Final de Canasta básica 3 de Hernán Cortés
Romero
21 de agosto del
2015
Primera tienda: Los géneros literarios
Por Hernán Cortés
Romero
1.
Reflexión/Exposición
¿Qué me enseñaron en educación básica?
Cuando era niño, al ir a
dormir, mi madre me hacía repetir una oración que quedó grabada en mi memoria
como una pieza literaria: “Niño Jesús, sal del rincón, pega un brinquito y ven
a mi corazón” y otra: “Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni
de noche ni de día…” Recuerdo que en la primaria comencé la lectura de algunos
fragmentos literarios en los libros de texto gratuito. Tengo en mi memoria el
poema de José Martí “Cultivo una rosa blanca”. También algún poema de Gabriela
Mistral, de Nicolás Guillén, de Amado Nervo, de Manuel Acuna, de López Velarde.
Luego en un concurso de oratoria escuche el poema de Bécquer “Volverán las
oscuras golondrinas”, el poema de Espronceda “El pirata”, y algunos otros. Creo
que ese fue el primer contacto que tuve con algún género literario.
En la preparatoria el profesor de literatura
nos propuso leer varias obras literarias. Recuerdo haber leído “Pantaleón y las
visitadoras” de Mario Vargas Llosa, “El corazón de piedra verde” de Salvador de
Madariaga; comencé a leer “Cien años de
soledad” de Gabriel García Márquez, pero no lo terminé, fue una lectura tediosa
para mí. También nos recomendó leer “Historia de la conquista de la nueva España”,
pero creo que no alcancé a leer todo el
libro. También leí “Cuentos de amor, de locura y de muerte” de Horacio Quiroga.
Mi profesor de sociología en la
preparatoria nos propuso leer “El laberinto de la soledad” y me encanto el
ensayo de Octavio Paz. Después elegí estudiar sociología porque ese libro dejó una
huella muy fuerte en mi pensamiento.
En mi educación básica no me ocupé de
definir los distintos géneros literarios, solo me acerqué a algunos fragmentos
y algunas obras literarias.
¿Qué aprendí en mi formación como profesor?
Creo que como profesor ya comencé a tener
claridad en cuanto al género narrativo, dramático y lírico. Mi formación como
profesor de literatura no se dio en una escuela, ya que yo me había ocupado de
la sociología en la universidad. Empecé a ocuparme de literatura al enseñar la
materia en la preparatoria. Entonces pude definir y distinguir los distintos géneros
literarios de una manera más precisa. Luego conocí las distintas figuras retóricas
que se emplean en el lenguaje literario. Hay un texto de Literatura que he
utilizado para enseñar a los alumnos.
Alguna vez la autora del libro presentó una conferencia y pude entender de
manera muy clara su acercamiento a la literatura. La maestra María de Lourdes
Prado Gracida es la autora del libro Literatura 1. Comienza con un acercamiento
a la literatura como arte y luego define cada uno de los géneros literarios.
Enseguida enumera las características de cada género literario y tiene
fragmentos de textos literarios. He leído ese libro junto con mis alumnos por
varios años.
¿Qué enseño a mis alumnos?
De una manera general explico a mis alumnos
el género narrativo, dramático y poético. El primero como un relato en el que
las acciones de los personajes se suceden, hay un narrador, hay personajes que
tienen distinta importancia, unos protagonistas y otros secundarios. El
narrador puede ser intradiegético, autodiegético y extradiegético. Del género
dramático he enseñado que su estructura es el dialogo, que los personajes
hablan por sí mismos, que no hay un narrador, y que hay subgéneros como la
comedia, la tragedia y el melodrama. Del genero poético explico que expresa
emociones y sentimientos, que hay un sujeto lirico o voz poetica en el poema,
que está escrito en verso o en prosa, que puede rimar, que tiene métrica o no
tiene, que emplea las distintas figuras retoricas de tipo fónico,
morfosintáctico y semántico. Luego propongo un ejercicio de análisis de un
poema en los niveles fonológico, morfosintáctico y semántico, observando las
varias figuras retóricas utilizadas. También propongo a los alumnos la lectura
de algunas obras literarias narrativas, como “Los cuentos de la selva” de
Horacio Quiroga; del género dramático he propuesto la lectura de “Romeo y
Julieta”, “Sueño de una noche de verano” y “Hamlet” de Shakespeare; “La casa de
Bernarda Alba” de Federico García Lorca; “El poema del Mío Cid”, “La Ilíada” de Homero; “Don Juan Tenorio” de
José Zorrilla, que ilustra también el género lírico; y “Edipo Rey” de Sófocles.
2. Investigación
conceptual
Género:
“Clase
o tipo de discurso literario-determinado por la organización propia de sus
elementos en estructuras-a que puede
pertenecer una obra. Espacio configurado como un conjunto de recursos
composicionales, en el que cada obra “entra en una compleja red de relaciones
con otras obras” (CORTI) a partir de ciertos temas tradicionales y de su correlación, en un momento dado, con
determinados rasgos estructurales (prosa, verso, narración, etc.) y con un
especifico registro lingüístico.(Como
el tema, la estructura y el registro del beatus
ille en la lira, en el Siglo de Oro español, por ejemplo.) Tal red de relaciones genéricas se presenta
diacrónicamente como un proceso, un constante cambio paralelo a la historia de
la literatura. En ésta, cada nueva obra se inscribe por su
parcial pertenencia a un género y su parcial transgresión al mismo género, en
relación con su grado de originalidad y fuerza inventiva.”
Beristaín,
Helena: Diccionario de retórica y poética. Editorial Porrúa, 9ª edición,
México, 2010, p.231.
Según la teoría literaria de Aristóteles
en su Poética, los géneros consideran “la
poesía heroica (elogio de los héroes y de los dioses), la poesía satírica (censura de los vicios) y la tragedia, construida sobre el principio de su función purificadora
o catártica. El concepto maestro que rige estas categorías es la mimesis o representación de la realidad,
y el género que destaca en esta clasificación es el dramático (con la regla de
las tres unidades que de la Poética infirieron y explicitaron los
retóricos del Renacimiento italiano). En fin, la epopeya (poesía no cantada sino recitada, antecedente de la novela en tanto que narración) que da cuenta de historias maravillosas, memorables, de
héroes humanos o divinos, de otras épocas distantes, construidas las más
antiguas con espontaneidad, sin propósito literario y en ocasiones de manera
tan impersonal que se ha dudado de la existencia de sus autores.”
Beristaín,
Helena: Diccionario de retórica y poética. Editorial Porrúa, 9ª edición,
México, 2010, p.232.
“Entendemos por géneros literarios los
distintos grupos en que podemos clasificar las producciones literarias, de tal
suerte que las obras de cada grupo ostenten características comunes”.
Montes de Oca, Francisco: Teoría y
Técnica de la literatura, Editorial Porrúa, 7ª edición, México, 1981,
p.147.
Montes de Oca que ha habido una
clasificación en los tres géneros clásicos, pero Croce afirma que cada obra
literaria constituye, por si sola, un género propio. También afirma que los
géneros literarios no entidades perfectamente definidas, pero hay que
establecer cierta clasificación. Las clasificaciones-dice Montes de Oca-
siempre serán fluctuantes; cada época ha tenido sus géneros preferidos, que no
podemos hablar de géneros puros. Montes
de Oca dice que las agrupaciones de los antiguos eran en tres grandes bloques,
tres géneros literarios: poesía-subdividida, a su vez, en épica, lírica y
dramática-, a la que pertenecían las producciones cuyo fin esencial era la
creación de la belleza; la didáctica, que abarcaba las que se proponían
enseñar, y oratoria, a la que correspondían los discursos.
3. Confrontación/ Primera conclusión
Cuando comencé a acercarme a la
literatura no tenía muy claro en qué
género ubicar los textos que escuchaba y qué leía. Luego ya pude definir
con mayor precisión los distintos géneros narrativos. Creo que al mostrar a mis
alumnos los géneros literarios lo he presentado de una manera simplificada,
cuando los géneros literarios se han ido mezclando a lo largo de la historia.
No hay género literario puro-como dice Montes de Oca-. Entonces
hay que evitar las simplificaciones y señalar que los géneros literarios se van
enriqueciendo y se van influyendo mutuamente.
Ratificar/Rectificar
Sí conviene utilizar aquella clasificación antigua de Aristóteles, pero debemos reconocer
que cada escritor y cada obra pueden variar el género, introducir nuevas formas
del discurso, narrativas, liricas, dramáticas, etc. Entonces no tenemos que
presentar los géneros literarios de un modo simple, sino considerando que los
géneros se van mezclando a lo largo de la historia. Que hay nuevas formas del discurso literario en cada época.
¿Qué me llevo a mi canasta de
esta primera tienda?
Me llevo la conclusión que la diversidad
es lo que caracteriza a los textos literarios, que no hay géneros fijos e
inmutables; sino que los géneros literarios se van modificando, enriqueciendo,
influyendo mutuamente, para mostrarnos que la literatura no es inmóvil, sino
dinámica, hija del mestizaje, en constante cambio, del mismo modo que la
sociedad humana ha ido transformándose al paso de la historia.
5 de septiembre del 2015
Segunda versión revisada de la
Primera tienda: Los géneros literarios
Por Hernán Cortés Romero
1. Investigación
conceptual
Género,
según un diccionario especializado:
Clase
o tipo de discurso literario-determinado por la organización propia de sus
elementos en estructuras-a que puede
pertenecer una obra. Espacio configurado como un conjunto de recursos
composicionales, en el que cada obra “entra en una compleja red de relaciones
con otras obras” (CORTI) a partir de ciertos temas tradicionales y de su correlación, en un momento dado, con
determinados rasgos estructurales (prosa, verso, narración, etc.) y con un
especifico registro lingüístico. (Como
el tema, la estructura y el registro del beatus
ille en la lira, en el Siglo de Oro español, por ejemplo.) Tal red de relaciones genéricas se presenta
diacrónicamente como un proceso, un constante cambio paralelo a la historia de
la literatura. En ésta, cada nueva obra se inscribe por su
parcial pertenencia a un género y su parcial transgresión al mismo género, en
relación con su grado de originalidad y fuerza inventiva.[1]
Género, según la teoría literaria de Aristóteles:
En la poetica de Aristóteles hay algunas
afirmaciones que nos pueden dar alguna luz sobre la definición del concepto de género
para Aristóteles. Así dice la Poetica de
Aristóteles:
“La epopeya y la tragedia al igual que la
comedia y el ditirambo…vienen a ser imitaciones.” Aquí ya vemos una distinción o clasificación,
pero no vemos una definición de género. Luego continúa:
Las
artes que hemos mencionado utilizan el ritmo, la dicción y la armonía,
empleando estos instrumentos con variedad.
La épica hace su imitación solo a través del lenguaje, en prosa o en
verso, ya sea utilizando una o varios tipos de metros.
Existen también algunas imitaciones que
utilizan todos los medios enumerados: ritmo, armonía y verso; como la poesía
ditirámbica y nómica, y también la tragedia y comedia; con la diferencia de que
mientras las primeras emplean las tres clases de medios a la vez; las segundas
lo hacen por separado, uno después de otro. [2]
Género, según un autor literario:
“Entendemos por géneros literarios los
distintos grupos en que podemos clasificar las producciones literarias, de tal
suerte que las obras de cada grupo ostenten características comunes”. [3]
Montes de Oca afirma que ha habido una
clasificación en los tres géneros clásicos, pero Croce afirma que cada obra
literaria constituye, por si sola, un género propio. También afirma que los
géneros literarios no son entidades perfectamente definidas, pero hay que
establecer cierta clasificación. Las clasificaciones-dice Montes de Oca-
siempre serán fluctuantes; cada época ha tenido sus géneros preferidos, y no
podemos hablar de géneros puros. Montes
de Oca dice que las agrupaciones de los antiguos eran en tres grandes bloques,
tres géneros literarios: poesía-subdividida, a su vez, en épica, lírica y
dramática-, a la que pertenecían las producciones cuyo fin esencial era la
creación de la belleza; la didáctica, que abarcaba las que se proponían
enseñar, y oratoria, a la que correspondían los discursos.
La
definición de Género, según Ethel Krauze:
La poeta Ethel Krauze dice
que al principio del lenguaje estaba la palabra; y al principio de la
literatura estaba la poesía. Así como la palabra es una metáfora del objeto, la
poesía es una metáfora del lenguaje. La poesía-arfirma Krauze- proviene del
griego poiesis, que significa
creación. Efectivamente, poesía es una creación humana; un duplicado de
creación humana, la creación de una creación. Si Dios creó el mundo, los seres
humanos crearon el lenguaje, que es una metáfora para el mundo; y con aquel
crearon poesía, que es la metáfora del lenguaje.
Desde el principio la poesía se expresó en tres dimensiones
fundamentales-afirma Krauze. La épica fue el receptáculo de las experiencias
colectivas de la realidad externa. Y fueron cantadas las hazañas de los pueblos
y sus héroes. El Mío Cid o La Ilíada son perfectos ejemplos. Allí permanecen
para la historia, porque ya no existen
como los concebimos hoy, como ciencia social.
Ethel Krauze afirma que en la poesía lírica las emociones,
el mundo interior que nos identifica como seres humanos, son expresadas. Amor,
miedo, soledad, mortalidad, las pasiones, y los secretos. Prácticamente todos
los poemas de amor pertenecen a la lírica, desde Catulo a Garcilaso de la Vega, desde Safo hasta Sor
Juana, desde Rubén Darío hasta Octavio Paz.
El drama-continúa Krauze- tiene
como su objetivo representar una acción, traer una determinada situación al
momento presente para presentarla en una manera más v vívida y directa. Sófocles,
Shakespeare, Moliere, solo para mencionar algunos ejemplos distantes en tiempo
y espacio, pertenecientes a la poesía dramática.
La épica-afirma Krauze-, por
su cualidad histórica, captura el tiempo pasado; la lírica es atemporal porque hace desaparecer las diferencias y nos define
por lo esencial; la dramática es el aquí y el ahora, la acción presente. Entre
las tres, el arte de la palabra cumple completamente con su función expresiva: contar, cantar, representar. Hasta que
la sociedad evolucionó y los cambios necesarios emergieron. [4]
2. Confrontación/ Primera conclusión
Vamos a precisar ahora la definición de
género literario. Según Helena Beristaín,
género es un tipo o discurso literario con cierta estructura. Es un
espacio con ciertos rasgos composicionales en correlación con ciertos rasgos
estructurales, como la prosa, el verso, la narración, etc. También lo define
como una red de relaciones genéricas. Aristóteles, según el primer capítulo de
la poetica, no presenta una definición de género, aunque menciona la epopeya,
la tragedia, la comedia y el ditirambo como imitaciones. Son imitaciones que
utilizan diversos medios como el ritmo, la armonía y el verso. Algunas de estas
artes-así las llama Aristóteles-usan los medios a la vez, y otras lo hacen por
separado. Montes de Oca afirma que género literario es un grupo en que podemos
clasificar las producciones literarias. Son agrupaciones-continúa Montes de
Oca- que han sido, desde los antiguos, en tres grandes bloques: poesía épica,
lírica y dramática. Para Ethel Krauze la poesía es creación o el género
literario es creación. Y la poesía tiene tres dimensiones: poesía épica, lírica
y dramática.
Ratificar/Rectificar
En mi formación como
estudiante el concepto de género no había quedado claro, no tenía precisión. En
las escuelas en que he estudiado la materia de literatura se habla de los
géneros literarios como la narrativa, la lírica y la dramática, pero no se
define el término género. En esta tarea puedo saber, después de investigar en
el diccionario y a algunos autores, que género es un arte o imitación, un tipo
o discurso literario con cierta estructura y rasgos composicionales, una red de
relaciones genéricas, un grupo en que podemos clasificar las producciones
literarias, y una creación del lenguaje humano que tiene tres dimensiones.
Redefinir
Género es una clase o tipo de discurso
literario creado con ciertas características estructurales y rasgos de
composición, como el verso, la armonía, la narración, etc, que lo hacen
diferente a otro tipo de discurso literario. Es una agrupación o clasificación
de la producción literaria. Es una creación del lenguaje humano que tiene tres
dimensiones.
Suma de las definiciones
de mis compañeras
Voy a proponer una definición con todas las
aportaciones de mis compañeras. Concluimos que género literario es una creación
de un tipo de discurso literario o una clasificación que corresponde a ciertos
rasgos estructurales, como la prosa el verso, la narración, etc, que se
correlaciona con recursos composicionales. Sin embargo, un género o tipo de
discurso literario no es fijo, sino dinámico; no está acabado, sino se
enriquece con la creatividad, la imaginación y el lenguaje del escritor; no es
unívoco, sino que tiene diferentes interpretaciones, según el autor o el lector
de cada época de la historia.
¿Qué me llevo a mi
canasta de esta primera tienda?
Me llevo una definición
de género completa, clara, precisa y consensada por mi grupo de compañeras y
por mi maestra Ethel Krauze.
Corrientes literarias
Segunda
tienda: Corrientes literarias 1 de octubre del 2015
Por Hernán Cortés Romero
En varios libros y artículos he encontrado
las diversas corrientes literarias, pero en la mayoría de ellos no se define
corriente literaria. En seguida voy a citar algunas definiciones de corrientes
literarias. Según Montes de Oca, había la creencia que “la actividad literaria
estaba sujeta a ciertas normas o leyes y que todos los autores tenían que
seguir en pos de la belleza hollando los mismos caminos.”
Sin embargo, lo que ocurre en
realidad-dice Montes de Oca- es que “un autor genial crea procedimientos
originales. Después lo toman como modelo otros escritores y se forma una escuela, o corriente, o movimiento,
o tendencia literaria.” [5]
Montes de Oca afirma que “cada escuela
literaria está constituida por una serie de escritores que utilizan análogos
procedimientos de estilo.” A veces-dice Montes de Oca-algunos escritores
pertenecen a una misma escuela porque coinciden en gustos e ideas, ya que son
hijos de una misma época o conviven en un mismo ambiente.
En cuanto a los factores que forman o
conforman una corriente literaria, Rocío Lineros Quintero, al comparar el
modernismo y la generación del 98 afirma: algunos de los integrantes de la
generación del 98 “tenían edades cercanas, una formación intelectual similar,
se opusieron a sus antecesores, utilizaron en algunos casos una temática común,
mantuvieron lazos de amistad entre si y poseyeron un estilo común.” [6]
Veamos enseguida otra definición de corriente
literaria: “La corriente literaria es el conjunto de características tanto en
la forma de escribir como en la temática, de común acuerdo con las condiciones
sociales de una determinada época. Una corriente literaria puede permanecer
durante varias épocas o menos de una. De esta manera, las épocas y corrientes
literarias más significativas son la época antigua con las culturas orientales;
la época clásica con Grecia y Roma, y la Edad Media con el feudalismo. A partir
de ellas surgen las demás.” [7]
Otro elemento a considerar en las corrientes
literarias es la situación histórica de una sociedad. En el sitio La aventura
literaria se define así: “La literatura es una creación humana que se produce
en el seno de una sociedad determinada y en estrecha relación con la base
material, la organización social y la cultura de la misma. Es decir, la historia
de un país y la de su literatura están tan estrechamente unidas que los
movimientos literarios son paralelos a los periodos históricos.”[8]
Tercera y cuarta tienda:
Un género, una corriente, un autor y la comparación con otro.
Por Hernán Cortés Romero
Entremos a la obra literaria por medio de la
corriente. Elegí un cuento de Rulfo llamado “Paso del Norte”. Esta obra
literaria se inscribe en una corriente literaria llamada “Realismo mágico o
real maravilloso”. Averigüé la
definición del realismo mágico y encontré en el diccionario la siguiente: Alejo
Carpentier desarrolló la tesis de lo “real maravilloso como rasgo central del
continente americano, donde la mezcla de culturas, religiones e ideologías ha
producido y produce acontecimientos fronterizos entre la historia y la leyenda,
entre los hechos y la fantasía o, en síntesis, entre la realidad propiamente
dicha y la ficción creativa”.[9]
Entonces el realismo mágico no es completamente realista y tampoco
completamente fantástico, es un híbrido que surgió en américa latina en los
años sesenta con el llamado boom latinoamericano.
Rulfo publicó sus cuentos (que hacen un conjunto en “El
Llano en llamas”) a principios de los cincuenta. Es heredero de la novela
realista de la revolución mexicana, pero utilizó los nuevos modos de contar una
historia de los grandes novelistas del siglo XX.[10]
Felipe garrido menciona algunos de los recursos narrativos utilizados por
Rulfo: “la forma dialogada, el monólogo interior, la dislocación de los planos
temporales, la simultaneidad de planos, la eliminación del autor como narrador,
la introspección, el paso lento, la insistencia en detalles relativamente
insignificantes, la omisión de hechos espectaculares, la preferencia por la
evocación y la alusión sobre la descripción.”[11]
Para algunos los relatos de Rulfo podrían
parecer una gran invención que no tiene sustento en la realidad; sin embargo,
Felipe Garrido afirma que los relatos están insertos en los condicionamientos
de la economía, la política, la sociedad y la cultura de la época. La miseria,
la ambición sin escrúpulos, los pueblos deshabitados, etc, corresponden a “una
situación histórica y geográfica concreta, aunque en sus textos aparezca
convertido en una clase de suprarrealidad.” [12]
¿Son reales o no son reales los personajes?
¿Son reales o no son reales las situaciones que observamos en los relatos de
Rulfo? Rulfo afirmó que sus cuentos y su
novela Pedro Páramo no eran una
autobiografía, ni tampoco correspondían a personajes de la realidad. El afirmó
“que los personajes conocidos no le daban la realidad que necesitaba, mientras
los personajes imaginados sí se la daban.”[13]
Rulfo también afirmó que lo importante de un escritor es su “poder
imaginativo”. “La fuerza de la imaginación es tan poderosa que puede
acondicionar los hechos reales.”[14]
¿Qué es lo que hace a las “historias” de
Rulfo parecer “mágicas” y “reales” al mismo tiempo? ¿Cómo es que sus relatos se
consideran “reales maravillosos” o parte de la corriente llamada realismo
mágico? Garrido menciona que “Rulfo trabaja historias que trabajan los
realistas”, pero “lo que distingue a un escritor de otro es su técnica, los
recurso de que dispone para contar.”[15]
¿Qué vamos a decir en cuanto al tema de la
obra de Rulfo? ¿Hay variedad de temas?
Garrido sostiene que el tema de la obra de Rulfo es la muerte, la muerte
violenta. Sus cuentos giran en torno a un hecho violento. Sus personajes son
violentos. La violencia, la culpa y la presencia constante de la muerte son
parte de la condición humana para Rulfo. También Garrido afirma que “los actos
de cada hombre son una costra de la que no puede desprenderse: el pasado se encuentra
siempre presente, se va acumulando inexorablemente.”[16]
Otra característica de la narrativa rulfiana
es la anulación del acontecer temporal. Rulfo-continúa Garrido- hace que las voces de los narradores
suenen siempre desde el presente. “No porque la acción se desarrolle en el
momento mismo en que se relata, sino porque el narrador recuerda, desde su
presente, sucesos ocurridos tiempo atrás.” [17]
En el relato de Rulfo, del tiempo presente se va al pasado; del pasado se
vuelve al tiempo presente. Rulfo encima el plano temporal del ahora de la
narración con el del pasado de los acontecimientos, así consigue sustraer del
curso del tiempo el relato. “Lo que cuenta no está sucediendo, aunque a veces
tengamos la impresión de que es así: ya ocurrió tiempo atrás; los protagonistas
son a la vez narradores.” [18]
En la novela Pedro Páramo hay una galería de personajes muertos que hablan de
su vida.
Garrido afirma que Rulfo dejó a un lado el
sentimentalismo para ahondar más en la angustia esencial del hombre, en su
condición primigenia, y lo hizo a partir de seres humanos arraigados en la
tierra y en el tiempo. Rulfo dejó que
esa angustia existencial del hombre se manifestara por las palabras mismas de
los personajes, sin intervenciones aclaratorias del autor.[19]
Otro elemento en la narrativa rulfiana es el
humor. Garrido dice que para Rulfo el humor es un recurso, que no busca
simplemente provocar una sonrisa en el lector, sino “le permite arrojar luz
sobre otras regiones de la condición humana, examinar la vida desde otra
perspectiva, equilibrar la tensión de sus relatos.” El humorismo en
Rulfo-continúa Garrido- es esa suprema manera de compasión hacia los hombres
que le permite advertir, incluso en la tragedia, ese aliento de profunda ironía
con que la vida suele envolvernos.[20]
Vayamos ahora a la obra de Rulfo. Su cuento
“Paso del Norte” tiene el tema de la relación padre-hijo, de la pobreza, de la
migración, de la muerte en el cruce de la frontera con Estados unidos de
américa, y del regreso a la patria. Es un cuento que en casi su totalidad es un
diálogo: Un diálogo entre el padre y el hijo antes de su partida al norte y un
diálogo al regreso de su viaje al norte. Hay una parte intermedia en que
observo que un narrador describe el proceso migratorio de los ranchos a los
pueblos, de los pueblos a las ciudades; y en las ciudades “la gente se perdía;
se disolvía entre la gente.”[21]
Enseguida de estas oraciones continúa un
diálogo sin guiones, luego vendrá el último diálogo. Y en este último diálogo
el protagonista(hijo) se convierte en un narrador de lo que le ocurrió en el
cruce en el paso del norte. Y dentro de
la narración hay un diálogo con guiones entre el protagonista y el agente
uniformado de migración. Luego que el protagonista termina su narración que
incluye el diálogo con el agente uniformado de migración, ahora vuelve al
diálogo con su padre y el desenlace.
En cuanto a los personajes, observo que el
padre es un versificador, amante del lenguaje poético; mientras su hijo es un
hombre que no sabe utilizar el lenguaje, que se ocupa de mercar puercos y que
está persuadido que tiene que viajar a Estados unidos de américa para salir de
la pobreza y del hambre. La fuerza del lenguaje está en los parlamentos de los personajes, no en
la narración; los personajes hablan por sí mismos, sin que el narrador
intervenga, como afirma Felipe Garrido.[22]
La estructura del cuento es un diálogo
entre el padre y el hijo, luego hay una brevísima narración, y continúa el diálogo
entre el padre y el hijo en el que se incluye una narración. Y finalmente,
vuelve al diálogo original del padre y el hijo y el desenlace. Daniel Sada
recuerda que Juan Rulfo dijo que sus cuentos tienen una estructura diferente
cada uno, que “no hay recetas…cada cuento, cada asunto requiere una solución
diferente.”[23]
Sada afirma que no hay un modelo de cuento que Rulfo haya inventado y al que se
atenga. Sada recuerda que Rulfo criticaba a los escritores que se guiaban por
fórmulas o recetas.
Sada afirma que los personajes rulfianos no
modifican la realidad, sino que están condicionados por las circunstancias, las
situaciones son las que finalmente determinan el espíritu humano y las
necesidades del ser humano son más importantes que su voluntad. Rulfo afirmaba
que el ser humano vivía en un contexto social que lo determinaba, que una
persona no podía modificar ciertos parámetros sociales inalterables.[24]
Otra característica de la narrativa
rulfiana- continúa Sada- es que hay algo
en los relatos de Rulfo que lo conecta con la literatura griega, los trágicos
griegos, con Eurípides y Sófocles. “El arte nace de un enigma, ésta es la
concepción más clásica y más griega. La
poesía, la literatura, el arte en general nace de un enigma, y no
necesariamente el arte es una aclaración
de las cosas, sino una preservación del enigma. Uno escribe literatura
para preservar el enigma; cuando yo leo a Rulfo siempre, cualquier línea que
lea de Rulfo, no importa cuál, siempre hay ahí un aura de misterio y de
enigma.” [25]
En el cuento Paso del norte el hijo parece
que está condenado a la pobreza, a la miseria, a sufrir, sin poder romper el
ciclo de hambre. ¿Podríamos comparar el cuento “Paso del norte” con otro cuento
de Rulfo llamado “Es que somos muy pobres”? ¿Cuáles son las semejanzas y las
diferencias? En cuanto a la estructura, observo que el cuento Es que somos muy
pobres sí tiene un narrador de principio a fin, no hay diálogo directo entre
los personajes. Su tema también es la muerte, la pobreza, el hambre y la
frustración. Comienza con la muerte de la tía Jacinta, luego con la lluvia que
no cesa, el río que se desborda, la inundación en el pueblo, los animales que
se lleva el río, entre ellos la vaca
serpentina de Tacha. La vaca que el padre le había comprado a Tacha para que
tuviera un capital para casarse.
Las circunstancias, el destino, la muerte,
siguen a la familia hasta quitarles la esperanza de que Tacha cambiara su
futuro. Si las hijas pirujas ya eran una vergüenza para la familia, la esperanza
estaba en Tacha. Pero el río crecido se llevó
aquella esperanza y Tacha estaba “condenada” a repetir la historia,
siendo piruja como sus hermanas. Las desgracias se suceden, como las olas del
mar, hasta despojar a la familia de todas las esperanzas. Los personajes
parecen incapaces de modificar la realidad, están a merced de los fenómenos
naturales, del destino trágico, como ya mencionó Sada. Y luego el narrador, que
es el hijo de la familia, señala que los dos pechitos de la tacha “se movían de
arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar
a trabajar por su perdición.”[26]
En cada cuento de Rulfo vemos una estructura
diferente, cada situación tiene una solución distinta. No hay recetas, ni
fórmulas-como dijo Rulfo- para escribir un cuento. Cada cuento usa diferentes
recursos para contar, entre ellos el diálogo o un narrador. Coinciden en la
muerte como tema y los personajes no pueden cambiar la realidad, sino que el
destino se impone a la voluntad humana. Hay enigmas- como mencionó Sada- que se
preservan, como el futuro de Tacha.
Quinta tienda: Tema y
trama
Por Hernán Cortés Romero
Hay dos conceptos
complementarios y, al mismo tiempo, independientes en la obra literaria. El
tema, por una parte, y el asunto, por la otra.
Carreter dice que “el tema es la célula germinal del fragmento”[27]
literario. Es la idea general que se expresa, que es diferente al modo o a la
forma en que se expresa esa idea. A la forma o a los detalles en que se expresa
el tema, se le llama argumento o asunto. Helena Beristain cita a Tomachevski
para decir que tanto la obra literaria como cada una de sus partes tiene un
tema: “aquello de lo que se habla”[28].
Entonces el tema es la idea de lo que se habla. Carreter afirma que el núcleo
del tema se puede expresar con una palabra abstracta, rodeada de complementos[29].
También Carreter dice que “la definición del tema será clara, breve y exacta
(sin falta o sobra de elementos)”[30].
Carreter nos enseña la forma en que podemos llegar a encontrar el tema en un
relato literario: “Si del asunto quitamos todos los detalles y definimos solo
la intención del autor al escribir esos párrafos, obtenemos el tema”[31]
. El escritor o narrador inventa los elementos del asunto para expresar el tema
de un texto literario[32].
Hay términos equivalentes que se han utilizado
también, según la teoría literaria a la que corresponden:
Fabula (Formalistas rusos)
|
Intriga
(Formalistas
rusos)
|
Trama
|
Argumento
|
Tema
|
Asunto
|
Los términos en la primera columna se han
utilizado como sinónimos o equivalentes, mientras que los términos en la
segunda columna también se han utilizados como equivalentes, según la teoría
literaria a la que correspondan.
Beristaín menciona que Tomachevski define el
argumento como
la serie de acontecimientos considerados en
el orden artístico, en el orden en que aparecen en la obra, lo que hoy suele
llamarse intriga (opuesto a lo que hoy suele llamarse fabula y que Tomachevski
llama trama: los mismos acontecimientos considerados en un orden cronológico,
ideal, establecido por el análisis).[33]
Beristaín afirma que,
según la teoría de análisis de relatos, “fabula denomina la serie de las
acciones que integran la historia relatada, no en el orden artificial en que
aparecen en la obra (que es la intriga), sino en el orden cronológico en que
los hechos se encadenarían si en realidad se produjeran”[34].
Al hacer equivalente el asunto y el
argumento, Beristaín afirma que el argumento “es un sumario del asunto o tema
que trata la obra. La fábula, en cambio, da cuenta de la misma cadena de
acciones de la historia, pero en el orden cronológico ideal, que habrían tenido
si se hubieran dado en realidad”[35].
Beristaín define el argumento así:
El argumento es la serie de los
hechos principales, narrados o representados, que constituye el resumen de la
historia relatada en las novelas, los cuentos, las leyendas, los dramas, las
epopeyas, etc., considerados en el orden artístico que ha establecido en el relato el narrador/autor, esto es, en
la intriga.[36]
En cuanto
a la relación entre motivo y tema, Beristaín dice que tema y motivo son
conceptos diferentes. “Motivo es aquella “cierta construcción” cuyos elementos
“se hallan unidos por una idea o tema común”. Para Propp, en el interior de la
proposición, cada palabra podría corresponder a un motivo diferente”[37].
Beristaín cita a Tomachevski: “los motivos combinados entre sí constituyen el
armazón temático de la obra”[38].
De esta forma, podemos distinguir mejor
la diferencia entre tema y asunto, fabula e intriga, y trama y argumento.
Sexta tienda: El
lenguaje
Para entonces
Manuel Gutiérrez Nájera
Quiero morir cuando decline el día (circunstancial)
En alta mar y con la cara al cielo, (circunstancial)
Donde parezca sueño la agonía,
Y el alma, un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes, (circunstancial)
Ya con el cielo y con el mar a solas,
Más voces ni plegarias sollozantes (objeto directo)
Que el majestuoso tumbo de las olas. (objeto directo)
Morir cuando la luz, triste, retira (circunstancial)
Sus áureas redes de la onda verde, (objeto directo)
Y ser como ese sol que lento expira: (descripción del sol)
Algo muy luminoso que se
pierde.
Morir, y joven: antes que destruya
El tiempo aleve la gentil corona; (objeto directo)
Cuando la vida dice aún: soy tuya, (objeto directo)
Aunque sepamos bien que nos
traiciona.(objeto directo)
Amarilla es sintética
Azul es analítica
En este poema la mayoría
de las oraciones son sintéticas (las acciones del sujeto se mencionan). Informa
lo que hace el sujeto. Aunque hay algunas oraciones en las que el predicado
describe al sujeto, son analíticas.
Conclusiones sobre el
proceso de aprendizaje:
Uno de los grandes aprendizajes que me llevo
a mi canasta básica es de tipo metodológico. Me refiero al proceso de investigación
en literatura. Me he quedado con muchos conceptos aprendidos desde mi juventud,
pero no los había cuestionado. Conceptos como género literario, corriente
literaria, trama, tema, asunto, etc, que los consideraba sobreentendidos. Sin
embargo, la consulta de diccionarios, libros de teoría literaria y opiniones de
escritores me han mostrado que los
conceptos no son tan simples como los había aprendido. Así que se requiere la consulta previa de
distintas fuentes autorizadas para conocer exactamente la definición de un concepto.
Además, estoy comprendiendo que los
conocimientos en literatura no son dogmáticos, sino que varias de una corriente
a otra, de un autor a otro, de una época a otra. Entonces es inútil buscar una definición
única y univoca de algún término literario. En la literatura, a diferencia de
la ciencia matemática, se escuchan varias voces, de diferentes autores, en
distintas épocas y de corrientes
diversas. No hay una verdad única en literatura. Y también la interpretación de
un texto literario puede ser de varias maneras. No hay una sola y única interpretación
de un texto literario.
Otro aprendizaje de orden metodológico que
me llevo a la canasta básica es la decisión de citar lo que otros han dicho de
un modo correcto y honesto. No hay lugar para pretender apropiarse de un
concepto, sino que hay que darle el crédito a quien le pertenece. Darle el crédito
a quien le corresponde no significa que estoy plagiando, sino que estoy
aprendiendo de lo que otros han dicho.
Otro aprendizaje de orden metodológico que aprendí
fue el propuesto por la maestra Ethel Krauze. Me refiero a la estrategia que
ella nos propuso para investigar: primero buscar la definición de diccionario,
luego la definición según una corriente literaria y luego la opinión de un
autor reconocido. Y por último, elaborar una confrontación de conceptos y luego
construir una síntesis. La síntesis llega
a ser la unión de conceptos diversos que luego se confrontan, se confirman
y luego se formula un nuevo concepto con los distintos enfoques que ha tenido desde una corriente literaria, un
autor, una época en la historia de la
literatura y los aportaciones de los compañeras del curso.
Agradezco mucho a la maestra Ethel Krauze y a
mis compañeras del curso la oportunidad de compartir nuestras investigaciones, nuestros
enfoques y nuestras dudas acerca de los diversos conceptos de la terminología literaria.
[1]
Helena Beristaín: Diccionario de
retórica y poética. Editorial Porrúa, 9ª edición, México, 2010, p.231.
[2] Aristóteles:
Poetica, Capitulo 1, Andrómeda Ediciones, Buenos Aires, Argentina, 2004,
pp. 27-29.
[3] Francisco
Montes de Oca: Teoría y Técnica
de la literatura, Editorial Porrúa, 7ª edición, México, 1981, p.147.
[4] Ethel Krauze: The House of Literature, translated by D. Ohmans
(c) copyright 2011 (Traducción libre).
(c) copyright 2011 (Traducción libre).
[5] Francisco
Montes de Oca: Teoría y Técnica de la Literatura, Editorial Porrúa,
México, 1981, p.60.
[6] Roció Lineros
Quintero: El modernismo y la generación del 98.
http://www.rua.unam.mx/repo_rua/escuela_nacional_preparatoria/cuarto_ano/1402_lengua_espanola/_1109.PDF
[7] Fuente:
http://litefran.blogspot.mx/p/corrientes-literarias.html
[8] http://ntic.educacion.es/w3/eos/MaterialesEducativos/mem/aventlitera/index.html
[9] Diccionario
de Literatura Universal, OCEANO, España, 2004, p. 857.
[10]
Felipe Garrido: “Juan Rulfo, vida y obra”,
Juan Rulfo, imagen y obra escogida, UNAM, Colección México y la
unam /72, México, 1984, pp. 30-31.
[11] Idem.
[12] Ibidem. p.28.
[13] Ibidem. p.23.
[14] Ibidem.p.25.
[15] Ibidem. pp.30-31.
[16] Ibidem. p.29.
[17] Ibidem. pp.31-32.
[18] Idem.
[19] Ibidem. p.25
[20] Ibidem. pp.33-35.
[21]
Juan Rulfo: “Paso del Norte”, Pedro Páramo, El llano en llamas, Planeta,
México, 2007, p.224.
[22] Garrido,
op. cit., p.25.
[23]
Entrevista a Daniel Sada: “Juan Rulfo: la escritura y la preservación del
enigma”, Tríptico para Juan Rulfo, UNAM, México, MMVI, p.307.
[24] Ibidem, pp.313, 314.
[25] Idem.
[26]
Juan Rulfo: “Es que somos muy pobres”, Pedro Páramo, El llano en llamas,
Planeta, México, 2007, p.148.
[27]
Fernando Lázaro Carreter y Evaristo Correa Calderón: Cómo se comenta un
texto literario, Publicaciones cultural, México, 2004, p.31.
[28]
Helena Beristaín: Diccionario de retórica y poetica, Editorial Porrúa,
México, 2010, p.350.
[29]
Carreter, op.cit., p.32.
[30] Ibídem. p. 33.
[31] Ibídem. p.31.
[32] Ídem.
[33]
Beristaín, op. cit., p.350.
[34] Ibídem. p. 207.
[35] Ibídem. p. 65.
[36] Ídem.
[37] Ibídem. p.350.
[38] Idem.
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