jueves, 30 de junio de 2016

BOLSA 7 TRABAJO FINAL - KARLA G.


Trabajo Final de Canasta Básica del profesor de literatura IV

INTRODUCCION

A lo largo de cuatro semestres hemos conocido y construido los elementos o características deseables que se espera tenga un docente de literatura. En este semestre el objetivo central ha sido conocer la parte teórica de las actividades que realizamos con nuestros alumnos. Si bien se cree la teoría es algo que viene implícito dentro de las actividades resulta interesante conocer el proceso desde la gestación porque nos ayuda a no perder de vista cual es el objetivo central de estas actividades. Esto nos da una herramienta muy valiosa para la planeación ya que al conocer la parte teórica podemos diseñar actividades propias obteniendo mejores resultados que las que nos proponen los libros de texto porque tanto su diseño como su ejecución están pensadas para un fin específico y un grupo específico de alumnos, todo es cuestión de que nos atrevamos a experimentar pero desde una base sólida que en este caso es el conocimiento.

Otro rasgo importante del trabajo de este semestre fue el descubrimiento que muchas veces las prácticas pedagógicas se encuentran llenas de paradigmas que no necesariamente contribuyen al buen aprovechamiento y aprendizaje de los alumnos. Algunos de ellos son los siguientes.

El docente es el único que puede aportar el conocimiento a la clase.

Las fuentes autorizadas para obtener el conocimiento son los libros de texto.

El conocimiento sólo se puede dar en el interior de la escuela.

El conocimiento es absoluto y nuestra meta es acceder a él.

Si bien el docente es el encargado de guiar y orientar a los alumnos pero no debería ser la única voz autorizada para proporcionar el conocimiento. Los alumnos también desde sus ideas y experiencias pueden aportar conocimiento lo cual ayudará a enriquecer más la clase que si el docente es el único que da ese conocimiento ya que este puede darse en cualquier lugar o circunstancia, no es necesario estar en un modo o lugar determinado para conseguirlo.
Como docentes no sabremos enseñar de una manera útil si no utilizamos el conocimiento del cómo se aprende. La formación y generación del conocimiento es un proceso en el cual todo, incluyendo lo empírico también pertenece. [1], Lo importante no es lo que se va obteniendo si no la forma en que se hace este procedimiento de manera que resulta algo iluso pensar que los alumnos sólo aprenden en el aula con su maestro.

Todos tenemos la capacidad suficiente para aprender del entorno que nos rodea y también para buscar de manera autónoma el conocimiento. Nuestro trabajo debe incluir ayudar a los alumnos a fortalecer las capacidades y habilidades personales que le permitan lograrlo y más aún generarlo.

El docente no debería considerarse un producto terminado del cual los demás deben aprender, quien piense de esta manera cierra la puerta a su propio aprendizaje. El conocimiento está siempre en movimiento, lo que antes era considerado verdadero hoy deja de serlo, los nuevos descubrimientos en todas las áreas del saber ayudan a su constante renovación.

BOLSA 1

Habilidades básicas del profesor de literatura

1.- Conocer el tema: Es demasiado obvio este punto pero de aquí depende en buena medida el éxito de la clase. ¿Cómo voy a enseñar a mis alumnos si no se de lo que hablo? El docente debe estar preparado para lo que va a enseñar en el aula, de no ser así caemos en situaciones rutinarias que derivan en el rechazo del alumno hacia la materia. Se debe investigar ampliamente el tema para no llegar con las manos vacías ante los alumnos. Por ejemplo, si quiero trabajar con la estructura de un cuento presento uno que tenga una narración clara y sea fácil de comprender para los alumnos.

Tomemos ahora el cuento clásico de Caperucita Roja. - En general los cuentos de los hermanos Grimm funcionan bien para este propósito.- Antes de iniciar la lectura hacemos las preguntas de predicción que nos permitan saber que tanto conocen los alumnos del cuento: ¿De qué creen que va a tratar este cuento? ¿Quiénes creen que sean los personajes del cuento? Posteriormente los alumnos escuchan la lectura presentada por el docente y se muestran imágenes de con los momentos clave de la historia.

Ahora hacemos algunas preguntas generales: ¿Por qué fue Caperucita a ver a su abuelita? ¿Qué le dijo su mamá a Caperucita? ¿Dónde encontró al lobo? ¿Qué le dijo? También podemos hacer otras preguntas que ayuden a los alumnos a reflexionar sobre la estructura del cuento: ¿Cómo inicia la historia? ¿Cuál es el problema que surge? Al final, ¿Cómo se resolvió? Ordenamos las imágenes y escribimos a un lado el momento que está representando. En un tercer momento de la actividad ¿Podría iniciar de otra manera esta historia? ¿Y si el lobo fuera bueno, que pasaría? ¿Podría tener un final diferente? ¿Cuál sería?

Posteriormente entregamos a los alumnos una tarjeta con la palabra Inicio en ella anotará su versión del inicio del cuento y la ilustrará con un dibujo. En una segunda tarjeta anotará el Desarrollo y en una tercer tarjeta El final que desee para el cuento. Finalmente se recogen las tarjetas y se engargolan en tres paquetes; En uno las que tratan el Inicio, en otro las que habla del desarrollo y el final en el último paquete. Se llevan al grupo y se explica que la historia que ellos hicieron se puede leer de otra forma, es decir, que el inicio que escribió un primer alumno, puede llevar el desarrollo de un segundo y el final de un tercer compañero, dando origen a una nueva o a muchas nuevas versiones de la historia, según la combinación que se elija.

Con estas actividades explicamos lo que Jan Mukarovsky (1891 - 1975) citado por la Dra. Ethel Krauze en su libro Desnudando a la musa: ¿Qué hay detrás del talento literario? En donde menciona la estructura es más que la suma total de sus partes, y cada elemento tiene una función específica a través de la cual se conecta con el todo, que está en movimiento permanente.[2] de manera que las mismas partes del cuento, integrándolas de manera diferente derivan en versiones distintas del mismo cuento.

2.- Planeación: Este punto avanza paralelamente con el anterior, no es suficiente saber el tema si no también hacer una planeación detallada las actividades que se desean realizar con los alumnos en la clase. Para ello debemos considerar lo siguiente: ¿Qué espero que los alumnos logren al trabajar con este tema? Las actividades que deseamos realizar y sus momentos: inicio, desarrollo o cierre de la sesión. Los materiales que vamos a necesitar para desarrollarlas y el tiempo disponible para llevarlas a cabo, si se realizará en una o en varias sesiones y finalmente si se logró el objetivo esperado. Si no fue así hacer una revisión de la clase y analizar los motivos por los que no se logró el propósito del tema. Diseñar nuevas actividades, desarrollarlas con los alumnos y esperar los resultados. En esto tomamos en cuenta lo dicho por la Dra. Ethel Krauze La palabra suena y la palabra dice. Suena y dice simultáneamente.[3] Cada palabra es individual y tiene su propio matiz[4]. Cada palabra es, pues, un mundo[5] de ahí la importancia de saberlas escribir correctamente. En este sentido la planeación es flexible pues muchas veces aún con todos los elementos calculados habrá situaciones que escapan a nuestras manos, es aquí donde entra la tercera habilidad del profesor.

3.- Improvisación: El docente debe tener la capacidad de aprovechar cualquier momento para enseñar, eso implica que en ocasiones tenga que modificar su planeación a la hora de desarrollarla o incluso salirse de ella si la ocasión lo amerita. El detalle de esto es aprovechar el interés que muestra el alumno en un conocimiento. Les comparto una experiencia. En una ocasión pedí a mis alumnos que hiciéramos un cuento, quedamos de vernos el fin de semana en casa de una niña. Me esforcé en organizar el material con el que trabajaríamos en la clase cuando llegué encontré a las niñas muy entretenidas jugando con unas muñecas, fue entonces que les propuse que si querían hicieran su cuento de un juguete de los que ahí tenían. Les encantó la idea y el resultado fue muy bueno, vi que realmente se interesaron por crear una historia para ese juguete, fue como si continuaran el juego que habían iniciado. Esto lo propone la Dra. Krauze en su libro Como acercarse a la poesía. Las clases de literatura deberían ser talleres de lectura y de creación. Nada más. Un tiempo dedicado a jugar con las palabras, leyéndolas y escribiéndolas, descubriendo como suenan y lo que dicen y por qué encontrando nuestras propias palabras, las que son capaces de expresar lo que llevamos dentro.[6]                      

4.- Comunicación: Es importante saber si el alumno está o no aprendiendo, para ellos debemos establecer una clara comunicación con el grupo que nos permita detectar cuando deja de hacerlo. La confianza es un elemento indispensable para que los alumnos puedan manifestar sus intereses o dudas respecto al tema, esto nos ayudará a mejorar el ambiente de aprendizaje de forma significativa. La evaluación por parte de los alumnos es una buena herramienta para lograr mejorar nuestro desempeño docente porque nos permite ver nuestras debilidades y fortalezas.

5.- Creatividad: Tanto en el diseño como en la aplicación de las actividades es importante no solo el qué si no también el cómo. Buscar la manera más original y divertida en la que el alumno se motive y aprenda. Por ejemplo podemos ocupar algún disfraz que nos ayude a generar expectativa al iniciar una clase, si vamos a trabajar con la composición de las calaveritas podemos ambientar con unas velas, unas calaveritas de azúcar o de chocolate y vestirnos de negro o pintarnos como calavera. Para las adivinanzas podemos invitar a los niños a descubrir pistas escondidas en el aula o incluso en la escuela. También podemos decorar nuestro salón con objetos representativos del tema o si vamos a trabajar con la metáfora pedir que lleven a la clase su objeto favorito.

6.- Sensibilidad: El docente debe de tener la capacidad de entender y comprender que no todos los alumnos aprenden de la misma forma ni al mismo ritmo y que tampoco todos tienen ni todas ni las mismas habilidades; habrá unos que les guste más uno que otro tema lo cual es perfectamente válido ya que estamos tratando con personas con entornos, características y personalidades diferente. Por lo tanto los resultados que obtengan no serán iguales y también tener en cuenta que siempre habrá un alumno que necesitará más de nuestro apoyo que otro y debemos estar dispuestos a dárselo y a ayudarlo a superar sus dificultades.

 7.- Autonomía: El docente debe garantizar la libertad al alumno de aprender según sus necesidades. Más que un transmisor de conocimientos debe ser un guía que ayude a llegar al grupo a buen puerto. Motivar a los alumnos a que generen sus propios conocimientos; la investigación, reflexión y el trabajo colaborativo son algunas de las herramientas que se deben favorecer permanentemente. La Dra. Ethel Krauze nos lo explica:

Este saber lingüístico es para Coseriu, un saber hacer, un saber técnico perfectamente […] el hablante no solo sabe qué dice, sino cómo se dice y cómo no se dice, pues de otro modo no podría ni siquiera hablar; el hablante no necesita ser lingüista para “saber emplear el instrumento lingüístico […] pero una aproximación más dinámica, didáctica con la lengua y sus posibilidades, probablemente convierta al sujeto en un hablante cada vez más consiente, y por ende, creador.[7]

9.- Compromiso: Cada clase debe iniciar con un sincero compromiso de nuestra parte a que el alumno aprenda. Es muy fácil perder esto de vista cuando tenemos la presión sobre nosotros de desarrollar los temas en tiempos ridículamente cortos que son los que alguien más ya dijo que se puede aprender. Aquí entra nuestro propio criterio para desarrollar los temas en los tiempos que consideremos convenientes, una herramienta muy eficaz para lograr esto es la transversalidad de los temas.  Para nosotros debe ser importante que los alumnos salgan adelante en su aprendizaje y no solamente asignar una calificación. Debemos emplear estrategias favorezcan todas las oportunidades de lectura, escritura y creación literaria, por ejemplo podemos hacer un taller adicional a las asignaturas para trabajar cuento y poesía.  También podemos hacer carteles con poemas que hablen del cuidado del medio ambiente, ahí trabajamos con Español y Ciencias Naturales. Es decir ir más allá de los lineamientos establecidos para lograr resultados que aseguren que los alumnos sean competentes es sus habilidades básicas de comunicación y creación, así nos lo explica la Dra. Ethel Krauze en su libro:

La intención básica de estas aproximaciones teóricas y didácticas es que la creación literaria adquiera el estatus de una actividad susceptible de ser desarrollada por medio del proceso enseñanza – aprendizaje a través de modelos metodológicos como una competencia indispensable ante los retos del mundo contemporáneo.[8]

10.- Orientación: Considero que este es un punto vital y muy difícil de lograr también pero debemos intentarlo. Lo queramos o no somos influencia para nuestros alumnos; el interés o desinterés con que abordamos un tema, las actitudes y comportamientos que tenemos ante ellos y ante los demás, son cosas que se observan y aprenden. Si un tema nos apasiona y disfrutamos enseñarlo es muy probable que también termine gustándoles a nuestros alumnos. Esto lo vemos en nosotros mismos incluso, nuestros intereses y preferencias muchas veces corresponden a la semillita que alguien sembró en nosotros en nuestra época de estudiantes. De ahí la importancia de contar con un amplio acervo bibliográfico para orientar a nuestros alumnos en las lecturas acorde a sus intereses o sus características personales, en ocasiones solo se tiene una pequeña oportunidad para despertar el aprecio por la literatura y debemos asegurarnos de que esa oportunidad no se pierda. La Dra. Ethel Krauze nos hace mención de esto: Para la mayoría, la escuela es el primer contacto con los libros, y las materias de literatura, la única rendija posible hacia la poesía.[9]


BOLSA 2

Relación entre el cuento “En el rincón más lóbrego de un salón de clases” y “Cómo acercarse a la poesía” de la escritora Ethel Krauze.

El cuento “En el salón más lóbrego de un salón de clases” de la escritora Ethel Krauze es un claro ejemplo de la disociación que existe entre la enseñanza de la literatura en el ámbito escolar y la manera como es concebida por los profesionales en la materia. En este cuento la literatura es representada por una anciana la cual está abandonada en un rincón, apenas visible debido a la gran cantidad de polvo y telarañas que tiene encima. Al percatarse de su presencia los docentes se horrorizan, y a pesar de decir conocerla y enseñarla no reconocen en ella al objeto de su estudio, entonces ella les reprocha el haber entrado a su palacio encantados por su esencia  para después volverse ingratos y  querer sacarla del lugar que le corresponde.

 Esta alegoría no resulta alejada de la realidad; actualmente nos encontramos con la situación que algunos de los docentes de educación básica no cuentan con los elementos básicos indispensables para trabajar con literatura de forma positiva y que sea de interés para los alumnos, es más a varios  de ellos ni siquiera les gusta la lectura, algo que de por sí ya resulta gravísimo en cualquier persona pero en el caso de los docentes que son personas que son  guía en el camino de la construcción de capacidades, habilidades y destrezas a las generaciones  más jóvenes esta situación resulta imperdonable.

Esta es solo una parte de la cuestión, en la otra tenemos el diseño de los Planes y Programas de estudio con los cuales la Secretaría de Educación Pública indica a los docentes de educación básica de todo el país lo que desea que los niños aprendan durante el ciclo escolar. Estos Planes y Programas se enfocan en los aprendizajes esperados. Cómo su nombre lo dice, estos aprendizajes son los deseables que se pretende tenga el alumno al término del cada ciclo escolar y finalmente al término su educación básica.

En ellos se favorece el qué en vez del cómo lograr que el alumno logre estos aprendizajes. Es decir se privilegia   la cantidad de conocimientos, en lugar de la calidad de los mismos, la manera como los alumnos llegan a ellos.  

Esta mancuerna formada por un Docente sin herramientas más Planes y Programas de Estudio diseñados para educar a granel son lo que no permite que haya una verdadera experiencia literaria dentro de las aulas escolares.  La Doctora Ethel Krauze en su libro Cómo acercarse a la poesía nos habla de esta situación y las consecuencias derivadas de ella:

Después de 20 años de leer y escribir como único oficio, puedo decir claramente, que no sirve para nada. Lo único que si consiguen los programas escolares es despertar miedo y asco por la literatura, en ese afán por despojarla de su libertad creadora, de su vuelo lúdico, para aprisionarla entre “parámetros”, “contextos”, “coordenadas”, en un archivero mohoso, rimbombante y totalmente innecesario. Para la mayoría, la escuela es el primer contacto con los libros, y las materias de literatura, la única rendija posible hacia la poesía. Pero si esa rendija es turbia y abierta por quienes dictan burocráticamente los programas escolares, el resultado es el que ya conocemos: la gente en México no lee, y eso, fatalmente, la convierte en servidora de otros. [10]

Aquí nos encontramos ante la urgente necesidad de encontrar las mejores maneras para poder ayudar a los alumnos a consolidar su interés y apreciación por la literatura, sin ello será sumamente difícil que logren su máximo aprovechamiento escolar y al mismo tiempo que se consoliden como personas integrales en los demás aspectos de su vida. “Un lector es más que un hombre que no lee, es más ser humano porque se ha ido poblando de las muchas vidas que transitan en las páginas y no sólo se ha reducido a su experiencia personal, fatalmente pobre.” [11]

A partir de nuestra experiencia personal con obras literarias podemos hacer un correcto acompañamiento al alumno en su proceso de exploración, conocimiento y apropiación de la literatura para ello es fundamental que estemos familiarizados con los diversos géneros literarios y sus obras, al menos las más representativas, esto para que el alumno identifique las características de cada una de ellas, aunque esto lo proponemos de una manera secundaria, después  que haya saboreado -por decirlo de alguna manera- la obra en sí misma, después de su experiencia lectora y de ser posible también creadora.

Las clases de literatura deberían ser talleres de lectura y de creación. Nada más. Un tiempo dedicado a jugar con las palabras, leyéndolas y escribiéndolas, descubriendo como suenan y lo que dicen y por qué encontrando nuestras propias palabras, las que son capaces de expresar lo que llevamos dentro. [12]

La sugerencia es cambiar la manera en la que hemos venido trabajando en esta área, ya que no se asemeja a ninguna otra materia de estudio por lo que el tratamiento que se le dé será personalísimo acorde a las características y necesidades de cada grupo y de forma más precisa de cada alumno.

Estamos de acuerdo con la Doctora Krauze cuando menciona que la poesía (entiéndase de manera genérica) es una manera de estar, es algo visceral y sensitivo que no podemos encajonar en conceptos y definiciones, es algo que va más allá de eso porque abre nuestra mente y toca nuestra alma si tiene los elementos adecuados. “[…] en la poesía, las palabras no aluden únicamente a un objeto determinado, sino que encierran significados múltiples y animan nuestra memoria para hacerlos presentes y simultáneos; esto es lo que da unidad y riqueza a nuestra visión del mundo.”[13]

De ahí la importancia de apoyar a los alumnos a tener estas experiencias y asegurarnos que sean grata para ellos, favorecer la mayor cantidad de oportunidades literarias dentro y fuera del aula.

 

BOLSA 3

Relacionar una teoría literaria, una cita y un ejercicio didáctico.

En la segunda bolsa hemos analizado algunos elementos que influyen para que la aproximación de los alumnos a la literatura sea de una manera positiva, en esta bolsa propondremos una actividad para llevar a cabo con nuestros alumnos que favorezca dicha aproximación.

Esta actividad está diseñada para alumnos de Educación Primaria del medio rural con pocas o nulas experiencias literarias.

1.      Acondionaremos un aula para desarrollar esta actividad ya que la escuela no cuenta con un espacio especializado para llevarla a cabo. Trataremos de que el ambiente sea agradable para que los alumnos quieran estar en ese lugar, podemos decorar con algunas elementos representativos de la lectura que vamos a trabajar, incluso podemos aromatizar el lugar con esencias para una lograr una experiencia más grata.

2.      Previamente se pedirá a los alumnos que lleven un cojín de su casa o un tapete para poder sentarse cómodamente en el suelo, se planea trabajar en esta actividad por la mañana cuando recién se va a iniciar con las clases ya que a esta hora lograremos una mejor concentración por parte de los alumnos y mejores resultados.

3.      Se les proporcionará un fragmento del cuento: El Ángel Caído de Amado Nervo. El cuál a continuación se presenta:

 

El Ángel Caído

                                                Amado Nervo

Érase un ángel que, por retozar más de la cuenta sobre una nube crepuscular teñida de violetas, perdió pie y cayó lastimosamente a la tierra.

Su mala suerte quiso que, en vez de dar sobre el fresco césped, diese contra bronca piedra, de modo y manera que el cuitado se estropeó un ala, el ala derecha, por más señas.

Allí quedó despatarrado, sangrando, y aunque daba voces de socorro, como no es usual que en la tierra se comprenda el idioma de los ángeles, nadie acudía en su auxilio.

En esto acertó a pasar no lejos un niño que volvía de la escuela, y aquí empezó la buena suerte del caído, porque como lo niños sí suelen comprender la lengua angélica (en el siglo XX mucho menos, pero en fin), el chico allegóse al mísero y sorprendido primero y compadecido después, tendióle la mano y le ayudó a levantarse.

Los ángeles no pesan, y la leve fuerza del niño bastó y sobró para que aquél se pusiese en pie.

Su salvador ofrecióle el brazo y vióse entonces el más raro espectáculo: un niño conduciendo a un ángel por los senderos de este mundo.

Cojeaba el ángel lastimosamente, ¡es claro! Acontecíale lo que acontece a los que nunca andan descalzos: el menor guijarro le pinchaba de un modo atroz. Su aspecto era lamentable. Con el ala rota, dolorosamente plegada, manchado de sangre y lodo el plumaje resplandeciente, el ángel estaba para dar compasión.

Cada paso le arrancaba un grito; los maravillosos pies de nieve empezaban a sangrar también.

—No puedo más —dijo al niño.

Y, este, que tenía su miaja de sentido práctico, respondióle: 

 —A ti (porque desde un principio se tutearon), a ti lo que te falta es un par de zapatos. Vamos a casa, diré a mamá que te los compre.

—¿Y qué es eso de zapatos? —preguntó el ángel.

—Pues mira —contestó el niño mostrándole los suyos—: algo que yo rompo mucho y que me cuesta buenos regaños.

—¿Y yo he de ponerme eso tan feo...?

—Claro..., ¡o no andas! Vamos a casa. Allí mamá te frotará con árnica y te dará calzado.

—Pero si ya no me es posible andar... ¡cárgame!

—¿Podré contigo?

—¡Ya lo creo!

Y el niño alzó en vilo a su compañero sentándolo en su hombro, como lo hubiera hecho un diminuto San Cristóbal.

—¡Gracias! —suspiró el herido—; qué bien estoy así... ¿Verdad que no peso?

—¡Es que yo tengo fuerzas! —respondió el niño con cierto orgullo y no queriendo confesar que su celeste fardo era más ligero que uno de plumas.

En esto se acercaban al lugar, y os aseguro que no era menos peregrino ahora que antes el espectáculo de un niño que llevaba en brazos a un ángel, al revés de lo que nos muestran las estampas.

Cuando llegaron a la casa, sólo unos cuantos chicuelos curiosos le seguían. Los hombres, muy ocupados en sus negocios, las mujeres que comadreaban en las plazuelas y al borde de las fuentes, no se habían percatado de que pasaban un niño y un ángel. Sólo un poeta que divagaba por aquellos contornos, asombrado clavó en ellos los ojos y sonriendo beatamente los siguió durante buen espacio de tiempo con la mirada... Después se alejó pensativo...

Grande fue la piedad de la madre del niño, cuando éste le mostró a su alirroto compañero.

—¡Pobrecillo! —exclamó la buena señora—; le dolerá mucho el ala, ¿eh?

El ángel, al sentir que le hurgaban la herida, dejó oír un lamento armonioso. Como nunca había conocido el dolor, era más sensible a él que los mortales, forjados para la pena.

Pronto la caritativa dama le vendó el ala, a decir verdad, con trabajo, porque era tan grande que no bastaban los trapos; y más aliviado y lejos ya de las piedras del camino, el ángel pudo ponerse en pie y enderezar su esbelta estatura.

Era maravilloso de belleza. Su piel translúcida parecía iluminada por suave luz interior y sus ojos, de un hondo azul de incomparable diafanidad, miraban de manera que cada mirada producía un éxtasis.

4.      Posterior a su lectura se les harán a los alumnos de forma oral las siguientes preguntas:

a)      ¿Te gustó el cuento? SI/NO ¿Por qué?

b)      ¿Cuál es el personaje principal del cuento?

c)      ¿Crees que los existen ángeles?

d)     ¿Qué hubieras hecho tú si te encuentras uno?

e)       ¿Cómo es el comportamiento del el ángel que aparece en el cuento (es un ángel amistoso, huraño, valiente, cobarde etc.)?

f)       ¿Crees que podría tener algún otro título el cuento? ¿Cuál sería?

g)       ¿Cuál crees que sea el final de la historia? Escríbelo en tu cuaderno.

Elegimos este cuento porque evoca indudablemente la época de la infancia donde creemos que una situación de esta naturaleza es posible en algún momento. Esto nos ayuda crear una identificación con la historia y lograr una experiencia literaria significativa que parte de la época donde los alumnos se encuentran en este momento.  El cuento nos presenta una situación increíble haciéndola parecer creíble, gracias tanto a los recursos literarios que maneja como a los demás elementos que la conforman. Esto lo vemos desde el lenguaje que se maneja en el texto, ya que resulta sencillo y claro para los lectores a los que será dirigido, hasta la construcción de personajes y escenarios cotidianos que se presentan.  Esta actividad está basada en la propuesta de la Doctora Ethel Krauze la cual indica que para lograr una aproximación favorable de los alumnos con la literatura esta debe de ser una experiencia viva donde ellos puedan adentrarse a lo que la obra está diciendo, para ello debemos hacer a un lado todo tipo de artificios y datos innecesarios que impiden tener la experiencia y enfocarnos únicamente en lo que de manera personal me significa esa obra, las emociones y sensaciones que percibo dentro de mí cuando leo ese poema, cuento u obra de teatro.

3. Para finalizar nuestra actividad los alumnos elaborarán un modelo de cómo se imaginan que es el Ángel físicamente, puede ser con un dibujo o diseñado con plastilina, concluido esto haremos una exposición de todos los modelitos a la comunidad escolar.

BOLSA 4

Buscar tres definiciones de teoría literaria y confrontarlas, para extraer la propia con base en dicha confrontación

¿Qué es una teoría? Definicion-concepto-significado-ciencia-filosofía-lógica.
Una teoría es una
hipótesis que se ha comprobado con buenos resultados. En todo caso, una hipótesis
no se comprueba por el realismo de sus supuestos sino por su capacidad para predecir con exactitud o explicar.
Hace abstracción de los detalles de un acontecimiento, simplifica, generaliza y trata de predecir y explicar el acontecimiento.
[14]

El Diccionario de la Real Academia Española de la lengua también maneja estas definiciones:

1. f. Conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación.

2. f. Serie de las leyes que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos.

3. f. Hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o a parte muy importante de ella.[15]

 

Primera definición de teoría literaria

La teoría literaria es la disciplina científico-filosófica que tiene como objeto de estudio la obra literaria (discurso lingüístico artístico, creación artística manifestada por medio de los signos verbales o, de otra manera, discurso lingüístico que alcanza la categoría de expresión artística), pero, como bien lo dice la Introducción, ninguna de las teorías literarias ha podido determinar la especificidad del discurso literario frente a otros textos que utilizan signos lingüísticos (a no ser diciendo que es artístico), ni la especificidad de la obra literaria frente a otras creaciones artísticas (a no ser diciendo que es lingüística).[16]

Segunda definición de teoría literaria

La Teoría de la Literatura es, en sus términos específicos, los propios de la Ciencia de la literatura, la disciplina general, constructiva, descriptiva y teorética que se ocupa de la Literatura. Constituye, pues, y en modo establecido secularmente por la "ciencia real", el criterio teórico junto al diacrónico de la Historia de la literatura y el aplicativo de la Crítica literaria. En su primordial sentido fuerte, la Teoría de la Literatura se identifica con la techne milenaria y tradicional tratadísticamente iniciada para Occidente por Aristóteles mediante sus tratados de Retórica y Poética, es decir las teorías constructivas del discurso y la obra literaria.[17]

Tercera definición de teoría literaria

¿Qué es teoría literaria? Lo que se denomina teoría literaria se constituye con la intersección de diversos ámbitos del saber, algunos de los cuales son: metodologías de análisis literario; teorías del lenguaje, filosofía y epistemología.[18]

METODOLOGIAS                                                                                  FILOSOFIA

Formalismo                                                                                             Positivismo

Estructuralismo                                                                                      Fenomenología

Semiótica                                                                                                 Pragmática

Hermenéutica                                                                                         Deconstruccionismo

Teoría de la recepción

Análisis del discurso                          

                                                   TEORIA LITERARIA 

ASPECTOS                                                                                                 TEORIAS DEL

EPISTEMOLIGICOS                                                                                    LENGUAJE

Inductivismo                                                                                              Saussure

Hipotético – deductivismo                                                                      Benveniste   

Modelos de cambio (Kuhn – Lakatos – Laudan)                                  Hjelmslev

                                                                                                  Austin – Searle

                                                                                                  Bajtín

                                                                                                  Lacan

 

Definición personal de teoría literaria

Después de analizar las definiciones anteriores y por la subjetividad de la materia de estudio considero que no es fácil encontrar una definición lineal de lo que es la teoría literaria. Incluso en las definiciones que encontré me di cuenta que los autores no se aventuraron a dar una definición absoluta ni coincidente en las características que debería tener. Esto a mi forma de entender comprueba la complejidad y la amplitud del concepto. 

Personalmente explicaría el concepto de “teoría literaria” como una estructura flexible que contiene todos los elementos relacionados con la lengua y el lenguaje llámense metodologías, filosofías, teorías o epistemologías -por citar algunos-. Esta estructura al mismo tiempo nos servirá como andamiaje para lograr una interrelación de estos elementos según sea el tema que se vaya a analizar.

Podríamos ejemplificar esto de la siguiente manera: La teoría sería un telar gigante donde están los hilos de todos los colores (elementos teóricos) listos para ser usados, pero no todos estos hilos se pueden ocupar a la vez si no dependiendo la trama que se necesite esto es, a la obra literaria que se quiera responder es la combinación de hilos que se hará en ese telar para que juntos; el telar y los hilos logren crear una tela única.

CONSTRUCCION DE UN MODELO

Si bien el concepto de teoría es algo abstracto para desarrollarlo con los alumnos de educación básica podemos apoyarlos a acceder a él mediante su aplicación en una obra literaria, retomemos nuevamente el cuento de “El ángel caído” de Amado Nervo que es un cuento con el que nuestros alumnos ya están familiarizados. Como ya se tiene la experiencia con esta obra ahora trataremos de analizarlo desde afuera es decir ahora si podremos hacer un análisis basándonos en la forma, es decir desde las características externas de la obra si así se desea pero después de haber trabajado con el fondo, que es la esencia de la obra.

La teoría literaria nos sirve para encuadrar la obra literaria desde un marco, un punto o una estructura – como queramos llamarlo- según lo que queramos analizar. Por ejemplo, si queremos saber que fue lo que provocó en el lector la lectura de este cuento lo analizaremos con el enfoque de la “Teoría de la recepción”. En cambio si queremos conocer las implicaciones sociales e ideológicas de la obra literaria en determinado periodo recurriremos al Marxismo”.  Ahora bien si necesitamos explorar las interrelaciones (las estructuras) de la obra entre los elementos de, por ejemplo, una narración, más que enfocarse en el contenido necesitamos hacerlo desde el “Estructuralismo”. Así cada una tendrá elementos que nos ayudará según lo que se desee analizar por lo que no existe un modelo único que sea útil para el análisis de todas las obras y sus características, este se crea en base a las necesidades que el docente demande de la obra. 

 

BOLSA 5

Resumen del prefacio de Una introducción a la teoría literaria de Terry Eagleton y una conclusión propia.

¿Qué es literatura?

SEGÚN LOS FORMALISTAS RUSOS:

·        La literatura consiste en una forma de escribir, según palabras textuales del crítico ruso Roman Jakobson, en la cual "se violenta organizadamente el lenguaje ordinario". La literatura transforma e intensifica el lenguaje ordinario, se aleja sistemáticamente de la forma en que se habla en la vida diaria.

·        La literatura era una organización especial del lenguaje. Tenía leyes propias específicas, estructuras y recursos, que debían estudiarse en sí mismos. La obra literaria era un hecho material cuyo funcionamiento puede analizarse como se examina el de una máquina. La obra literaria estaba hecha de palabras, no de objetos o de sentimientos, y era un error considerarla como expresión del criterio de un autor.

·        Los formalistas hicieron a un lado el análisis del "contenido" literario (donde se puede sucumbir a lo psicológico o a lo sociológico), y se concentraron en el estudio de la forma literaria. Afirmaron que el contenido era meramente la "motivación" de la forma, una ocasión u oportunidad conveniente para un tipo particular de ejercicio formal. El formalismo era esencialmente la aplicación de la lingüística al estudio de la literatura; y como la lingüística en cuestión era de tipo formal, enfocada más bien a las estructuras del lenguaje que a lo que en realidad se dijera.

·        Los formalistas principiaron por considerar la obra literaria como un conjunto más o menos arbitrario de "recursos", a los que sólo más tarde estimaron como elementos relacionados entre sí o como "funciones" dentro de un sistema textual total. Entre los "recursos" quedaban incluidos sonidos, imágenes, ritmo, sintaxis, metro, rima, técnicas narrativas, en resumen, el arsenal entero de elementos literarios formales. Estos compartían su efecto “enajenante” o “desfamiliarizante”.

·        Lo específico del lenguaje literario, lo que lo distinguía de otras formas de discurso era que "deformaba" el lenguaje ordinario en diversas formas. Sometido a la presión de los recursos literarios, el lenguaje literario se intensificaba, condensaba, retorcía, comprimía, extendía, invertía.

·        Reconocían que tanto las normas como las desviaciones cambiaban al cambiar el contexto histórico o social y que, en este sentido, lo "poético" depende del punto donde uno se encuentra en un momento dado. Suponían que la “rarefacción" era la esencia de lo literario. Por decirlo así, "relativizaban" este empleo del lenguaje, lo veían como contraste entre dos formas de expresarse.

SEGÚN JOHN M. ELLIS:

·      Cualquier texto que, por tal o cual razón, alguien tiene en mucho. Se refieren al papel que desempeña un texto o un cardo en un contexto social, a lo que lo relaciona con su entorno y a lo que lo diferencia de él, a su comportamiento, a los fines a los que se le puede destinar y a las actividades humanas que lo rodean. En este sentido, "literatura" constituye un tipo de definición hueca, puramente formal. son términos más funcionales que ontológicos, se refieren a lo que hacemos y no al ser fijo de las cosas.

SEGÚN TERRY EAGLETON:

·       “Literatura” es una forma de escribir altamente estimada, pero encierra una consecuencia un tanto devastadora significa que podemos abandonar de una vez por todas la ilusión de que la categoría “literatura” es “objetiva”, en el sentido de ser algo inmutable, dado para toda la eternidad. Cualquier cosa puede ser literatura, y cualquier cosa que inalterable e incuestionablemente se considera literatura-Shakespeare, pongamos por caso— puede dejar de ser literatura.

·      Los juicios de valor tienen ciertamente mucho que ver con lo que se juzga como literatura y con lo que se juzga que no lo es, si bien no necesariamente en el sentido de que un escrito, para ser literario, tenga que caber dentro de la categoría de lo “bien escrito”, sino que tiene que pertenecer a lo que se considera “bien escrito” aun cuando se trate de un ejemplo inferior de una forma generalmente apreciada.

·      Los juicios de valor son notoriamente variables, por eso se deduce de la definición de literatura como forma de escribir altamente apreciada que no es una entidad estable. Así, como en una época la gente puede considerar filosófica la obra que más tarde calificará de literaria, o viceversa, también puede cambiar de opinión sobre lo que considera escritos valiosos. Más aun, puede cambiar de opinión sobre los fundamentos en que se basa para decidir entre lo que es valioso y lo que no lo es.

·      Por otra parte, esto no significa que el llamado “canon literario”, la intocable “gloriosa tradición” de la “literatura nacional” tenga que tomarse como un concepto —una “construcción”— cuya conformación estuvo a cargo de ciertas personas movidas por ciertas razones en cierta época. No hay ni obras ni tradiciones literarias valederas, por sí mismas, independientemente de lo que sobre ellas se haya dicho o se vaya a decir. “Valor” es un término transitorio, significa lo que algunas personas aprecian en circunstancias específicas, basándose en determinados criterios y a la luz de fines preestablecidos.

·      El que siempre interpretemos las obras literarias, hasta cierto punto, a través de lo que nos preocupa o interesa (es un hecho que en cierta forma “lo que nos preocupa o interesa” nos incapacita para obrar de otra forma), quizá explique por qué ciertas obras literarias parecen conservar su valor a través de los siglos. Las sociedades “rescriben”, así sea inconscientemente todas las obras literarias que leen. Más aun, leer equivale siempre a “rescribir”. Ninguna obra, ni la evaluación que en alguna época se haga de ella pueden, sin más ni más, llegar a nuevos grupos humanos sin experimentar cambios que quizá las hagan irreconocibles. Esta es una de las razones por las cuales lo que se considera como literatura sufre una notoria inestabilidad.

 

CONCLUSION:

La literaria es un concepto se ha ido conformando en base a las necesidades e inquietudes en diferentes épocas. El concepto engloba tanto la forma, el fondo, a quienes va dirigido como los parámetros para que un determinado texto pueda llamarse “literario”. Dichos parámetros parten de los juicios de valor o valores literarios que tienen un papel fundamental en la clasificación que se hará del texto pues ellos serán el indicador que defina si se considera o no literario. Cabe mencionar que estos juicios no son patrones inamovibles, estos van cambiando acorde las personas, los lugares y las épocas en que se desarrollan de ahí que dentro de las características de la literatura también encontremos el término de “inestabilidad” como un elemento permanente en la historia literaria.

Es importante conocer esto porque dentro del aula nosotros junto con nuestros alumnos podemos definir los juicios de valor que consideremos importantes en la elaboración y clasificación de un texto, por ejemplo si analizamos una poesía los alumnos pueden determinar qué características serán las deseables para considerarla o no literarias. En tercer grado de educación primaria los niños ya están familiarizados con las definiciones de verso, estrofa, rima consonante, rima asonante, aliteración, onomatopeya y símil de manera que estos -todos o algunos de ellos - se podrían tomar como juicios de valor. Lo importante es que el alumno tenga la libertad y la confianza suficiente para saber que él también puede decidir que sí y que no entra en la clasificación de una obra, que esto no corresponde únicamente al docente, si no que él también puede ser un participante activo en sus conocimientos.  La idea es, más que enseñar es acercar al alumno los elementos necesarios para que sea autónomo en la construcción sus aprendizajes.

BOLSA 6

ACTIVIDAD A DESARROLLAR: Análisis del cuento “El escarabajo” de Federico Gana por parte de diferentes grados de alumnos del Educación Primaria.

El trabajo que realizaremos tiene dos propósitos, por un lado el cuento servirá para los alumnos como modelo para el análisis de “descripción de escenarios y personajes de un cuento” que es un tema propio del tercer grado, por otra parte saber cómo reaccionan diferentes lectores a una misma obra, con lo cual estaremos aplicando la teoría literaria de la recepción. Elegimos el cuento de “El escarabajo” por sus “brillantes imágenes poéticas, vívida construcción de colores, obsesivo movimiento y atracción por lo intenso”. (Mentón pág. 167). La descripción que presenta de los escenarios y personajes es detallada y de fácil comprensión algo que buscamos para trabajar con los niños de edad escolar. La narración es lineal y el final contiene elementos que dan lugar a una interpretación personal de manera que esto nos servirá a la hora de analizar la recepción de la obra.

Para iniciar la actividad propondremos a los alumnos conocer el cuento a través de una lectura por turnos que se hará en un espacio acondicionado especialmente para tal fin. Después de esta lectura comentaremos de qué ha tratado el cuento, si fue fácil de entender, si les ha gustado, quienes serían sus personajes favoritos y porque. Es importante prestar especial atención a las respuestas dadas ya que estas nos servirán para el punto comparativo de la recepción del cuento. También es importante ayudar a los alumnos a identificar que aun siendo el mismo cuento el que han leído cada uno de ellos tiene una opinión particular y posiblemente diferente sobre el mismo.

 Esta actividad la haremos con tres grados diferentes de la misma escuela. Lo que nos interesa descubrir de la aplicación de esta actividad es establecer si hay una relación entre la edad de los alumnos y la interpretación del cuento. Según la semiótica el papel del lector en la interpretación de un texto es muy importante, el texto no puede estar completo si el lector no le da un significado propio de tal suerte que un mismo texto puede tener diferentes interpretaciones según sea la persona que lo esté leyendo, incluso puede significar algo que el autor ni siquiera imagina o algo totalmente opuesto a la idea original, esto va a depender completamente del lector. Para ello debemos también el aspecto sociocultural de los alumnos que es lo que también nos dará una interpretación diferente del cuento.

El contenido de la obra no aparece explícito en la superficie significante del texto y, por esto, el lector es postulado como un principio activo de la interpretación. Su trabajo de cooperación es fundamental para extraer aquello no dicho, pero implicado; para llenar los espacios vacíos y conectar lo que aparece en la obra con el tejido de la intertextualidad. [19]

En la segunda parte de esta actividad trabajaremos el aspecto estructural del cuento, aquí analizaremos los elementos que puede tener una descripción, conocer las estructuras que lo conforman. En la medida de posible intentaremos practicar con los alumnos algunas de estas técnicas que hacen posibles que los lectores vean lo que el autor está narrando. De esta manera hacemos que la experiencia literaria sea disfrutable a nuestros sentidos y al mismo tiempo didáctica.

No debemos olvidar que el primer paso para desarrollar este trabajo es disfrutar de la obra de una manera libre, sin buscar ni analizar nada previamente. Debemos privilegiar la experiencia literaria antes que algún análisis de cualquier tipo. Es importante tener esto en cuenta para lograr que los alumnos estén más interesados y receptivos a entrar en el aspecto didáctico de la obra.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




[1] González Jiménez Félix e. Generación del conocimiento y actividad educativa, Revista Complutense de Educación. Disponible  en: https://revistas.ucm.es/index.php/RCED/article/viewFile/RCED0101220427A/16728
[2] KRAUZE Ethel, Desnudando a la musa: ¿qué hay detrás del talento literario?, México DF/ Conaculta, 2011, p. 37.
 
[3] KRAUZE Ethel, La casa de la literatura, México DF/UACM, 2009, p. 7.
[4] Ibíd. p. 9
[5] Ibíd. p. 11
[6] KRAUZE. Como acercarse a la poesía México DF/NORIEGA, 2002, p. 39.
[7] KRAUZE. Desnudando a la musa: ¿qué hay detrás del talento literario? Op. Cit., p. 50
[8] Ibíd. p. 16
[9] KRAUZE. Cómo acercarse a la poesía Op. Cit., p. 40
 
[10] Ibíd. p. 37 - 40
[11] Ibíd. p. 74
[12] Ibíd. p. 39
[13] Ibíd. p. 47
[14]Teoría literaria, definición.  [consulta en línea] http://pcweb.info/teoria/
[15] Diccionario de la Real Academia Española http://dle.rae.es/?id=ZVMWXKy
[16] Carrasco Ivan. Estudios Filológicos, N° 36, 2001, pp. 191-192. [consulta en línea] http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0071-17132001003600015&script=sci_arttext
[17] Teoría literaria, definición. [consulta en línea]  https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_literaria
 
[18] Introducción a las Teorías literarias. [Consulta en línea] http://letras-uruguay.espaciolatino.com/teoria_literaria/dos.pdf
[19] Castro O., Posada C., (1994). “Semiótica y literatura” en Manual de teoría literaria. Pág. 149. Colombia. Universidad de Antioquía.