miércoles, 15 de agosto de 2012

El talismán

Vamos a buscarlo en los cuentos que nos han gustado:


  • ¿Quién es el personaje principal?
  • ¿Qué problema tiene?
  • ¿A qué o a quién recurre para una solución?
  • ¿Qué recibe a cambio?
  • ¿Se soluciona el problema? (puede ser que la solución sea diferente a la esperada; de cualquier forma, implica un cambio en su situación)
Observemos el 
qué recibe a cambio:

¿Un objeto, una frase, una acción...? 

Hay que encontrar esta respuesta, indagar en ella, describir su contenido, develar su significado, atraparla con las manos de la imaginación y el cuenco de las palabras,  para descubrir el talismán que guarda.

3 comentarios:

  1. Poder
    Identidad
    Sacralidad
    Protección
    Compañía
    Suerte
    Seguridad
    Poder

    ESTOS SON ALGUNOS DE LOS SECRETOS QUE GUARDAN LOS TALISMANES

    Pensemos en dónde se esconden y cómo convocarlos

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    Respuestas
    1. EL ZAPATO SOLITARIO
      Tengo una tragedia en mi vida que no sé cómo resolver. Siempre estoy cansado, polvoso, mojado y en general hasta desvelado, pero la soledad es a lo que no estoy acostumbrado. Pasan los días para mí caminando y caminando por la calle, en donde mi patrón va buscando la esquina que le dé ante la concurrencia una mejor limosna y por la noche un portal en donde dormir. Donde el que duerme es él, cubierto de cartones y con los pies al aire, si llueve me mojo, y si no paso frío, pero claro que él no se entera. Yo cubro mis funciones; sin mi no podría caminar. Con mi suela dura puede pisar cualquier superficie, con mi piel se cubre de la intemperie y con los cordones me amarra firmemente para no perderme por el camino.
      Yo orgullosamente sé que le sirvo en su vida de mendigo.
      El problema es que ayer tuvo un altercado y perdió a mi compañero, nadie puede caminar con un solo zapato, y yo que tolero todo no puedo vivir en la soledad. Yo soy el izquierdo y mi pareja el derecho, ambos nos acompañamos, caminamos de forma acorde ante la zancada de nuestro camarada. Uno avance primero y el otro después. Hacemos con su caminar un juego rítmico que nos da esa motivación de que lo estamos trasladando paso a paso con nuestro apoyo.
      ¿Pero ahora yo como encuentro al derecho? Sólo no puedo caminar, no lo puedo ir a buscar, mi amigo desconsolado ante la lluvia imperiosa tampoco lo puede ir a buscar. La desesperación embarga. Sino soluciono esto me tirarán en una esquina, porque así ya no sirvo de nada y buscarán un repuesto aunque esté peor que yo, pero eso sí serán el derecho y el izquierdo.
      Invoco a los cielos, a la luna y las estrellas que no me dejen morir sólo y en estas condiciones; que yo he sido un buen par; que llevado a mi amigo a todas partes en su desventura y que él no puede pasar la vergüenza ante sus conocidos de no tener un par de zapatos que lo hagan avanzar por la vida.
      Hay luna llena, pido con fervor que me proteja, que me ayude a encontrar mi pareja pues la soledad es muy dura y el derecho siempre sido mi compañía y mi apoyo; por eso he podido sobrevivir a la vida dura que he llevado. Con esa suficiencia le he podido dar protección y seguridad a mi patrón. Sin mi no podría ir de esquina en esquina, no podría caminar protegiéndose del frío, de la lluvia, que la suciedad, ni de la burla de sus amigos, pues sería un mendigo sin dignidad; ya que hay que saber también que los mendigos tiene sus códigos, tienen categorías y un mendigo sin zapatos ni a mendigo llega.
      En ese pedido estaba a la luna llena, cuando de repente al mirarla fijamente, el derecho cayó del cielo; alguien molesto por el portal en que nos encontramos acurrucados, nos tiraron un zapatazo para que nos saliéramos del lugar. ¡Qué felicidad! encontré a mi par y yo ya no voy a estar solo y mi amigo va recobrar la protección que da simplemente un par de zapatos.
      Ma. Elena

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  2. El talismán, una vez descubierto, será rescatado y atesorado en el baúl de los talismanes.
    Si no tiene suficiente "sustancia literaria", física, emocional, espiritual, se evaporará entre los dedos, durante el trayecto.
    Hay que insuflarle "cuerpo literario".

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