El CLIC:
YO TAMBIÉN... IGUAL QUE YO.. IGUAL QUE A MÍ...
Así vamos a llamar a este elemento más que forma la "caja negra" del cuento infantil.
Alguno de los personajes tiene que vivir algo, estar en una situación tal, o enfrentarse a equis asunto, que el lector pueda decir:
¡Yo también siento lo mismo!
¡Piensa o actúa igual que yo!
¡Le pasa igual que a mí!
Y sus derivados...
El CLIC es, pues, ese "clic" que hace nuestro corazón cuando, finalmente o inesperadamente hace clic. Y ya en serio, es cuando siente el clic de conexión entre lector y personaje: se vuelven uno solo. El lector pasa a ser el personaje, a vivir dentro del cuento, a experimentar la ficción. Y el personaje se introduce en el lector, para compartirle sus vivencias, enseñarle sus trucos, responder sus preguntas.
Entrambos, tejen ese remate perfecto que necesita el texto para consolidarse una vez fuera de las manos del autor.
Y tan, tan.
Con clic, clic.
A construir clics, se ha dicho. Claro, para eso tienes que bucear en el alma infantil, que no es otra cosa que el alma auténtica de cada uno de nosotros, ésa que se mantiene viva muy adentro y a la que casi nunca visitamos. Vuelve a meterte en la tuya, que es tu mejor trabajo de campo. Y si puedes, observa sin prejuicio a las que te rodean.
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