martes, 11 de septiembre de 2012

“Cadáver exquisito” y “la vuelta de tuerca”


 
Caer en la cotidianidad y abandonar el terreno maravilloso, fantástico y extraordinario, en donde se mueve el cuento infantil, es muy fácil. Lo anterior lo digo como crítica a mi cuento “Lary la araña”,  porque considero que le hizo falta varias “vueltas de tuerca”, entendidas como el rompimiento de la lógica en la narración, que nos da lo oportunidad de crear nuevos mundos. Lo que me hubiera permitido sacar a mi personaje de su típico mundo de araña.

Para lograr romper con esa lógica que al tratar de escribir cuentos nos persigue, hay estrategias que nos permiten visualizar esos mundos posibles. Cadáver exquisito es una dinámica, que nos deja ver como creadores, varias posibilidades y al mismo tiempo derrumbar el mundo lógico en el que vivimos.

Además de la dinámica, cadáver exquisito, también nos apoyamos en  las Variaciones para escribir un cuento infantil: con puntitos, cositas y unas cuantas palabras, de la Doctora Ethel Krauze.

Les presento el resultado:

El elefante

Había una vez un elefante. Vivía sólo y tan sólo en la oreja izquierda de Ethel, su trabajo era tomar notas, dibujar y ser feliz.

Un día, llegó una leona dispuesta a quitarle su trabajo. El elefante estaba muy triste y no sabía a quién pedir ayuda. Finalmente fue escuchado por un trompo.

—Lamentablemente, no puedo hacer nada por ti, sólo llevarte con mí esposa, ella acaba de perder su arete izquierdo del único par que tenía.

—Sí, por favor llévame con ella.

El trompo se encaminó, en búsqueda de su esposa, mientras el elefante lo seguía. Al llegar a un viejo baúl,  la esposa del trompo salió a su encuentro, con los ojos enrojecidos de tanto llorar por la pérdida de su arete.

—Necesitamos tu ayuda, —dijo el trompo, y le contó el problema.

Ella se quedó pensativa por un momento y dijo:

—Ya tengo la solución de ahora en adelante tendrás un nuevo trabajo  —Dijo dirigiéndose al elefante—. Te convertirás en mi adorno favorito, sustituirás a mi arete perdido.

Desde ese día, el elefante fue feliz con su nuevo trabajo, mientras que al mismo tiempo, la alegría volvía a la oreja de tan singular pareja del  trompo.

 

Joaquín Martínez Miramontes

1 comentario:

  1. Me encanto la forma de compartir muchas ideas y poder sacar de ello un resultado. tu cuento e gusto

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