TRABAJO FINAL DE CANASTA
BASICA DEL PROFESOR DE LITERATURA III
PRIMERA TIENDA Karla G.
¿Qué me enseñaron en educación básica?
En el tiempo que
cursé la educación primaria recuerdo que veíamos muy extensamente los que eran
reglas gramaticales, conjugación de los verbos, adjetivos, partes y tipos de
oraciones adverbios, etc. veíamos muchas cosas que se enfocaban a lo
estructural del español, por llamarlo de algún modo. En cuento a los géneros
literarios no me parece que nos hubieran hablado de ellos como tal, si recuerdo
que trabajamos con el cuento pero no que nos lo hayan mencionado como género
literario o algo así solo trabajábamos con las partes que lo conformaban.
También vimos un poco la poesía y su característica principal, que nos decían
era que estaba escrita en verso. Ya en la secundaria vimos un poco sobre
novela, ahí conocí algunos autores como Jorge Isaacs, Benito Pérez Galdós,
Ignacio Manuel Altamirano entre otros. Ver con detalle los géneros literarios o
tener una definición como tal no recuerdo haberla visto.
¿Qué aprendí en mi formación como profesor?
Mi formación
profesional siempre estuvo enfocada más en el cómo que en el qué, es decir;
veíamos la manera como se iba a enseñar determinada asignatura, nos daban las
estrategias para que los alumnos aprendieran los contenidos que los planes y
programas de estudio nos marcaban. Los temas se analizaban a partir del cómo por
ejemplo; si el contenido o el aprendizaje que deseábamos ver eran los antónimos
desarrollábamos alguna estrategias para que los niños aprendieran el tema,
podía ser una dinámica, tarjetas, loterías, dibujos, en fin, lo que
consideráramos o nos sugirieran fuera más adecuado para trabajar en el
aula. Creo que de ahí los nombres de las
asignaturas: Español y su enseñanza, Matemáticas y su enseñanza, Historia y su
enseñanza. Temas únicamente literarios no tuvimos, lo que si es que trabajamos
textos de autores como: Emilia Ferreiro y Ana Teberosky, Daniel Cassany, Delia
Lerner y Margarita Gómez Palacios son algunos de los que recuerdo en esta
etapa.
¿Qué enseño a mis alumnos?
En el grado que
atiendo actualmente (tercero de primaria) vemos el cuento, la poesía, fabulas y
leyendas. La forma en la que yo trabajo estos géneros es que inicialmente
buscamos un texto modelo. Analizamos su estructura en clase y después tratamos
de crear una nueva versión basándonos en el original o uno totalmente nuevo,
dependiendo lo que sea requerido.
INVESTIGACION CONCEPTUAL
PRIMERA DEFINICION
Géneros
literarios: conjuntos de convenciones que orientan la lectura y la escritura de
los textos.
Se denomina
género literario a cada una de las clases en que se dividen los textos literarios,
escritos por los autores con una finalidad determinada. Cada género literario
comprende, a su vez, otros subgéneros literarios.
Aristóteles
concibió los géneros poéticos como distintas maneras de llevar a cabo la mimesis
—hay que recordar que para él la poesía era "imitación"—, la cual
puede diferenciarse por el medio, el objeto o el modo de imitación.
Así se expresa en la Poética:
La epopeya, y
aun es otra obra poética que es la tragedia, la comedia lo mismo que la poesía
ditirámbica y las más de las obras para flauta y cítara, da la casualidad de
que todas ellas son —todas y todo en cada una— reproducciones por imitación,
que se diferencian unas de otras de tres maneras: 1° por imitar con medios
genéricamente diversos, 2° por imitar objetos diversos, 3° por imitar objetos,
no de igual manera sino de diversa de la que son.
Sin embargo, con
el paso de los siglos los géneros se han transformado, de la misma manera que
se han transformado todas las formas culturales. Francisco Abad alude a este
aspecto de la siguiente manera:
"El
análisis de un género, propiamente dicho, supone el establecimiento de los
rasgos constructivos que lo constituyen. No hay teoría de ellos que no sea
historia, pues su propia naturaleza lo determina así. Por inducción de textos
diacrónicamente sucesivos describimos la arquitectura común conforme a la que
están construidos. [...] Los géneros se manifiestan en un periodo histórico
concreto, pero se constituyen a lo largo de la Historia. Su teoría es, pues,
historia".
SEGUNDA DEFINICION
Género: Clase o
tipo de discurso literario - determinado por la organización propia de sus
elementos en estructuras - a que puede pertenecer una obra. Espacio configurado
como un conjunto de recursos composicionales, en el que cada obra “entra en una
compleja red de relaciones con otras obras” (CORTI) a partir de ciertos temas
tradicionales y de su correlación, en un momento dado, con determinados rasgos
estructurales (prosa, verso, narración, etc.) y con un especifico registro
lingüístico. Tal red de relaciones genéricas se presenta diacrónicamente como
un proceso, un constante cambio paralelo a la historia de la literatura. En
ésta, cada nueva obra se inscribe por su parcial pertenencia a un género y su
parcial transgresión al mismo género, en relación con su grado de originalidad
y fuerza inventiva.
Beristaín,
Helena, Diccionario de retórica y poética.
Editorial Porrúa, 7ª edición, México, 1995, p.236
TERCERA DEFINICION
En lo que respecta al mundo literario, el término género sirve para
diferenciar entre obras de diferentes características. Es importante antes que
nada, destacar que la definición de género literario está relacionada con las
características retóricas y semióticas que hace que determinados textos
sean ubicados en un mismo conjunto.
Pese a que ha pasado mucho tiempo, el discurso literario se halla dividido
en los mismos tres claros géneros que definiera Aristóteles en la Grecia
Clásica (lírico, narrativo y dramático). Cada uno de ellos denota tres
formas estéticas en las que los seres humanos nos relacionamos con el mundo.
UNA MÁS
Los nombres de
géneros son simples abreviaturas para enumeraciones de obras, es decir, que su
referente es la colección de objetos […] Su estatus es, pues, puramente nominal
[…] un género no es a menudo
definible más que en un contexto histórico restringido:
“Desde el momento que se admite que los géneros son instituciones, hay que
abandonar toda esperanza de definirlos, si no es de manera parcial y para
determinados contextos específicos.” Sin embargo no por ello se pone en tela de
juicio el valor del modelo, ya que este delimita un conjunto de posibles que no
encuentran necesariamente clases textuales reales donde plasmarse. Schaeffer
Marie (12)
Schaeffer Marie Jean “¿Qué es un género
literario?” ed. Ediciones Akal. España.2006 [en línea] https://books.google.com.mx/books?id=dcnh0sfMOd4C&pg=PA5&lpg=PA5&dq=genero+literario&source=bl&ots=IQ2nSi2uff&sig=rf6PGR__WAkqeAWTJkOiwysuBHU&hl=es-419&sa=X&ved=0CEoQ6AEwCDgUahUKEwi_0ercpNjHAhWED5IKHYf8Br4#v=onepage&q=genero%20literario&f=false
RECTIFICAR
Y/o RATIFICAR
Si tuviera que
explicar que es el término género literario a mis alumnos lo haría diciéndoles
que el concepto es una aldea poblado de muchas casas; cada una representaría un
género literario. Las habitaciones del interior de cada casa serían los
subgéneros y las personas serían las obras literarias. ¿Qué creen que vamos a
descubrir en esas casas y habitaciones? ¿Qué nos querrán decir esas personas? –
les preguntaría. Esta ilustración me parece una buena idea para tratar de dar
alguna referencia física a algo tan abstracto como lo es esto que vamos a
analizar. Pienso que la definición de género es muy amplia, razón por la cual
creo se explica que muchos de nosotros no hayamos conocido un concepto como tal
en nuestros años de formación. Para
mencionar una definición diré que el género es una herramienta que nos
permitirá según sus características dar una clasificación a una obra literaria.
Esta puede ser: lírica, narrativa y dramática. La lirica se acerca a las
emociones. Permite expresar los sentimientos casi de forma directa. La poesía
es la más representativa de este género.
La narrativa se refiere a las obras donde se cuentan historias escritas
en forma de prosa. Tienen un narrador. Es esta clasificación podemos encontrar
la fábula, el cuento y la novela. El
género dramático se caracteriza por ser una historia donde no existe un
narrador, sino que ha sido escrita para ser representada delante de un público.
El teatro entra en esta categoría. Personalmente considero importante no quedarnos
con la idea de que un género debe tener rasgos exactos y determinados y que si
la obra solo puede encajar en uno solo, creo que los conceptos están en
movimiento constante y por lo tanto no pueden ni deben encasillarse en
definiciones absolutas.
¿Qué
me llevo de esta tienda para mi canasta?
Me llevo la
conciencia de los textos pueden ser incluidos en uno o más géneros literarios
ya que puede tener características que le permitan tener más de una
clasificación. Muchas veces hemos trabajado los géneros casi como una fórmula
matemática cuando la realidad es que pueden ser más flexibles. Pienso que la
rigidez en la que a veces entramos surge porque no investigamos a más a
profundidad ni reforzamos nuestras bases teóricas. Personalmente me he dado
cuenta que necesito afianzar y acrecentar los conocimientos que tengo sobre el
tema pues en realidad deseo ser una guía confiable para mis alumnos razón por
la cual me encuentro expectante sobre lo que aprenderemos y/o reaprenderemos en
este seminario.
EL PILON DEL GÉNERO
Con base
a los trabajos realizados por mis compañeros de clase y el propio puedo
concluir que el género es (en el ámbito literario) una clasificación que se les
da a las producciones literarias en base a sus características a fin de que el
lector y el crítico tengan un parámetro o una “anticipación” de lo que se
tratará la obra en cuestión mientras que para el autor es un referente para el
trabajo que pretende realizar sin que con esto se coarte la libertad creativa
del mismo, al contrario, con cada nueva obra el concepto o la idea de género literario se enriquece y se va transformando, pues como ocurre en las
disciplinas artísticas estas no son formulas estáticas ya que responden a una
necesidad humana personal o colectiva por lo tanto van cambiando según el tiempo y
el espacio donde se desarrollan.
Aun cuando ha pasado mucho tiempo los tres
géneros que definió Aristóteles inicialmente (lírico, narrativo y dramático)
estas siguen estando vigentes en nuestros días sin embargo han dado origen a otros
muchos géneros y subgéneros literarios. Cada uno de ellos responde a una
necesidad específica de ver y contar el mundo. Por esta razón es que este
concepto no puede ni debe ser considerado un modelo terminado. Pues como
menciona Schaeffer Marie en “Desde el momento que se admite que los géneros son
instituciones, hay que abandonar toda esperanza de definirlos, si no es de
manera parcial y para determinados contextos específicos.” [1]
Algo
similar propone Beristáin cuando dice: “La reflexión sobre los géneros todavía
hoy no termina. […] aunque en cada obra se manifiestan los géneros, no es
posible “ni confirmar ni invalidar la teoría de los géneros” [2]
Coincido
con Patricia Suarez cuando menciona “El género como clasificación puede ser un
punto de partida, pero un texto se transformará y moverá no solo desde la
perspectiva del autor sino también del lector para lo cual el género no debe
una camisa de fuerza, ni una caja cuadrada donde meter una masa modelable” [3]
En nuestro
papel de docentes es importante hacer notar esta situación a los alumnos pues
resulta abrumador apegarse a definiciones de determinado autor, critico o
alguna otra autoridad en la materia por eso considero importante hacer notar la
parte flexible del concepto, sobre todo a los alumnos que van teniendo sus
primeros acercamientos con el mundo de las letras.
SEGUNDA TIENDA
TRES DEFINICIONES DE NOVELA
PRIMERA
DEFINICION
NOVELA: Discurso que integra una
sucesión de eventos de interés humano en una unidad de una misma acción
(BREMOND) […] puede contener más de una intriga o
una de carácter complejo y ramificado, muchos personajes el desarrollo de cuyo
carácter puede ser observado, varios temas importantes, diferentes efectos y
uno o varios clímax antes del desenlace. […] son relatos narrados. […] dan cuenta de una historia. [4]
SEGUNDA
DEFINICION
Una novela es un relato de lo que les
sucede a ciertas personas en cierto lugar, tiempo y circunstancias. Así que los tres elementos constituyentes de
una novela son: ACCIÓN (lo que sucede), CARACTERES (las personas) y AMBIENTE
(el escenario, la época, la atmósfera).
ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA NOVELA:
I.
CONTENIDO:
A. Título: su sentido y función.
B. Asunto (resumen de la obra)
C. Tema (idea dominante)
D. Elementos de la novela:
1.
Personajes:
a. Clasificación, caracteres, tipos, símbolos
b. Caracterización directa o indirecta
c. Relación entre personaje y acción
d. Relación entre personajes y ambiente
2.
Ambiente:
a. Escenario y época (el donde y el cuando de
los hechos)
b. Índole real o ficticia, rural o urbana,
actual o del pasado
c. Atmósfera (sensación que prevalece en la
obra)
3.
Acción:
a. Naturaleza:
1. Interna o externa
2. En el tiempo o en el espacio o en ambos
3. Tiempo
de duración de la
acción y tiempo vivido.
b. Lógica y motivación:
1. Relación causal o casual.
2. Obedece a motivos o
propósitos humanamente comprensibles o actúa arbitrariamente o movido por
fuerzas superiores.
II.
FORMA:
A. Estructura o composición:
1.
Exposición
2.
Nudo
3.
Desarrollo
4.
Punto culminante
5.
Resolución
B. Composición: lógica o
artística
C. Relación entre contenido y
estructura:
D. Aspectos técnicos:
1.
Punto de vista
2.
Técnicas narrativas
3.
Relación entre el autor y la forma
E. Estilo:
1.
El lenguaje y sus particularidades: la lengua.
2.
Relación entre contenido y forma
3.
Relación entre autor y forma
F. Apreciación y valores de la
novela:
1. Valores diversos: lógicos, éticos, estéticos, lingüísticos, etc.
Conceptos generales sobre la novela.
Origen:
Del italiano novella. Obra de ficción, no histórica, en prosa, que crea un
mundo cerrado (que atrapa al lector por su interés) a imagen de la vida (se
inventa un mundo imaginario parecido al mundo real pero no pretende ser éste,
no es una trascripción, registro, o fotografía de la vida) en la que va
envuelta una visión del mundo y de la vida (cosmovisión o Weltanshauung). Esta imagen de la vida es generalmente más
ordenada, coherente y ordenada que la vida real. O sea, el novelista escoge los materiales que
le parecen más significativos y los organiza de una manera nueva (Hegel,
Estética). El novelista puede establecer
su propia lógica en su mundo ficticio, pero este mundo de invención debe ser
coherente estéticamente. La función esencial de la novela es describir
dinámicamente una atmósfera cuya misión es referir una acción concreta llevada
a cabo por ciertos personajes. Debe
producir también múltiples impresiones (peripecias) y no sólo una (como el
cuento). Como estructura debe atraer
irresistiblemente al lector (José Ortega y Gasset). Según György Lukacs, la novela debe ocuparse
de la vida del hombre que vive cargado de problemas y que busca valores a que
asirse para solucionarlos (la novela realista sigue así una función
social). El esteticismo de la novela de
vanguardia (ilusionista, de evasión social) es un escape de la lucha por buscar
esos valores; esta novela acepta la condición humana como algo permanente que
no puede solucionarse. Según Jean-Paul Sartre,
el novelista usa palabras como signos de comunicación para producir cambios en
la sociedad, cambiando el ambiente social del hombre y el concepto que el
hombre tiene de sí. (José Ortega y Gasset, Ideas sobre la novela; György
Lukacs, Teoría de la novela; Lucien Goldmann, Pour une sociologie du roman;
Jean Paul Sartre, ¿Qué es literatura?).
La novela también debe ser morosa en la presentación (esto es parte de
la descripción) [tempo lento]. La novela
también muestra explícita o implícitamente la cosmovisión del autor. Las novelas pueden ser de tema (la visión del
mundo se expresa indirectamente o en forma implícita) o de tesis (cuando se
insiste en esta visión y se presenta explícitamente).[5]
TERCERA
DEFINICION
Mijail
Bajtin menciona que la novela como todo es un fenómeno pluriestilístico,
plurilingual y plurivocal. El investigador se encuentra en ella con unidades
estilísticas heterogéneas que algunas veces se hayan situadas en diferentes
planos lingüísticos, y que están sometidas a diferentes normas estilísticas.
He aquí
los tipos básicos de unidades estilístico – compositivas en que se descompone
generalmente el tono novelesco:
- Narración literaria directa del
autor (en todas sus variantes)
- Estilización de las diferentes
formas de narración oral costumbrista
- Estilización de diferentes formas
de narración semiliteraria (escrita) costumbrista (cartas, diarios, etc.)
- Diversas formas literarias del
lenguaje extraestilístico del autor (razonamientos morales, filosóficos,
científicos, declamaciones retoricas, descripciones etnográficas, informes
oficiales etc.)
- Leguaje de los personajes individualizado desde el punto de vista estilístico
Estas
unidades estilísticas heterogéneas, al incorporarse a la novela, se combinan en
un sistema artístico armonioso y se subordinan a la unidad estilística superior
del todo, que no se puede identificar con ninguna de las otras unidades
sometidas a aquella. La especificidad estilística del género novelesco reside
precisamente en la unificación de tales unidades subordinadas, aunque
relativamente autónomas (algunas veces, incluso plurilingual), en la unidad
superior del todo: el estilo de la novela reside en la combinación de estilos;
el lenguaje de la novela es el sistema de la “lengua”. La novela es la
diversidad social, organizada artísticamente, del lenguaje; y a veces, de
lenguas y voces individuales. La estratificación interna de una lengua nacional
en dialectos sociales, en grupos, argots profesionales, lenguajes de género;
lenguajes de generaciones, de edades, de corrientes; lenguajes de autoridades,
de círculos y modas pasajeros: lenguajes de los días e incluso de las horas
social – políticos (cada día tiene su lema, su vocabulario, sus acentos); así
como la estratificación interna de una lengua en cada momento de su existencia
histórica, constituye la premisa necesaria para el género novelesco: a través
de ese plurilingüismo social y del
plurifonismo individual que tiene su origen en sí mismo, orquesta la novela
todos sus temas, todo su universo semántico – concreto representado y
expresado.[6]
De la misma manera que el hombre no cabe por entero en su situación concreta,
tampoco el mundo cabe en la palabra que lo representa […] el autor no es neutral con respecto
a esa imagen: en cierta medida polemiza con el lenguaje, le responde, lo acepta
[…] lo interroga, lo escucha con
atención pero a la vez, lo ridiculiza, lo caricaturiza, en otras palabras el
autor se halla en relación dialogística con el lenguaje. […] representa ese lenguaje conversando
con él […].
El
lenguaje de la novela no puede ser situado en un solo plano, ni desarrollado en
una sola dirección: es un sistema de planos que se entrecruzan. Por eso no
existe una novela de lenguaje único ni de estilo único. Al mismo tiempo existe
un centro lingüístico (verbal – ideológico) de la novela. El autor no puede ser
encontrado en ninguno de los planos del lenguaje: se encuentra en el centro
organizador de la intersección de los planos; y esos diferentes planos se
encuentran a distancias del centro del autor.
La lengua
literaria no es representada en la novela como una lengua unitaria […]. El lenguaje del autor tiende a
superar el “literaturismo” superficial de los estilos envejecidos en camino de
desaparición y de los lenguajes de las tendencias literarias de moda,
renovándose a cuenta de los elementos esenciales del habla popular […] las imágenes de los lenguajes son
inseparables de las imágenes de las concepciones, y de sus portadores vivos: la
gente que piensa, habla y actúa en un ambiente histórico y social concreto. En
la novela el lenguaje no solo sirve para representar, sino también de objeto de
la representación. La palabra novelesca es siempre autocrítica. Con esto la
novela se diferencia radicalmente de todos los géneros directos: del poema
épico, de la lírica, del drama. [7]
MI PROPIA DEFINICION DE NOVELA
Como ya les
había comentado anteriormente compañeros siento que necesito reforzar mis bases
teóricas para manifestar una idea personal o un concepto propio de lo que
significa la novela sin embargo trataré de contribuir un poco en base a lo que
investigué sobre el tema con la finalidad de que aporte algo a la generación
del conocimiento que es propósito de este trabajo.
La novela
es una narración literaria, un relato que presenta una imagen de la vida pero
de una forma más ordenada pues en ella el autor selecciona cual será la
temática y los elementos que la compongan. En ella los personajes y sus
diferentes historias se entrelazan y se crea un objetivo en la obra, un fin que
se busca y que llega cuando concluye la obra, puede ser mostrar un reflejo de
la sociedad o de situaciones de la vida cotidiana o dar una enseñanza sobre
algún tema específico.
TERCERA TIENDA
Género:
Narrativa/ Crónica
Época:
Posmodernista
Obra: Relato
de un náufrago
Autor: Gabriel
García Márquez
Al decidir trabajar con esta obra me encontré con la
situación de no saber exactamente en qué género literario colocarla, si en la
novela o en la crónica pues considero que contiene características válidas para
ambos géneros pero en base a la introducción del libro[8] y
con los elementos recabados basados en un artículo realizado por la Doctora
Miriam Rodríguez Betancourt considero que la crónica es donde mejor se acomoda
esta obra.
A continuación
presento parte de dicho artículo:
La crónica no nace con el Periodismo sino que
este aprovecha una tradición literaria e histórica de largo y espléndido
desarrollo para adaptarla a las páginas de la prensa […]. Literatura e Historia
son los típicos compañeros de viaje en el itinerario de un género del cual no
pueden prescindir los medios de comunicación no sólo por su maleabilidad
estructural y expresiva para abordar lo humano y lo divino, sino también por su
capacidad de dar cuenta de los sucesos al tiempo de valorarlos como lo exige el
auténtico Periodismo: con la urgencia de la inmediatez, la objetividad del
testimonio y la calidad literaria de la redacción[…].
De su origen histórico-literario hereda la crónica
periodística atributos que le permiten recrear la realidad sin violar la
veracidad de los hechos. De esa herencia se recoge también la exigencia de que
el periodista haya presenciado o escuchado de fuentes confiables los hechos que
cuenta, elemento que hasta nuestros días confiere a la crónica determinada
jerarquía entre los restantes géneros. Lo que trasmite el cronista es de
primera mano, visto y oído; la detección de la arista singular, del latido
interior de un tema, de un acontecimiento, de una persona.
Las definiciones varían mucho en este género,
quizás como en ningún otro. "Uno de los géneros más difíciles de definir,
dice Evelio Tellería, ya que comparte facetas de otros géneros, y, además, está
muy cerca de los trabajos literarios" (8).
Un somero recuento de caracterizaciones confirmará
tal diversidad y revelarán, a la vez, algunos rasgos propios del género como su
carácter vivencial, literario, valorativo e informativo a la par.
Gargurevich dice que "es un relato de
construcción literaria especial", y alude a su escritura en secuencia (9).
A la misma característica se refiere Martín Vivaldi al unir sus atributos
literarios e históricos: género literario en virtud del cual el cronista relata
hechos históricos, según un orden temporal, y añade que se narra algo al propio
tiempo que se juzga lo narrado.
Si bien puede enjuiciar, el propósito de la crónica
no es el de convencer, sino el de conmover, el de despertar la sensación de una
vivencia compartida, pues como afirma Grijelmo debe valorar "de una manera
muy vinculada a la información" (19) sin la oportunidad para la reflexión
detenida sobre esos aconteceres.
La argumentación en la crónica no alcanza el rigor
característico de otros géneros del denominado periodismo opinativo. El tono
del comentario es más íntimo, un tono de confidencia como lo califica Vivaldi,
totalmente distante del estilo editorializante o de solicitación de opinión. No
puede hablarse de crónica en rigor si no se destaca el particular tratamiento
expresivo que este género exige.
Julio García Luis apunta al respecto que el
objetivo de la crónica es "iluminar determinado hecho o acontecimiento
(...) sin acudir a una argumentación rigurosa, formal, directa, sino mediante
la descripción de la realidad misma, de alguna pincelada valorativa y del
manejo de factores de tipo emocional" (21), siendo esta una de las
definiciones más certeras sobre el género.
En materia de clasificación, algunos estudiosos la
incluyen dentro del periodismo informativo, otros, en el contexto del
periodismo de opinión. Gargurevich, sin ubicarla específicamente dentro del
periodismo informativo, afirma que la crónica es su antecesora (22), pero María
Julia Sierra no duda en hacerlo, pues, para ella, es un género
"eminentemente informativo" (23). Difiere de ambos el brasileño
Beltrao quien se decide por colocarla dentro de los géneros de opinión porque
destaca, como fin primordial de esta categoría periodística, la expresión del
juicio, del criterio del cronista sobre hecho, ideas y estados psicológicos
personales o colectivos (24)
También en su tipología la crónica alcanza
divisiones y subdivisiones muy amplias.
Por su enfoque, puede ser general, especializada,
analítica, sentimental, humorística, de viajes, de remembranza, histórica. Por
su tema, parlamentaria, judicial, de espectáculos, del extranjero, de sucesos,
de interés humano o especial, de sociedad o sociales, taurina, deportiva,
costumbrista, local...
Se añaden otros tipos: la doctrinal, la artística,
biográfica, la descriptiva y la utilitaria. Especial atención recibe en los
textos y manuales, la crónica viajera o de viajes, tan vinculada al origen
mismo del género.
Lorenzo Gomis las resume de la mejor manera: en
razón del lugar, es decir, a partir de la locación desde donde el cronista
elabora sus impresiones; de corresponsal, de enviados especiales, viajeros; y
en razón del tema, grupo en el que caben todas las demás.
En definitiva, como expresa Maria Celia Forneas
(...) "los nombres de las clases de textos dependen de las actitudes e
interpretaciones que los lectores hagan de ellos, pues pueden emplearlos para
designar referentes cognitivos en momentos históricos diferentes" (25).
Como expresión caracterizada por la subjetividad, la
capacidad del cronista, su estilo, el tema en cuestión, también sería cuando
menos inútil asumir normas absolutas en relación con su escritura […]. No
obstante, valdría la pena detenerse en algunas consideraciones formales para la
redacción de este género, sobre todo porque lo definen sustantivamente.
El cronista debe relatar el hecho o asunto
"como él la vea y la sienta", pero la percepción personal de los
acontecimientos-generalmente en primera persona y con firma autoral-- tiene que
pasar por un filtro de responsabilidad porque nadie tiene el derecho de inundar
el tiempo y el espacio con desahogos emotivos por muy sinceros que estos sean.
En cualquier caso, la sobriedad debe ser la primera frontera.
Algunos autores recomiendan emplear la estructura
cronológica de narración. Esta indicación […] dependerá, en buena medida, del
tema abordado, del estilo de cada cronista, entre otros factores.
La narración deviene la forma privilegiada y
central del discurso en la crónica y, por tanto, el cronista tiene que prestar
atención a los modos más efectivos de contar una historia, un hecho o asunto,
en torno a los cuales se articula su objetivo y el lenguaje que empleará.
La actitud del cronista ante el hecho, sus
impresiones, se adaptará al vocabulario, al lenguaje, a la sintaxis, a la
reconstrucción textual de lo visto o vivido. Esa actitud, esas impresiones,
integran el objetivo central de la crónica, conforman su hilo conductor, tributan
a su punto de vista o tesis, hacen posible la sintonía autor-receptor.
Frase corta y
párrafo breve, ritmo rápido, grado superior de elaboración literaria, con
empleo de recursos estilísticos como la metáfora, el símil, la hipérbole y
cierta dosis muy medida de lirismo, aconseja García Luis para escribir buenas
crónicas (29).
Quizás sea este género el que más recursos posea
para describir atmósferas, situaciones, asuntos, personas. "La crónica se
resiste a la puntualidad de la información y al marco estricto del artículo,
deambula por todos los rumbos y capta los variados matices del humano acontecer
en su diversidad de escenarios, asuntos y actos (30).
Un incendio, un accidente, un descubrimiento, un
congreso pueden ser temas de crónica igual que un estado de ánimo o un problema
social. La diversidad tipológica antes enunciada da cuenta de que en ella cabe
cualquier asunto siempre que este sea tratado con imaginación y sensibilidad.[9]
La definición de
corriente literaria que considero más completa es la citada por el Profesor
Hernán Cortes alumno del CIDHEM y compartida es este mismo espacio en una clase
previa.
La corriente literaria es el conjunto de características
tanto en la forma de escribir como en la temática, de común acuerdo con las
condiciones sociales de una determinada época. Una corriente literaria puede
permanecer durante varias épocas o menos de una. De esta manera, las épocas y
corrientes literarias más significativas son la época antigua con las culturas
orientales; la época clásica con Grecia y Roma, y la Edad Media con el
feudalismo. A partir de ellas surgen las demás.[10]
La corriente literaria de esta obra es
el realismo en el cual uno de los mayores exponentes es Gabriel García Márquez
y su época es posmodernista la cual se caracteriza por:
- Respuestas ante un nuevo estado en
el mundo: el miedo ante el poder de las
bombas nucleares queda patente tras las masacres de Hiroshima y Nagasaki. Por otro lado, el pluralismo, la universalización
de la información, etcétera... hacen reaccionar a los posmodernistas a
todos los niveles.
- Reconocimiento y/o peleas entre
los posmodernistas ante una nueva realidad capitalista. Acorde a la evolución de cada país después de la
guerra, se sugiere que una sociedad capitalista es la llave para resolver
todos los problemas inherentes a la guerra.
- Sensación de fragmentación, de discontinuidad, tomando la realidad de aquel
tiempo como una imitación de la vida real.
- Reconceptualización de la sociedad, de la historia y del yo.[11]
La obra
El protagonista es el náufrago Luis Alejandro Velasco. Su profesión era de marinero. Trabajaba para la Marina. En la primera parte narra de cuando estaban en Mobile mientras el barco el destructor era reparado. Cuando estaba de franquicia él y sus compañeros salían con sus novias. Después narra cuando suben al barco para iniciar el viaje. A partir de ese momento se cuenta del hundimiento del barco y luego el naufragio de Luis Alejandro Velasco.
Cuando se embarca le surgía un sentimiento de miedo luego de ver esa película “El Motín del Caine”, durante el viaje también extrañaba a su familia y a su novia, y volvía a sentir miedo cuando pensaba en esa película, no podía dormir.
Se encontraban en el barco cuando se da la orden “Todo el personal ponerse al lado de babor” En ese instante Miguel Ortega estaba mareado y paso tambaleando, se tumbó a babor entonces el buque se inclinó bruscamente; se fue. Alejandro aguanto la respiración, una ola enorme reventó sobre los marineros y quedaron empapados. Luego de unos minutos el barco retomo su posición. El buque seguía defendiéndose del oleaje pero cada vez escoraba más hasta que una ola no menos grande que la anterior los tira al mar. Luego de unos segundos el barco resurgió del mar.
El protagonista es el náufrago Luis Alejandro Velasco. Su profesión era de marinero. Trabajaba para la Marina. En la primera parte narra de cuando estaban en Mobile mientras el barco el destructor era reparado. Cuando estaba de franquicia él y sus compañeros salían con sus novias. Después narra cuando suben al barco para iniciar el viaje. A partir de ese momento se cuenta del hundimiento del barco y luego el naufragio de Luis Alejandro Velasco.
Cuando se embarca le surgía un sentimiento de miedo luego de ver esa película “El Motín del Caine”, durante el viaje también extrañaba a su familia y a su novia, y volvía a sentir miedo cuando pensaba en esa película, no podía dormir.
Se encontraban en el barco cuando se da la orden “Todo el personal ponerse al lado de babor” En ese instante Miguel Ortega estaba mareado y paso tambaleando, se tumbó a babor entonces el buque se inclinó bruscamente; se fue. Alejandro aguanto la respiración, una ola enorme reventó sobre los marineros y quedaron empapados. Luego de unos minutos el barco retomo su posición. El buque seguía defendiéndose del oleaje pero cada vez escoraba más hasta que una ola no menos grande que la anterior los tira al mar. Luego de unos segundos el barco resurgió del mar.
Se logró salvar sujetándose de mercancía que flotaba en el mar. Luego vio dos balsas separadas a 7 metros una de la otra nado cerca de 3 minutos seguidos hasta que al fin la alcanzo gracias a una ola que la puso al lado de él. Una vez arriba de la balsa había compañeros de él cerca entonces quiso rescatarlos. Eduardo Castillo el almacenista, se agarraba fuertemente al cuello de Julio Amador Caraballo; Del otro lado estaba Luis Rengifo, a lo lejos avisto a Ramón Herrera, Alejandro remo desesperadamente para salvar a Ramón pero cuando volvió a levantar la vista el ya no estaba en la superficie Julio Armador y Eduardo Castillo estaban a 3 metros de la balsa pero justo cuando iba a rescatarlos una ola enorme suspendió la balsa en el aire cuando volvió a descender Julio y Eduardo había desaparecido. Luis Rengifo seguía nadando hacia la balsa estaba a 2 metros de distancia entonces Luis se detuvo y le dijo a Alejandro que nadara hacia el pero la brisa estaba en contra y no se podía en un momento estuvo a 5 metros de distancia de Luis y desapareció.
Él pensaba en que cuando el destructor llegara a Colombia enviarían el rescate, mientras estaba en la balsa también pensaba en cuanto tiempo tardaría en llegar la ayuda.
Para saciar la sed toma agua de mar. En cuanto al hambre pudo atrapar a una gaviota, la mato y comió parte de ella pero la soltó porque las gaviotas son amigas de los marineros y de los hombres de mar. También pudo capturar un pez el cual sacio bastante su apetito. Luego atrapo una especie de raíz y se alimentó de ella aunque tenía miedo de que esta tuviese veneno. También mordía las tarjetas que tenía y el caucho de su zapato aunque esto no le servia para saciar el hambre.
Para un marino hambriento y en este caso naufrago las gaviotas significan esperanza y alegría ya que significan proximidad de la tierra. Una banda de gaviotas acompaña a los barcos, pero solo hasta el segundo día de navegación. En este caso él tenía la idea de que estaba cerca de tierra pero en realidad estas gaviotas estaban perdidas y se orientarían al encontrar un barco que las guíe.
A las 5 de la tarde aparecen los tiburones. Los peces del mar se acumulan cerca de la balsa entonces los tiburones van por ellos y hacen tambalear esta. En un instante un pez salta del mar para no ser devorado por un tiburón y cae dentro de la balsa entonces el tiburón salta y hace tambalear produciendo que casi Alejandro se caiga al mar. Tomó un remo y le pega salvajemente y sin detenerse al piso de la balsa tratando de que uno de esos golpes le de al pez.
Ya con ganas de morir avista tierra, pensaba que era una alucinación pero era su única esperanza así que se tira al mar, su condición de nadador le ayudaron a llegar a la orilla a pesar del agotamiento, la herida en la rodilla, las heridas en sus dedos y su debilidad. Al llegar a la playa, permaneció un tiempo inmóvil sobre la arena recobrando fuerzas. Vio un coco que le recordó su sed y trató de abrirlo con las llaves, pero no pudo perforarlo y lo tiro. Después escuchó un perro ladrar entonces noto que estaba en un lugar poblado. De pronto una mujer negra caminaba con una olla de aluminio en la playa y Luis, pensando que estaba en Jamaica, le pidió ayuda en inglés. La mujer se fue corriendo con mucho miedo. En realidad había llegado al lugar que menos se esperaba, a Colombia. Cuando ya pasó todo, se convirtió en el héroe nacional, lo usaron de campaña publicitaria para muchos anuncios y después, no se volvió a saber nada más de él.
CUARTA TIENDA
CUADRO COMPARATIVO DE DOS OBRAS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Obras
|
Relato
de un náufrago
|
La
santa (compilación de 12 cuentos peregrinos)
|
Autor
|
Gabriel
García Márquez
|
Gabriel
García Márquez
|
Corriente
literaria
|
Realismo
mágico
|
Realismo
mágico
|
Género
|
Narrativa
|
Narrativa
|
Subgénero
|
Crónica
|
cuento
|
SEMEJANZAS
El peso
nulo del cajón: el féretro en el cual descansaba el cuerpo, era tan liviano
como si no tuviera nada dentro. En “Relato de un náufrago” el hecho de que el
náufrago después de haber sobrevivido
fuera condecorado, hecho discursos patrióticos, mostrado en televisión
como ejemplo a las generaciones futuras, paseado entre flores y música para
que firmara autógrafos y fuera besado por las reinas de belleza y después
aborrecido y olvidado.
|
||
DIFERENCIAS
El
personaje principal de “Relato de un náufrago” Luis Alejandro Velasco
resuelve su situación después de 10 días y estar al borde de la muerte.
|
ADICIONALMENTE:
Gabriel García
Márquez. (6 de marzo de 1927, Aracataca, Colombia - 17 de abril de 2014, México
D.F.). Escritor y periodista colombiano.
Nace y pasa sus primeros años en una zona caribeña del
norte de Colombia, que le marca especialmente por su contraste con Bogotá y
otras zonas del país en las que vive más tarde. En 1947 empieza a estudiar
Derecho, carrera que abandona para dedicarse al periodismo. Sus primeros
artículos se publican en El Espectador y en El Heraldo y pasa a integrar el
conocido como “Grupo de Barranquilla”, de cuya mano conoce la obra de los
autores que más adelante le influenciarán: Faulkner, Virginia Woolf, Hemingway
y Kafka, entre otros.
Su primera obra, La hojarasca, se publica en 1955. En esa
misma fecha viaja a Europa por primera vez y se queda allí cuatro años,
viviendo en Ginebra, Roma y París. Durante su estancia en Francia, donde
atraviesa dificultades económicas, escribe El coronel no tiene quien le escriba
y La mala hora (publicadas en 1961 y 1962, respectivamente).
Regresa a América en 1958 y se instala temporalmente en
Venezuela, donde compagina una intensa actividad periodística con la escritura
de los relatos de Los funerales de la Mamá Grande (1962). Tras pasar unos meses
en Cuba, donde acaba de triunfar la revolución, y vivir un tiempo en Nueva York
como corresponsal, decide establecerse en México. Allí trabaja en publicidad y
escribe su primer guión para el cine, El gallo de oro, en colaboración con
Carlos Fuentes.
Unos años después, en 1967, publica la que pronto se
convierte en su obra más conocida, y a cuya escritura dedica más de un año de
intenso trabajo: Cien años de soledad. El éxito es inmediato, agotándose la
primera edición en apenas unos días, y para alejarse de la fama decide ir a
Barcelona, donde vive de 1968 a 1974. Allí escribe El otoño del patriarca
(publicado en 1975) y cuentos como Isabel viendo llover en Macondo (1968) o
Relato de un náufrago (1970).
En los años sucesivos alterna su residencia entre México,
Cartagena de Indias, La Habana y París. En 1982 recibe el Premio Nobel de
Literatura y más adelante escribe El amor en los tiempos del cólera (1985), El
general en su laberinto (1989) y Doce cuentos peregrinos (1992). En ese tiempo
participa también en la fundación de la Escuela de Cine de San Antonio de los
Baños (Cuba), donde dirige anualmente un taller de guión.
Tras obras como Del amor y otros demonios (1994) y
Noticia de un secuestro (1996) publica en 2002 Vivir para contarla, donde narra
aspectos biográficos de su infancia y juventud. Sus últimas obras publicadas
son Memoria de mis putas tristes (2004) y Yo no vengo a decir un discurso
(2010).Muere en México D.F. el 17 de abril de 2014[12]
CORRIENTE LITERARIA
El realismo mágico, es una característica propia de la literatura
latinoamericana de
la segunda mitad de siglo XX que funde la realidad narrativa con
elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para reconciliarlos como para
exagerar su aparente discordancia. El reto que esto supone para la noción común
de la "realidad" lleva implícito un cuestionamiento de la
"verdad" que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto y
las palabras, y en ocasiones, la autoridad de la propia novela.
Si bien esta tendencia a fundir lo real con lo fantástico ya existía en las obras de novelistas de todos los tiempos, principalmente en escritores como François Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las novelas del ruso Vladimir Nabokov o del alemán Günter Grass.
Pero el realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de los años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente preciada y manipulable. Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas como Los pasos perdidos, los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, Gabriel García Márquez. Las novelas de este último, Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981) siguen siendo obras notables del género.[13] García Márquez menciona a propósito del tema: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. También el lenguaje era una dificultad de fondo porque la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino porque la forma en que se diga"[14]
Si bien esta tendencia a fundir lo real con lo fantástico ya existía en las obras de novelistas de todos los tiempos, principalmente en escritores como François Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las novelas del ruso Vladimir Nabokov o del alemán Günter Grass.
Pero el realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de los años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente preciada y manipulable. Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas como Los pasos perdidos, los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, Gabriel García Márquez. Las novelas de este último, Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981) siguen siendo obras notables del género.[13] García Márquez menciona a propósito del tema: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. También el lenguaje era una dificultad de fondo porque la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino porque la forma en que se diga"[14]
Características
del realismo mágico literario
1. Mezcla de realidad y
fantasía.
2. Los elementos mágicos son
percibidos como reales por los personajes.
3. Los protagonistas se
desenvuelven ocasionalmente en el terreno de lo onírico.
4. Múltiples narradores.
5. Descripción en 1ª, 2ª o 3ª
persona.
6. Importancia de la
mitología y el factor sorpresa.
7. Importancia de lo
sensorial a la hora de percibir la realidad.
8. Los escenarios son
normalmente americanos.
9. Las tramas suelen
producirse en entornos pobres y marginales.
10. El tiempo es distorsionable
y los acontecimientos no suelen sucederse de forma lineal.[15]
GÉNERO NARRATIVO:
El género narrativo
es una expresión literaria realizada en prosa; por medio de este recurso
literario se relata una historia, que bien puede ser real o ficticia, describiendo
los acontecimientos en orden, a través del tiempo (cronológico) o algunas veces
en el orden lógico en que deberían suceder. Se utiliza tanto en novelas,
cuentos, fábulas, mitos, leyendas, y también en la narración científica,
deportiva, y periodística. Puede ser escrita (periódicos y revistas), u oral
(cine, radio y televisión), ejemplo de ello son los reportajes periodísticos
radiofónicos, en los que se relatan hechos y sucesos.
El género narrativo
tiene la particularidad de que describe los hechos y sucesos en el orden que
suceden, relacionándolos con los lugares y circunstancias de la trama y la
acción de los personajes. Este género, ubica al lector en el lugar, tiempo y
circunstancias en el que se desarrolla una historia, exponiendo los hechos
conforme suceden, o sea cronológicamente. La narración es relatada por un
narrador. El narrador puede actuar como una entidad ajena a lo que se está
narrando (tercera persona), o bien, ser uno de los personajes, ya sea el
protagonista (narración en primera persona) o como uno de los personajes
secundarios (narración en segunda persona). Mediante la narración un autor
puede transmitirnos las ideas, sucesos o hechos, haciéndonos comprender
mediante la voz del narrador, el fondo y trasfondo de la historia, así como
matices y detalles como la personalidad de los personajes, sus facciones o su
psicología.[16]
QUINTA TIENDA
Tema y trama Karla
G.
Definiciones
Según
Tomashervski en la antología Teoría de la
literatura de los formalistas rusos de Tzvetan Todorov “llamamos trama al
conjunto de acontecimientos vinculados entre sí que nos son comunicados a lo
largo de la obra”[17].
En una obra hay dos tipos de elementos temáticos: las que respetan el principio
de causalidad (cuento, novela, poema épico) y las que se presentan fuera del
orden temporal, las obras sin argumento (Poesía descriptiva y didáctica, lírica
y relatos de viaje). Por lo tanto el concepto de “trama” tiene su
correspondencia con el primer elemento pues “esta exige no solo un índice
temporal si no también un índice de causalidad”[18]
para que se lleve a cabo.
Cuando
comencé a investigar sobre el tema surgieron varias palabras las cuales me
generaron cierta duda pues yo creía que era palabras sinónimas de trama; una de
ellas era “argumento” aquí Tomashervski nos da también una precisión sobre la
diferencia que existe entre ambas:
La
trama, se opone al argumento, el cual, aunque está constituido por los mismos
acontecimientos, respeta en cambio su orden de aparición de la obra y la
secuencia de las informaciones que nos lo representa. (En una palabra: la trama
es lo que ha ocurrido efectivamente; el argumento en el modo en que el lector
se ha enterado de lo sucedido)[19]
Otra
definición que encontré de trama es que esta se refiere al principio fundamental de la tragedia o, dicho de otro
modo, a la imitación de la acción. Expresa que en este texto debe dejarse
constancia de las diferentes partes que hacen al desarrollo de una historia;
además, deben nombrarse los elementos fundamentales de la misma, estableciendo
la conexión que existe entre ellos. De este modo, la anulación de alguno de
estos elementos, supondría el fin de la coherencia en la historia, ya que todos
y cada uno son imprescindibles.[20]
Una definición más que encontré de la Real Academia
Española menciona lo siguiente: “Disposición interna, contextura, ligazón entre
las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra
dramática o novelesca”[21]
Para la definición
de “tema” Tomashervski nos dice lo siguiente:
El
tema es una categoría sumaria que une el material verbal de la obra. Esta posee
un tema, y al mismo tiempo cada una de sus partes el suyo. La descomposición de
la obra consiste en aislar las partes caracterizadas por una unidad temática
específica. Mediante este análisis de la obra en unidades temáticas arribamos
finalmente a las partes no analizables, esto es, a las partículas más pequeñas
del material temático. El tema de una de las partes no analizables de la obra
se llama un motivo.[22]
Se
llama motivo a la unidad temática que se encuentra en diversas obras. Estos motivos pasan integralmente de un
esquema narrativo a otro. Los motivos combinados entre si constituyen la
armazón temática de la obra. En esta perspectiva, la trama se muestra como el
conjunto de los motivos considerados en su sucesión cronológica y en sus
relaciones de causa y efecto; el argumento es el conjunto de esos mismos
motivos, pero dispuestos con arreglo al orden que observan en la obra. Solo la
presentación de los motivos cuenta en el argumento.[23]
En el
Diccionario de retórica y poética Helena Beristaín tanto la palabra
“trama” como “tema” nos remite a “motivo” cuya definición es similar a lo antes
expuesto ya que al parecer han sido tomadas del texto que he citado por lo que omitiré lo que ahí
encontré pues considero que es volver sobre la misma idea y explicación.
Una explicación
personal
Antes
consideraban que tema, trama y argumento eran palabras equivalentes. Ahora sé
que estas son partes que conforman la estructura de la obra. La trama como su
definición lo menciona es un grupo de hilos entrelazados, un entramado interno
que vendrá a ser la base sobre la cual descansará el peso de la obra literaria.
Esta no tiene que ser necesariamente visible para el lector en un primer
momento pues obedece más a la organización interna de la obra y la forma como
serán presentados los acontecimientos para causar el impacto deseado. La obra
obedece a un elemento de causalidad que con una planeación adecuada puede
lograr la credibilidad del lector.
El argumento hace referencia a la parte
visible y que es la que el lector conoce, tiene relación con la historia que
presenta la obra y el seguimiento que se hace lo que ocurre a los personajes.
Son el andamiaje donde “corre” la historia. En este apartado es cuando se pone
de manifiesto la parte artística del autor.
El tema
de la obra es la conformación de un conjunto de situaciones concretas llamadas
“motivos”. Estos motivos combinados entre sí son “la portada” de la historia
por llamarla de algún modo pues ellos son los que el lector conoce de forma
inmediata para aventurar si le gustará o no la obra propuesta. Ahora bien,
existen diferentes motivos los cuales obedecen a la estructura de la trama. Los
primeros y más importantes son los motivos asociados sin los cuales la historia
no puede ser. Después tenemos los motivos libres los cuales no obedecen a la
causalidad de la obra y pueden ser modificados sin alterarla. Dentro de estos
tenemos una subdivisión conocida como motivos introductorios y los motivos
suplementarios ambos son característicos del cuento.
Existen
también los motivos dinámicos o estáticos que reciben este nombre según ayuden
o no a modificar el curso de la historia. Los motivos dinámicos son centrales
para la trama de la obra.
De forma
muy básica he tratado de explicar aquí lo que investigue y aprendí del tema, si
existe alguna corrección aportación o sugerencia les pido de favor que me la
den a conocer aquí o en la clase me interesa mucho lo que pueda aprender de
ustedes.
SEXTA TIENDA
ORACIONES
SINTETICAS Y ANALITICAS
Oraciones
Sintéticas: color amarillo
Oraciones
Analíticas: color turquesa
La santa
Gabriel
García Márquez
Veintidós años después volví a
ver a Margarito Duarte. Apareció de pronto en una de las callecitas secretas
del Trastévere, y me costó trabajo reconocerlo a primera vista por su
castellano difícil y su buen talante de romano antiguo. Tenía el cabello blanco
y escaso, y no le quedaban rastros de la conducta lúgubre y las ropas
funerarias de letrado andino con que había venido a Roma por primera vez, pero en el curso de la
conversación fui rescatándolo poco a poco de las perfidias de sus años y volvía
a verlo como era: sigiloso, imprevisible, y de una tenacidad de picapedrero. Antes de la
segunda taza de café en uno de nuestros bares de otros tiempos, me atreví a
hacerle la pregunta que me carcomía por dentro.
-¿Qué pasó con la santa?
-Ahí está la santa -me contestó-.
Esperando.
Sólo el tenor Rafael Ribero
Silva y yo podíamos entender la tremenda carga humana de su respuesta. Conocíamos tanto
su drama, que durante años pensé que Margarito Duarte era el personaje en busca
de autor que los novelistas esperamos durante toda una vida, y si nunca dejé
que me encontrara fue porque el final de su historia me parecía inimaginable.
Había venido a Roma en aquella
primavera radiante en que Pío XII padecía una crisis de hipo que ni las buenas
ni las malas artes de médicos y hechiceros habían logrado remediar. Salía por
primera vez de su escarpada aldea de Tolima, en los Andes colombianos, y se le
notaba hasta en el modo de dormir. Se presentó una mañana en nuestro consulado
con la maleta de pino lustrado que por la forma y el tamaño parecía el estuche
de un violonchelo, y le planteó al cónsul el motivo sorprendente de su viaje.
El cónsul llamó entonces por teléfono al tenor Rafael Ribero Silva, su
compatriota, para que le consiguiera un cuarto en la pensión donde ambos vivíamos.
Así lo conocí.
En este
texto predominan las oraciones sintéticas y las analíticas apoyan a las
anteriores diciendo algo más del sujeto lo que da fuerza a la idea principal
del párrafo. Podemos decir que existe un equilibrio entre el tono y el
estilo de esta obra.
¿Qué me llevo a mi canasta
personal?
En el primer seminario de canasta básica del
profesor de literatura se trató del reconocimiento que alguna vez fuimos
alumnos, estuvimos del otro lado y quién
o quienes fueron las personas que nos influyeron para tener un primer
acercamiento con las letras, cual ha sido la historia de nuestra relación personal
con la literatura; como cada uno de nosotros encontró la puerta que lo llevaría
a iniciar este hermoso viaje del gozo por la literatura.
En el
segundo seminario abordamos el cómo. Los
modelos de aprendizaje más adecuados para favorecer la creación literaria en
los alumnos, la forma en que podíamos encantar
a los alumnos para lograr un atractivo acercamiento con las letras, la tradición anti sistémica de grandes
maestros como Árqueles Vela, Erasmo Castellano Quinto y personaje literario Juan de Mairena de Antonio Machado. Con la
aplicación de actividades dinámicas propuestas por la Doctora Krauze generamos
el impulso creativo de los alumnos en nuestras aulas. Fue un seminario donde se
trabajó con la didáctica y su aplicación en nuestras aulas. También aprendimos
a confrontar y sintetizar información contenida en un texto y las
características de un ensayo.
En este
tercer seminario trabajamos más en el qué,
que es una canasta básica y cuáles
son las herramientas que debemos
tener en ella y los elementos que debemos reforzar de forma permanente y que
nos permitirán ser una mejor guía para nuestros alumnos. Una de ellas es la
investigación. Como docentes no podemos dejar de lado este valioso recurso y
nosotros mismos debemos practicarla de forma permanente y motivar a nuestros alumnos
a que también la desarrollen. Esta debe ser una actividad permanente en nuestro
quehacer cotidiano pues debemos asegurarnos de que lo que se presenta a los
alumnos sea lo más completo posible.
Es muy
importante enseñar a los alumnos a investigar a partir de una necesidad que se
les presente como fue nuestro caso en el seminario, partimos de una definición
que conocíamos pero de forma inexacta así que iniciamos investigando algunos
conceptos tales como el género literario, corriente literaria, cuento, novela, crónica,
poesía, tema y trama. Después de realizar la consulta en diversas fuentes:
-Diccionario especializado, autor y teoría literaria – hicimos la confrontación
entre las tres definiciones y en base a eso elaboramos nuestra propia
definición personal. Posteriormente comparamos nuestras consultas y
definiciones personales y ahora las confrontamos con las de nuestros compañeros
para comparar y completar de forma más amplia nuestras definiciones resultando un
trabajo más enriquecido y completo ya que se trabaja de forma vertical como
horizontal y transversal generando así una construcción colectiva del
conocimiento.
Es así
como mostramos y demostramos que los alumnos deben ser motivados a investigar
desde sus primeros años de escolaridad en base a una necesidad o situación
problemática que se les presente teniendo en el docente una guía y un apoyo pero
siendo conscientes de que ellos realizarán lo necesario para cubrir esa
necesidad y generar así sus propios saberes. Debemos tener cuidado en la
validación de todas las opiniones ya que la idea es generar una red de
aportaciones e ideas de los propios alumnos no estando por encima ninguna de
ellas si no todas contribuyendo a la generación de un conocimiento más
amplio.
Otro
aspecto que me llevo a mi canasta básica son los orígenes de la literatura, su
definición primaria como poesía y evolución a través de los diferentes periódicos
históricos es una herramienta que ahora poseo para enriquecer mis clases.
También quiero mencionar el trabajo que se realiza con la literatura comparada,
algo que antes yo desconocía pero ahora gracias a las actividades que
desarrollamos en el seminario creo que también puedo trabajar con ella en el
aula.
Me
hubiera gustado que hubiéramos realizado más ejercicios y analizado más a
detalle las definiciones de oraciones sintéticas y analíticas también la
calidad, tono y estilo de un texto literario, hubiera sido muy interesante
conocer las aportaciones de mis compañeros y de la Doctora Krauze pero entiendo que el tiempo que en ocasiones
resulta insuficiente.
Personalmente
considero que el aprendizaje de este seminario es fundamental en mi trabajo
frente al grupo ya que me ha dado tanto elementos teóricos como prácticos para
fortalecer mi práctica en el aula y consolidar mis conocimientos sobre el tema.
Particularmente relevante me resulta la conciencia adquirida en este seminario
de que el docente debe estar en una renovación y actualización constante en su
campo de estudio y buscar de forma permanente el perfeccionamiento de sus estrategias
de trabajo pues esto derivará en una mejor calidad en el aprendizaje de sus
alumnos.
[1] Schaeffer Marie Jean “¿Qué es un género literario?” ed. Ediciones
Akal. España.2006 [en línea] https://books.google.com.mx/books?id=dcnh0sfMOd4C&pg=PA5&lpg=PA5&dq=genero+literario&source=bl&ots=IQ2nSi2uff&sig=rf6PGR__WAkqeAWTJkOiwysuBHU&hl=es-419&sa=X&ved=0CEoQ6AEwCDgUahUKEwi_0ercpNjHAhWED5IKHYf8Br4#v=onepage&q=genero%20literario&f=false
[2] Beristaín, Helena, Diccionario
de retórica y poética. Editorial Porrúa, 7ª edición, México, 1995, p.242
[3]Suárez Patricia, alumna del Doctorado en Literatura, del Centro de
Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos.
[4] Beristaín, Helena, Diccionario
de retórica y poética. Editorial Porrúa, 7ª edición, México, 1995, p.129
[5] NOTAS DE A. ROBERT LAUER: http://faculty-staff.ou.edu/L/A-Robert.R.Lauer-1/Novela.html
[6] Bajtín, Mijaíl, Teoría y
estética de la novela, Traducción de Helena S. Kriukova y Vicente Carzarra,
Taurus, Madrid, 1989, pp. 81 – 84
[7] Ibid., pp. 415 - 419
[8] “Este libro es la reconstrucción periodística de lo que él me
contó, tal como fue publicada un mes después del desastre por el diario El espectador de Bogotá.” Y
continúa: "En veinte sesiones de seis horas diarias durante las cuales yo
tomaba notas y soltaba preguntas tramposas para detectar sus contradicciones,
logramos reconstruir el relato compacto y verídico de sus diez días en el
mar." García Márquez Gabriel, Relato de un náufrago, Oveja Negra,
Bogotá Colombia 1970 pp. 7-8
[17] Jakobson, Tinianov, Eichenbaum, Brik, Shklovski, Vinogradov,
Tomashevski, Propp Teoría de la
literatura de los formalistas rusos, recopilación de Tzvetan Todorov, Siglo
veintiuno editores S.A. México 1970, pág. 202
[18] Ídem
[19] Ídem
[22] Jakobson, op. Cit.p.203
[23] Ibíd., p. 204
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