el maestro irá proporcionándole al niño/alumno
para la lectura y el silencio son fundamentales, con el objetivo de que por sí
mismo logre darle un sentido a lo que está leyendo. El tiempo concedido puede
contribuir con el sentido que puede llevar una experiencia transformadora en la
relación libro-alumno.
Es importante clarificar que el tiempo concedido
debe variar de acuerdo con la edad de los niños, las formas de lecturas (ya sea
individual, grupal, silenciosa u oral), respetar la concentración de cada
niño/alumno, y tener un tiempo para oír los comentarios de las lecturas
elegidas por ellos.
En esta canasta básica, el tiempo y la animación a
la lectura son importantes ya que son parte del proceso educativo de leer.
Montserrat Sarto, enfatiza que la escuela se
dedica primordialmente a enseñar, a impartir conocimientos, pero en relación
con la lectura se requiere de educación. (Sarto, pág. 16).
Así como la alimentación, en la cual debemos ser
educados para consumir comida sana, en la lectura y literatura pasa lo mismo,
una vez que somos educados al leer nos tornamos como lectores saludables y
gozamos de un sentido de vida diferenciado.
Tareas:
1- Traducir las palabras abstractas (ideas o
emociones) a acciones concretas en el aula, describir y explicar por qué se ha
elegido esa acción como ejemplo de la idea o emoción inicial.
2- El cuento “En el rincón más lóbrego de un salón
de clase", en el instante supremo, Ethel Krauze, Alfaguara, 2002.
Relacionar su tema, contenido y propuesta con
alguno de los libros de la teoría literaria de la propia autora.
Como maestro de literatura, hay varios aspectos
importantes que deberían ser considerados para la realización de un programa
literario.
Enumerarlos en función de su importancia es casi
imposible, porque muchos de los aspectos son importantes, prioritarios y deben
ser adoptados para lograr el objetivo o misión propuesta, que es lograr que
niños y jóvenes amen la literatura, trasciendan y se transformen de seres
sociales en individuos especiales.
Como maestro elegiría los siguientes puntos:
1- El programa debe ser una clase de literatura con
objetivos definidos, recursos materiales, tiempo, referencias
bibliográficas necesarias y obviamente la preparación del profesor para
administrar la clase.
2- Diccionarios como ejemplo – diccionarios en
español con imágenes para el niño, gramática, por ejemplo una enseñanza sobre lo
que es la onomatopeya, leer el libro
“Nosotros estamos yendo a cazar un oso” y
emplear las onomatopeyas del libro.
Éstas pueden describir el sonido de animales o
cosas (Mato, 1994, p. 88), por ejemplo:
• El maullido del gato (miau, miau).
• El ladrido del perro (guau, guau).
• El disparo de una pistola (pum, pum).
Y enciclopedias como “Mi primera encarta” son
esenciales, para descubrir las palabras que los niños no conocen y porqué no,
construir textos, cuentos e historias.
3- Lograr que el alumno exprese una experiencia por
medio de la lectura, con la finalidad de conseguir un goce instantáneo y
trascendental en relación con el texto, la obra, la narración. Ejemplo, al leer
el cuento “El soldado de plomo” de Hans Christian Andersen, el niño podrá
demostrar los sentimientos de la bailarina o del soldadito de plomo, por medio
de la creación de su propia historia.
4- Llevar a los alumnos a construir un sentido por
medio de la lectura, pero dicho sentido no debe estar relacionado
obligatoriamente a cosas, ideas, etcéter. Un ejemplo de cuento que puede
ser usados es “Los novios”, un cuento de Andersen que también podría contribuir
para la construcción de ese sentido, donde los juguetes hablan entre sí y uno
de ellos se enamora de la pelota (Tashen pág. 196/197). La construcción de
sentido se hace por la imaginación.
5- Permitir que el alumno penetre en otra realidad
diferente a la que vive o está acostumbrado, y logre expresar sus emociones con
la lectura y literatura.
Nuevamente el cuento “Los novios”, podría
contribuir para la construcción de ese sentido, donde los juguetes hablan entre
sí y uno de ellos se enamora de la pelota.
6- Escuchar y mostrar atención a los saberes del
alumno en relación con la obra y texto, saber identificar y calmar sus
inquietudes.
Muchas veces los niños hablan de sus ‘novias’ o
‘novios’, y como maestros podemos escucharlos y asociar la historia con sus
experiencias.
7- Proporcionar al alumno un ambiente y áreas de
lectura sanas, con buena iluminación, aire y espacio, e igualmente brindarles
tiempo necesario para hojear los libros antes de seleccionarlos.
8- A los alumnos que todavía no están
alfabetizados, es importante trabajar la lectura por medio de libros con
imágenes, seguidos de libros que alimenten las sensaciones del lector y también
con letras visibles para que los mismos puedan identificar los signos, las
palabras y el sentido de la historia; un ejemplo podría ser el “Poema de
olores” de (Madroñero, pág. 7):
“Primero huelo el café
que prepara mi papá
¡Cómo me gusta su aroma,
aunque no pueda tomar!
Este olor resuelta grato.
¡Mucho más que el de
un zapato!
9- El maestro debe ser cuidadoso y no imponer sus
propios juicios, pero debe estimular al alumno a reflexionar y desarrollar su
propia crítica en relación a la obra o a la realidad de su contexto;
10- Ayudar al alumno a buscar la satisfacción en la
lectura y usar recursos lingüísticos, permiten al narrador realzar la
narración, por ejemplo: la voz flexible, entonaciones, tener una buena dicción,
usar las pausas y silencios que sirven al narrador para atraer la atención y
crear suspenso. (Moreno Verdulla y Sánchez Vera, 2006, p. 332). El uso de los recursos paralingüísticos que son
los gestos que acompañan la narración y pueden ser producidos de manera
involuntaria o voluntariamente realizados a propósito, con el fin de acercar al
espectador la idea que se quiere expresar; se utilizan para transmitir ideas y
sentimientos. (Labrero, 1998, pp. 560-561).
11- La lectura en voz alta es una acción importante
que el maestro debe estimular, para que ellos logren interpretar y conocer a
los personajes de las obras, es importante también incluir fórmulas de comienzo
y final.
Las fórmulas de comienzo nos invitan a narrar y
permiten remitirnos a un tiempo pasado y lejano. Cada narrador puede tener su
propia fórmula, haciendo uso de las ya conocidas, o bien inventar su propia
fórmula. A continuación se mencionan algunas fórmulas para el comienzo de una
narración:
• Había una vez.
• Había un tiempo en que los animales hablaban.
• Sucedió en tiempo de las hadas.
• El bien permanecerá aquí y el mal que quede
fuera.
Por otra parte, las fórmulas de final permiten
hacer una conexión entre el mundo fantástico y el presente; dan la pauta al
espectador para indicar que la narración ha terminado. Estas fórmulas, de igual
manera que las fórmulas de inicio, pueden ser inventadas por el narrador o bien
puede adoptar algunas fórmulas propuestas por otros narradores. A continuación
se mencionan algunas fórmulas propuestas por Muñoz:
•… y si no es así, que así sea.
•…y comieron perdices y a mí no me dieron porque no
quisieron.
•…y es tan cierto como que un vivo era llevado por
cuatro muertos.
Estas fórmulas pueden variar de acuerdo con el tema
que trata la narración (Muñoz, 2003, p. 440).
12- Finalmente, algo práctico como maestro es dar
al alumno tiempo para la lectura y respetar lo que ellos elijan, así como la
concentración y el interés del alumno no imponiéndole lecturas, sino asegurando
un espacio con riquezas literarias.
El tiempo que el maestro irá proporcionándole al
niño/alumno para la lectura y el silencio son fundamentales, con el objetivo de
que por sí mismo logre brindar un sentido a lo que está leyendo. El tiempo
concedido puede contribuir con el sentido que puede llevar una experiencia
transformadora en la relación libro-alumno.
Es importante clarificar que el tiempo concedido
debe variar de acuerdo con la edad de los niños, las formas de lecturas (ya sea
individual, grupal, silenciosa u oral), respetar la concentración de cada
niño/alumno, y tener un tiempo para oír los comentarios de las lecturas
elegidas por ellos.
En esta canasta básica, el tiempo y la motivación a
la lectura son importantes, ya que son parte del proceso educativo de leer.
Montserrat enfatiza que la escuela se dedica primordialmente a enseñar, a
impartir conocimientos, pero en relación con la lectura se requiere de
educación. (Montserrat Sarto pág. 16).
Así como la alimentación, en la cual debemos ser
educados para consumir comida sana, en la lectura y literatura pasa lo mismo,
una vez que somos educados a leer nos tornamos como lectores saludables y
gozamos de un sentido de vida diferenciado.
Bibliografía
Sarto, Montserrat - Animación a la lectura con
nuevas estrategias - 1998 -Editorial SM - España.
Daniel, Noel – Los cuentos de Hans Christian
Andersen – 2013 –Tachen GmbH –Alemania – Printed in China
Moreno Verdulla, A. y Sánchez Vera, L. ‘El
desarrollo de las habilidades lingüísticas en la educación infantil: literatura
y tradición oral’, 2006, Editorial Cádiz: Universidad de Cádiz.
Muñoz, R. N. ‘La multidisciplinariedad en el
cuento: algunas estrategias para su lectura.’ 2003- Editorial - España.
Madronero, Esther Ferreiro - POEMA DE OLORES- 2010
–Everest- España.
(Labrero, 1998, pp. 560-561).
BOLSA 2
La enseñanza de la literatura puede ser hecha por
medio de cuentos, así como ejemplifica la Dra. Ethel Krauze.
En su cuento “En el rincón más lóbrego de un salón
de clases”, la autora, de una forma metafórica revive la literatura en un
espacio donde los maestros ya estaban sin rumbo en el qué hacer en términos de
enseñanza de la literatura y fue cuando una anciana cubierta de mares de
polvo, parecía una momia abandonada centurias atrás y empieza a hablar con
ellos:
“Antes me honraban. Ustedes mismos me ponían en el
centro del salón. Existían por mí, para mí. Pero se ensoberbecieron y fueron
olvidándome. Miren lo que me han hecho. Estoy convertida en un desperdicio”. (Krauze,
pág. 48).
Según la Dra. Krauze, en el capítulo, "Las
Ventanas: los sentidos" (27 a 32) del libro “La Casa de la literatura”,
ejemplifica cómo funciona la literatura.
“…La literatura funciona como el estímulo original
que nos provoca en primera instancia sensaciones, que nosotros elaboramos hasta
la emoción, sentimiento, el pensamiento y acción.
Un cuento, un poema, un solo verso deben hacernos
sentir por ejemplo, el frío de una nevada en la piel aunque estemos en el trópico.
Por eso literatura es vida agregada a la propia vida, nos permite tener la
experiencia a través de las palabras”. (Krauze, pág. 31).
Como escritora, la Dra. Krauze puso las palabras en
el cuento que provocan las sensaciones de curiosidad en los maestros, y
nosotros como lectores podemos tener diferentes puntos de vista en relación al
texto y aplicar a su teoría literaria.
Para concluir, reforzamos la idea mencionada en la
bolsa 1 plus (uno), en el ítem ocho que el maestro debe tener en su canasta básica
de literatura, libros que alimenten las sensaciones del lector, mismos
cuando ellos todavía no son alfabetizados. (Seminario Canasta 4, clase 2,
17/02/2016 en CIDHEM).
“A los alumnos que todavía no están alfabetizados,
o empezando, es importante trabajar la lectura por medio de libros con
imágenes, seguidos de libros que alimenten las sensaciones del lector y también
con letras visibles para que los mismos puedan identificar los signos, las
palabras y el sentido de la historia; ejemplificamos el Poema de olores
(Madroñero, pág. 7), para niños que están empezando la alfabetización y
por medio de rimas y sensaciones pueden conocer un poco lo que es un poema”
Bibliografía
Madronero, Esther Ferreiro - POEMA DE OLORES- 2010
–Everest- España.
Bolsa 3: teoría-creación-aplicación
Tarea
RELACIONAR: (Puede ser de un mismo autor, en caso
de que dicho autor tenga ambos tipos de texto; de lo contrario, puede ser cada
cita de diferente autor, con elementos coincidentes, ya sea para rectificar o
ratificar una tesis o propuesta)
Una cita de teoría literaria.
Una cita de obra de creación.
UTILIZAR:
Esta relación para aplicar en un ejercicio
didáctico en aula.
Describir qué harían y cómo.
De ser posible, hacerlo.
Comentar el proceso.
Obtener conclusiones.
El uso de la enciclopedia.
Dentro de la canasta básica para los estudiantes de
literatura, hay varios aspectos importantes que deberían ser considerados para
la aplicación de un programa literario.
Entre las sugestiones, el uso de la enciclopedia
fue considerada de suma importancia por ser una de las referencias
bibliográficas y recursos necesarios en una clase de literatura, porque
sugieren palabras, términos y definiciones que atraen la comprensión de quien los investiga.
José Amícola menciona a Borges, como una de las
figuras más fuertes de toda la literatura Argentina. En su ensayo, muestra cómo
Borges había elegido el camino de oponerse a toda la adscripción de una
literatura regional y lograba la universalidad. Borges iba contra la tradición
literaria gauchesca y la española, por ello desde entonces inventa su propia
tradición.
Según Amícola, Borges con la ayuda de Bioy Casares,
proyecta con éxito la constitución de una sensibilidad idiomática que debía
recoger el nivel común de la oralidad, con un toque de gran refinamiento, una
especie de diccionario del argentino “exquisito”.
Según Borges, él ha sido siempre lector de
enciclopedias, cree que es uno de los géneros literarios que le gustaban porque
ofrecía todo de manera sorprendente.
Borges iba a la biblioteca con su padre, pero era
demasiado tímido para pedir un libro y entonces sacaba un volumen de “Enciclopedias
Británicas”, una ‘edición’ que estaba concebida como libro de lectura y no de
consulta, donde pudo leer muchas cosas sobre los druidas, los drusos del Asia
menor, etc.
Las enciclopedias fueron para él una inspiración,
porque se referían a nuestro planeta, a los otros, a los diversos idiomas, a
sus diversas literaturas, filosofías y hechos que configuran lo que se llama el
mundo físico. Su propuesta fue suponer una enciclopedia de un mundo imaginario,
el cual tendría el rigor que no tiene lo que llaman realidad.
“Ese mundo imaginario, su historia, sus
matemáticas, sus religiones, las herejías de esas religiones, sus lenguas, las
gramáticas y filosofías de esas lenguas, todo, todo eso va a ser más ordenado,
es decir, más aceptable para la imaginación que el mundo real en el que estamos
tan perdidos, del que podemos pensar que es un laberinto, un caos’. Podemos
imaginar, entonces, la enciclopedia de ese mundo, o esos tres mundos que se
llaman, en tres etapas sucesivas, “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”. (Tefarikis
Xrisi, Cursos de Literatura, 2014)
Los cuentos "Tlön,
Uqbar; Orbis Tertius", "El Zahir" y "El libro de
arena", son esencialmente el mismo: un objeto mágico intercalado en lo que
se llama mundo real. Una experiencia creativa literaria proveniente del uso de
la enciclopedia de un modo no convencional.
El uso de la enciclopedia para escribir un cuento
comunica la idea de Borges acerca de la teoría de la creación, donde afirma que
el punto de partida es un texto cualquiera:
“Pero, a veces, mi punto de partida fue un texto
cualquiera, ya que, entre las experiencias humanas, quizá una de las más
bellas, una que asegura la felicidad de una cierta manera, es, como lo sabemos
todos, la lectura. O, como decía Emerson, otro gran poeta: la poesía nace de la
poesía; o, lo que yo dije anteriormente: la poesía nace del lenguaje, pues cada
lenguaje es una manera de sentir el mundo, cada lenguaje es una literatura
posible, incluso si no llega a serlo. Y bien, esa es para mí otra manera de la
creación poética.” (Conferencia en francés dictada por Jorge Luis Borges en el
Collège de France en 1983).
Borges para su creación literaria ha aplicado una
reflexión que él mismo considera bastante abstracta sobre las palabras:
“Por ejemplo, la palabra “inolvidable”, que yo
pensé en inglés, unforgettable. Bien…
Comencé por esa palabra. Me dije: todos los días empleamos la palabra
“inolvidable”… pero si algo fuera inolvidable ¿qué pasaría? Uno no podría
pensar en otra cosa. Si alguna cosa fuera continuamente inolvidable, entonces
uno se volvería loco. Ese fue mi punto de partida para una historia que yo
escribí, puede ser que ustedes la hayan leído… se llama “El zahir”. Es una
moneda de veinte centavos que es inolvidable. El hombre que la ha visto se
vuelve loco al cabo de algunas páginas. Es un cuento bastante corto. Y en otra
ocasión, partí de una reflexión abstracta también. Pensé en esa admirable
invención teológica de la eternidad. Me dije: en la noción de eternidad se
piensa que hay un momento, un momento divino evidentemente -no pertenece al
hombre sino a la divinidad-, hay un momento donde se encuentran todos los
momentos del tiempo, es decir, en un simple momento de la divinidad se
encuentra todo el pasado, todo el presente y todo el porvenir. Y bien, pensé en
una categoría más modesta que el tiempo, el espacio. Uno puede imaginar, por
qué no imaginar, que en alguna parte hay un rincón donde se encuentran todos
los rincones del universo, entonces escribí una historia que quizá ustedes han
leído, “El aleph”: yo no sé si es un buen cuento o no, ya mucha gente lo ha
leído y lo han encontrado… legible, digamos.” (Revista Nexo 1/02/1996).
La aplicación a los niños sería el uso de una
enciclopedia con imágenes y lenguaje accesible donde podrían buscar una palabra
por ejemplo, terremoto y de esa palabra construir una sentencia, cuento, o
hasta mismo su propia imagen.
(Conferencia en francés dictada por Jorge Luis
Borges y filmada por Alain Jaubert y François Luxereau en el College de France
en 1983.) Revista Nexo 1/02/1996.
Conclusión
El uso de la enciclopedia o diccionarios, pueden
contribuir positivamente durante el proceso educativo referente al lenguaje y
la creación literaria. Puede también contribuir con la diversidad de
perspectivas y propósitos que pueden transformar la literatura por medio de su
comprensión y la producción de textos, así como la comprensión cultural,
histórica y finalmente para Borges lo esencial es la musa; que es como el
espíritu o el subconsciente, que se encarga de ello, o sea, debemos escribir lo
que sentimos y soñamos como demostró Borges.
Para escribir lo que sentimos o soñamos es
importante como maestros, estimular el proceso de investigación en el
estudiante para que éste pueda ejercitar la investigación y escribir lo que
observa, lee, vive, e investigue las nuevas palabras en el diccionario o la enciclopedia. La
enciclopedia es una alternativa de conocimiento, sin embargo el ejercicio de investigación
es un excelente medio para que los alumnos adquieran conocimientos, sea
en lenguaje o de la literatura.
La consolidación del aprendizaje del alumno no
vendrá apenas de los libros, pero sí del proceso de investigación
que él hará para desarrollar el lenguaje, la lengua y finalmente la
literatura. La comunidad es un excelente recurso, donde por medio de preguntas
los alumnos pueden empezar a construir su propio vocabulario y
entendimiento del mundo que los rodea.
Bolsa 4: Reflexiones, redefiniciones y
puntualizaciones en torno a la teoría literaria y su aplicación didáctica.
Buscar tres definiciones de teoría literaria y
confrontarlas, para extraer la propia con base en dicha confrontación.
Discutir en clase y blog su pertinencia en la
aplicación didáctica.
Extraer una propuesta propia.
Un ejemplo propio: describirlo.
Aplicarlo.
Exponer conclusión.
***Continuar con el formato de la Bolsa 3, para los
demás puntos iniciales que cada uno incluyó: elementos que debe tener un
profesor en su canasta.
¿Qué es teoría literaria? Según Calderón, es una de
las cuatro ramas en las que se divide la ciencia de la literatura: teoría de la
literatura, crítica literaria, historia de la literatura y literatura comparada.
Históricamente, dicha disciplina ha sido conocida
con otras denominaciones, como: poética, crítica literaria, ciencia de la
literatura, etc.
Sin embargo, éste último marbete se reserva en la
actualidad para designar el conjunto de ramas aludidas al principio.
Parafraseando a Calderón, entre ellas existen claras diferencias en cuanto a su
objeto formal que es la reflexión teórica sobre el sistema de aspectos
constantes y específicos de dichos textos; objeto material de todas ellas lo
constituyen los textos literarios. Su función es básica con respecto al
conjunto de los estudios literarios, fundamentos teóricos de la ciencia de la
literatura y, en concreto, construir un metalenguaje a partir del cual sea
posible estudiar con rigor cualquiera de las cuestiones que se formulen en las
mencionadas ramas de dicha ciencia.
Calderón, esclarece también que la creación de este
metalenguaje ha sido obra de sucesivas generaciones a partir de la cultura
griega y en especial, desde la poética de Aristóteles, cuya importancia es
fundamental en la génesis de esta ciencia, ya que en dicha obra se abordan
varias de las cuestiones que siguen ocupando la atención de los estudiosos: el
concepto de poesía y/o de lengua poética, la diversidad del lenguaje artístico
en verso y en prosa, la noción, la naturaleza, objeto y modos de mimesis, el
concepto, origen y criterios de diferenciación de géneros literarios,
definición y análisis de la estructura; así como, funciones de la tragedia, de
la epopeya, comedia, etc. Sobre la pervivencia de esta teoría literaria en Roma,
las interferencias entre poética y retórica en la cultura grecolatina, su
posterior fusión en la denominada “poética” medieval, el redescubrimiento de la
obra de Aristóteles en el renacimiento y sus múltiples comentarios, la adhesión
de los neoclásicos a esa tradición aristotélica y horaciana.
Entre varias tendencias de la teoría literaria,
mencionaremos abajo algunos ejemplos, y enfatizaremos sobre la renovación de la
teoría literaria en el transcurso del siglo XX, que remite nuevamente al lector
a los artículos sobre poética, ciencia de la literatura y neo retórica.
Entre muchos ejemplos de la teoría literaria, está
el historicismo. Según Izquierdo, es una tendencia filosófica inspirada en las
ideas de Benedetto Croce y Leopold Von Rake, los cuales consideran a toda la
realidad como producto de un devenir histórico, o sea, tiene la perspectiva de
quienes conciben el estudio de la literatura como una sucesión de obras y
autores. (Izquierdo - Pág. 72)
Entre otras características del historicismo, en esa
tendencia es la perspectiva del historiador que antepone el decurso de los
acontecimientos, a la experiencia estética de los lectores. Es una teoría que
consiste en exponer secuencias cronológicamente ordenadas de influencias
temáticas y formales. Resulta escasamente significativo, ya que el estudiante
carece de experiencias literarias a las que asociar los nuevos datos que se le
ofrecen.
El historicismo tiene como orientación exponer
secuencias cronológicas ordenadas de influencias temáticas y formales. Utiliza
fragmentos para ilustrar las influencias. Adopta un criterio intelectualista al
abordar el fenómeno literario y está sustentado en una concepción positivista
de la historia.
En términos de enfoque, esta teoría parte de los
orígenes y avanza hacia lo más reciente escamoteando o falseando el auténtico
devenir histórico y consecuentemente no hay producciones textuales de carácter
estético; y el historicismo converge con el paradigma formalista, la próxima
teoría que será mencionada, desde el momento en que ambos comparten una
concepción de fechas de la obra de arte.
Didácticamente hablando el estudio de los textos se
realiza en función de directrices preestablecidas de carácter genérico,
estilístico o cronológico, y ajeno a los aspectos de los mismos que más
pudieran atraer a los lectores, como son los temáticos y de contenido. Según
Izquierdo, en su utilización pedagógica los alumnos se pierden en un bosque de
datos escasamente significativos y la falta de contacto real con los textos que
en su integridad lleva con frecuencia a un impresionismo pobre y simplificador,
porque obtienen juicios críticos bastantes generales y desencarnados. Es un
enfoque en el que hay una ausencia de reducciones textuales de carácter
estético, la perspectiva es intelectualista y externa a lo literario como tal.
El aprendizaje está condenado a ser repetitivo, de carácter expositivo y no
constructivo.
Según Izquierdo, el conocimiento no es aprendido
por los alumnos porque no pueden expresar sus vivencias por objetivar sus fantasías,
no hay producción de textos propios y dan lugar a influencias formales y
descontextualizadas. (Pág. 68).
Permanece por tanto, en el exterior de la obra
estética como tal, ya que concibe el lenguaje como “producto”, no como una
actividad emergente y en ello coincide con los distintos formalismos. Izquierdo
menciona un ejemplo de obra del tipo de historia historicista publicada por
Ranke en el año 1824 llamada: “Historia de los Pueblos Romanos y Germánicos”.
(1494-1514).
Otra teoría que se puede mencionar es el
formalismo, el cual inicia en Inglaterra con la publicación de I.A. Richards
Practical Criticism (1929) y críticos americanos como John Crowe Ranson, Robert
Penn Warren y Cleanthbrooks quienes adaptaran el formalismo a un nuevo
criticismo.
Mencionaremos el formalismo ruso, el cual también
fue un movimiento de crítica literaria vinculada a las vanguardias.
Según Crystal Harlan, el formalismo ruso es un
movimiento de crítica literaria vinculado a las vanguardias. Los formalistas
rusos, que surgen entre 1915-1930, buscaron crear una "ciencia" de la
literatura y aplicaron la lingüística al estudio literario con este fin. Según
los formalistas, quienes eran de tendencia marxista, una obra literaria es un
único objetivo en sí y no debe ser subordinada a otras disciplinas, como la
psicología, la sociología o la historia. Sus exponentes principales fueron: Viktor
Shklovsky, Yuri Tynianov, Vladimir Propp, Boris Eichenbaum, Roman Jakobson,
Grigory Vinokur.
La literatura según los formalistas rusos (aunque
los formalistas eran marxistas), no daba importancia al contenido o al mensaje
de la obra porque no lo consideraban la labor del crítico literario. En cambio,
los formalistas rusos hicieron hincapié en la forma. De hecho, llegaron a la
conclusión que la lengua poética y la lengua cotidiana eran dos lenguas
diferentes, una idea que aborda Shklovsky en el ensayo "Arte como
artificio".
Harlan menciona a Shklovsky, como siendo un formalismo,
el cual defiende que el arte crea una distancia de los objetos y de la
automatización, o sea, que el lenguaje cotidiano es automatizado y la
literatura debe ser una desviación del lenguaje ordinario. Shklovsky consideraba
el lenguaje oscuro y un difícil arte.
Otro fundamentalista mencionado por Harlan es Roman
Jakobson, el cual define la literatura como "una violencia organizada
contra el habla cotidiana". El lenguaje es hecho extraño de diferentes
maneras y el mundo cotidiano es hecho no familiar. Según los formalistas rusos,
la literatura es una organización particular del lenguaje con sus propias
leyes, estructura y mecanismos. Por lo tanto, la obra literaria es la
manifestación de un sistema teórico.
Harlan cita algunas desventajas o dificultades con
ese enfoque teórico ruso, como por ejemplo:
La diferencia entre "dos" lenguas no es
sostenible.
Definen a la literatura como la desviación del
lenguaje cotidiano, pero éste también varía mucho (hay diferentes clases,
discursos y estatus). ¿Y es toda desviación de la norma literaria?
Muchos textos se pueden interpretar como
"extrañamiento" del lenguaje cotidiano (periódicos, anuncios, etc.),
pero eso no quiere decir que sean literarios.
¿Cómo se puede crear una "ciencia" de la
crítica literaria cuando no podemos ser totalmente objetivos, dado que no hay
dos lecturas iguales?
Los juicios de valor cambian y algo que hoy se
considera literario, puede no serlo mañana (literatura.about.com/od/teorialiteraria/a/Formalismo-Ruso.htm).
El formalismo en la literatura se caracteriza por
el rechazo de toda paráfrasis, es decir, de la tendencia a tomar el texto como
pretexto, proyectando sobre él toda clase de interpretaciones subjetivas. El
formalismo analiza, interpreta y evalúa aspectos del texto. Estos aspectos
incluyen no solamente la gramática y la sintaxis, también aspectos como tropos
y medidas (metro).
En el formalismo los aspectos biográficos o
psicológicos son irrelevantes para el funcionamiento del texto como tal. En
esta propuesta existe la creencia en que los valores estéticos pueden
sostenerse por su cuenta y que el juicio del arte puede ser aislado de otras
consideraciones tales como las éticas y sociales. Se le da preponderancia a las
calidades puramente formales o abstractas de la obra, es decir, elementos
visuales que le dan figura como la forma, la composición, los colores o la
estructura.
Desde el punto de vista de Izquierdo, la
especificidad de la literatura no se sitúa en el plano formal ni en el plano
del estilo, sino allí, donde las estructuras formales se trascienden como tales
para engendrar el sentido: la vivencia estética. Para él se requiere incluir en
el modelo a los receptores que interpretan los textos como literarios o no,
como valiosos artísticamente o como irrelevantes.
Numerosos autores que no se reconocen como
formalistas mantienen una tajante separación entre el discurso literario y el
discurso puramente “lingüístico” (Izquierdo, pág. 68).
Resumidamente, la aproximación formalista sugiere
que el lector vea lo que es un poema, una novela, o una pieza de teatro.
Los formalistas priorizan que el lector descubra por ejemplo, el significado de
las palabras en un poema o novela, en su significado y valor denotativo o
connotativo.
Otra actividad didáctica en la cual el formalismo
puede ser ejemplificado es, observar los principios en que el contenido y forma
son inseparables, como por ejemplo: la imagen, tono, metría, ritmo, etc.
Las nuevas tendencias que estudian la teoría
literaria son: la estética de la recepción, la semiología, la poética de lo
imaginario y la pragmática.
Hans Robert Jauss es el principal teórico de la
llamada estética de la recepción. Según Llovet, Jauss recoge el concepto de
diálogo propuesto por Gadamer, el cual defiende el fenómeno de la historicidad
entendido como un problema, un desafío e incluso como probación; y Jauss
reivindica el estudio de la historia de la literatura en un momento en que
estaba en descrédito como causa de la tendencia positivista que pretendía fijar
hechos y describir relaciones causadas por haberse convertido en un modo de
comprender el texto literario como manifestación espiritual entre otras
posibles, que permiten formarse una imagen de la unidad y especificando una
época histórica. La propuesta de esa teoría es defender que el aspecto estético
y la dimensión histórica de la obra literaria son en realidad inseparables.
Según Llovet, el hilo conductor que confiere unidad
a una historia de la literatura es precisamente el diálogo que continuamente se
va estableciendo en los distintos contextos en los que las obras son leídas.
Jauss defiende que la historia de la literatura debe concentrarse en la
interacción entre obra y lector. Para Jauss la obra literaria sólo llega a
existir plenamente en la medida que se actualiza constantemente, es decir, que
deje de ser un mero dato para convertirse en un acontecimiento. (Llovet, pág.
232).
En la estética de la recepción el centro de interés
no es el texto, es más cómo influye en los receptores. Hay que ubicar el fenómeno
literario en su contexto histórico, tanto del texto como del lector. La lectura
e interpretación de la obra literaria implica procesos valorativos que son
diferentes, que cambian con los lectores de las distintas épocas. Los juicios
de valor son parte de la vivencia estética, y no deben quedar fuera. No existen
los “clásicos” más bien existen las obras que son interpretadas y consideradas
valiosas desde la sensibilidad del lector.
Opinión
La teoría de la literatura ha sido transformada en
el recorrer de los siglos de simples palabras a una ciencia. Lo que
podemos ver es una evolución relativamente importante. Cada uno de sus
conceptos ha sido aplicado en determinadas y distintas épocas históricas y
está enfocada de modo que los lectores han ganado espacio, no solamente porque
se refiere a la interpretación del texto, también hacia la enseñanza y la
amplificación del conocimiento. Didácticamente la teoría de la literatura ha
sido gradualmente transformada, los lectores y autores de la obra han permitido
el enfoque no solamente en la obra como mera obra lingüística, sino como medio
de conocimientos científicos, artísticos y de fenómenos anteriormente no
valorados en la literatura misma, tales como: la ciencia, psicología, valores
espirituales, ciencias naturales, ciencias médicas, diversidad, ecología, etc.
La teoría literaria debe ser considerada como un
proceso en espiral cuyo punto principal es la distancia entre el lector y la
obra. En ese aspecto entiendo que la teoría de la recepción es valiosa porque
valora la postura del lector. Sin embargo, no podemos negar la importancia del
historicismo una vez que posibilita un panorama de obras conocidas, fechas e
historias, pero no es el concepto ideal para la lectura de la obra. Si una obra
brinda al lector placer, conocimiento, satisfacción personal, comunitaria,
aprendizaje cultural, comprensión del mundo y/o solamente una huida hacia la
fantasía, imaginación y creatividad, ésta será digna de recomendación, de
lectura y enseñanza siempre. Promover la literatura debería ser esencial en
todas las materias en las escuelas, no solamente en las clases de español, sino
también fuera de ellas. Muchos conceptos podrían ser solidificados por medio de
la literatura.
Elemento de la Canasta Básica a ser aplicado a los
alumnos.
Leer en voz alta para los alumnos.
Entre los elementos que deben tener en su canasta
como maestro de literatura es poseer estrategias diferenciadas de lectura y de
las teorías literarias para enseñar al alumno, las diferencias de una teoría y
otra.
Por ejemplo, lectura en voz alta de obras clásicas
o no a los alumnos según su edad, sigue siendo una actividad que puede ser
desarrollada en clase con los alumnos para promover la lectura en voz alta,
(teoría de la recepción). La enseñanza de los nombres de la obras clásicas y
sus fechas, como Hans Andersen, en determinado siglo (historicismo), y la
estrategia posteriormente mencionada contribuye para que el estudiante tenga
concentración en aquello que está leyendo y también si puede trabajar los aspectos
formales de la obra, por ejemplo: la investigación se puede observar de la
manera en que se conectan los varios episodios de una historia.
Los alumnos estudiarían la estructura temática y
las relaciones entre los personajes como parte del conocimiento de la teoría
del formalismo.
El conocimiento de las teorías es parte del
aprendizaje, no se puede renegar de las teorías, para aprovechar las ventajas
que éstas tienen para la enseñanza adecuada, de forma que resulte en una análisis
de crítica por el alumno y el maestro.
Ejemplos:
Título de la obra: “Los doce de la diligencia” –
Hans Christian Andersen.
Objetivo principal (teórico y didáctico)
Posibilitar una lectura de un cuento clásico a los
alumnos y solicitar por medio de juegos, identificar conceptos de las teorías
mencionadas arriba.
1-Poner atención en lo que se está leyendo,
comprender a través de la lectura en voz alta;
2- Relacionar las obras de Hans Christian Andersen
de publicación (crítica genética).
3- Identificar quién cuenta la historia en el
cuento y su estructura (formalismo).
4- Comentar la obra posterior a la lectura, opinión
como lector (teoría de la recepción).
Estrategia a ser usada en clase:
Leer en voz alta y si algún niño (a) se equivoca en
las palabras decirle ¡Qué te pillo!
Aquí se trata de identificar cuando el alumno tiene
una falta al leer en voz alta un fragmento del cuento. La estrategia es animada
y obliga al participante a estar muy atento durante su lectura y la de su
compañero.
Tiempo: 30 a 45 minutos.
Material:
Cuento: “Los doce de la diligencia” de Hans
Christian Andersen. El cuento debe ser leído en un local o aula que no sea
excesivamente grande y que recoja bien la voz. Es conveniente que cada
participante disponga de un ejemplar del libro que se va a emplear para la
lectura con animación y pizarrón para anotar las equivocaciones, y
posteriormente trabajar los significados de las palabras.
Realización:
Número de niños: 5 - 10 de 11
años.
Los niños que participarán en la lectura no deberán
de haber leído el libro anteriormente.
· Los niños participantes se colocarán en círculo
cerrado y deberán tener su cuento en la mano.
· El maestro y el alumno que actuarán como árbitro,
se situarán fuera del círculo en lugares opuestos.
· El maestro explicará que se han reunido para leer
por turnos el mismo libro en voz alta y que luego lo comentarán. Deberán leer
sin cometer faltas en la lectura.
· A una señal del maestro, el niño elegido para
iniciar la lectura, deberá empezar a leer en voz alta y cuando cometa la
primera falta, de inmediato los árbitros deberán decirle ¡Qué te pillo!, por lo
tanto el niño lector deberá salir del círculo. El siguiente alumno continuará
leyendo a partir de la equivocación.
· Las faltas serán las habituales como: decir mal
una palabra, no hacer pausa cuando se lea un punto, pronunciar mal un nombre,
no poner tono interrogativo cuando haya una interrogación, hacer pausa donde no
hay punto ni coma, leer en singular un plural, etc…
El maestro puede anotar las faltas en el pizarrón,
las más comunes: coma, punto y coma, signos de interrogación, puntos
suspensivos, nombres equivocados, signos de admiración, etc.
Al término de la lectura el maestro comenta lo
leído y los que se equivocaron deberán seguir poniendo atención para que participen
en el coloquio posteriormente.
Evaluación.
El maestro hará una evaluación de la actividad de
la lectura y la importancia de leer en voz alta, y sus fallas para alcanzar la
estrategia.
Se busca observar si la actividad despertó
entusiasmo en los niños, si hubo dinamismo entre el grupo y si la lectura fue
bien elegida o no; los grados de dificultad y finalmente la revisión gramatical
de las palabras y discusión de la obra leída según los alumnos.
Bibliografía:
Calderón, Demetrio Estébanez – Breve Diccionario de
términos literarios – 200 –Alianza Editorial s/a- Madrid
https://sites.google.com/site/franciscaaahumadaly/teoria-de-los-actos-de-habla
http://148.206.107.15/biblioteca_digital/capitulos/328-4671pvw.pdf
Meix Izquierdo,Francisco - 1994, “Teorías
Literarias y Enseñanza de la Literatura”, Enseñar Lengua, núm. 1, julio,
Barcelona, Graó (Textos de didáctica de la lengua y la literatura), pp. 53-72
Llovet, Jordi, 2012 - Teoría Literaria y literatura
comparada. Ed. Ariel, letras – 1a. edición Enero 2012 – España.
Bolsa 5: teoría de la teoría literaria y su función
en aula
Fragmento de:
SECCIÓN DE OBRAS DE LENGUA Y ESTUDIOS LITERARIOS
UNA INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA LITERARIA
Traducción de José Esteban Calderón
TERRY EAGLETON
UNA INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA LITERARIA
EAGLETON-Terry-Una-Introducción-a-La-Teoría-Literaria.pdf
Discutir en este blog el contenido del prefacio.
Leer la introducción de este libro, viene el link
del .pdf.
Escribir/subir un resumen y un comentario de esta
introducción (máximo dos cuartillas).
Diseñar un ejercicio/dinámica, con su
justificación, que pueda incluirse en aula sobre este asunto/tema. Adaptarlo al
grado en el que imparten clase cada quién. Aplicarlo. Comentar resultados.
Bolsa 5- Resumen del prefacio: “Una Introducción a
la teoría literaria” por Eagleton Terry.
El marco en la literatura fue 1917, el año en
que Viktor Shklovsky, joven formalista ruso, publicó un ensayo que abrió la brecha:
"El arte como recurso".
Desde entonces, las teorías literarias han
proliferado extraordinariamente incluso el significado de
"literatura", "lectura" y "crítica" han
experimentado cambios de fondo y se observa una considerable hostilidad hacia
los teóricos.
La literatura dejó de ser campo único de los
especialistas y de los entusiastas, y todavía no repercute abiertamente en los
estudiosos de la literatura y en los lectores en general, porque muchos piensan
que ellos quieren:
· Popularizar la
teoría
· Otros vulgarizar
· Muchos creen que la
teoría literaria es esotérica, difícil de conseguir
· Es un enclave
arcano y estilista
· Otros creen que la
teoría literaria no es formadora de opinión o crítica
· Es también
considerada por algunos como sencilla
· Se interpone entre
el autor y el libro
· Es tan difícil como
la teoría nuclear
Hay una diversidad de opiniones en relación con la
teoría literaria, pero antes de comprender mejor la definición de la teoría
literaria y sus especificaciones, el autor hace la introducción al lector de ¿Qué
es literatura?
Y entonces desglosa al lector las diferentes
definiciones que se le han dado a la literatura, desde cómo siendo una “'obra
de imaginación” en el sentido de ficción o cómo “hechos” reales y así dejan de
favorecer la historia, la filosofía y las ciencias naturales, según el autor.
El autor cita algunas referencias de escritores
ingleses y franceses que son consideradas obras literarias. Como por ejemplo,
Shakespeare, Webster, Marvell y Milton, Francis Bacon, John Donne, etc.
Posteriormente, el autor ayuda al lector a entender
lo que es la teoría literaria y menciona la teoría del formalismo, como ejemplo
para que identifiquemos las diferencias entre esa teoría y otras que son
mencionados en el libro posteriormente.
Al origen del formalismo, sus características y su
importancia en la literatura son cuidadosamente relatadas con ejemplos, fechas
y nombres que marcarán esa teoría. Al parecer del autor, el formalismo fue
"esencialmente la aplicación de la lingüística al estudio de la
literatura, y cómo la lingüística en cuestión era de tipo formal, enfocada más
bien a las estructuras del lenguaje que a lo que en realidad se dijera, los
formalistas hicieron a un lado el análisis del 'contenido' literario (donde se
puede sucumbir a lo psicológico o a lo sociológico) y se concentraron en el
estudio de la forma literaria". (Eagleton, pág. 7).
Ejemplos como “El Quijote” y “Rebelión
en la granja”, fueron citados siendo contenidos meramente en la motivación de
la forma, o sea “El Quijote” no es un libro acerca de un personaje de ese
nombre, el personaje no pasa de ser un recurso para mantener unidas diferentes
clases de técnicas narrativas, “Rebelión en la granja”, por ejemplo no era
según los formalistas una alegoría del estalinismo, por el
contrario, el estalinismo simple y llanamente proporcionó
una oportunidad útil para tejer una alegoría.
Lo que podemos observar es que los formalistas
contribuirán por considerar a la obra literaria como un conjunto de recursos,
los cuales posteriormente fueron considerados elementos relacionados entre sí,
o funciones dentro de un sistema textual.
Como recursos son nombrados: el sonido, imágenes,
ritmo, sintaxis, metro, rima técnicas narrativas, y los elementos formales
literarios.
A parte de la teoría literaria, el lenguaje también
es mencionado y reflexionado según la visión de los formalistas, los cuales
vieron al lenguaje literario como un conjunto de 'desviaciones' de una norma,
como una especie de 'violencia lingüística'. La literatura es una clase
especial de lenguaje que contrasta con el lenguaje 'ordinario' que generalmente
empleamos.
Se concluye por tanto que al definir como
'desviación' se presupone que se puede identificar la norma de la cual los
formalistas se apartan y menciona: 'para los formalistas lo literario' era una
función de las relaciones diferenciales entre dos formas de expresión y no una propiedad
inmutable. (Eagleton, pág.7).
Ellos no se propusieron definir lo literario y
los usos especiales del lenguaje que pueden ser encontrados en textos
'literarios' pero también en otros diferentes. La 'rarefacción' era para ellos
la esencia del literario.
Es importante mencionar que el tema sigue y el
autor ratifica que muchas instituciones académicas adoptan obras y estudian
como literatura, y así fueron 'construyendo' el concepto que esas obras deben
ser leídas como literatura, pero hay otras que no fueron 'construidas',
nacieron literarios y otros se imponen el carácter literario. (Eagleton,
pág. 9).
El autor también se arriesga al hablar de las
funciones y los juicios de valores con que juzgan la literatura y alega
que esas son variables y lo demuestra en su texto; por ejemplo, la
definición que el filósofo John M. Ellis cita: 'literatura' y
'hierbajo' son términos más funcionales que ontológicos, se refieren a lo
que hacemos y no al ser fijo de las cosas. Si refieren al papel que desempeña un
texto o un cardo en un contexto social, a lo que lo relaciona con su entorno y
a lo que lo diferencia de él, a su comportamiento, a los fines a los que se
puede destinar y a las actividades humanas que lo rodean”. (Eagleton, pág.10).
El autor enaltece una de las sugerencias de la
literatura y comenta que: "resulta iluminadora la sugerencia de que
'literatura' es una forma de escribir altamente estimada, pero encierra una
consecuencia un tanto devastadora significa que podemos abandonar de una vez por
todas la ilusión de que la categoría 'literatura' es 'objetiva' en el sentido
de ser algo inmutable, dado para toda la eternidad. Cualquier cosa puede ser
literatura, y cualquier cosa que inalterable e incuestionablemente se considera
literatura". (Pág. 10).
Y considera que:
"Se deduce de la definición de literatura como
forma de escribir altamente apreciada que no es una entidad estable. Los
tiempos cambian, los valores no proclaman el anuncio de un diario, como si
todavía creyéramos que hay que matar a las criaturas enfermizas o exhibir en
público a los enfermos mentales. Así, como en una época la gente puede
considerar filosófica la obra que más tarde calificará de literatura, o
viceversa, también puede cambiar de opinión sobre lo que considera escritos valiosos.
Más aún, puede cambiar de opinión sobre los fundamentos en que se basa para
decidir entre lo que es valioso y lo que no lo es". (Eagleton Pág. 11)
Observamos también que la opinión en relación a la
literatura es mutable, o sea, sí puede cambiar, pero es importante alentar que
deben estar bien fundamentados con argumentos que valoren o dejen de valorar la
obra.
El autor define lo que es 'valor' y ejemplifica con
obras literarias como Shakespeare que pueden perder su valor en una sociedad
que puede no comprender el contexto de la obra en un dado momento y la lectura
de un modo general basándose en criterios y a la luz de fines preestablecidos y
concluye que las sociedades 'rescriben' las obras literarias que leen y que la
literatura de un modo general sufre una inestabilidad.
"Quizá sus obras, le resulten desesperadamente
extrañas, plenas de formas de pensar y sentir que en la sociedad en cuestión se
consideran estrechas o carentes de significado. En esas circunstancias
Shakespeare no valdría más que los letreros murales-grafiti- que hoy se
estilan". (Pág. 11)
Es mencionado también cómo los juicios de valores
literarios pueden cambiar basados en el previo conocimiento que los
críticos tienen o no del autor. La emisión de opinión de las personas puede
variar de acuerdo con sus percepciones e interpretaciones espontáneas,
prejuicios y criterios; y añade que los juicios de valores se relacionan con
las ideologías sociales de cada sociedad.
Basados en el texto de arriba, hicimos un ejercicio
práctico con los niños en relación a la obra literaria mencionada en la canasta
básica cuatro. Sigue el ejercicio y la evaluación de los ejercicios aplicando a
las diferentes teorías mencionadas:
Título de la obra: “Los doce de la diligencia” –
Hans Christian Andersen.
Objetivo principal (teórico y didáctico)
Posibilitar la lectura de un cuento clásico a los
alumnos y solicitar por medio de juegos que identifiquen conceptos de las
teorías mencionadas arriba.
1-Poner atención a lo que se está leyendo,
comprender a través de la lectura en voz alta.
2- Relacionar y comparar las obras de Hans
Christian Andersen de publicación a otros escritores (historicismo).
3-Buscar en el cuento buscar en el cuento las
características de los personajes (epopeya) y el tiempo en que fue escrita;
4- Comentar la obra posterior a la lectura, opinión
como lector (teoría de la recepción).
Estrategias a ser usadas en clase:
Leer en voz alta y si algún niño (a) se equivoca en
las palabras decirle ¡Qué te pillo!
Aquí se trata de identificar cuando el alumno tiene
una falta al leer en voz alta un fragmento del cuento.
La estrategia es animada y obliga al participante
estar muy atento durante la lectura.
No. Alumnos: 5 alumnos.
Tiempo: 30 a 45 minutos.
Material:
Cuento: “Los doce de la diligencia” de Hans
Christian Andersen. El cuento debe ser leído en un local o aula que no sea
excesivamente grande y que recoja bien la voz. Es conveniente que cada
participante disponga de un ejemplar del libro que se va a emplear para la
lectura con animación y pizarrón para anotar las equivocaciones y
posteriormente trabajar los significados de las palabras.
Realización:
Los niños que participarán en la lectura no deberán
de haber leído el libro anteriormente.
· Los niños participantes se colocarán en círculo
cerrado y deberán tener su cuento en la mano.
· El maestro y el alumno que actuarán como árbitro,
se situarán fuera del círculo en lugares opuestos.
· El maestro explicará que se han reunido para leer
por turnos el mismo libro en voz alta y que luego lo comentarán. Deberán leer
sin cometer faltas de lectura.
· A una señal del maestro el niño elegido para
iniciar la lectura deberá empezar a leer en voz alta y cuando cometa la primera
falta, de inmediato los árbitros deberán decirle ¡Qué te pillo!, por lo tanto
el niño lector deberá salir del círculo, el siguiente alumno continuará leyendo
a partir de la equivocación.
· Las faltas serán las habituales como decir mal
una palabra, no hacer pausa cuando se lea un punto, pronunciar mal un nombre, no
poner tono interrogativo cuando haya una interrogación, hacer pausa donde no
hay punto ni coma, leer en singular un plural, etc…
El maestro puede anotar las faltas más comunes en
el pizarrón: coma, punto y coma, signos de interrogación, puntos suspensivos,
nombres equivocados, signos de admiración, etc.
Al término de la lectura el maestro comenta lo
leído y los que se equivocaron deberán seguir poniendo atención para que
participen en el coloquio posteriormente.
Evaluación (cómo evaluar):
El maestro hará una evaluación de la actividad de
la lectura y la importancia de leer en voz alta y sus fallas para alcanzar la
estrategia.
Se busca observar si la actividad despertó
entusiasmo en los niños, si hubo dinamismo entre el grupo y si la lectura fue
bien elegida o no; los grados de dificultad y finalmente la revisión gramatical
de las palabras y discusión de la obra leída según los alumnos.
Evaluación del maestro:
Antes de aplicarse el ejercicio les pregunté a los
niños si conocían la obra de Hans Christian y de entre cinco, apenas una la
conocía.
Le pregunté si podría recordar algún cuento y me
dijo que el de “La Princesa y el chícharo”. La felicité y verbalmente les expliqué
quién fue Hans Christian Andersen y algunas de sus obras. Les mostré el libro que
estaríamos leyendo y que si tenían interés podrían leer después en las aulas.
El ejercicio fue aplicado a un grupo de cinco niños
con edades entre 10 y 11 años, y de un modo general a ellos le gustó el cuento,
algunos de los alumnos tuvieron dificultades en la expresión oral cuando las
frases eran exclamativas, por ejemplo:
! Hurra, Hurra! Se oía gritar en las casas, todos
festejaban el año nuevo, puestos en pie, levantadas las copas, disponiéndose a
brindar.
En relación al vocabulario muchos no conocían
algunas de las palabras como: diligencia, espabilado, empresarios de mudanzas,
anémonas, emanaba, muguet, manguito, abeto, etc. Las cuales fueron investigadas
en el diccionario, para saber el significado que
ellos escribían en su cuaderno. Es posible concluir que ese fue un
ejercicio fundamentado en la teoría del formalismo, donde se busca conocer los
recursos y elementos de la obra.
La participación del lector, o sea del niño, por
medio de una actividad divertida podemos caracterizarla como fundamentada en la
teoría de la recepción, donde la predominancia es la participación del lector
en la obra, de forma que opine y vea la obra con otras perspectivas del
aprendizaje y por medio de la diversión.
El tiempo utilizado para la actividad fue mínimo,
pero ampliado podríamos analizar la obra en relación al tiempo, que estaría
relacionada al viejo y nuevo año y los meses del año, así como los días de la
semana y finalmente el calendario y todas las actividades que son posibles de
hacer en sus respectivas fechas.
Considero que en la aplicación de los ejercicios,
las teorías fueron mezcladas y se produjo un conocimiento interesante por parte
de todos.
Conclusión:
Eagleton presentó de forma bastante clara lo que
fue la “teoria formalista”, lo que contribuye para el entendimiento de cómo
aplicarla en el análisis de las obras literarias.
Particularmente me quedé sorprendida con la
definición de qué es literatura y así entiendo que abre un abanico de ideas y
sugestiones donde podemos trabajar con este fenómeno en clase y en la vida
propia. Las definiciones de los conceptos como teorías, literatura, valores y
juicios, fueron de extrema importancia para que consideremos una nueva
definición de la literatura, su importancia y significado en la sociedad o
comunidad en la que vivimos.
La experiencia con los niños fue significativa,
divertida y un tiempo de aprendizaje, principalmente cuando sus colegas en un
simple error como la respiración, ellos ya decían !Qué te pillo!, eso permite
al alumno quedarse atento y también practicar el criterio de evaluación y
corrección.
Quisiera poder haberlo aplicado a un grupo mayor
pero no fue posible. Seguramente otros temas, vocabularios o ideas habrían
surgido y un nuevo aprendizaje de la obra de Hans Christian Andersen sería concebido.
Más me convencí que en esa actividad podemos trabajar la literatura de
diferentes maneras y asegurar el aprendizaje y realización del niño al leer un
cuento.
Después de la aplicación, se podrá seguir
trabajando con textos creativos con los niños donde ellos pudieran escribir o
ver en la diligencia junto con los meses del año y así permitir a los niños:
imaginar, investigar, dibujar y expresar lo que les gusta durante los meses del
año y lo que a ellos les recuerda hacer, por ejemplo en la Pascua, día de la
madres, día de los padres, día de los niños, en sus cumpleaños, etc. o trabajar
la cuestión de los climas en esos meses y los cambios que les generan.
Como mencionamos, hay diferentes aspectos que pueden
ser trabajados con los estudiantes, y el principio que veo partiendo de la obra
es el de la investigación. El niño por medio de la
lectura puede hacer su propia investigación y escribir lo que sabe sobre el
tema, el asunto. Así, sí puede explorar diferentes aspectos que pueden ser
considerados en su obra creativa, por ejemplo su ortografía y vocabulario, lo
cual permite como maestros saber lo que el alumno conoce o no conoce.
Como maestros debemos asistir al alumno para que conozca
el significado de lo que está siendo leído en clase, que conozca la estructura
del texto, sus características gramaticales, el tipo de texto y permitir que
los alumnos creen sus propios textos con propósitos diferenciados.
Como maestra, entiendo la necesidad de proveer
a los alumnos con una variedad de textos/obras, para que aprendan a disfrutar
diferentes géneros en la literatura y también diferentes técnicas que son
usadas; para que ellos puedan aplicar esas técnicas en la construcción de
su propio texto u obra.
Referencias bibliográficas:
Calderón, Demetrio Estébanez – Breve Diccionario de
términos literarios – 200 –Alianza Editorial s/a- Madrid
Daniel, Noel ; Disl, Andy - Los cuentos de Hans
Christian Andersen -1924- Taschen – China
https://sites.google.com/site/franciscaaahumadaly/teoria-de-los-actos-de-habla
http://148.206.107.15/biblioteca_digital/capitulos/328-4671pvw.pdf
Meix Izquierdo, Francisco - 1994, “Teorías
Literarias y Enseñanza de la Literatura”, Enseñar Lengua, núm. 1, julio,
Barcelona, Graó (Textos de didáctica de la lengua y la literatura), pp. 53-72
Llovet, Jordi, 2012 - Teoría Literaria y literatura
comparada. Ed. Ariel, letras – 1a. edición Enero 2012 – España.
Referencia website
Harlan, Cristal - literatura.about.com/od/teorialiteraria/a/Formalismo
Ruso.htm 14.04.2016
Gomez, Luz A. Acosta - 1989 - El lector y la
obra - Teoría de la recepción literaria- Editorial Gredos- Madrid
https://www.scribd.com/doc/22187676/The-Formalist-Approach-to-Literature
1-http://www.nexos.com.mx/?p=7698- Revista NEXO
02/1996;
2-http://www.apocatastasis.com/jorge-luis-borges-acerca-de-mis-cuentos.php#axzz41t9AmLfG;
3-Tefarikis Xrisi, Cursos de Literatura, 2014-
Santiago – Chile;
4- Baraldés , Pau- Revista de Difusión Cultural
-02/2016
https://latrivial.wordpress.com/2016/01/10/la-poesia-y-jorge-luis-borges/;
5- Amícola, José- Revista Iberoamericana. Vol.
LXII, Nrum. 175, Abril-Junio 1996; 427-438;
Bibliografía de referencia, entre otros textos para
el programa:
Beristáin, Helena. Diccionario de retórica y
poética, Porrúa, México, 2003.
Borges, Jorge Luis. Borges oral, “El libro”,
Bruguera, Barcelona, 1983.
Cortázar, Julio. Clases de literatura. Alfaguara
Kayser, Wolfgang. Interpretación y análisis de la
obra literaria, Gredos, Madrid, 1972.
Krauze, Ethel. “En el rincón más lóbrego de un
salón de clases”, El instante supremo, Alfaguara, 2002.
La casa de la literatura, Universidad Autónoma de
la Ciudad de México, México, 2003.
Cómo acercarse a la poesía, CONACULTA, Ediciones
Noriega, México, 1992.
Desnudando a la musa, Conaculta, col. El Centauro,
México 2011
Kogan, Jacobo. Literatura y conocimiento.
Enciclopedia literaria 1007. Teoría y crítica. Centro editor de América Latina,
Buenos Aires.
Reyes, Alfonso. La experiencia literaria, Fondo de
Cultura Económica, México, 1983
Rodari, Gianni. Gramática de la fantasía, Aliorna
Editorial, Barcelona, 1989.
Vargas Llora, Mario, Cartas a un joven novelista,
Alfaguara
Sarto, Montserrat - Animación a la lectura con
nuevas estrategias - 1998 -Editorial SM - España.
Madroñero, Ester, Poemas de Olores, 2005- 6ª.
Edición Editorial Everest –Evergraficas – León –España.
Krauze, Ethel- La Casa de la literatura, 2009,
2ª.edición Colección: Al margen – UACM- México.
Krauze, Ethel - En el rincón más lóbrego de un
salón de clases, en El instante supremo, 2002, Alfaguara, México.
Bolsa 6 - Teoría literaria y didáctica.
Cuento - “Los doce de la diligencia” por Hans
Christian Andersen.
El frío era cortante; el cielo, estrellado, y no se
sentía ni un soplo de aire.
«¡Paf!», un puchero viejo salió volando de la
puerta del vecino.
«¡Pif, paf!», en otra parte sonaron unos tiros.
Saludaban la llegada del Año Nuevo; era la noche de San Silvestre, y en
aquellos momentos daban las doce.
«¡Tataratá!», llegó la diligencia. El enorme
carruaje se detuvo a la puerta de la ciudad. Venían en él doce personas; más no
cabían, todas las plazas estaban ocupadas.
‑¡Hurra, hurra! ‑gritaban en las casas donde se
celebraba la noche de Año Nuevo, levantadas las copas para brindar por la
felicidad del que empezaba.
‑¡Feliz año nuevo! ‑exclamaban. ¡Salud y suerte,
una linda mujercita y mucho dinero! ¡Fuera el mal humor!
Todos se lo deseaban mutuamente, chocando los
vasos, mientras la diligencia estaba parada a la puerta de la ciudad, con los
que en ella venían, los doce viajeros.
¿Qué gente sería? Llevaban todos pasaportes y
equipaje, y traían incluso regalos para ti, para mí y para todos los habitantes
de la ciudad. ¿Quiénes eran aquellos forasteros? ¿Qué querían y qué traían?
¡Buenos días ¡le dijeron al centinela de la puerta.
¡Buenos días ¡les respondió éste, pues el reloj
acababa de dar las doce.
¿Su nombre? ¿Su estado? preguntó el guarda al
primero que se apeó del carruaje.
Ahí tiene mi pasaporte, respondió el hombre. Soy
yo. Era un individuo hecho y derecho, vestido con una piel de oso y botas de
cuero. Soy el hombre en quien muchos tienen puestas sus esperanzas. Ven mañana
y tendrás un regalo de Año Nuevo. Reparto chelines y escudos a diestro y
siniestro, hago obsequios, doy también bailes, treinta y uno en total, pues no
dispongo de más noches. Mis barcos están helados, pero en mi despacho se está
caliente y cómodo. Soy comerciante mayorista y me llamo Enero. Sólo traigo
cuentas conmigo.
Bajó el siguiente; era un guasón, director de
teatro, organizador de bailes de máscaras y de toda clase de diversiones. Su
equipaje era un gran tonel.
‑Por carnaval, de este tonel sacaremos más de un
gato -dijo.
Voy a preparar diversiones para los demás y para
mí, pues de toda la familia soy el que tiene la vida más corta; sólo
veintiocho. De vez en cuando me regalan un día más, pero eso no es nada.
¡Hurra!
‑ ¡No grite tan alto! ‑le respondió el centinela.
‑Pero a mí me está permitido ‑protestó el hombre.
Soy el príncipe Carnaval, y viajo con el nombre de Februarius.
Vino el tercero. Parecía la cuaresma en persona,
pero iba con la nariz alta, pues estaba emparentado con los «cuarenta
caballeros» y era profeta del tiempo. Ésta no es una prebenda productiva, desde
luego, y por eso no se jactaba de ella, sino de la cuaresma. Su atavío era un
ramito de violetas en el ojal, muy pequeñas por cierto.
‑Marzo, ¡marchen! ‑dijo el cuarto, dando un empujón
al tercero.
‑Entra en el cuerpo de guardia, que hay ponche. ¡Lo
huelo! ‑Pero no era verdad; sólo pretendía despachar a Marzo, con lo cual
comenzaba su carrera el cuarto personaje. Parecía muy pimpante; no hacía gran
cosa, pero cuanto menos trabajaba, tantas más fiestas celebraba. ‑El buen humor
tiene sus altibajos ‑dijo. Lluvia y sol, quitar y poner. Soy también comisario
de mudanzas y muñidor de entierros; lo mismo río que lloro. Llevo en el baúl
vestidos de verano, pero sería un disparate ponérselos. ¡Así soy yo! Cuando me
visto de gala, me pongo medias de seda y manguito.
A continuación bajó del coche una dama.
‑ ¡Señorita Mayo! ‑dijo. Vestía de verano y calzaba
chanclos; el traje era de seda verde hoja de haya; se adornaba el cabello con
anémonas, y olía tan intensamente a aspérula, que hizo estornudar al guardia.
‑ ¡Salud! ‑dijo ella; era su saludo. Era preciosa
y, además, cantante, no de teatro ni callejera, sino de bosque. Vagaba por la
verde y lozana selva cantando por placer. Llevaba en la bolsa de costura los
«Grabados» de Christian Winther, que son como el propio bosque de hayas, y
«Pequeños poemas de Richardt», otras tantas aspérgulas.
‑ ¡Ahí viene la señora! ‑gritaron desde el interior
de la diligencia; y se apeó, joven y exquisita, altiva y elegante. Había nacido
como una de «las siete durmientes», se echaba de ver en seguida. El día más
largo del año daba una gran fiesta, para que los invitados tuviesen tiempo de
zamparse los numerosísimos platos del banquete. Hubiera podido viajar en coche
propio, pero lo hizo en la diligencia, con los demás, para demostrar que no era
orgullosa, Tampoco iba sola, sino que la acompañaba Julio su hermano menor.
Éste era un mozo rollizo, vestido de verano y con
un sombrero jipijapa. Llevaba consigo muy poco equipaje; hubiera sido un
engorro, con tanto calor. No traía más que gorro de baño y taparrabos, lo cual
no es mucho que digamos.
Siguió luego la madre, señora Agosto, frutera
mayorista, dueña de muchos viveros de peces, señora diputada con un gran
miriñaque. Era gorda y fogosa, se metía en todo, y en el campo servía
personalmente la cerveza a los trabajadores.
‑ ¡Comerás el pan con el sudor de tu frente! ‑decía.
Lo pone la Biblia. Más adelante celebraremos la fiesta del bosque y de la
cosecha. Era un ama de casa muy capaz y activa.
La siguió un hombre, pintor de profesión: el
colorista Septiembre. Era misión suya cuidar del bosque: las hojas cambiaban de
color según lo disponía él; tan pronto estaba rojo, como amarillo, como pardo.
El maestro silbaba como el negro estornino, era un trabajador muy diestro, y
trenzaba el zarcillo verde pardusco del lúpulo en torno al jarro de cerveza;
era un bonito adorno y él tenía maña para esas cosas. Allí se estaba con su
olla de pinturas, que constituía todo su equipaje.
Siguió un hacendado, que pensaba en las sementeras,
en las labranzas, sin olvidar por eso los placeres de la caza. El señor Octubre
venía con su perro y su escopeta, y con nueces en los bolsillos: ¡nic, nac!
Traía una enorme cantidad de equipaje, amén de un arado inglés. Hablaba de
agricultura, pero apenas se le oía, a causa de un concierto de toses y
estornudos a cargo del que venía detrás: Noviembre. Traía éste resfriados,
catarros monumentales, por lo que usaba sábanas en vez de pañuelos, y sin
embargo, tenía que acompañar a las criadas en su nuevo servicio, dijo; el
resfriado se curaría trabajando de leñador, y a ello iba, pues era aserrador de
oficio. Llenaba sus veladas tallando patines, pues sabía que dentro de unas
semanas había gran demanda de ellos.
Por fin se apeó el último, la abuelita con su
braserillo. Se moría de frío, pero los ojos le brillaban como dos estrellas
rutilantes. Llevaba un tiesto con un abeto enano. Lo criaré y cuidaré, para que
crezca para Nochebuena; haré que llegue del suelo al techo, y se le puedan
colgar velas de colores, manzanas doradas y figuras recortadas. El braserillo
calienta como una estufa. Sacaré el libro de cuentos del bolsillo y me pondré a
leer en alta voz, para que todos los niños de la sala se callen y estén
quietos, mientras las figuras del árbol cobran vida, y el angelito de cera de
la cima agita sus alas de oropel y, bajando de la verde cumbre, besa a todos
los presentes, grandes y chicos, y también a los niños pobres que, en la calle,
estarán cantando el villancico de la estrella de Belén.
‑Bien, que pase la diligencia ‑dijo el centinela.
Tenemos la docena completa. Que avance otro coche.
‑Antes, que vengan aquí los doce ‑ordenó el capitán
de servicio, uno por uno. Me guardo los pasaportes; cada uno tiene validez para
un mes; cuando hayan transcurrido, tomaré nota del comportamiento de cada cual.
Señor Enero, haga el favor de acercarse.
Y entró Enero.
De aquí a un año te diré lo que los doce nos han
traído a ti, a mí y a todos. Ahora no lo sé, y seguro que ellos tampoco; pues
es una época muy rara ésta en que vivimos.
Partiendo de la concepción que la teoría de
la recepción, podría ser definida como menciona Gómez:
"El conocimiento, acogida, adopción,
incorporación, apropiación o crítica del hecho literario en cuanto operaciones
realizadas por el lector, o como la adaptación, asimilación o incorporación de
una obra en tanto que actividades llevadas a cabo por otro escritor. En
consecuencia la teoría de la recepción sería aquella que se ocupa de los
fundamentos y principios básicos, de acuerdo con los cuales se orienta el
estudio de todas esas actividades reseñadas, al igual que las fórmulas
metodológicas necesarias para poder realizarlos de una manera científica."
(Gómez, 13).
Después, la lectura del texto de Andersen arriba
mencionado, solicitamos a los niños intervenir en la obra y escribir en forma
de una obra literaria lo que representa para ellos los meses de acuerdo con su
calendario cultural y de fiestas. Aunque una estudiante leyó la obra de
Andersen, ella escogió apenas un mes y narró las sensaciones que siente al
llegar diciembre y el significado de navidad que parece ser el sentimiento de
gratitud por todo lo que pasó durante el año.
Texto de la niña:
!La Navidad más hermosa¡ Era un frío diciembre, más
de lo que estábamos acostumbrados.
Sin embargo el olor y el ánimo de que la Navidad se
acercaba y se sentía en cada lugar; por doquier escuchábamos villancicos, la
gente se percibía animada por la llegada del tiempo en familia, los regalos y
la rica cena. !Me encantan estas fechas¡ Ver los jardines llenos de coloridas
noche buenas, luces decorando las calles, árboles de navidad en todas la casas,
las piñatas decoradas con muchos colores; la gente festejando en las calles y
la gran variedad de comida que se sirve durante esta época: pavo, ponche,
pierna, puré de manzana ¡Mmmm, sólo de recordarlo vuelvo a vivirlo! ¡Yei!, ¡no
puedo dejar de reconocer que es mi fecha favorita del año! Cuando se acerca el
tiempo mi corazón se alegra.
Pero me encantaría que la gente sintiera lo mismo
que yo, no sólo por las cosas que vemos en estas fechas, si no por entender el
verdadero significado de la Navidad. Que tuvieran esa razón que hay en mi
corazón, que mezclado con los sabores, olores, convivencia, amor, ambiente y
todo lo que existe; hacen un sentimiento perfecto, y se convierte en la mejor
temporada del año. Una época excelente para reír, abrazar, perdonar, amar y
valorar todo aquello que nos ha sido regalado durante el año, agradecer por lo
bueno y por lo malo, valorar lo que hemos recibido y también por lo que no nos
ha sido dado.
¡Ruego a Dios para que todo el mundo pueda conocer
en su vida el verdadero significado de la navidad!
María Fernanda Hoyos, 12 años. - Selah Instituto
Análisis y aplicación didáctica.
Partiendo del principio que en la teoría de la
recepción el lector interviene con sus pensamientos, sentimientos y opinión en
la obra, podemos observar que tal vez la alumna al leer no tuviera el
conocimiento necesario referente a las festividades culturales realizadas
mensualmente y dedicó a escribir sobre el mes de diciembre, lo cual
parece fascinarle. Otra observación importante es la importancia de la
orientación del maestro. Si hubiera pedido que los alumnos escribieran una
redacción después de una investigación de los meses y sus festividades, la
alumna pudiera haber presentado una obra completa relacionada a los meses y sus
festividades.
Por eso es investigativo de la estudiante para
poder desarrollar el contenido de la redacción y abordar aspectos como olor,
sabor de los platos típicos en esa ocasión.
En el texto de la niña también podría ser escrito
fundamentado en la teoría del historicismo. El mes de diciembre podría haber
sido desarrollado de manera que la niña pudiera dar detalles sobre la historia
de la navidad y contestar por ejemplo, ¿dónde surgió la navidad?, ¿qué
países celebran esta festividad?, ¿cuáles son los países que no la celebran
y por qué?, ¿cuáles son los símbolos utilizados en esa festividad?
El historicismo plantea bien la diferenciación
entre interpretación y valorización de la obra literaria. La teoría del
historicismo determina pues, el valor de una obra con relación a su contexto
histórico.
Es importante mencionar que esa teoría causó mucho
desacuerdo con los teóricos literarios, los cuales ven dicha teoría de forma
negativa como Fokemma al mencionar a René Wellek y sus hablas que dicen
que el análisis no puede considerarse aislado: “No hay manera de evitar el
juicio por parte de nosotros, por parte de mi mismo". "La
valorización se desarrolla a partir de la comprensión", "la
valoración correcta nace de la correcta comprensión". (Fokemma, pág. 20).
Los aspectos vistos como negativos del relativismo
histórico es que en ese caso el alumno analizará el contexto histórico de la
obra, impidiéndole emitir un juicio de valor a la obra, pero solamente
mencionando su aspectos históricos.
En relación la teoría formalista, podríamos
explicar a los niños que esa teoría se dedica a los aspectos formales de la
literatura, como por ejemplo: la estructura temática, o la relación de los
personajes, o entonces pedir a los alumnos identificar el tiempo de la obra y
escribir sobre ese asunto. Nuevamente no fue hecho el uso de la teoría
formalista por la niña en la obra.
Podríamos aplicar la teoría estructuralista
semiótica, la cual es definida como: "una nueva ciencia que estudia
cualquier signo usado en la sociedad humana" (Fokemma, pág. 57), es
importante señalar que el estudio estructuralista de la literatura se basa firmemente
en una disciplina que a través de su estrecha conexión con la cibernética y la
teoría de la información, también coopera con las ciencias. En ese caso,
se podrían avalar la obra del punto de vista cultural y pedir a los alumnos
hacer una evaluación. En el caso de la obra de la navidad de la niña, no
fue hecho un análisis semiótico, lo que podría haber hecho, y la redacción se tornaría
bastante compleja e interesante desde el punto de vista simbológico. La niña
podría analizar lo que representa la comida, las velas, las estrellas, y
el contexto general de la navidad.
Conclusión.
La literatura no es un concepto estático, sino algo
que hay que determinar en sus aspectos sincrónicos y diacrónicos. Por eso Ju
Tiniavov describe a la literatura como una construcción lingüística dinámica.
Según él, ciertos textos en un determinado tiempo y lugar se han aceptado como
literarios, mientras que en otros tiempos y lugares no lo han sido. (Fokkema,
IBSCH, pág.18).
Las teorías literarias han estado evolucionando y
como educadores e investigadores es importante conocer la aplicabilidad
de la teoría, recordando siempre que hay diferentes perspectivas para analizar
un texto literario y esto se hace por medio de las teorías, como por ejemplo:
el formalismo ruso, la teoría de la recepción, la semiótica, el
estructuralismo, historicismo, etc.
Parafraseo a Franco, que define a la literatura siendo
como: “la literatura es una filosofía extraña de la vida cuyas claves ni
siquiera la lógica y ni siquiera la misma filosofía entienden, porque la
literatura se guarda sus secretos cuyas claves están escritas en el lenguaje de
lo imaginario, a pesar de que está escrita en el lenguaje de todos los días”.
(Franco, pág. 24).
Por extraña se entiende que es el desafío de enseñar de
modo que los niños vengan a amarla, usarla diariamente en su cotidiano de
forma rebuscada en el sentido conceptuoso.
Como investigadores necesitamos estar atentos al
desarrollo de las nuevas terminologías metalingüística que están en proceso de
formulación y los elementos de la teoría crítica que todavía siento hay
necesidades de ser investigadas y aplicadas en las obras, para que no hayan
lagunas en el proceso de aprendizaje sobre lo que es la literatura y sus
respectivas teorías. Aunque sabemos que el estudio de la literatura tiene
diferentes aspectos y que un estudioso no puede abarcar el campo
completo, pero el conocimiento de las teorías en los aspectos críticos son
necesarias y contribuirán para el desarrollo de una crítica literaria
apropiada, así como para una didáctica adecuada en la enseñanza de la
literatura.
El rompimiento de los paradigmas en la literatura
ocurrirá cuando nosotros como profesionales seamos capaces de:
· Identificar el
conocimiento y las habilidades de aprendizaje en relación a literatura de los
alumnos.
· Identificar
las inquietudes de los alumnos en relación al conocimiento de literatura.
· Analizar las obras
literarias y criticarlas basadas en conocimientos pre-establecidos de las
teorías literarias y desarrollar nuevos conocimientos, así seremos capaces
de la construcción de nuevas teorías literarias.
Finalmente, para desarrollar esa construcción
lingüística dinámica, en los alumnos por medio del hábito de escribir sus
experiencias semanalmente y plasmar sus fantasías e imaginación por medio de lo
cotidiano, de los sueños, persistencia en la escritura; son mecanismos que
pueden contribuir para el nacimiento de cuentos, novelas, ensayos, poemas, y
grandes obras literarias hechas por los pequeños grandes pensadores.
Bibliografía:
Fokkema, D. W., and Elrud Ibsch (a.k.a. Elrud
Kunne-Ibsch). 1984 - Teorías de la literatura del siglo XX. Cátedra - Madrid.
Gómez Luis A. Acosta - El lector y la obra - 1989 -
Teoría de la recepción Literaria - Biblioteca Románica Hispánica -
Editorial Gredos - Madrid
Franco, Javier Jaramillo – Pedagogía de la
escritura creadora- Minicuento, Diario, Imagen poética, Haikú.
Referencias
Krauze, Ethel - Seminario de Canasta Básica IV-
CIDHEM- Centro de Investigación de Humanidades Morelos.
https://hansenpowerbooks.org/como-encontrar-el-volumen-de-una-forma-utilizando-el-metodo-de-la-lavadora/
ResponderEliminarSi tiene un muestreo estadístico con una distribución normal, puede conectar un valor x para esta distribución en una ecuación especial para encontrar su valor z. El valor z puede ayudarle a interpretar valores estadísticos como, por ejemplo, averiguar si la posición relativa de un estudiante es mejor en una clase que en otra.