Y de pronto todo se nubló...
él y yo corríamos pues teníamos claro que en pocos minutos todo cambiaría; no pasó mucho tiempo y la copiosa lluvia nos abrazó intempestiva; los olores a tierra mojada que tanto disfuto desde de dentro de casa, en ese momento se tornaron amenazantes, parecía la furia divina desatada por la desobediencia, nuestra misión era traer agua a casa, acarrearla; sin embargo, nuestra adolescente vida se resistía a cumplir las obligaciones encomendadas, Damián mi hermano menor y a todos lados acompañante, era un preadolescente de sexto grado de primaria, que tomaba a mi cargo ante la ausencia de nuestros padres, ellos trabajaban y salían a hacerlo, confiados de que daríamos cabal cumplimiento a sus órdenes y a nuestras tareas escolares.
Esa tarde se nos hizo casi noche, así que cuando decidimos ir por el agua, la tormenta arreció, a pesar de que corrimos no llegamos a nuestro destino y estábamos cada vez más lejos de casa; las cubetas que llevábamos en las manos, poco sirvieron para resguardarnos, tampoco había techos o marquesinas, así que seguimos, pero el fuerte viento nos movía con fuerza a pesar de ir ya tomados de la mano, tal vez nuestra lucha bajo la tormenta por llegar hasta el agua, no hubiera existido si hubiéramos salido a tiempo, pues tal pareciera que esperamos la noche y la tormenta para ir; esa tarde-noche, mi hermano y yo vivimos momentos de angustia, de arrepentimiento, de amor y compromiso, de cuidado mutuo, de temor, de oración, fueron los 15 minutos más intensos de mi adolescente y entonces corta vida; porque el temor no solo era a la tormenta, habíamos perdido dos cubetas, no llevábamos agua, pero por sobre todo, éramos hijos desobedientes a los que de seguro sus padres ejecutarían.
No recuerdo mucho más, la tragedia como todas pasó, no sé si hubo ejecución, lo que sí vienen a mi mente, son las imágenes de nuestros padres preocupados al escuchar nuestra narración; recuerdo el momento en que nos abrazaron, nos abrigaron y nos quedamos esa noche sintiendo su calor y su amor.
miércoles, 20 de febrero de 2013
Por lo regular tiendo a escribir con la intención
de meditar o quizá con la intención de evaluar mis aciertos y mis errores.
Generalmente trato de ver lo que se me sale de control, o no me sale como lo
planee, así púes, con esto quiero tratar de ver todo esto y darle seguimiento
hasta el final, para saber como siempre que no todo es tan malo, ni tan bueno.
Ok.
DECIDE BIEN
Había convertido sus circunstancias en su mejor
aliado, no había nada que decir, nadie con quien hablar, durante casi
diecisiete años había sido entrenada u obligada a ser, un ser solitario.
Afortunadamente había logrado separar todo cuanto había en ese lugar, de su
integridad. Y había aprendido a ver al trabajo como un instrumento más, al
igual que todo lo que ahí había.
Lo único malo es que siempre tendió a dimitir, cuando
se sentía bajo presión, pero sobre todo cuando se veía expuesta ante sus
propias limitaciones, equivocaciones y faltas.
Pero en esta ocasión era distinto, verdaderamente estaba
descubriendo su vocación, hacia lo que le gustaba. Había esperado tanto tiempo ese
momento que nada en la vida podría cambiar esas emociones, ese deleite era una
nueva y grata sensación y ni siquiera ella misma la sabía.
Esto último era su haz bajo la
manga, pues que esta felicidad, era algo por lo que bien valía la pena
mantenerse en pie sin dimitir. Y lo mejor era, que todo afuera se había mantenido
al margen. El centro y lo que pasara a dentro era su decisión, y estaba
decidida esta vez todo iba a salir bien.
Es
importante descubrirlo
Y dotarlos
del significado particular para cada quien
O bien,
cuando no resulta tan claro distinguirlo, Hay que
Jugar con ambas opciones
Escribirlos como buenos,
Escribirlos como malos
A ver en cual camino se dibujan
Seguir la Serpiente y la escalera
Para dar en el Blanco
Para expresar
Para Crear
Para Encontrar la forma de Compartir
Y de continuar
Cambios, Mudanzas, Diferencias
·
Cambio de casa
·
Cambio de Barrio, colonia, ciudad
·
Cambio de País
·
Cambio de Trabajo
·
Cambio de Grupo o Nivel Escolar o de Escuela
·
Cambio de Corte de Peinado
·
Cambio de Pareja
·
Cambio de Hábitos Alimentos
·
Cambio de Amistades
·
Cambio de Religión o Creencias
Grupo Piloto y Grupo Control
Cambio fantástico, cambios ficticios
HAY PRETEXTOS QUE NO SON ESPECIALMENTE BUENOS O MALOS
SÓLO SON CAMBIOS, MUDANZAS, DIFERENCIAS
ES IMPORTANTE DESCUBRIRLOS
Y DOTARLOS DEL SIGNIFICADO PARTICULAR PARA CADA QUIEN
O BIEN, CUANDO NO RESULTA TAN CLARO DISTINGUIRLOS, HAY QUE
JUGAR CON AMBAS OPCIONES:
ESCRIBIRLOS COMO BUENOS,
ESCRIBIRLOS COMO MALOS
A VER EN CUÁL CAMINO SE DIBUJAN
SEGUIR LA SERPIENTE Y LA ESCALERA
PARA DAR EN EL BLANCO
PARA EXPRESAR
PARA CREAR
PARA ENCONTRAR LA FORMA DE COMPARTIR
Y DE CONTINUAR
CAMBIOS, MUDANZAS, DIFERENCIAS
SÓLO SON CAMBIOS, MUDANZAS, DIFERENCIAS
ES IMPORTANTE DESCUBRIRLOS
Y DOTARLOS DEL SIGNIFICADO PARTICULAR PARA CADA QUIEN
O BIEN, CUANDO NO RESULTA TAN CLARO DISTINGUIRLOS, HAY QUE
JUGAR CON AMBAS OPCIONES:
ESCRIBIRLOS COMO BUENOS,
ESCRIBIRLOS COMO MALOS
A VER EN CUÁL CAMINO SE DIBUJAN
SEGUIR LA SERPIENTE Y LA ESCALERA
PARA DAR EN EL BLANCO
PARA EXPRESAR
PARA CREAR
PARA ENCONTRAR LA FORMA DE COMPARTIR
Y DE CONTINUAR
CAMBIOS, MUDANZAS, DIFERENCIAS
- CAMBIO DE CASA
- CAMBIO DE BARRIO, COLONIA, CIUDAD
- CAMBIO DE PAÍS
- CAMBIO DE TRABAJO
- CAMBIO DE GRUPO O NIVEL ESCOLAR O DE ESCUELA
- CAMBIO DE CORTE O PEINADO
- CAMBIO DE PAREJA
- CAMBIO DE HÁBITOS ALIMENTICIOS
- CAMBIO DE AMISTADES
- CAMBIO DE RELIGIÓN O CREENCIAS
- OTROS...
lunes, 18 de febrero de 2013
¡Llegaste a mí!
Mi pre-texto: ¡llegaste a mí!
Un pre- texto para escribir, es
saber de qué quiero escribir. Para esto primero intenté ubicarme en uno de los
tres tipos de personas que escriben y me di cuenta de que, mi escritura es
demasiado esporádica y que a pesar de que guardo algunas hojas con narraciones
o poemas, considero que no son suficientes para pertenecer a un primer y
segundo grupo de personas que escriben
con mayor frecuencia, entonces… éste es
mi primer intento, y mi pre-texto para escribir es que ¡llegaste a mí!
¡Llegaste a mí!
Porque después de desearte tanto
tiempo, ahora estás a mi lado. Puedo decir que me perteneces, que había
esperado con ansias este momento, que no puedo dejar de percibirte, de respirar
tu perfume y de sentir tu aliento.
Yo sé, que desde este instante,
tú no te separarás de mí, me llevarás a
todos los lugares que he planeado para ti; además, es inigualable la comodidad
que siento cuando estoy junto a ti, entonces imagínate ¿qué pasaría cuando esté
dentro de ti?
Ya no puedo disimular que estoy
feliz, pues ¡llegaste a mí!, no quiero dar explicaciones, sólo quiero que me
vean junto a ti… de esa manera sabrán de qué hablo, porqué me siento así, y
cuando te miren…también se enamorarán de ti.
Silvia Vargas Luviano.
MI PRETEXTO SERÁ EL TEXTO
SÍ,
ESE TEXTO QUE ME URGE REDACTAR,
PARA DECIR,
PARA GRITAR,
PARA SEGUIR
SIN CLAUDICAR
UN ENORME SUSPIRO . . .
EN ÉL ME INSPIRO,
ES EL TEXTO
QUE SERÁ MI MEJOR PRETEXTO,
HOY DE REGRESO, EMPIEZO EL PRE
ESE TEXTO QUE ME URGE REDACTAR,
PARA DECIR,
PARA GRITAR,
PARA SEGUIR
SIN CLAUDICAR
UN ENORME SUSPIRO . . .
EN ÉL ME INSPIRO,
ES EL TEXTO
QUE SERÁ MI MEJOR PRETEXTO,
HOY DE REGRESO, EMPIEZO EL PRE
Olores, sabores, colores, sonidos, sensaciones, sentimientos, vienen a nosotros sin esperarlos. ¿Capturarlos será un pretexto para escribir?
¡Qué tiempos aquellos en que lo light no
importaba!
La
semana pasada regresé de Chilpancingo a la ciudad de Iguala, Guerrero. Me bajé
del taxi por la calle de Arteaga casi
esquina con Obregón. Por la misma calle, dirigí mis apresurados pasos hacia la calle
de Galeana y, antes de llegar a la esquina, llegó ese olor inconfundible que
taladró mi cerebro removiendo recuerdos que creía olvidados y me transportó a aquel
día, en el que después de traer a vender las frutas de su cosecha, mi padre se
había tomado varias cervezas. Yo tenía hambre y, ahí en el hotel Pasaje, que
comunica la calle de Guerrero con la de Zapata, se escuchaba el constante
golpeteo de un cuchillo en una tabla, para preparar aquellos tacos de exquisita
y olorosa carne que llenaba la atmósfera de aquel pasaje.
Mi
papá se llevaba muy bien con don Chucho, —el señor que vendía los tacos—. Él le
preguntó:
—Don
Álvaro, qué le damos.
—A
mi´jo dele lo que pida.
—¿Es
su hijo? No lo conocía, —dijo asombrado y preguntó dirigiéndose a mi—. ¿Qué vas
a querer?
—Me
da una orden de tacos de cueritos —dije apenado y con una voz muy bajita.
Me
sirvió la orden de tacos humeantes en aquel plato de plástico de color verde fosforescente,
mientras que aquel olor de las carnitas de puerco entraba por mi nariz y se quedaba ahí guardado para siempre. Aún
puedo ver esos suculentos tacos, cada uno enredado de forma independiente con
papel de estraza. El gran molcajete de piedra negra en forma de marrano, con salsa de tomate verde con
pedacitos de aguacate, cebolla y cilantro.
Tomé
la cuchara de plástico de color azul y le puse la exquisita salsa.
En
ese momento, ante el olor de las carnitas y la salsa, se me hacía agua la boca.
Tomé mi taco y me lo llevé a la boca, y comencé a masticar sintiendo cómo
crujían los pedacitos de cebolla y de cilantro, que al mezclarse con los
cueritos en cada masticada, formaban el sabor perfecto. En ese momento se detuvo el tiempo, y sentí
que el mundo giraba, y yo, era el eje. También me creí el hijo más protegido y
querido por su padre.
La
voz de mi padre me sacó de ese momento mágico para hacerme sentir aún más especial
al decirle a don Chucho:
—Viene
a la escuela Andrés Figueroa, se lo encargo, si alguna vez necesita algo déselo.
Yo después paso a pagarle.
—Claro
que sí don Álvaro. Ya sabes hijo, cualquier cosa vienes aquí conmigo. Dijo
aquel señor de forma que intentaba darme confianza.
Con
la boca llena sólo asentí con la cabeza. Me pedí otra orden de mixta, mientras
mi papá pagó.
Un
ensordecedor pitido de claxon, me sacó bruscamente de mis añorantes recuerdos de infancia, continúe caminando por
la calle de Arteaga, el olor que trajo este recuerdo fue precisamente los tacos
de carnitas de puerco, los vi, tuve el impulso de comprarme una orden, sin
embargo, la razón se impuso. Sé que no puedo comerlos o al menos que decida
arriesgarme a las consecuencias, de vez en cuando lo hago, y mi osadía me sale
cara, aunque ahora ya no los pido de cueritos o mixta, trato de que sean de
pierna, pero aún así, el miedo a enfermar no me deja disfrutarlos igual.
Joaquín
Martínez Miramontes
miércoles, 6 de febrero de 2013
PRETEXTOS Y CONTEXTOS PARA ACCEDER AL TEXTO
No es un juego de palabras... no, no,no.
Son las palabras con las que juego para iniciar esta nueva aventura.
Aventurémonos por la espesura
de la locura
de la cordura
que nos lleva a....
PRETEXTOS: ¿Qué podría ocurrir en tu vida que te empujara a escribir (escribir lo que sea, cualquier clase de escritura)?
Cosas malas:
Cosas buenas:
No es un juego de palabras... no, no,no.
Son las palabras con las que juego para iniciar esta nueva aventura.
Aventurémonos por la espesura
de la locura
de la cordura
que nos lleva a....
PRETEXTOS: ¿Qué podría ocurrir en tu vida que te empujara a escribir (escribir lo que sea, cualquier clase de escritura)?
Cosas malas:
- Un problema con la pareja
- Estar en una fiesta junto a personas desagradables
- La muerte de un familiar
- Terminar una relación amorosa
- Que las cosas se salgan de control o de lógica
- Sentir que la vida juega conmigo, primero sufro y luego descubro que fue para bien
- Perder el trabajo
- Abandono del padre
- Recibir una agresión, física, verbal, psicológica, sexual
- Un accidente
- Una enfermedad
- Enojo, frustración, impotencia ante las injusticias
- Un divorcio
- Situación de cárcel
- Un robo, secuestro, y ese tipo de delitos
- Depresión, tristeza
- Pérdida de amistades
- Soledad
- Desamor
- Desacuerdos (políticos, religiosos, ideológicos, etc.)
Cosas buenas:
- Éxitos de los hijos
- Dar una clase bien planeada
- Ver salir el sol
- Observar la caída de las hojas
- Descubrir que mi conducta se debe a un trauma: poner luz a mi vida
- El nacimiento de mis hijos
- Viajar y sus experiencias
- Comer chocolate
- Enviar un buen mensaje a la sociedad
- Enviar o solicitar información
- Amor, enamoramiento
- Alegría, felicidad
- Erotismo, deseo, pasión
Cualquier cosa que nos pase: que rompa la secuencia normal de nuestra vida, sea buena o mala, nos puede empujar a escribir...
Hay quienes escriben por oficio, vocación y profesión: los escritores son peritos en la caza del pre-texto y lo llevan de inmediato al texto. (Novela, poesía, cuento, crónica, ensayo, drama...)
IHay quienes escriben por gusto, de manera informal, como pasatiempo o acompañante de sus otras actividades: el pre-texto los alcanza con mayor o menor velocidad, y finalmente acceden al texto. (Cartas, relatos, anécdotas, versos, pensamientos, diarios, blogs, redes sociales...)
La mayoría sólo escribe recados, tareas, informes, oficios y documentos laborales. Pero también viven, como todo mundo, muchos pre-textos.... ¿cómo hacer para que accedan al texto?
HE AHÍ LA PREGUNTA.
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