Juana Patricia Suárez Ornelas
Trabajo final: La canasta básica del profesor de
Literatura III
Tienda 1: Los géneros literarios
¿Qué
me enseñaron en la educación básica?
Estudié la primaria en el periodo de
1990 a 1996. No recuerdo que en aquel entonces se haya hablado mucho de
géneros. El único recuerdo que tengo es que una maestra insistía en que un
cuento debía tener inicio (o planteamiento) nudo y desenlace. Escribíamos muy
poco, según mi memoria. En la secundaria (1996-1999) el primer año tuve un
profesor que era abogado, creo, y siempre nos ponía a buscar palabras en el
diccionario y a escribirlas todas en el cuaderno. Además hubo una tarea en la
que tuvimos que investigar qué significaba plusvalía,
capitalismo, globalización. La recuerdo por lo extraña que me resultó. Por
supuesto que de géneros, nada. Ya en segundo año vimos historia de la
literatura española, y en el tercer año, historia de la literatura universal. No
recuerdo ninguna clasificación de los géneros.
Aprendí esto de los géneros en la prepa, en el primer año en
Lengua Española. Bueno, solo me dijeron que había narrativa y lírica.
¿Qué
aprendí en mi formación cómo profesora?
Estudié Literatura Dramática y
Teatro, por lo que mi formación se basó en este género, y ahí vimos muchos
subgéneros. Como subgéneros mayores estaban la comedia y la tragedia; los
menores eran farsa, pieza, melodrama, drama brechtiano, tragicomedia, teatro
didáctico, etcétera. Solo en una asignatura que se llamaba Teoría y Composición
Dramática vimos géneros literarios: lírica, narrativa, drama. Pero no fue hasta
que empecé a dar clases cuando conocí esta clasificación de géneros:
Narrativa:
Menores
Fábula
Epopeya
Leyenda
Mito
Mayores
Cuento
Novela
Lírica
Dramática
Tragedia
Comedia
Drama
¿Qué
les enseño a mis alumnos?
Nivel preparatoria. Básicamente, me
centro en el esquema anterior, pero agrego algunos subgéneros líricos como la
oda, la elegía, la égloga, el haikú. También agrego algunos dramáticos. La
forma de “enseñarles” es leyendo algunos ejemplos de cada uno y encontrando
semejanzas y diferencias. Luego hacemos una lista de ellas y confrontamos con
alguna definición de algún teórico.
Definiciones
de cada uno:
Fábula:
“Apólogo, es decir, breve narración en prosa o en verso de un suceso de cuya
ocurrencia se desprende una enseñanza para el lector, llamada moraleja. Se
trata pues de un género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de las
costumbres y de los vicios locales o nacionales, pero también de las
características universales de la naturaleza humana en general”. (Beristáin,
207)
Epopeya: Es una
extensa composición poética en verso, recitada, que da cuenta de acciones
memorables por heroicas, que pueden ser humanas, divinas, populares y
nacionales, pero ejemplares, poseedoras de un significado simbólico monumental,
sobre todo para el pueblo que las genera, y de un valor didáctico universal”.
(Beristáin, 195)
Mito: “Es la
narración de acontecimientos sagrados y primordiales ocuerridos en el principio
de los tiempos entre seres de calidad superior: dioses, héroes arquetípicos,
civilizadores, legendarios y simbólicos de aspectos de la naturaleza humana”.
(Beristáin, 334)
Cuento: “El
cuento se caracteriza porque en él, mediante el desarrollo de una sucesión de
acciones interrelacionadas lógica y temporalmente, la situación en que
inicialmente aparecen los protagonistas es objeto de una transformación”.
(Beristáin, 126)
“El cuento es un género en vilo, anda por la cuerda floja,
con la gracia perfecta del equilibrista, la caída es mortal e inapelable. Nada
debe sobrar, nada debe faltar y sin embargo debe sobrar una prosa tersa y
fluida. La dosis entre lo descarado y lo oculto es facultad de la intuición y
el oficio”. (Lavín, 7)
Novela: “Relato
extenso, narrado, generalmente en prosa, que da cuenta de una cadena de
acciones cuya naturaleza en buena medida es la de la ficción (inclusive cunado
el narrador autor afirma lo contrario) y cuya intención dominante consiste en
producir una experiencia artística estética”. (Beristáin, 263)
“La crítica revolucionaria condena la novela pura como la
evasión de una imaginación ociosa. La lengua común, a su vez, llama «novela» al
relato engañoso del periodista torpe. Hace unos lustros, la costumbre quería
asimismo, contra la verosimilitud, que las jóvenes fuesen «novelescas». Se daba
a entender con ello que tales criaturas ideales no tenían en cuenta las
realidades de la existencia. De manera general, siempre se ha considerado que
lo novelesco se apartaba de la vida y que la embellecía al mismo tiempo que la
traicionaba. La manera más simple y la más común de entender la expresión
novelesco consiste, pues, en ver en ella un ejercicio de evasión. El sentido
común se suma a la crítica revolucionaria”. (Camus)
Lírica: “[…]
enunciación (reservada al poeta) que manifiesta la intimidad del sujeto de la
enunciación, que es la autoexpresión de un estado de ánimo, de ‘una emoción en
que lo objetivo y lo subjetivo se han compenetrado’, de un yo, de una
interioridad anímica”. (Beristáin, 236)
“Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que
pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”. (Lorca)
Tragedia: “Es,
pues, tragedia reproducción imitativa de acciones esforzadas, perfectas,
grandiosas, en deleitoso lenguaje, cada peculiar deleite en su correspondiente
parte; imitación de varones en acción, no simple recitado; e imitación que
determine entre conmiseración y terror el término medio en que los afectos
adquieren estado de pureza”. (Aristóteles, 8-9)
“El gran teatro clásico ya no existe”. (Miller)
Comedia: “Es
reproducción imitativa de hombres viles o malos, y no de los que lo sean en
cualquier especie de maldad, sino en la de maldad fea, que es, dentro de la
maldad, la parte correspondiente a lo ridículo”. (Aristóteles, 7)
“Y, cuando he de escribir una comedia,
encierro los preceptos con seis llaves;
saco a Terencio y Plauto de mi estudio,
para que no me den voces (que suele
dar gritos la verdad en libros mudos),
y escribo por el arte que inventaron
los que el vulgar aplauso pretendieron,
porque, como las paga el vulgo, es justo
hablarle en necio para darle gusto”. (Lope de Vega)
Drama: “Se
caracteriza […] porque en él se cuenta una historia, pero a diferencia de estos
otros géneros, en el drama no se presentan los hechos a través de la narración
sino mediante la representación”. (Beristáin, 161)
¿Qué
me llevo en la canasta?
A veces nos quedamos con una sola
forma, no solo de transmitir la Literatura a otros, sino de acercarnos a ella.
Nos dedicamos a la docencia por muchas razones, pero olvidamos la pasión y el
disfrute; o bien, solo nos quedamos en el placer. Es necesario confrontar
varias partes de este arte para tener y poder ofrecer un panorama más amplio
del fenómeno literario. Como maestra, me llevo muchas referencias teóricas y
opiniones de autores en su propio quehacer para incluirlas en mis clases y en
mi propio aprendizaje, además de lo que podré leer en las referencias de mis compañeros…
Bibliografía
—Aristóteles, Poética
(versión de Juan David García Bacca), UNAM, 2000.
—Beristáin, Helena, Diccionario
de retórica y poética, 8ª ed, 3ª reimpresión, Porrúa, México, 2001.
—Camus, Albert, “Novela y rebeldía”, Ciudad Seva (en línea)
[http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/camus1.htm]
— García Lorca, Federico, frases en Proverbia [http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=110]
— Lavín, Mónica, Cuento
sobre cuento, “EL cuento es lo que calla”, Lectorum, México, 2014.
—Miller, Arthur, frases en Proverbia [http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=1114&page=2]
—Vega, Lope de, El
arte nuevo de hacer comedias, Ciudad Seva (en línea) [http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/vega1.htm]
Rectificación y definición sintética
Tienda 1, (versión 2) con rectificación y definición
sintética.
Partiendo de que a mí nunca me enseñaron qué era un género
literario, y de que yo también di por hecho que mis propios alumnos lo sabían
(y que yo lo sabía), busqué las definiciones de teóricos y escritores que
pudieran ayudarme a saber cómo voy a entrar a un tema que parece tan sencillo,
pero es muy difícil de explicar.
Según Helena Beristáin un género es una
“clase o tipo de discurso literario —determinado por la organización propia de
sus elementos en estructuras— a que puede pertenecer una obra. Espacio
configurado como un conjunto de recursos composicionales, en el que cada obra
‘entra en una compleja red de relaciones con otras obras’ (Corti) a partir de
ciertos temas tradicionales y de su correlación, en un momento dado, con
determinados rasgos estructurales (prosa, verso, narración, etc.) y con un
específico registro lingüístico”. (Beristáin, 231)
Ahondando
un poco más encontré “El origen de los géneros de Todorov” en que se explica la
historia de lo que durante mucho tiempo se consideró género, pero retoma las
ideas de varios escritores a quienes ya no les gusta esa clasificación. Uno de
ellos, Maurice Blanchet dice que “un libro ya no pertenece a un género, todo
libro remite únicamente a la literatura, como si ésta contuviese de antemano,
en su generalidad, los únicos secretos y fórmulas que permiten dar a lo que se
escribe realidad de libro. (Todorov)
Rectificación y
redefinición
Al incluir en mi reflexión con la definición de Blanchet no
intento salirme del tema ni cuestionar la existencia de los géneros, sino
confrontar dos ideas que me llevarán a abrir el abanico de posibilidades que
ofrece un concepto tan vago para mí.
Como principio, los géneros son una clasificación que se ha
formado y modificado con el pasó de los años y con la intervención de la
tradición, como lo dice Beristáin, pero en la actualidad, si se redefine y se
experimenta con la literatura misma, es necesario hacerlo también con el
concepto, como dice Blanchet, y como lo apunta Todorov hacia el final de su
recopilación histórica del origen del género. El género como clasificación
puede ser un punto de partida, pero un texto se transformará y moverá no solo
desde la perspectiva del autor sino también del lector, para lo cual el género
no debe una camisa de fuerza, ni una caja cuadrada donde meter una masa
modelable. El resultado, supongo, será el mismo: una red de estructuras y temas
que la relacione la obra con otras similares, como también lo señala Corti.
—Beristáin, Helena, Diccionario
de retórica y poética, 8ª ed, 3ª reimpresión, Porrúa, México, 2001.
—Todorov, Tzvetan, “El origen de los géneros”, en Scribd (en
línea) http://es.scribd.com/doc/34401172/Todorov-Tzvetan-El-origen-de-los-generos#scribd
Segunda tienda
El género dramático
Según el diccionario de Helena
Beristáin…
El drama es una “forma genérica
básica de la creación literaria, junto con la épica y la lírica. Constituye uno
de los tipos de relato. Se caracteriza (como el cuento, la novela, la leyenda,
el mito y fábula) porque en él se cuenta una historia; pero, a diferencia de
estos otros géneros, en el drama no se presentan los hechos a través de la
narración sino mediante la representación. Por ello el texto de la obra
dramática es —como dice Greimas— una ‘especie de partitura dispuesta para
ejecuciones variadas’… un ‘discurso a varias voces’, una ‘sucesión de diálogos
erigida en género’”. (Beristáin, 161)
Según Rodolfo Usigli, visto desde la perspectiva de teórico
del género, una obra dramática debe tener los siguientes elementos
constitutivos:
a) Anécdota o
trama,
b) Caracteres
c) Idea central
o filosófica
d) Situación,
tesis.
Todos los elementos
corresponden por igual a cualquiera de los géneros [dramáticos]. El
menos importante es la tesis o doctrina que se pretende sustentar, pues en
principio toda buena producción dramática contiene una tesis implícita y
subordinar la acción a la tesis impedirá el libre movimiento de aquella,
falseará casi siempre los caracteres y mermará la calidad artística de la obra.
(Usigli, 10)
A su vez reconoce como géneros dramáticos la tragedia, la
comedia, la tragicomedia, la farsa y la pieza, y como géneros menores el
melodrama, el sainete y la sátira.
Para un dramaturgo como Xavier Villaurrutia es importante
diferenciar la novela del drama:
Podemos decir que la tarea del novelista termina al mismo
tiempo que concluye su obra. En cambio el autor dramático, en el momento de
terminar su obra escrita, no hace sino proponer idealmente y posponer la
realización de su obra hasta el momento en que los actores habrán de
presentarle, frente a un auditorio, la animación sin la cual la obra dramática
no es —en el texto— sino una obra latente, lo que equivale a decir que no se
manifiesta exteriormente, o, dicho de otro modo, que permanece oculta, como una
veta preciosa en el interior de una mina, esperando a quienes habrán de sacarla
de la oscuridad voluntaria en que se halla, a la luz que, nunca como en este
caso, podemos llamar la luz pública. (Villaurrutia, 97)
“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte en
el que la humanidad se enfrenta a sí misma”. (Arthur Miller)
“Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro
sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no
sirven para nada y que es indispensable que las haya”. (Eugene Ionesco)
Definición propia
Teóricamente comparto la idea de Helena Beristáin en cuanto
a que el drama no es la narración de los hechos sino la representación de
ellos; también la de Usigli en tanto que los elementos que propone pueden
aplicarse a cualquier tipo de texto literario. Creo también que es necesario
que el drama tenga una tesis y algo que transmitir, pero que la acción
dramática no puede supeditarse a la idea filosófica porque perdería su arte.
Sin embargo, creo que el arte en el teatro tiene más posibilidades de expresión,
porque, como dice Villaurrutia, el texto dramático es solo el comienzo. Para
que una obra dramática esté completa tiene que ser representada, pero no solo
con un actores y sobre un escenario, sino que al leer el texto, los lectores
tendríamos que imaginarlo en un espacio teatral dado por las acotaciones. Así
podremos asistir al fenómeno teatral aunque no estemos presenciando una puesta
en escena.
Al igual
que Arthur Miller creo firmemente que el teatro no es, como comúnmente se dice,
el reflejo de la sociedad. No, el teatro, el drama, es una confrontación, una
lucha de unos seres humanos que se identifican y se reconocen en otros.
—Beristáin, Helena. Diccionario
de retórica y poética. Porrúa, México, 2001.
—El lenguaje y los
géneros literarios, Letra y número editores, México, 1998.
—Usigli, Rodolfo, Itinerario
del autor dramático, en Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Consultado
en IX/2015 [www.cervantesvirtual. com]
Tercera tienda
Elección de una corriente y una obra
Los
decadentistas (José Juan Tablada, “Misa Negra”)
La corriente que elegí fue la poesía
decadentista mexicana; el autor, José Juan Tablada. Los poetas que se llamaron
decadentistas tuvieron sus antecedentes en la corriente parnasiana y
simbolista.
En específico, elegí el poema “Misa negra”, que se publicó
por primera vez en 1893, en México en la sección cultural de El País, la cual
dirigía el mismo Tablada. Fue un poema que causó un escándalo debido al tema
que abordaba. Al respecto, nos dice Esther Hernández Palacios:
Las indignadas protestas llegaron a tal punto que el poeta
se vio obligado a renunciar a su cargo. Y el asunto no acabó ahí, sino que
llegó hasta las más altas camarillas políticas; la misma esposa de Porfirio
Díaz, Doña Carmen Romero Rubio, ordenó que se rechazaran los escritos de
Tablada en todas las publicaciones.
Según la misma autora, Tablada se nombró decadentista, y
otros de sus contemporáneos no se aceptaron como parte de eso, pero algunos
otros, como Alberto Leduc, sí lo hicieron. Todo este movimiento se dio gracias
al poema en cuestión y, años más tarde surgió la Revista Moderna, que fue la
culminación de ese camino rebelde que inició Tablada.
La historia
de esta corriente literaria es muy amplia, y ojalá que haya momento de ahondar
en ella porque está íntimamente ligada con la vida política de México. Pero por
ahora, se abordarán las definiciones del género que se han abordado en el
seminario.
Según el diccionario Oxford, que mencionó Kyra Galván en el
blog Teoría y Didáctica de la Creación Literaria, la poesía es la expresión
artística de la palabra, la cual “se sujeta a la medida y cadencia del verso”.
En este caso, “Misa negra”, tiene diez estrofas (cuartetos) y una métrica
regular en eneasílabos. La rima es “abrazada, flanqueando los cuartetos”
(Beristáin, 445) y las figuras retóricas son variadas.
Comparto además la visión de Octavio Paz, en la cita que
también menciona Galván, pues el orden de las palabras en la poesía sí altera
el producto y puede ligarse con la rima porque “La importancia de la rima
trasciende el orden fónico/fonológico de la lengua, pues influye en la
distribución sintáctica de las palabras en el verso, y en la selección de las
que deben rimar”. (Beristáin, 444)
Aunado a esto, cuando Paz dice que “El poeta no habla del
horror, del amor o del paisaje: los muestra, los recrea” (Galván), es por demás
gráfico. No habría manera de cambiar una sola palabra en la recreación de lo
siguiente:
“Toma el aspecto triste y frío
de la enlutada religiosa
y con el traje más sombrío
viste tu carne voluptuosa.” (Tablada)
No hay otra manera de decirlo ni de recrearlo. La sonoridad,
la cadencia, el ritmo se logra tan perfectamente por la elección del orden de
las palabras. Además, las imágenes que dibuja son claras e imponentes.
A lo largo
del poema se encuentra una mezcla de aspectos eróticos y religiosos, lo cual fue
uno de los motivos del escándalo.
*He de confesar que esta ha sido una de las tareas más
difíciles porque hay que elegir entre grandes cantidades de información. Me
angustió mucho saber que dejo fuera mucho de lo que quisiera compartir con
ustedes, pero no deseaba agobiarlos con tanta cosa ni de eso se trataba la
tarea, pero espero que podamos comentar esta experiencia de hurgar en las
corrientes literarias.
—Beristáin Helena, Diccionario de retórica y poética,
Porrúa, México, 2001
—Galván, Kyra, Teoría y Didáctica de la creación literaria
(Blog) http://literaturizandoconethelkrauze.blogspot.mx/2015_09_01_archive.html
—Hernández Palacios, Esther, “Misa negra” o el sacrilegio
inacabado del Modernismo, (PDF) http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/1630/1/199177P5.pdf
—Tablada, José Juan, “Misa negra” (en línea) http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=83&limitstart=6
Cuarta tienda: Elección de otro texto e inicio de la
comparación
(Después de la
quinta tienda está la comparación completa)
Quinta tienda: Tema y trama
Definiciones de tema y trama
A mí siempre me ha costado mucho trabajo definir y explicar
cómo encontrar un tema a mis alumnos, puesto que no sé bien a qué se refiere el
concepto. En cuanto a la trama, siempre digo que es “de lo que trata el texto”,
lo cual es sumamente ambiguo y seguramente confunde a los alumnos.
En el Diccionario de retórica y poética de Helena Beristáin
podemos leer las siguientes definiciones:
Cuando buscamos “tema” nos manda a ver “motivo”. En motivo
aparecen entre paréntesis (tema, argumento, intriga, fábula, trama,
“leitmotiv”, tópico. “Es una unidad sintáctico/temática recurrente en la
tradición merced a que ofrece algo inusual y sorprendente que la hace distinta
del lugar común”. No es muy claro, pero más adelante dice: “Pero tema y motivo
son conceptos diferentes. En realidad el motivo es una unicidad que resulta de
la observación, durante el análisis, del texto a partir de una doble
perspectiva: sintáctica, si se ve como proposición, atendiendo a sus relaciones
de contigüidad y encadenamiento; semántica si se atiende a las relaciones de
semejanza y de oposición que establece con otras unidades próximas o distantes.
Es decir, motivo es aquella ‘cierta construcción’ cuyos elementos ‘se hayan
unidos por una idea o tema en común’”. (Beristáin, 350)
También recurre a otros autores para ampliar la información.
Por ejemplo, cita a Tomachevski, quien “clasifica los motivos en dinámicos (los
que cambian de situación) y estáticos (los que no la cambian)”. (Beristáin,
350) También dice Tomachevski (mediante
Beristáin) que “los motivos ‘combinados entre sí, constituyen el armazón
temático de la obra’, es decir, lo que él llama argumento: serie de
acontecimientos considerados en el orden artístico, en el orden en que aparecen
en la obra, lo que hoy suele llamarse intriga (opuesto a lo que hoy suele
llamarse fábula) y que Tomachevski llama trama: los acontecimientos
considerados en un orden cronológico, ideal, establecido por el análisis”.
(Beristáin, 350)
“Tomachevski llama motivos asociados a los que no pueden
excluirse sin perturbar la sucesión lógico/temporal de las acciones, y motivos
libres los que sí pueden excluirse. Los motivos asociados son los que forman la
trama y los motivos dinámicos ‘son los centrales o motores de la trama’.
Precisamente la trama resulta posible, es decir, ‘las inversiones temporales en
la narración’ son posibles ‘en virtud del vínculo que los motivos establecen
entre las partes’”. (Beristáin, 350)
Aristóteles nos habla de la trama como elemento de la
tragedia: “La más importante de todas es, sin embargo, la trama de los actos,
puesto que la tragedia es reproducción imitativa no precisamente de hombres
sino de sus acciones: vida, buenaventura y malaventura; y tanto malaventura
como bienandanza son cosas de acción, y aun el fin es una cierta manera de
acción, no de cualidad”. (Aristóteles, 10)
En cuanto a la definición de un autor literario, encontré
algo mejor: Edgar Allan Poe describiendo su proceso creativo para la creación
del cuervo y cómo utiliza su necesidad de plasmar una idea, en este caso una
palabra, para llegar al tema del poema.
“El siguiente fue éste: ¿cual será el pretexto útil para
emplear continuamente la palabra nevermore? Al advertir la dificultad que se me
planteaba para hallar una razón válida de esa repetición continua, no dejé de
observar que surgía tan sólo de que dicha palabra, repetida tan cerca y
monótonamente, había de ser proferida por un ser humano: en resumen, la
dificultad consistía en conciliar la monotonía aludida con el ejercicio de la
razón en la criatura llamada a repetir la palabra. Surgió entonces la
posibilidad de una criatura no razonable y, sin embargo, dotada de palabra:
como lógico, lo primero que pensé fue un loro; sin embargo, éste fue
reemplazado al punto por un cuervo, que también está dotado de palabra y además
resulta infinitamente más acorde con el tono deseado en el poema.
”Así, pues, había llegado por fin a la concepción de un
cuervo. ¡El cuervo, ave de mal agüero!, repitiendo obstinadamente la palabra
nevermore al final de cada estancia en un poema de tono melancólico y una
extensión de unos cien versos aproximadamente. Entonces, sin perder de vista el
superlativo o la perfección en todos los puntos, me pregunté: entre todos los
temas melancólicos, ¿cuál lo es más, según lo entiende universalmente la
humanidad? Respuesta inevitable: ¡la muerte! Y, ¿cuándo ese asunto, el más
triste de todos, resulta ser también el más poético? Según lo ya explicado con
bastante amplitud, la respuesta puede colegirse fácilmente: cuando se alíe
íntimamente con la belleza. Luego la muerte de una mujer hermosa es, sin
disputa de ninguna clase, el tema más poético del mundo; y queda igualmente
fuera de duda que la boca más apta para desarrollar el tema es precisamente la
del amante privado de su tesoro.
”Comprendí que podía hacer formular la primera pregunta por
el amante, a la que respondería el cuervo: nevermore; que de esta primera
pregunta podía hacer una especie de lugar común, de la segunda algo menos
común, de la tercera algo menos común todavía, y así sucesivamente, hasta que
por último el amante, arrancado de su indolencia por la índole melancólica de
la palabra, su frecuente repetición y la fama siniestra del pájaro, se
encontrase presa de una agitación supersticiosa y lanzase locamente preguntas
del todo diversas, pero apasionadamente interesantes para su corazón: unas
preguntas donde se diesen a medias la superstición y la singular desesperación
que halla un placer en su propia tortura, no sólo por creer el amante en la
índole profética o diabólica del ave (que, según le demuestra la razón, no hace
más que repetir algo aprendido mecánicamente), sino por experimentar un placer
inusitado al formularlas de aquel modo, recibiendo en el nevermore siempre
esperado una herida reincidente, tanto más deliciosa por insoportable”. (Poe)
Mi definición
integradora
Al parecer el concepto de tema y de trama están
estrechamente ligados y no pueden separarse. Me genera confusión la idea de
motivo (que nunca había escuchado) y su relación con el tema. Estructuralmente,
creo que hay elementos que se repiten y que construirán el tema y las series de
esos elementos, que pueden ser descriptivos, de carácter, de espacio, de tiempo
o incluso semióticos o de léxico son las que generan motivos. Así hay algunos
que no pueden quitarse de su lugar porque afectarían la trama y otros que
estarán de manera inherente y no la modificarán, atendiendo a la clasificación
de Tomachevski. Entonces, creo que la narración de Allan Poe es un ejemplo de
un tema llevado a la obra artística, puesto que es una repetición de una
palabra que se relaciona con el tema de la muerte y la melancolía. Y, por ende,
la manera de construir la estructura a partir de preguntas es la trama. Es
elegir la sucesión de los hechos que, como dice Aristóteles, es la acción, lo que
tiene que suceder en el texto literario.
Una vez socializado el tema con los compañeros y la doctora
en el seminario La canasta básica del profesor de Literatura, se aclararon las
definiciones anteriores y la doctora Ethel Krauze explicó que el motivo es solo
un instrumento de análisis que está fuera del texto. Lo que está dentro es el
tema. La trama es la estructura, por lo que el tema y la trama pueden
extrapolarse a otras obras. Por eso no hay que confundir trama con anécdota,
que es la que cuenta los detalles que hacen que esa obra sea ella misma y no
otra.
—Aristóteles, Poética, (versión de Juan David García Bacca),
UNAM, México, 2000.
—Beristáin, Helena, Diccionario de retórica y poética,
Porrúa, 8ª ed., México, 2001.
—Poe, Edgar Allan. Filosofía de la composición, en línea
[http://aletheiamuip.com/escritores/edgar-allan-poe/]
Sexta
tienda: Comparación completa
Los textos que se eligieron para su
comparación fueron “Misa negra” de José Juan Tablada y “Amor condusse noi ad
una morte” de Xavier Villaurrutia.
Misa
negra
¡Emen
Hetan!
(Cri
des stryges au sabbat)
¡Noche de sábado! Callada
está la tierra y negro el cielo,
palpita en mi alma una balada
de doloroso ritornelo.
El corazón desangra herido
por el cilicio de las penas
y corre el plomo derretido
de la neurosis en mis venas.
¡Amada, ven! Dale a mi frente
el edredón de tu regazo,
y a mi locura, dulcemente,
lleva a la cárcel de tu abrazo.
¡Noche de sábado! En tu alcoba
flota un perfume de incensario,
el oro brilla y la caoba
tiene penumbras de santuario.
Y allá en el lecho do reposa
tu cuerpo blanco, reverbera
como custodia esplendorosa
tu desatada cabellera.
Toma el aspecto triste y frío
de la enlutada religiosa
y con el traje más sombrío
viste tu carne voluptuosa
Con el murmullo de los rezos
quiero la voz de tu ternura,
y con el óleo de mis besos
ungir de Diosa tu hermosura.
Quiero cambiar el beso ardiente
de mis estrofas de otros días
por el incienso reverente
de las sonoras letanías.
Quiero en las gradas de tu lecho
doblar temblando la rodilla...
Y hacer el ara de tu pecho
y de tu alcoba la capilla.
Y celebrar ferviente y mudo,
sobre tu cuerpo seductor
¡lleno de esencias y desnudo,
la Misa Negra de mi amor!
Amor
condusse noi ad una morte
Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin
saberlo.
Amar es reconstruir, cuando te
alejas,
tus pasos, tus silencios, tus
palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil,
callas.
Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.
Amar es no dormir cuando en mi lecho
sueñas entre mis brazos que te
ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu
frente,
acaso en otros brazos te abandonas.
Amar es escuchar sobre tu pecho,
hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.
Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis
entrañas.
Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.
Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel
despierta;
saciar a un tiempo la avidez
nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.
Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.
Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta.
Pero amar es también cerrar los
ojos,
dejar que el sueño invada nuestro
cuerpo
como un río de olvido y de
tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una
indolencia.
Género
Ambas obras elegidas pertenecen al
género de la poesía y su elemento constitutivo más importante es la palabra, el
uso del lenguaje.
Según el diccionario Oxford, que mencionó Kyra Galván en el
blog Teoría y Didáctica de la Creación Literaria, la poesía es la expresión
artística de la palabra, la cual “se sujeta a la medida y cadencia del verso”.
En este caso, “Misa negra”, tiene diez estrofas (cuartetos) y una métrica
regular en eneasílabos. La rima es “abrazada, flanqueando los cuartetos”
(Beristáin, 445) y las figuras retóricas son variadas. Por otro lado, “Amor
condusse noi…” está compuesto por seis cuartetos, dos quintetos endecasílabos y
tres estrofas de dos versos cada una, intercaladas. Todos los versos son
endecasílabos.
Comparto además la visión de Octavio Paz, en la cita que
también menciona Galván, pues el orden de las palabras en la poesía sí altera
el producto y puede ligarse con la rima porque “La importancia de la rima
trasciende el orden fónico/fonológico de la lengua, pues influye en la
distribución sintáctica de las palabras en el verso, y en la selección de las
que deben rimar”. (Beristáin, 444)
“Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo”. (Villaurrutia)
Este poema no tiene rimas como normalmente tienen los
cuartetos, o como está en “Misa negra”. No tiene rimas abrazadas pero el ritmo
y el lugar en que están ubicadas las palabras hace que la cadencia sea
elegante.
Aunado a esto, cuando Paz dice que “El poeta no habla del
horror, del amor o del paisaje: los muestra, los recrea” (Galván), es por demás
gráfico. No habría manera de cambiar una sola palabra en la recreación de las
imágenes de nuestros poemas elegidos:
“Toma el aspecto triste y frío
de la enlutada religiosa
y con el traje más sombrío
viste tu carne voluptuosa.” (Tablada)
No hay otra manera de decirlo ni de recrearlo. La sonoridad,
la cadencia, el ritmo se logra tan perfectamente por la elección del orden de
las palabras. Además, las imágenes que dibuja son claras e imponentes, sobre
todo porque nos describe el aspecto de alguien, sus ropas y cómo luce su piel.
Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.
Pero en Villaurrutia también las imágenes están
perfectamente logradas, aun cuando se trata de una definición alegórica de lo
que significa amar.
Helena Beristáin cita a Jakobson, quien dice que “La función
poética consiste en utilizar la estructura de la lengua transgrediendo de
manera intencional y sistemática la norma estándar que la atañe, y también la
norma del lenguaje literario instituido”. (Beristáin 226)
De este modo pienso en versos de “Misa negra” como “palpita
en mi alma una balada”. Palpitar es
un verbo intransitivo, por lo que no acepta complemento directo, pero se
transgrede esta regla y se agrega este último “una balada de doloroso
ritornelo”. O bien, en el caso de “El corazón desangra herido”. El verbo desangrar está utilizado en su forma
pronominal pero se suprimió el pronombre se.
El poema de Villaurrutia carece de ese aspecto pues está
construido con una sintaxis básica y no transgrede el lenguaje ni las reglas de
redacción en sí. Lo que creo que transgrede es la estructura en que acomoda las
estrofas, pues no tienen una lógica aparente.
Corriente
Las dos corrientes que elegí son los
decadentistas y los contemporáneos. Ambas son románticas; es decir, que están
en contra de las reglas y que buscan la libertad y el enaltecimiento del Yo,
pero lo buscan de distinta manera porque cada una obedece a ciertos sucesos
históricos.
Los poetas que se llamaron
decadentistas tuvieron sus antecedentes fueron la antítesis de los parnasianos.
Surgen en las dos últimas décadas del siglo XIX. Entre sus precursores están
Paul Verlaine y Charles Baudelaire.
La ideología decadentista surge a
partir de los cambios que generó la modernidad en el mundo y la incertidumbre
del hombre al no saber qué cambios seguirían ni con qué rapidez se efectuarían.
Nos dice Gerard Vilar en su artículo “El decadentismo como doctrina estética”,
que el decadentismo es una ideología que se fundamenta especialmente en una
condena del mundo moderno y para la cual, por tanto, el concepto de decadencia
se convierte en central, una ideología que apenas ya ve el lado positivo de la
modernización y sus promesas”. (Vilar 24-25)
Entre las características del
decadentismo están las siguientes:
—caída hacia
el interior de uno mismo.
—Los decadentes sienten su condición de seres humanos
como degeneración constante; se ven pequeños ante el mundo y buscan objetos de
culto que adorar y admirar, o por los cuales ser admirados.
— Búsqueda de un vínculo más fuerte que el de la
realidad.
—Se deriva del romanticismo y tuvo como padre
espiritual a Charles Baudelaire y se caracteriza por defender la evasión de la
realidad cotidiana y la celebración de la individualidad aislada de su entorno
social.
—Forma de vida sensualista, hedonista, de excesos de
diversa índole: en el vestir, en el beber, en el uso de drogas estimuladoras,
así como una falta de fe religiosa y un constante sentimiento de pesadumbre
universal.[1]
José Juan tablada perteneció a esta corriente y tuvo muchos
problemas con la publicación del poema “Misa negra”, pues transgrede la moral
imperante de su época.
En el poema se ven las características ya mencionadas, pues
el Yo poético se aprecia como una persona en degeneración, por lo menos moral,
al ilustrar un amorío, una relación pasional con un cadáver. Además, el mismo
título ya es una provocación a la sociedad católica, que ya era la mayoría en
ese momento. Esto mismo hace que el Yo poético se entienda como un ser apartado
de la sociedad que celebra rituales amorosos con una mujer muerta y compara su
cuerpo con lugares sagrados. Por supuesto que se ve la vida sensualista y
hedonista, así como la falta de fe religiosa.
“Y celebrar ferviente y mudo,
sobre tu cuerpo seductor
¡lleno de esencias y desnudo,
la Misa Negra de mi amor!”
Este poema se publicó por primera vez en 1893, en México en
la sección cultural de El País, la cual dirigía el mismo Tablada. Fue un poema
que causó un escándalo debido al tema que abordaba. Al respecto, nos dice
Esther Hernández Palacios:
Las
indignadas protestas llegaron a tal punto que el poeta se vio obligado a
renunciar a su cargo. Y el asunto no acabó ahí, sino que llegó hasta las más
altas camarillas políticas; la misma esposa de Porfirio Díaz, Doña Carmen
Romero Rubio, ordenó que se rechazaran los escritos de Tablada en todas las
publicaciones.
Según la misma autora, Tablada se
nombró decadentista, y otros de sus contemporáneos no se aceptaron como parte
de eso, pero algunos otros, como Alberto Leduc, sí lo hicieron. Años más tarde
surgió la Revista Moderna, que fue la culminación de ese camino rebelde que
inició Tablada.
Xavier Villaurruitia, por su parte, perteneció al grupo de
los Contemporáneos, junto con Salvador Novo, Jorge Cuesta y Jaime Torres Bodet,
Gilberto Owen, entre otros. Este grupo surge ya en el siglo XX, y publicaron
tres revistas literarias: La Falange,
Ulises y Contemporáneos.
A ellos les tocó vivir una época en la que ya se había
acabado la Revolución y había una necesidad literaria de fundar el nacionalismo
mexicano. En este tiempo surgió algo a los que Ignacio M. Sánchez Prado en su
libro Naciones intelectuales llama
literatura “viril”, y que trataba temas de la revolución, de los hombres que la
habían hecho posible. El grupo de los Contemporáneos se ocupaba de la
literatura escrita en otros idiomas, la cual traducían, y estaban cansados del
enaltecimiento de la guerra. Por eso Francisco Monterde y Jiménez Rueda los
llamaron afeminados. (Sánchez Prado)
Sin embargo, gracias a la importancia que le dieron la
poesía intimista, a sus sentimientos sin censura (pues algunos de ellos eran
homosexuales) y a la publicación de las revistas lograron tener un lugar dentro
la literatura mexicana de la vanguardia.
Las obras del
grupo principal tienen extensiones diversas. Las más numerosas son las de
Torres Bodet y Novo, con alrededor de cincuenta libros cada uno; las de
Pellicer y Villaurrutia tienen extensiones medias, con unos quince títulos cada
uno, de los cuales, los de Pellicer se han concentrado recientemente en los
tres gruesos volúmenes de su poesía y los de Villaurrutia en el tomo antiguo
del FCE. Las obras de Cuesta se han reunido en cinco tomos. Los libros de Ortiz
de Montellano, de Gorostiza, de González Rojo y de Owen caben en un volumen
cada uno. (Martínez)
Entre las características que utiliza el grupo de los
Contemporáneos están el uso del lenguaje elegante y formal (en algunos casos
con despliegue de erudición). Se preocupan meramente por la expresión
literaria, están influidos por los temas surrealistas del momento y algunos
tomaron a la muerte como tema: “Nacidos en su mayoría en los primeros años del
siglo XX, los libros culminantes de poesía de los Contemporáneos, obsesionados
por la muerte, aparecen cerca del año de 1937, en el mediodía de sus vidas, en
una nómina de calidad impresionante”. (Martínez)
Xavier Villaurrutia es del grupo principal de los Contemporáneos
y en el poema que nos atañe se ve la exacerbación de los sentidos, el
enaltecimiento de los sentimientos y uno de sus temas principales: la muerte.
Se le adjudican influencias de autores más clásicos, de los cuales toma
elementos y les da un giro que les da un sello especial:
Pero si para este poeta el soñar es una
"técnica" para ahondar en el misterio y descubrir lo impensado, para
Villaurrutia el sueño es una cosa desligada del soñador, una construcción que
se erige a sí misma por medio de imágenes que son, a su vez, el resultado de
una combinación verbal. La preeminencia de la sensación como valor poético y
del juego de palabras y la redundancia expresiva son, en la poesía de
Villaurrutia, la reminiscencia de la manera más consumada de López Velarde.
(Elizondo)
Así, creo que elegí a dos autores por demás escandalosos
Tema y trama
El tema de “Misa negra” es la invocación del amor pasional
que se realiza físicamente aún luego de la muerte.
El tema de “Amor condusse noi ad una morte” es la
contradicción que se siente al amar, la vida y la muerte en el acto físico del
amor.
A lo largo de ambos poemas se
encuentra una mezcla de aspectos eróticos y religiosos. Los dos están llevados
por la simbiosis del amor y de la muerte, en cual podemos encontrar la trama.
Aquí es fácil distinguir cómo los dos poemas comparten el entramado, los
motores que desencadenan los hechos, pero son muy diferentes en la anécdota.
Creo que se parecen en el tono
porque los dos son festivos y apasionados, aunque el primer yo poético esté deseando a un cadáver y
el segundo desee morir con la otra persona en el acto mismo del amor.
Lenguaje
“Misa negra” está compuesto por oraciones sintéticas y eso
hace que se sienta acción. Es decir, que el poema está contando un hecho
también y hay acciones que van sucediendo. Se nota un avance de principio a
fin.
“Amor condusse noi ad una norte” está compuesto
completamente por oraciones analíticas pues se vale del verbo copulativo ser para definir las contradicciones del
amor.
Conclusiones de la
comparación
Es curioso lo que me sucedió durante esta comparación. En
lugar del poema de Villaurutia, yo había escogido un poema de Charles
Baudelaire: “Letanías de Satán”, y en cuanto comencé a comparar me di cuenta de
que José Juan Tablada era un autor decadentista y de que Baudelaire era un
precursor de los decadentistas, de que los dos poemas hablaban de una
invocación: el primero a un cadáver y el otro al diablo. Entonces era prácticamente
la misma corriente, el mismo género y el mismo tema. Pensé que no tenía sentido
compararlos así.
Elegí entonces a Xavier Villaurrutia, y me di cuenta de que
Tablada fue un precursor de las ideas de los Contemporáneos; es decir, que era
casi el mismo caso que con Baudelaire. Esta vez decidí dejarlo porque entendí
que justamente para eso nos sirve la literatura comparada, para encontrar los
puentes entre dos obras o autores o tiempos que pensábamos que no estaban
relacionados. Me gustó esta experiencia porque me ayudará mucho en mi tesis.
Me di cuenta demás de cómo la literatura puede dar tantas
formas de expresión como personas hay en el mundo, que hay elementos que pueden
transpolarse fácilmente de una obra a otra y que el estilo y la anécdota es la
obra de arte del autor.
Bibliografía general
—Aristóteles, Poética (versión de Juan David García Bacca),
UNAM, 2000.
—Beristáin, Helena, Diccionario de retórica y poética, 8ª
ed, 3ª reimpresión, Porrúa, México, 2001.
—Camus, Albert, “Novela y rebeldía”, Ciudad Seva (en línea)
[http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/camus1.htm]
—El lenguaje y los géneros literarios, Letra y número
editores, México, 1998.
—Elizondo, Salvador, Los Contemporáneos y sus contemporáneos
en Revista La Máquina del Tiempo, en línea: http://www.lamaquinadeltiempo.com/elizondo/contempo.htm
—Galván, Kyra, Teoría y Didáctica de la creación literaria
(Blog) http://literaturizandoconethelkrauze.blogspot.mx/2015_09_01_archive.html
— García Lorca, Federico, frases en Proverbia
[http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=110]
—Hernández Palacios, Esther, “Misa negra” o el sacrilegio
inacabado del Modernismo, (PDF)
http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/1630/1/199177P5.pdf
—Literatura comparada,
Decadentismo. III/2010, en línea: https://literaturacomparadagpo4.wordpress.com/category/decadentismo/
— Lavín, Mónica, Cuento sobre
cuento, “EL cuento es lo que calla”, Lectorum, México, 2014.
—Martínez, José Luis, El momento literario de los
Contemporáneos, en Letras Libres en
línea: http://www.letraslibres.com/revista/convivio/el-momento-literario-de-los-contemporaneos
—Miller, Arthur, frases en Proverbia
[http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=1114&page=2]
—Poe, Edgar Allan. Filosofía de la composición, en línea
[http://aletheiamuip.com/escritores/edgar-allan-poe/]
—Tablada, José Juan, “Misa negra”, en Material de lectura
UNAM, en línea:
—Todorov, Tzvetan, “El origen de los géneros”, en Scribd (en
línea)
http://es.scribd.com/doc/34401172/Todorov-Tzvetan-El-origen-de-los-generos#scribd
—Vilar, Gerard, “El decadentismo como doctrina estética”, en
línea:
https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099/1266/El%20decadentismo.pdf?sequence=1
—Villaurrutia, Xavier, “Amor condusse noi ad una morte”, en Ciudad
Seva, en línea:http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/ha/villaurrutia/amor_condusse_noi_ad_una.htmn
—Vega, Lope de, El arte nuevo de
hacer comedias, Ciudad Seva (en línea)
[http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/vega1.htm]
Qué me llevo a mi canasta…
La realización de este trabajo me
gustó mucho. Durante el semestre hubo un par de entradas que no hice, pero ya
en vacaciones me apasionó y me encantó hacerlo por muchas razones.
En
cuanto a conocimiento, me llevo la certeza de que no tengo certezas. No volveré
a dar por hecho que yo o mis alumnos sabemos términos y teorías. Nunca debemos
perder esa antigua costumbre de preparar las clases, de leer de estar seguros
de que hemos desmembrado el concepto y de nosotros lo tenemos claro para poder
partir de algo concreto. Pero tampoco hay que olvidar que trabajamos en una
disciplina que permite la flexibilidad, la movilidad y la multiplicidad, por lo
que no es muy buena idea casarse con ninguna teoría, sino dar libertad a la
coexistencia de saberes. También es necesario que nuestros alumnos sepan que
estamos en constante formación, en constante aprendizaje y que ellos con parte
de eso, que nos formamos mutuamente,
En general, el trabajo de los
seminarios me gusta porque hacemos trabajo colaborativo. Aprendí que en un
grupo todos debemos funcionar por igual para que todos podamos aprender y
avanzar. Los momentos en que teníamos que leer lo que habíamos escrito y
confrontarlo con lo que habían escrito otros compañeros fueron enriquecedores,
porque uno logra ver otros puntos de vista. Este trabajo en especial, por
ejemplo, yo no hubiera podido hacerlo, o por lo menos me hubiera tardado el
doble, si Kyra no hubiera investigado las definiciones del género lírico. Nadie
escogió el dramático, así que no pude ayudar directamente a nadie, pero sé que
algunas de mis otras entradas y la bibliografía que utilicé sirvió a mis
compañeros.
Me
llevo muchas ganas de que mis alumnos prueben esta forma de trabajo, porque
además parte de un conocimiento o desconocimiento previo y un proceso de
investigación que llevará a la generación de un conocimiento nuevo. Esto,
incluso es la nueva tendencia de la educación y creo que es indispensable que
nosotros, los maestros de Literatura lo hayamos probado antes de querer
implementarlo.
También
me llevo mucha bibliografía de teoría literaria que proporcionaron los
compañeros, pues había títulos que ni siquiera conocía. Estos me servirán para
mi tesis. ¡Ah!, eso también es algo que me llevo de este trabajo, la pasión que
necesitaba para emprender mi trabajo de investigación, pues como se dice: “me
quedé picada”.
Pero
lo más grande que me llevo es la experiencia de un semestre caótico en el que
necesité más tiempo para hacer lo que realmente quería hacer, para lograr la
calidad de los trabajos que deseaba. Fue un semestre en el que no brillé mucho,
porque el que mucho abarca poco aprieta. Pero es algo que me sirvió también de
aprendizaje y de revalorización de mi vida académica. ¡Gracias, compañeros!
¡Mil gracias, doctora Ethel!
[1]
Literatura comparada, Decadentismo. III/2010, en línea: https://literaturacomparadagpo4.wordpress.com/category/decadentismo/
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