miércoles, 23 de mayo de 2012

Les comparto la siguiente reflexión y problema que quiero discutir en clase sobre los ficciomínimos o minificciones:


EL PROBLEMA DE LO "MINI"


En una ocasión, una compañera de oficina y yo discurríamos sobre el tamaño de un objeto. Ella lo tomó y mirándome me dijo: "¿ya ves, es de un tamaño grande?". A lo que le siguió una observación de mi parte: "¡eso dices porque tienes la mano pequeña!". Desde ese momento, yo no dejo de preguntarme: ¿qué tan grande es lo grande y qué tan pequeño es lo pequeño?, ¿quién lo define? Si es la convención lo que define la grandeza o pequeñez de un objeto, ¿es una convención de "manos pequeñas" o es una de "manos grandes"?

La literatura no deja de asombrarme al mostrarme la aplicación de dichas interrogantes aplicadas en su campo. ¿Cuál es el límite de una minificción? ¿Eso que hizo Monterroso con su dinosaurio biplánico es una minificción? En definitiva me doy cuenta que todavía no hay una respuesta absoluta y es que quizás dependa del "tamaño de la mano" con la cual lo juzgamos.

Dicho problema de apreciación es duplicado al pasarlo al terreno educativo. Al poner este tipo de subgénero en el campo educativo es muy probable que por lo menos distingamos dos tipos de paradigmas en cuanto al problema de la lecto-escritura y su enseñanza: uno progresista y uno abstraccionista. 

Se podría reconocer con facilidad que en la minificción, se produce una actividad del pensamiento manifestada a través del juego de la síntesis. El autor escribe una historia sintetizada mientras que el lector se enfrenta a una síntesis de la historia. En ese juego de la lecto-escritura la síntesis busca la unidad de la trama.

Cuando se utiliza la unidad del escrito como una instrumentación didáctica para ir construyendo un método académico de Creación Literaria o bien de pura enseñanza de la lecto-escritura (sin un fin estético-artístico), vinculado además a una visión didáctico-pedagógica inductiva, estaríamos frente a un paradigma progresista. La pretensión de utilizar la minificción como un camino para comenzar a enfrentarse con, y paulatinamente ante, los problemas mayores de la escritura (entiéndase el conjunto de géneros mayores en la narrativa) sería característica importante de este paradigma progresista.

Sabemos que la enseñanza de la Literatura (que debería asociarse con inmediatez con la enseñanza de la lecto-escritura) en lo programas educativos de nuestra comunidad, radica en la enseñanza de la Historia de la Literatura; es decir, se enseña lo que se ha contenido dentro del progreso de las tradiciones escritas en la cultura occidental a través de su desarrollo histórico. De esta manera, se dan como construidos los géneros mayores ante los subgéneros breves más actuales. Para los docentes que entienden eso por Literatura, e incluso para los escritores que nos hemos formado con esa tradición académica, los géneros mayores implican un estado de conciencia general del desarrollo de los géneros literarios (finalmente, un estado de conocimiento de la materia); por lo que, el arribo al subgénero de la minificción se da de una forma deductiva (ante la gran variedad histórica de la narrativa), donde la abstracción juega un papel primordial para la construcción y el entendimiento del subgénero. Se abre entonces otra posibilidad real de entender la enseñanza de la Creación Literaria o bien de la pura enseñanza de la lecto-escritura: el paradigma abstraccionista. 

En términos taxonómicos actuales, la minificción (de origen híbrido, y de término aleatorio e indefinido) presenta un problema de existencia frente a los demás géneros literarios (aunque su problema taxonómico no implica en lo absoluto su producción ni su consumo). No obstante, es un subgénero en posibilidad real de ser llevado al ámbito académico para la enseñanza de la Literatura y de la lecto-escritura como materia de estudio, o bien como material de construcción para la Creación Literaria o bien para la enseñanza de la lecto-escritura (área de las Didácticas de las Lenguas Maternas).

Comparto un escrito de Lauro Zavala (2000) para ampliar la cuestión teórica sobre la minificción relacionado con su problema: http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/hist/zavala2.htm con el objetivo de analizar los siguientes escritos que les comparto a la luz de lo planteado.


El siguiente a compartir se encuentra en: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=222931701138099&id=210778615686741&ref=notif&notif_t=feed_comment
Y por último, el siguiente escrito:



¿MUERTE ODISEA?

Así, fuera de toda Odisea, Penélope.
Gritaba a la Noche. Les reclamaba a las Moiras: "¡Déjenme verlo!... ¡Déjenme verlo... Por favor! Quiero saber si estará bien.... Si sobrevivirá…". Y a Morfeo también suplicaba con desesperación, mientras apretaba los ojos acuosos y estiraba la siniestra: "¡...Por favor!... ¡Ulises!...!Ulises!...".
Mas Nix, ni Láquesis, ni Morfeo, concedieron saber más fatalidad de la que oculto ojo ya había visto.



¿Qué piensan? ¿Se animan a discutir sobre estos escritos?

Juan Sevilla G.
Didáctica de la Creación Literaria
CIDHEM


1 comentario:

  1. La enseñanza que he recibido sobre literatura, desde primaria, hasta un poco en universidad, intenta ser con las mismas bases históricas, lástima que sólo he tenido un par de buenos catedráticos. Pocos transmiten el gusto por la lectura y el aprendizaje, el gusto de transformar las palabras en la mente y darle interpretación a lo abstracto, estaría bien empezar por los profesores de primaria, que en la actualidad ni ellos leen. :/

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